Aquí les traigo una obra un tanto desopilante que se me ocurrió un día que se me cruzaron por la mente los protagonistas de estas dos historias. Los nombres de las primeras permanecerán originales mientras que de los segundos ya será otra historia :p Todo tendrá si porqué que lo explicaré mientras se desarrolle el relato. Espero que les agrade y comenten por cualquier cosa (críticas, ánimos, críticas, preguntas, críticas...). © TMNT. Los títulos, logos y personajes son propiedad de Viacom International Inc. Creados por Kevin Eastman y Peter Laird. ----------------------------------------------------------------- Capítulo 1 Un viaje ninjástico 1era parte Contenido oculto Era se una vez, en las alcantarillas de la ciudad de Nueva York, que las tortugas ninjas emprendieron un periplo que nunca se lo habrían imaginado. Aunque, a decir verdad, estaban acostumbradas a viajar por dimensiones y mundos paralelos sin igual, con consecuencias tragicómicas como su trama lo demandaba. Pero esta vez les esperaba algo muy peculiar. Hacía buen tiempo que habían estado en paz con el clan del Pie, la pandilla de los Dragones y demás enemigos conocidos. En especial con Shredder y Krang. Entrenando en su guarida, se mantenían ocupados mejorando sus técnicas ninjas mientras su maestro, Splinter, los supervisaba. Pronto solo eran Rafael y Leonardo los que quedaron practicando, ya que Donatello se retiró para proseguir con sus inventos y Miguel Angel con los comics. _ Vaya, vaya… ¡así nunca llegaran a ser buenos luchadores! – se jacta Rafa. Dona prosiguió con su trabajo sin siquiera responderle. Miguel, levantando la mirada de su historieta, le espeto con jocosidad algo que lo enfureció tanto a lo que Leo debió detenerle. _ No sabía que para ser un buen luchador había que recibir tantos golpes como tú lo haces. _ ¡¡Si serás…!! – gritó con furia la rebelde tortuga mientras su hermano reía a más no poder. Splinter sacudió la cabeza al ver que sus jóvenes alumnos demostraban a flor de piel que eran un cuarteto de adolescentes que poco podían contralar sus temperamentos. La mañana prosiguió sin más percances con Leonardo puliendo sus katanas, Donatello ampliando su colección de artilugios, Miguel su estómago y Rafael deambulando solo por las cloacas. Fue entonces que el ambiente perdió su equilibrio de paz cuando Casey Jones llego. _ ¡Qué hay tortugas! ¿Un día aburrido? No se preocupen ¡Que llego Casey! _ ¿Y eso supone algo bueno? _ ¿Eh? Que dices, Dona. Oye, que hoy estoy de buen humor… ¡y mira que te he traído! El joven, luego de buscar y rebuscar en su bolsa de “herramientas de justicia” extrajo una brillante piedra de color naranja que irradiaba una tenue luz en su interior cristalino. _ ¿Y eso? ¿De dónde la sacaste? – replica Leonardo no muy seguro de la procedencia, ni del proceder del portador de la roca. _ Oye, oye. Me extraña que dudes de mí, que soy un paladín de la justicia y… _ Sí, sí. _ Jum. Bueno, esta piedra la encontré mientras venia hacía aquí, aunque no me lo crean. Mire alrededor para ver si se le había caído a alguien desde arriba, pero esta estaba muy lejos de una boca de tormenta. _ Vaya, supongo que no tiene caso preguntar su procedencia. A ver, déjame que le eche un vistazo. Donatello toma la roca y la coloca bajo un extraño microscopio donde comienza a realizarle todo tipo de estudios que, si los enumero ahora, se me acabaría la hoja. Al despertar todos, Dona les declara, excitado y bastante agotado, que se trataba de un cristal asombroso. _ ¿Mmh? Así