Editado por : Adess Dedicado a josefina, gracias1 En el invierno de mis 15 años, fue cuando lo conocí. Bañado de sangre, rodeado de cadáveres, con la mirada clavada en mí, como si fuera algo que cazar. — ¿Tú mataste a toda esta gente? —le grité. — ¿Gente?… –decía, mientras lamía la sangre de sus largos y finos dedos— Más bien, son… bestias. Ese extraño muchacho emitía un aura asesina; con esas manos, cuanta gente murió debido a ellas. Estaba segura de que me mataría. Algo me llamó la atención, esos ojos que brillaban con el esplendor de la luna, eran solitarios. —Tú estás igual que ellos cuando me vieron —decía mientras se me acercaba– Tensa, llena de miedo, preparada para atacarme, y… — ¿Miedo?, no tengo miedo de ti. —Mentira —puso esas fuertes manos alrededor de mi cuello— eres igual que ellos… —la sensación de dolor y desesperación, por la falta de aire, no se comparaban al sentimiento de soledad que él sufría, eso lo podía comprender muy bien. —Entiendo, de verdad te entiendo —arrojé el arco y las flechas— No tienes que… —se me acababa el aire— No es tu culpa... —esas fueron las últimas palabra que dije antes de perder el conocimiento. El sonido tranquilizador del agua corriendo por el rio, el cantar de los polluelos recién nacidos, era lo que lentamente me despertaba. —Qué hermoso —mis ojos ya se habían acostumbrado al brillo de sol— ¿Qué sucedió? —no sabía dónde estaba, ni cómo llegué ahí. Comencé a analizar mis alrededores, estaba recostada a las sombras de un enorme árbol, cobijada por una manta, el olor de las flores abundaba y se mezclaba con un delicioso olor que me habría el apetito, mi estómago rugía. Llegué a las orillas de un hermoso rio donde un apetitoso salmón era cocinado en una fogata. —Despertaste... —al percatarme de que una voz conocida me hablaba, me di vuelta— Si que duermes bastante. —Tú… —no sabía que decir, estaba anonadada, el chico que anoche casi me saca el aliento, cuidó de mi. —Debes tener hambre –me dio el delicioso salmón. No paraba de mirar cada uno de sus rasgos que la noche anterior parecían tan diferentes, eran como dos personas distintas. Este hermoso chico que estaba al frente mió, sonrojado por el calor del sol, con una cabellera negra azabache, sus labios muy finos y bien definidos, con unas orejas pequeñas y… Cuando me detuve en sus ojos, me di cuenta de que con lo oscuro que estaba el día anterior, no había notado el hermoso color: uno de color morado y el otro café — ¿Puedes dejar de hacer eso?, no puedo comer tranquilo —hubo un minuto de silencio— ¿No te vas a comer eso? —solté una risa y le di el bocadillo— Realmente desperdicias comida, con lo que me costó atraparlo. —Tus manos —estaban heridas e irritadas, me acerqué, para saber que tan grave era. —Oye, ¿qué haces?, duele-. —Eres como un bebé, quédate tranquilo —entre mi ropa saqué un frasquito que contenía una pasta de hierbas medicinales, y se lo apliqué suavemente. —No tienes qué… —decía con la mirada baja y sonrojado– Gracias, tú… —otro silencio incómodo— Hinata. — ¿Perdón? —Mujer sorda, que me llamo Hinata —lo miré sin comprender del todo. —Kikyo, mi nombre es Kikyo —respondí
Qué interesante, me agradó leer. Tan solo tienes un par de faltas ortográficas, por lo que fue placentero leerte XD Y las preguntas no se hacen esperar. ¿Quién es Hinata? ¿Por qué mató a toda esa gente? ¿Por qué aun cuando iba a matarla a ella, se arrepintió? ¿Qué estaba haciendo Kikyo en ese bosque? ¿Andaba con esa gente que Hinata mató? Por lo que ves, me has dejado muy intrigada, así que de verdad espero que le sigas a este fic. No me gusta comenzar a leer algo para que después me quede como al principio o a medias XD Okey, aunque también respeto cuando no le pueden seguir, aún yo misma he dejado algunos fics inconclusos :) Perdona mis preguntas, pero no conozco mucho sobre esta serie. Espero el que sigue *w* Gracias por invitarme a leer.