Ouran High School Tormenta. [One Shot]

Tormenta. ​

Esa noche de otoño comenzó a llover cerca de la media-noche.

Aquella tormenta azotó fuertemente los techos de las casas, así que por cuestión de seguridad, apagaron los circuitos de electricidad.


Las calles solitarias eran peligrosas para cualquiera que estuviera afuera.

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La pequeña pelirosa de ojos esmeralda se sentó en frente de aquel ventanal y esperó a que ese joven de ojos azulados apareciera. Con una manta cubrió desde su cabeza y todo su cuerpo, abrazó sus rodillas con la mirada perdida en el cielo. No supo realmente el porqué de que estuvo esperándolo.

Con cada gota que caía sentía que su pecho se oprimía y la respiración entrecortada hacía que tuviera un sentimiento triste, como si quisiera partir en llanto.


Estuvo a oscuras por más de cuatro horas esperando a que algo sucediera, pero nada cambió.

La tormenta afuera siguió toda la noche, o al menos lo que recordaba.

Cayó rendida al sueño sobre el suelo congelado mientras lentamente comenzó a dormir con sus ojos cristalinos.

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Estaba amaneciendo cuando despertó. Los pequeños pajarillos cantando sobre el balcón detrás del ventanal la sacaron de su mundo.

Sintió el aire viciado. A medias sacó su rostro de debajo de las mantas sin alguna intención de abrir sus parpados. El cansancio fue demasiado. Aun dormitando, dio un bostezo e intentó levantarse, pero algo se lo impidió.

Sintió como algo la acorralaba y no la dejaba ir. La pelirosa volteó. Lo primero que se le ocurrió fue que se abría enredado con las sábanas en medio de la noche, pero se sorprendió al ver al joven al que esperó gran parte del día anterior.


Los brazos del ojiazul rodearon el abdomen de la niña atrayéndola y pegándola más a su cuerpo.

Cuando comenzó a pensar, se dio cuenta de que se había dormido en el suelo y había amanecido en la cama.


El joven aun con los ojos cerrados dejó salir un suspiro. —Anoche te recogí del suelo mientras dormías… —le susurró al oído—, pero… ¿por qué lloraste?—El ojiazul la descubrió. Lloró en silencio antes de soñar profundamente. Ella pensó que ni-siquiera se notaría, pero él lo logró. La aprisionó más contra su pecho rodeándola con sus brazos. —No dejaré que vuelvas a llorar —le dijo suavemente y susurró—. Me dolió verte así…



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Me comen los pinches mosquitos ¬¬ (?
Gracias por leer. <3 Por favor, me encantaría recibir sus hermosas opiniones C:
Un abrazo~