One-shot de Pokémon - Tu Sonrisa (Pokemon X/Y - MC x NPC secundario)

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Hola JAJAJAJAJA lo siento, por adelantado.
Originalmente, mi intención era hacer un songfic, pero mi inspiración voló hacia Romantis (?)
Me basé más o menos en la canción precisamente titulada "Tu Sonrisa" de Los Claxons.
Así que dejo ahí el link a la canción por si la quieren escuchar (?)
Lo siento, de nuevo, porque este valentín en particular es raro.

Tras derrotar a Valeria, te entregó la Medalla Hada y saliste del Gimnaso Violeta.

"Estaba pensando en pasarme a hacer una visita guiada por la Fábrica de Poké Balls..." es lo último que recuerdas haber escuchado decir a Xana antes de darte cuenta de que ella y Trovato decidieran que lo mejor era adelantársete.

Inmediatamente pasó por tu cabeza la pregunta de si se habrían dado cuenta realmente de que tu mente estaba en otro lado: siempre has sido de pocas palabras, después de todo, y pudiste haber hecho algún gesto inconsciente que les hiciera pensar que estabas escuchando y accediendo a alcanzarlos luego. Te sentiste un tanto culpable, pero no lo hiciste a propósito; y luego pasaste a sentir vergüenza al recordar qué te tenía en la luna.

Pero eso fue dos otoños atrás. Ha pasado un año tras la liga y vuelves a Ciudad Romantis.

Es invierno y se acerca Navidad. Es época de dar y tus amigos han escogido la ciudad como su punto de reencuentro después de un tiempo de no coincidir todos a la vez en un solo lugar. Acordaron prepararse con pequeños regalos.

Tremenda coincidencia. Cuando recibiste el mensaje de Benigno en el Holomisor, justo te hablaba desde la Senda del Parterre; desde el lugar donde tantas veces te acuerdas de Janelle, en esa ruta formada por grandes jardines. Y pensaste en ella: Janelle, una de las entrenadoras a las que te enfrentaste en el Gimnasio Violeta; morena y de ojos cafés, de kimono de falda corta color morado y mangas largas color rosa. Parecía hecha de dulce.

Te sonrojaste. Tu rival se burlaría de semejantes cursilerías que se te vienen a la cabeza.

Y de nuevo, no lo haces a propósito. Ni siquiera es un enamoramiento perfectamente bien justificado. Si alguno de tus amigos se diera cuenta y te preguntara el por qué, la razón principal del por qué te atrae la bella Janelle es…

Su sonrisa. Simplemente. No hay palabra que la describa. Al menos tú no la encuentras. Y es ridículo, porque se trata de una joven con la que tuviste un combate y no has vuelto a ver en más de un año. Pero te atrajo y no lo puedes evitar. Fuera de los ocho líderes de gimnasios, los cuatro líderes de liga y los muchos idénticos miembros del Team Flare, de todas las otras docenas rostros que te retaron, recuerdas su rostro. Su nombre. Su labial…

Te sonrojas una vez más antes de entrar a la tienda de ropa a buscar un regalo para Xana.

Ya tenías pequeños regalos preparados para el resto de tus amigos, pero Xana es tu mejor amiga y te es fácil imaginar que ella probablemente también tiene preparada una sorpresa para ti. Definitivamente ella merece una sorpresa.

Pero ninguna de las dos podrá ser tan grande como la sorpresa de entrar a la boutique y ver por el rabillo de tu ojo nada más y nada menos… ¡que a Janelle! Y sólo volteas a verla directamente para comprobar que no la estás alucinando porque tengas una obsesión para nada sana con ella. Afortunadamente tenía sus ojos fijos en una vitrina de la tienda y no te vio. Y afortunadamente agotaste tu límite de sonrojos diarios y guardaste la calma.

Ves las gorras y accesorios y encuentras una combinación que sabes que le gustará a Xana.

Haces la compra y suspiras con alivio al salir de la tienda, como si te hubieses aguantado la respiración desde el momento en el que entraste. Te auto-regañas por exagerar tanto y te diriges hacia el lugar en el que tus amigos esperan.

Te preguntas si lo vas a superar tarde o temprano. Piensas que debes de superarlo tarde o temprano. Te dices que es absurdo que las flores te la recuerden, que su recuerdo te haga tartamudear en tus meros pensamientos, que fantasees con la excusa tonta que podrías poner para retarla a un combate si te la volvieras a encontrar porque crees que sería el escenario más cómodo en el que le podrías hablar... Pero nada de eso borra tu sonrisa.