que… ¿qué es lo que hace? – pregunta Miguel somnoliento. _ Pues, la cantidad de partículas y elementos que lo componen es inusual. _ Es decir… _ Su forma, estructura y composición denotan que posee propiedades especiales. _ Bien. Eso suena interesante, pero… ¿y? _ La energía que contiene dentro sobrepasa los límites de mis herramientas de mensura. _ ¿Eh? Entonces, y sabiendo todo esto, la función que debe desempeñar ha de ser asombrosa como nos has dicho ¿Qué es lo que hace? – pregunta Miguel emocionado. _ Pues… este… no tengo la menor idea –dijo Donatello sonrojado. La declaración de su hermano pronto produjo que todos dejaran de mostrarle interés a la roca, haciendo que volvieran a sus acostumbradas actividades de siempre. Mientras, el cristal fue yendo de un lugar a otro como un pisa papeles, batería de radio, adorno de escritorio, pelota, soporte de mesa ratona, dado para partidas de calabozos y dragones, hasta llegar a las manos de Miguel una noche cuando apagaron las luces y este estaba muy emocionado en la lectura de su cómic favorito. Empleando la roca como linterna, prosiguió con su tarea cuando, de pronto, se le resbalo de las manos y cayó sobre la historieta rasgando una buena cantidad de páginas. _ ¡Rayos…! ¡Oh! ¡Shhh! – se acallo a sí mismo. Viendo que nadie lo amonestaba, regreso su vista a las páginas dañadas de su cómic favorito. Al hacerlo vio que las hojas de este irradiaban una luz naranja similar a la del cristal. El fulgurante destello se movía lanzando luces por todos lados mientras iban reparando las páginas de la historieta, para alegría y euforia de Michelangelo. Donatello pronto despertó al sentir, y oír, la voz de su hermano. Este se acercó al cuarto de Miguel Angel desde donde extrañado había visto los haces de luz. Al llegar al portal de la habitación su hermano lo descubre. _ Eh, Dona ¡ya sé para qué sirve el cristal! Mira como ha reparado mí… – exclama emocionada la tortuga mientras sostiene su cómic, cuando de pronto un agujero de gusano comienza a succionarle. Donatello no podía creer lo que estaba ocurriendo. _ ¡Miguel! ¡¡¡Nooooo!!! Su hermano había sido irremediablemente succionado al interior del torbellino. El alboroto producido hizo que todos despertaran y acudieran al lugar. _ ¡¿Pero qué rayos es eso, Dona?! Y… y… ¿Por qué estas sollozando? ¿Miguel Angel rompió alguno de tus inventos otras ves? – pregunto Rafael inocentemente. Pero Donatello seguía sin decir una palabra, como en estado de shock. _ Vaya. Creo que esta vez fue algo más que solo un invento normal ¿Qué es ese vórtice de allí? –señala Leonardo un tanto asombrado. _ ¡Diablos! ¿Otro portal más? ¿Es que no podemos pasar una temporada sin viajar a una dimensión belicosa? Porque nunca se trata de playas paradisiacas o… _ Rafael. _ Lo siento, sensei. Sacudiendo a la paralizada tortuga, Leonardo al fin consigue que este volviera en sí. _ ¡¡Miguel!! ¡¡¡Nooo!!! Eh… ¿ah? _ Hola Don ¿Qué tal ese sueño? ¿Electrizante? _ Ya, Rafa. A ver ¿Qué ha ocurrido, Dona? _ ¿Eh? Oh ¡Oh! –este se da la vuelta y mira horrorizado hacia el portal. _ ¿Tiene algo que ver con ese torbellino de “Tang”? Intempestivamente la tortuga gira sobre sí y sale raudo hacia su laboratorio. _ Jum. Veo que no ha sido tan grave la cosa. Como siempre, oye menos de la mitad de lo que le decimos. Que les parece ¿a la camita otra vez? –pregunta el rebelde alegremente. _ Rafael. _ Este… lo siento de nuevo, sensei. Al poco rato, Donatello aparece como una tromba y les dirige la palabra con tono directivo. _ ¡Rápido! No tenemos tiempo, hermanos. Debemos buscar a Miguel por ese portal antes de que se cierre. Tomen cada uno una cuerda de acero que he amarrado al pilar principal ¡Dense prisa! _ ¡Rayos…! Y otra vez salimos de paseo por el limbo – se lamenta Rafa.
