Todo comienza como siempre... El final de una historia siempre marca el inicio de otra, y ahí estaba yo, sentado en la misma banca de la iglesia, en la festividad de todos los años sin esperar nada nuevo, sin esperar nada alucinante, siempre llega algo que te sorprende, sin saber un porque, sin saber un para que, solo sucede. Era 17 de Agosto en el calendario, había soñado con ella nuevamente, pero esta vez era diferente, fue la única de todos los tres meses en la que había soñado algo distinto, ahí estaba ella... Parada con su sonrisa de naranja, con su sentado formal y educado, con aquella mirada de cariño, esa mirada cálida y tímida, y ahí estaba yo, con mis fachas de siempre y despeinado, intentando arreglarme la camisa. 18 de Agosto, mi sueño se hizo realidad, había llegado a la kermes sin esperar algo sorprendente pero no... Ahí estaba, recargada en la pared, mirándome, y yo temblando como gelatina, cerré mis ojos y le pedí al cielo una señal. me arme de valor y me acerque. —Hey hola! Veo que haz venido a la kermes de la parroquia eh!...— exclamaba tímidamente mi voz, habían pasado 3 meses desde su partida, y yo aun la esperaba, mi mirada se clavo en la suya, sentía que mi corazón se salia del pecho. Ella solo sonrió, dijo un ''Si'' frío, beso mi mejilla y salio por la puerta. Sabía que seria imposible que yo regresara con ella, sabia que seria imposible que ella se acercara con las ganas de volver a verme, a final de cuentas solo habíamos durado una semana, y solo había logrado besar su mejilla. Salí decepcionado del templo de la parroquia, camine pateando piedras con la cabeza abajo, llegue donde los otros chicos me esperaban, y al alzar la mirada la vi... Sonriente, Hermosa, Con una mirada de ternura, de amor, con una presencia tan magnifica que te hacia sentir en el cielo, me acerque y toque su hombro, voltee hacia el lado contrario, ella volteo a la derecha y al no ver a nadie volteo a la izquierda y ahí estaba yo, con la lengua hecha un nudo y mi mirada perdida en su sonrisa. —¿Porque tan sola?— pregunte juguetón mientras le regalaba una sonrisa y esperaba su rechazo, pero al ver sus labios separarse y sonreír mi corazón volvió a latir, ahí entendí por primera vez lo que muchas veces me dijeron, el final de una historia siempre es el principio de otra... Recibí aquella respuesta que estaba pidiendo hace unos minutos, y esta me decía, sigue adelante y ve como se dan las cosas, observa y vive la historia que hoy estaba por comenzar.
Oh no lo se, de hecho es una experiencia personal aunque ahora ya no estoy con esta persona, pero de continuar no se