Halloween Trás la verdad | Hallowen

Capitulo 1.​

Laurie Strode, ya no es una aquella jovencita de diecisiete años, ahora es una mujer madura de cincuenta y siete años. Han pasado cuarenta años desde que fue la única superviviente de aquella noche en Halloween, desde que su mayor miedo apareció. Actualmente esta sentada en una silla en la estación de policía.

Hubieron alrededor de cuatro cuerpos encontrados, algo que jamás podrá olvidar, no para Laurie, no para ella.

— Es bastante obvio el por qué estás aquí ¿O no? Digo han pasado cuarenta años, pero aún eres su objetivo, siempre me he preguntado el por qué, pero ese misterio ya no lo es más ¿O sí? — dijo el oficial sentado enfrente de ella, quién tenía una mirada tan penetrante que casi podía atravesar su alma.

Laurie simplemente estaba sin responder, con una línea fina y dura en sus labios negándose a abrirlos y una mirada dura y cansada en su ojos.

El silencio era tan pesado que estaba seguro que se ponía sofocar en el. El oficial se lamió sus secos labios para abrirlo y hablar.

-— Tu nieta, Allyson, fue atacada porque tiene tu sangre. Tu hija, Karen, fue atacada porque tiene tu sangre. Tú eres aquella persona que inició toda esa infección, pero te niegas a responder cuando te preguntan el por qué ¿Qué es ese secreto que guardas con tanto celo Laurie Strode? — El hombre se inclinó hacia delante, pero con autoridad, aquellos ojos obscuros se encontraron con los ojos azules de la mujer. Una vez más, aquél silencio se hizo presente, sólo el sonido de ella acomodándose en su silla se hizo visible.

-—Tiene que decirme la verdad señora Strode, por qué es la última vez que yo le preguntaré. ¿Laurie Strode, qué clase de conexión tiene exactamente con Michael Audrey Myers, por qué hasta ahora eres su objetivo primordial, su obsesión?

Ella tragó saliva con cierto nerviosismo, después de guardar ese secreto por cuarenta años con celo al fin será revelado.

-— Ya te lo he dicho, ya lo he dicho, no hay absolutamente nada entre nosotros, no somos familiares cómo algunos afirman. Sólo fuí una víctima que tuvo la mala suerte de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. Nunca hablamos. Ni siquiera sabía su nombre hasta después de todo ese día — su voz de la mujer claramente se notaba el cansancio físico por su edad.

O no, aún no, ella no estaba lista para decir la verdad.

La mujer mayor trató de mantener la compostura, pero después de tantos años cómo siempre nunca fue una tarea fácil Ella se sintió indefensa, pero más cansada mentalmente que física. Era el peso de la verdad

El hombre suspiró con frustración, no porque estuviera molesto, sino porque ella estaba mintiendo; sabía la verdad pero necesitaba que Laurie Strode al fin lo admitiera

Puso su mano sobre la mesa, su piel más oscura contrastaba con la pálida superficie.

— ¿Por qué intentas ocultar todo señora Strode, o acaso intentas de huir de tú propio pasado?

A pesar de tener casi sesenta años, en ese momento Laurie Strode, se sintió cómo aquella adolescente de 17 años otra vez, siendo regañada por el doctor Loomis, era un dejavu.

Laurie apartó su mirada del hombre y su corazón comenzó a latir con fuerza, un ataque de pánico y estrés postraumático. Algo en su mente le pedía que terminará con toda esta locura, decir la verdad o llevarla hasta su tumba, una que podría terminar en las manos de Myers.

— No — aquella voz se volvió ronca y seca —, pero lo único que me arrepiento es de no haberlo matado cuando tuve la oportunidad.

Ella soltó un suspiro, esa respuesta estaba bien, si estaba más que bien

Había cosas que unas pocas personas lo sabían e igualmente guardaban celosamente junto a ella ese secreto, si eso se sabía no podría soportar lo que le haría a su ya rota familia. Nadie podía, no lo sabrían. Hasta ahora.

Camino hasta la ventana de doble cristal la que tocó con su puño . Una sonrisa maliciosa se dibujo en el rostro del oficial, él se aclaró la garganta para hablar y su voz sonó con autosuficiencia.

— El archivo, por favor — el hombre se volvió hacia la puerta, esperando que alguien le entregara lo que ella nunca quiso ver ni volver a ver.

Laurie se estremeció, un escalofrío le recorrió la espalda cuando el otro oficial abrió la puerta. Le entregó al hombre un archivo ordenado, dentro del cual había muchos papeles, la característica más notable era la caligrafía familiar en el frente.

Era del doctor Loomis.

Ella lo supo, ella sabía que contenía ese archivo. Era hora de hablar con la verdad.

Ya era hora, después de cuarenta años.