El viaje acaba de comenzar: el portal hacia la dimensión desconocida les depara un emocionante y agitado periplo. ¡No sé lo pierdan! ;) Capítulo 1 Un viaje ninjástico 2da parte Contenido oculto Los tres hermanos y su maestro se alistaron apresuradamente para atravesar el portal, cuando inesperadamente aparece Jones que, sorpresivamente, iba de la mano de O´Neil. La situación parecía casi irreal allí reuniendo a todos mágicamente esa madrugada bajo las alcantarillas de Nueva York. Y entonces cae de la nada Venus de Milo; lastimosamente lo hace justo sobre el agujero del gusano, siendo succionada sin más. _ Sí, claro – dice Rafael con sarcasmo. Sin más imprevistos, todos terminan de amarrarse con los cables de acero y salen presurosos hacía el torbellino tangástico. Uno a uno van siendo succionados por el mismo lanzando gritos de asombro, comentarios desacertados y tratando de no hacerlo con la cena. _ Bugh… ¿es que esto no va a parar de dar vueltas? _ ¡Cuidado! –alerta Leonardo al grupo cuando de en medio de la gran espiral surge la cabeza de una inmensa cuchara. La misma comienza a girar haciendo que las revoluciones del centrifugado aumentaran, para mal de sus estómagos. Gritos de toda clase se hicieron oír, y cuando ya parecía que no podía empeorar, la cuchara cambia el sentido de los giros. _ ¡¿Cómo?! Es broma ¡¿no?! Pero las palabras de Casey pronto son ajusticiadas con una enceguecedora luz. Segundos más tarde, al recobrar la vista, el grupo ve que aparecían en otra zona del torbellino dentro de las turbulentas corrientes de un anaranjado río... que culminaba con una cascada. _ ¡¿Es que esto no puede empeorar más?! –se lamenta Rafael. A lo que ven, mientras caían por la catarata, que esta se precipitaba dentro del desagüe de un gigantesco fregadero. _ ¡¡¿Por qué pregunte?!! Todo se tornó borroso para ellos cuando ingresaron al orificio, perdiendo luego el conocimiento. La primera en despertar fue O`Neil, que quedo asombrada por lo que vio a su redor: se encontraban en la costa de un pequeño lago, naranja por supuesto, encajonado dentro de lo que parecía la boca de un volcán. En medio de este, subían lentamente cientos de burbujas desde lo profundo rompiéndose como pompas de jabón al llegar arriba. Incorporándose, se acercó al borde del volcán y pudo ver, asustada, la gran altura del mismo. Este se alzaba solitario en medio de una gran zona boscosa que se extendía ampliamente, donde al sur chocaba con el mar, al norte con una planicie sin fin, al oeste se dispersaba en un ondulante desierto y al este lo cortaba una serie de escarpadas montañas nevadas. Intrigada vio que desde un punto en particular se erguía un pequeño cerro en medio del espeso bosque, donde apreció una serie de rostros tallados en él. _ ¿El monte Rushmore? –se preguntó. Dejando de explorar el terreno, regresa para ver como seguían sus compañeros. Leonardo y Splinter ya se habían despertado y estaban ayudando a los otros dos a recobrarse. Casey Jones tocio ahogado hasta quitarse toda el… ¿agua? de sus pulmones. _ ¡Coff! ¡Ufh! Vaya viajecito ¿no lo creen? _ Ni que lo digas –le responde Rafa. _ Pero bueno ¿dónde diantres creen que estamos? Esto no se ve muy diferente a la tierra. _ Por lo que parece, en un mundo algo similar