One-shot Todo por la amistad-MGS4

Sus pasos resonaron por el silencioso pasillo en el que se encontraba, pensaba detenidamente en sus planes, era la única manera de lograr la victoria. Al entrar en la sala, encontró la camilla con ''algo'' cubierto por sábanas blancas y conectado a una multitud de máquinas y aparatos de última generación. Aquel lugar presentaba una limpieza impoluta y de un color blanco que parecía resplandecer con luz propia.

Sus ojos se humedecieron recordando todo lo que habían pasado juntos, aquel hombre que era considerado una leyenda en el combate ahora se encontraba en un estado...lamentable. Tantos y tantos años de crueles guerras para quedar postrado así en una cama. Estaba inducido en el coma y nada salvo su plan, podría sacarlo de aquel estado vegetativo. Una pequeña lagrima se deslizo por su cara al ver de nuevo a su amigo, sentía un fuerte nudo en la garganta mientras trataba de no romper a llorar.

—Tranquilo, espera un poco, pronto pondré fin a tu largo tormento—susurro mientras miraba una foto de ambos durante la Guerra Fría. Se les veía tan jóvenes y listos para la lucha...pero ahora todo eso quedaba en el pasado, si querían sobrevivir, debían mirar al futuro.

Salió de la habitación con un dolor mayor con el que había entrado, odiaba entrar en aquella sala, pero él era su mejor amigo, no iba a dejar de visitarle por mucho dolor que le produjera.

Este hecho se produjo unos días atrás y aún pesaban sobre su mente. Ahora miraba la ciudad en destrucción. Desde el primer piso de uno de los edificios, fumaba un puro relajado admirando todo lo que sus hombres habían logrado.

—Señor, esta todo listo, ¿procedemos con el plan?—pregunto una mujer, la doctora Naomi.

—Si, es la hora—contesto sin mirarla—activarlo—dijo por radio.

Al hacerlo, todos sus soldados que tenía en su base militar a escasos metros suyos empezaron a sentirse mareados, con dolores de cabeza, algunos incluso vomitaban. Parecía que se habían vuelto locos ya que comenzaron a pelearse entre ellos.

—Parece que no ha funcionado—comento la mujer molesta.

—No te preocupes, ya habrá más oportunidades, de momento continua investigando—ella asintió y se retiro de inmediato.

Le dio un par de caladas más al puro y luego lo arrojó al suelo. Tenía que seguir con el plan para traer de vuelta a su amigo. En ese instante, escucho una voz de alguien que conocía.

—¡Liquid!—dijo esta.

Era él, había llegado hasta allí. Una sonrisa se dibujo en su rostro antes de darse la vuelta. Mientras tanto, el hombre se arrastra como podía al sentir un pitido en los oídos que le impedían avanzar con normalidad, tuvo suerte de poder esquivar al resto de soldados.

—Sigamos con el plan—volteó a ver al soldado, el legendario Solid Snake—¡hermano!—dijo imitando al fallecido Liquid.

Aquello farsa solo era una parte de su plan, para poder engañar al sistema, él tenía que hacerse pasar por Liquid Snake, uno de los hijos de Big Boss, a quien pretendía sacar de su prisión. Porque como diría en un futuro este, a los gatos les gusta hacerse pasar por serpientes. Y Ocelot, jugaría su rol como siempre había hecho, en este caso, hacerse pasar por Liquid.