[Torneo] Sentimientos prohibidos

[N/A: Buenas a todos. Les presento un fic para el concurso “Momentos”, aquí en Fanficslandia. No me ha resultado fácil elegir la temática, mucho menos ver qué personajes pueden calzar con la frase que se me ha entregado, pero bueno, espero que les guste… Pese a la pareja que voy a plantear :P]

Si pudiera resumir aquello que he vivido en estos últimos días, podría resumirlo como el título de una de esas películas melodramáticas de los primeros años del cine: “Lo que el viento se llevó”

Raro, ¿cierto? En especial que yo no me identifico en nada a Scarlett O’Hara, y la persona que me ha roto el corazón no es un rompecorazones como Rhett Butler… Y bueno, aquella persona ni siquiera es un “él”.

Sí. Sé que para quien le interesa mi historia le resultará extraño, pero sí, amé a esa mujer y la sigo amando hasta el día de hoy, aun cuando ya me he apartado de su camino simplemente porque ella, pese a que tenga sentimientos hacia mí, no son suficientes para romper la ilusión que representa la llegada de él.

No puedo evitar enrabiarme ante el recuerdo de su presencia aquí. Sólo una aparición y todas las lágrimas que ella derramó por él, todo el resentimiento por sólo comunicarse en cartas y otras cosas más desaparecieron con tan sólo verle con una sonrisa y un ya he regresado bastaron para que brillaran sus ojos como esmeraldas y luego se arrojara a sus brazos como un cachorro frente a su dueño.

Al pensar eso no puedo evitar sentir más frustración… Y es más; me llega a dar rabia el que ella pueda sentir ese amor tan profundo por él, siendo que estuvo tanto tiempo apenas con unas míseras cartas y sin siquiera escuchar su voz.

Libero un grito de frustración, llevando a que la gente me mire llena de confusión. No me avergüenzo ante lo que hice, pues realmente es tanto el dolor que llevo… Mas, trato de respirar normalmente y no dejar que las lágrimas nublen mis ojos. Me aparto de la multitud y de retirarme a un lugar tranquilo donde pueda esperar mi avión en paz.

Siento cómo los recuerdos vuelven a mi consciente aunque yo no quiera, y aparece ante mi recuerdo la figura de aquella que me rompió el corazón… Mi querida prima, Sakura Kinomoto.

Una semana atrás

Era de aquellos días de primavera en que ambas disfrutábamos estar comiendo a la intemperie, libres de nuestras preocupaciones. Ambas ya habíamos terminado nuestros exámenes y estábamos considerando nuestras opciones de ingreso a la preparatoria.

Sakura estaba tan hermosa como siempre. El paso de los años la ha hecho más hermosa de lo que era cuando vivió sus aventuras con las ahora Sakura Cards. Además, se ha instruido adecuadamente en la magia, haciendo que su belleza sea más celestial.

Sin embargo, sabía que el brillo de sus ojos no era completo, pues siempre que alguien le mencionaba a Syaoran Li o tenía algo que le recordara a ese sujeto, se apagaba su mirada y se dejaba caer en una depresión que parecía que nadie se lo podía arrebatar. Claro, yo ilusa como siempre, intentaba sonreír como siempre y animarla para que siguiera adelante, pues creía con todo mi corazón que él no regresaría y que ella misma acabaría desilusionándose y abandonando ese absurdo sueño de cuento de hadas.

No lo niego, cooperé para asegurarme que ese intercambio de cartas continuara más que todo por el hecho de tener la esperanza que algún día él le escribiera algo como ‘lo siento, tengo una prometida’ o algo así. También lo hice porque sabía que era lo único que mantenía a Sakura cuerda, pues ni siquiera yo podía sacarla de sus estados depresivos, pese a la alteración de su magia.

No obstante, nunca esperé la noticia que tendría el día de hoy, ni la forma en que ella lo expondría.

— Syaoran regresa mañana

Fue así, plano, aparentemente sin mayores sentimientos. Pero yo que la conocía sabía bien que lo que sentía en realidad eran muchos nervios.

— ¿Sí? — le pregunté. — ¿Y qué piensas hacer?
— No lo sé… Estoy entre pegarle una cachetada por demorarse tanto y recibirlo con un abrazo demostrándole la alegría que me da su regreso… Aunque sé que cuando llegue el momento y lo vea no sabré realmente qué haré

Traté de darle como pude una sonrisa llena de confianza, creyendo en que ella optaría más por la primera opción, sabiendo bien todas las lágrimas que derramó por él.

— No te preocupes, sé que harás lo que crea más correcto tu corazón.

Ella me sonríe, sabiendo que yo soy la única que la entiendo. Ni su familia directa, ni sus guardianes pueden verla como yo lo hago. Pero bueno, ninguno de ellos la ama como yo.

Hoy…

Y claro, ellos se encontraron y, pese a que realmente esperaba que ocurriera el final que yo deseaba, ocurrió horriblemente lo contrario. Se miraron, se hicieron un par de preguntas, él sonrió, ella se dejó derretir por esa sonrisa y se arrojó a sus brazos perdonando todo y aparentemente olvidando todo lo que sufrió. Todo su entorno inmediato se alegró con la feliz pareja y el aparente final de hadas se cumplió, ya que él no volvería a Hong Kong por haber preferido estar con su amada que con su familia…

Bah, patrañas…

Aguanté todo lo que pude en los siguientes días, en serio. Su caminar tomados de la mano, sus besos inocentes y los no tanto. Sus jugarretas y su risa de aparente felicidad perfecta. Todo eso acompañado por los halagos de nuestros compañeros, las personas que nos conocían y la familia Kinomoto en pleno, más los guardianes de Sakura y las mismas Cards.