al nuestro, pero con algunas variaciones curiosas en su composición física. _ ¿Por qué lo dices, Dona? –pregunta April mientras toma una pastilla de su bolso. _ Por el agua de aquí… ¿Qué es eso, O´Neil? _ ¿Esto? Pastillas para el mareo. _ Ten cuidado. No se te vaya a caer una dentro de… ¡No! Donatello se toma la cabeza al ver que la grajea se le escapa de las manos a la sorprendida reportera. _ Ya, Don. No es para tanto. Pero las palabras de Rafael son interrumpidas por un intenso burbujeo dónde había caído la pastilla. _ ¿No me dirás que todo este líquido es…? _ Exacto, Rafa. ¡Prepárense! _ Ya ¿solo por una pastilla todo ira a salir volando? Ja, ja, ja… ¡Oh rayos! El pequeño lago comenzó a burbujear con gran intensidad dando señales de lo peor. La erupción del anaranjado líquido arrastro al grupo hacia fuera, llevándolos vertiginosamente por una caída del tobogán de sus vidas. Mientras tanto, en la aldea de los rostros tallados en el cerro, la población se alborota al ver que el volcán Fantástico había hecho erupción. Como trombas, cientos de jóvenes salen disparados hacía la montaña cargando grandes botellas bacías. Luego de una larga caída sin percances sobre sus estremecidos cuerpos, el grupo se recupera bajo la copa de un gran árbol. _ ¡Cielos! ¡Tenemos que repetirlo, muchachos! Las tortugas miran con enojo a Jones al ver su entusiasmo. _ Sí tú lo dices, Casey. En fin, creo que sería bueno establecer un campamento aquí antes de salir en busca de Miguel Angel. Este mundo parece un tanto peligroso como para lanzarnos sin cuidado. _ Sabias palabras, Leonardo. Yo iré a recoger algunas ramas para hacer el fuego y poder así secarnos –le dice Splinter mientras se estruja la barba. Pronto tenían armado un tosco campamento, con tres tiendas canadienses, una hoguera generosa y cantimploras llenas de gaseosa. Desayunando rápidamente, el líder comienza a impartir las directrices. _ Muy bien, compañeros. En primer lugar creo que sería acertado el explorar un poco para familiarizarnos con el medio que nos rodea. Quien sabe que nos espera en este bosque. _ Cierto. Pero no deberíamos perder mucho tiempo con ello, ya que Miguel podría estar en peligro. _ Claro. Entonces, Rafa, iras con Donatello hacia el oeste mientras yo voy con el maestro por el este. Casey junto a April permanecerán en el campamento hasta que regresemos. _ ¡Oye! Que yo quería… ¡oh! Espera. Sí ¡sí! Muy bien, Leonardo –replica Jones al entender que permanecería al lado de O`Neil. Aprestándose, el equipo pronto se dispersa por los frondosos bosques. Las horas pasaron rápidamente, y al atardecer, ambas parejas habían regresado al campamento dónde la reportera los esperaba con un guisado de aves. _ ¡Uh! Eso huele muy bien, O`Neil ¿Qué es? _ Es mi receta especial preparada con codornices que Jones cazo por aquí. _ ¿Casey salió a cazar? No me lo creo. _ ¡Hey, Rafa! ¿Qué dices? Sí soy todo un experto en el arte. _ No quiero imaginarme como habrás “cazado” a las pobres aves. _ Je, je. Ya sabes que tengo un buen “swing” ¡Jo, jo, jo, jo! _ ¡¿Lo has hecho con un palo de golf?! –pregunta incrédula la horrorizada mujer. _ Claro ¿o debería haberlo hecho con el palo de hockey? – replica el joven, sin recibir respuesta.
Hoy llega una continuación muy descriptiva. Acción a doble porción que les dejará con ganas de más... con ganas de algo más conciso :D Capítulo 1 - 3era parte Contenido oculto Satisfechos hasta el hartazgo, los neoyorkinos toman asiento en redor a la hoguera. La preocupación se denotaba en los rostros de los tres hermanos que trataban de disimularlo con el silencio absoluto. No obstante, el carácter de Rafael pudo más. _ ¡Rayos! ¿Qué estamos haciendo aquí sentados? ¡Tenemos que encontrar a Miguel! ¡Ya! Nadie dijo nada. La calma de la noche ahogo el grito de furia de la tortuga y le respondió con el canto de las criaturas nocturnas. _ ¡Demonios! ¡Maldito bosque gigantesco…! – volvió a vociferar Rafa, pero fue reprendido por su maestro. Creyendo que lo había amonestado por su actitud, quedo sorprendido al ver que Leonardo le hiciera señas de mantenerse en silencio y que prestara atención a los sonidos. Todos quedaron inmóviles, expectantes ante la incertidumbre de estar asechados por algo. El agudo oído del maestro pronto detecto suaves pisadas, a lo que ordeno que el grupo tomara posiciones de resguardo. O´Neil salió disparada hacia su tienda, cerrando a toda velocidad el zipper, dejando fuera al desdichado Casey. Pero las tortugas ya se habían ocultado sigilosamente, esperando la oportunidad de sorprender a sus “invitados”. Splinter, de un veloz movimiento, apago el fuego dejándolos en plena oscuridad. Jones temblaba tanto que sus rodillas se confundían con el batir de las alas de un búho. A decir verdad, dicha ave roso el rostro del asustado peleador, haciendo que saliera corriendo por el bosque sin dirección aparente. Rafael a duras penas pudo contenerse por la reacción de Casey cuando, desprevenido, sintió algo en su parte trasera. Era un perro que lo había mordido. Prontamente dejó inconsciente al can de un golpe certero, solo para darse cuenta que estaba rodeado por media docena más. Aprovechando que sus invitados se habían dado a conocer, Splinter reaviva el fuego con una bomba de pólvora. La luz develo la presencia de tres personas extrañamente ataviadas, una de las cuales parecía ser el amo de la manada de perros. Donatello toma la iniciativa y lanzó una red sobre los canes, atrapando a todos sin problemas. Leonardo, entonces, se le acerca por la retaguardia al mayor y trata de incapacitarlo, pero este detiene el golpe hacia su cuello con… otro perro, un tanto extraño, diciendo a viva voz: “Doton: chiguagua de granito-no jutsú”. La efigie soporta bastante bien la palma adolorida de Leo. Mientras tanto, Rafael se lanzó contra la figura que tenía la cabellera más larga atacándola en dirección a sus piernas para hacerla caer. Cuando estaba a punto de lograr su cometido, ve que su enemigo le abanicaba una enorme maza vociferando: “Shannaro”. A duras penas la tortuga esquiva el golpe contundente. La tercer figura intento liberar a los perros, cuando Don le bloqueo el paso con su “bo”. Su contrincante grito furioso, y a semejanza de sus compañeros, ataco a la tortuga enunciando su ataque: “cosplay no-jutsu”. Instantáneamente aparece un clon idéntico a él que, sin perder el tiempo, toma algo de su bolsillo y lo introduce en un globo que ya tenía preparado su par invocador. El atacante, que tomo carrera, bramo fuertemente: “cocasengan”. Anonadado por lo que ocurría, Donatello casi se lleva de lleno el ataque si no fuera por la intervención de su sensei. El globo, que se desprendió de las manos de su lanzador a un metro de su objetivo, explotó ferozmente produciendo una fuerte onda expansiva efervescente contra el bastón de Splinter, que se hizo añicos por la mitad. Ambos grupos retroceden para agruparse, entendiendo que sus contrincantes merecían la atención debida. Y el respeto. Y que no eran pan comido. Y… _ Sí, sí. Ya entendimos la idea, señor