Aun así, ninguno de ellos se paraba a preguntar cómo me sentía yo, quizás porque todos creían que mi cercanía a Sakura era sólo por ser mi prima. Ninguno podía imaginarse cómo se me partía el corazón al verlos así, tan felices, y yo aquí, luego de tantos años al lado de mi dama de ojos esmeraldas, destrozada por completo.

Pero, quizás demasiado pronto, me di cuenta que ya no aguantaba más y, quizás ya cansada de pensar tanto en ella y queriendo ser egoísta por una vez que fuese, me acerqué a ella y le dije lo que sentía, ya que seguía creyendo con todo mi ser que ella podía retribuir mis sentimientos…

Qué tonta fui…

Dos días atrás…

En un momento en que finalmente los dos tortolitos se separaron, me decidí a declarar mis sentimientos a Sakura. Quizás no fue la manera más ceremoniosa, pero es que simplemente ya no aguantaba más.

— Sakura — le dije, llamándole la atención

Ella se volteó a verme con una mirada dulce, que pasó a una confundida al mirar mi decisión.

— ¿Pasa algo, Tomoyo? — me pregunta con su inocencia de siempre.

Reuniendo valor, me acerco a ella y la tomo suavemente de la barbilla. Una vez más me dejo envolver por la suavidad de su piel, pero pronto retomo mi cordura y continúo con lo que tanto deseo decir.

— Sakura… No soy de las que hablan a la primera, pero no puedo seguir ocultándolo, mucho menos cuando ya no aguanto más esto — hablé, y noté que en mi voz ya había toques de desesperación.

Ella me mira confundida, sin captar de qué estoy hablando.

— ¿A qué te refieres? — me pregunta, ruborizándose por la cercanía entre ambas.

La pregunta me saca un poco de lugar, pero pronto reúno las fuerzas que desean fallarme y, terminando de apegarla a mí, la acerco a mi rostro y, con todo el amor que siento por ella, apego mis labios a los de ella.

Puedo percibir al instante cómo se tensa ante mi acción, mas me concentro en probar esos labios que deseaba apegar a los míos, en la suavidad y en la dulzura que ellos tienen. Sé que no me responde, pero no podía detenerme, no ahora.

Finalmente, noto cómo ella comienza a apartarme de su lado con las fuerzas que tenía al seguir en shock. Me aparto, sabiendo que esto no podía continuar y la miro con firmeza, esperando que comprenda porqué hice esto.

— ¿Me puedes explicar…? — comienza ella, mucho más fría de lo que esperaría.
— ¿Qué es lo que pasa? — concluí, para evitar sentir más su enojo: — Es simple; ya no aguantaba más el deseo de demostrar cuánto te amo

Ella parpadea, aún confundida, pero no permití que hablara nuevamente.

— Traté de dejar mis sentimientos de lado para verte feliz. Traté de tolerar que aceptaras así de fácil a Li cuando él te hizo sufrir tanto. En serio que lo intenté… Pero ya no aguantaba más, mucho menos sabiendo que él no puede comprenderte como lo hago yo… ¡Mucho menos amarte como sé que yo lo haré!

Ella retrocede un par de pasos, entre asustada y con una mirada que no pude comprender.

— ¿De qué estás hablando? Ya nos explicaron que somos primas y que somos familia… ¿Cómo puedes decir que tu amor va más allá de lo fraternal? — me pregunta y finalmente puedo captar qué es lo que siente… Es asco.
— Sí, ¿y te explicaron que mi madre amaba en realidad a la tuya como yo te amo? — repliqué, con una pequeña sonrisa: — Es totalmente natural que ese sentimiento exista entre nosotras.

Ella continúa retrocediendo y puedo notar su temor, como si no le gustara lo que yo le estoy expresando.

— Yo… Yo… ¡Por favor, aléjate! — me grita finalmente y salió corriendo, terminando de destrozar mi corazón

Yo no sé cómo salí de mi estupor y cómo llegué finalmente a mi hogar, para luego dejar cerrada mi habitación y dejar soltar mi corazón en paz.

Hoy…

Finalmente, cuando dejé de llorar y permití que mi madre entrara, pude contarle en paz lo que sucedió. Nuevamente las lágrimas salieron, pero no podía permitirme seguir muriendo por dentro por ella. Me rechazó, dolorosamente, y no iba a aceptar que eso arruinara mi vida.

Mi madre me comprendió, sabiendo lo que ella sufrió por Nadeshiko, y por lo mismo me dio de inmediato la solución: irme de Japón y estudiar en Paris para entrar luego a las mejores Escuelas de Moda de Europa. Con el tiempo, mi corazón irá sanando y sé que las cosas saldrán mejor.

Pasajeros vuelo JPA 503 con destino a Paris, Francia, favor abordar el avión.

Tomo la única maleta que decidí tomar y abordé el avión. Antes de entrar a cabina, una ráfaga de viento se interpuso en el camino y me di cuenta que éste me acompañaba en el dolor, llevándose consigo todo lo negativo.


No sé cómo seré cuando regrese, pero sí sé que aquel sentimiento se lo llevó el viento, con mis últimas lágrimas.