escritor – me reprende mi editor. El único sonido que se podía oír era el de los grillos mientras estos permanecían expectantes ante el movimiento de sus adversarios. Me refiero a las tortugas y los desconocidos intrusos. No a las ranas que miraban con mucha hambre a los aterrados grillos. En fin, ustedes me entienden. Impaciente, Rafael hace el primer movimiento contra el invocador de cosplayers. Mientras arremetía contra este, vio cómo su oponente hacía varias señas de mano. Cuando estaba a punto de alcanzarlo, Donatello deja a todos sorprendidos con una peculiar declaración. _ ¿El carnero se ríe del tigre porque no tiene cuernos? Rafa mira a su hermano con cara de no entender nada. _ ¡¿Y eso a que ha venido, Dona?! Entonces, Splinter y el amo de los perros comienzan a reír a carcajadas. _ ¿Y ahora? –vuelve a preguntar el confundido ninja – ¿Era un chiste? El invocador de cosplayers también permanecía sin hacer nada viendo extrañado la reacción de su compañero. _ Jo, jo, jo. No te preocupes, Rafael. Tú hermano ha confundido las señas de sordomudo con los sellos manuales del ninjutsu. _ Ah… eh… ya veo – responde sin entender demasiado. _ Je, je. Pero bueno, que también a mí me ha sorprendido el hecho de ver “técnicas” ninja que mi maestro leía de libros de fábulas. _ ¿Fábulas, sensei? _ Así es, Donatello. El trio agresor permanecía inmóvil, como no sabiendo que hacer. _ O historias, como las que lee vuestro hermano Miguel en sus cómics. _ ¡¿Eh?! Lo siento, maestro, pero estoy perdido. _ Je, je. Me refiero a que no son reales. Solamente cuentos sobre la mitología referente a las habilidades de los ninjas. Se los consideraba magos o hechiceros por su forma de trabajar y lograr sus cometidos en los tiempos feudales del antiguo Japón. El cosplayer invocador levanto el puño con desdén y vocifero con furia para que lo escucharan. _ ¡¿Qué no son reales?! ¡¡Quien te crees que eres!! ¡Aquí veras que tan real es mi arte ninja! Leonardo, un tanto preocupado, le dice a su maestro: _ ¿Está seguro de lo que ha dicho, sensei? En los mundos paralelos a los que hemos ido han sido varias las fantásticas habilidades irreales las que hemos presenciado ¿Por qué aquí sería diferente? _ Por eso, Leonardo –replica el roedor apuntando hacía la técnica que estaba realizando el enfurecido contrincante con las manos a toda velocidad. Al finalizar las señas de manos, por detrás de él se habían reunido dos individuos notablemente diferentes en su figura respecto al que pretendían remedar. Uno con ayuda de su invocador sostenían un enorme globo de piñata mientras que el tercero lo cargaba con un sifón de soda. _ ¡Oh! Ahora lo comprendo ¡ja, ja, ja, ja, ja, ja! Que ridículos se ven. La furia se hizo notar en el rostro de los tres. Antes de que la técnica estuviera completada, estos habían sido rodeados por las tortugas. _ ¡¿Cómo?! ¡Son muy veloces! –exclama el cosplayer. _ ¿Eh? Hombre, si se han tardado lo suyo para su “gran” técnica ¿no creen? –dice Donatello. La figura de cabellos más largos, no “muy” largos, que había terminado siendo una mujer, grita horrorizada mientras el tercero se baja el pañuelo que tenía tapada la mitad de su cara, descubriendo una mini linterna laser sobre su ojo izquierdo. _ ¡Eh, eh! Quítame esa luz de los ojos, zopenco ¿no ves que me puedes dejar ciego? –se queja Rafael. Aprovechando la oportunidad, uno de los clones derriba a la tortuga. Donatello pierde la concentración por esto, haciendo que el otro clon soltara la piñata al suelo. Y ya saben.