Maid Sama! Tirado como basura [One Shot]

Tema en 'Fanfics de Anime y Manga' iniciado por Ruki V, 30 Noviembre 2012.

  1.  
    Ruki V

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    Escritora
    Título:
    Tirado como basura [One Shot]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1782
    Ayuzawa Misaki se graduó con honores de la preparatoria Seika y recibió una beca completa y especial para la universidad. Fue beca especial debido a que era una excelente estudiante y se mantuvo como presidenta estudiantil sus tres años en la preparatoria. Osea, que no pagaba más que sus libros; su educación era completamente gratuita porque la beca era completa. Era tan buena estudiante y marcó semejante huella como presidenta estudiantil, que su hermana menor recibió privilegios al ingresar a Seika (favorecimiento por parte de los maestros, popularidad, todas sus faltas se justificaban, etc.). Aún asíi, Misaki continuó trabajando en el Maid Latte: porque, bueno, necesitaban el dinero, y además le encantaba trabajar ahí.

    Usui Takumi también, un año antes que Misaki, se graduó con honores de Seika e ingresó a la universidad (sin beca): aunque no lo crean, él también era estudioso y trabajador. Sin embargo, no terminó la carrera de diseño gráfico y poco después de que Misaki ingresará a la universidad, él se dedicó a buscar trabajo. Muy seguido iba al Maid Latte, no sólo para ver a Misaki, sino para ayudar en la cocina; y recibía una paga justa por el tiempo que estuviera ahí. También se consiguió un trabajo como carpintero: y lo que solía hacer era arreglar los suelos de madera, reparar patas de mesas o sillas, construir estantes o peinadores.

    Un sábado 19 de diciembre, estaba Misaki trabajando en el Maid Latte como en cualquier otro día. La jefa, Satsuki, había preparado planes para dos semanas navideñas, y ese era uno de los últimos días en donde las maids estarían vestidas como duendes. Había otras novedades navideñas, diferentes todos los días, pero la especialidad diaria era La Bufanda más Larga del Latte. Era una competencia que se hacía todos los días a las cinco de la tarde, y consistía en que una maid y un cliente se ponen a tejer una bufanda cada quien, y ganaba el que tejiera más bufanda en 15 minutos: si el cliente gana, obtiene un beso (en la mejilla) bajo el muérdago con la maid que competía, pero si el cliente perdía, se llevaba de consuelo la bufanda hecha por la maid. El cliente no era elegido al azar; a las 4:30 de la tarde se entregaban racimos de uvas a todos los clientes y al que le tocara el racimo sin semillas era el que participaba.

    Ese día, Usui hizo su gran aparición a las cuatro de la tarde. Como siempre, fue recibido en la puerta por Misaki.
    —Bienvenido, amo.
    —¿Eh? Pero que vestuario tan lindo... y atrevido, ¿no tienes frío?
    —Tenemos la calefacción. Adelante, amo.
    —Eres cruel, Misa-chan. Te pregunté si harían algo especial por navidad en el Latte y me dijiste que no. Me he tenido que enterra de tu mentira por medio de los tres idiotas.
    —¡¿Eh?! ¿Misa-chan, no le dijiste a Usui-kun de nuestros planes para estas semanas?— dijo muy sorprendida Satsuki —Con razón, se me estaba haciendo raro que no vinieras.
    —Bueno, aparte de que Misa-chan no me dijo, he estado ocupado con el trabajo.
    —Bien, ya que has venido, disfruta tu estadía Espero te quedes al juego de la bufanda.— dijo Satsuki.
    —Claro.— dijo Usui sonriendo mientras Satsuki se alejaba.
    —Aquí está el menú especial navideño. ¿Que puedo traerte, amo?
    —Quisiera... ¿hmm? ¿Qué es esto?
    —Se llaman churros. Es un postre mexicano popular en estas fechas.
    —Se ven deliciosos. Traeme cinco y una taza de chocolate caliente, por favor.
    —Enseguida, amo.


    Misaki se fue con una sonrisa más que fingida. Al entrar a la cocina dejó de forzar los labios y golpeó su cabeza con la pared. Erika, una de las maids que trabaja ahí, se extrañó y le preguntó que qué le ocurría.

    —Hace casi un mes que no sabía nada de él. Casualmente, le tocaba venir a trabajar al Latte cuando yo no venía. He estado poniendo mucho esfuerzo en la universidad, y él con su trabajo de carpintero. Pero es que...
    —¿Creíste que se había olvidado de ti o que ya no quería verte?— dijo Aoi, (vestido como mujer)
    —¿Acaso lees la mente?
    —Misaki, eres realmente una tonta. Es Usui de quien hablamos. Cuando los conocí, supe inmediatamente lo unidos que estaban, especialmente noté todo el cariño que te tiene.
    —Tenía, quizás.— dijo Misaki. Aoi se estresaba con su terquedad. —De todos modos, un mes me pareció mucho tiempo, y yo...
    En lo que Misaki decía esto, Satsuki recibía a otro cliente: se trataba de Shintani Hinata, el amigo de la infancia enamorado de Misaki. Entró con una enorme sonrisa, aunque se convirtió en un ceño fruncido cuando ubicó a Usui en el lugar. Poco después, sale Misaki y observa la escena. Satsuki se va a atender a otras clientes, Misaki va y atiende a Shintani.


    —Bienvenido, amo.— dijo Misaki con una auténtica sonrisa.
    —Ah, hola Misa-chan.— sijo Shintani con ojos brillantes.—Aquí está nuestro menú especial navideño.
    —Se ve interesante. Todo se ve deliciosos. ¿Recomiendas algo, Misa-chan?
    —Todos los platillos son deliciosos y cualquiera e spreparado con mucho gusto por nuestras chefs.
    —Oh, ya sé. Quiero un trozo de pay de manzana.
    —Enseguida, amo.
    —Oye, Misa-chan,— dijo Usui, cuya mesa estaba frente a la de Shintani —¿podrías traerme mi pedido?
    —Ah, lo siento mucho amo. Enseguida lo traigo.— Parecía que la sonrisa de Misaki volvió a forzarse.


    Misaki fue y regresó con los churros y el chocolate caliente de Usui. Dejó los churros en la mesa y tropezó un poco, derramando parte del chocolate caliente en la entrepierna de Usui. Los clientes quedaron asombrados por la torpeza de Misaki, ya que nunca había cometido un error tan grave como el de lastimar a un cliente, aunque fuera accidental. Misaki se disculpó muchas veces. Para cualquiera, sus disculpas sonaron auténticas, pero para Usui no. Sin embargo, él muy apenas reaccionó al ardor del chocolate entre sus piernas: le importaba más el "tropiezo accidental" de Misaki. Satsuki le consiguió (de una forma u otra) otros pantalones a Usui. Luego se llegaron las cinco de la tarde y se entregaron los racimos de uvas. Los clientes comenzaron a comer las uvas sin que hubiese señal del que hubiese alguien que no escupiera semillas. Satsuki se acercó a las mesas donde estaban Usui y Shintani, y no pudo encontrar rastro de semillas en sus platos.

    —Creo que accidentalmente entregamos dos racimos sin semillas.— dijo.
    —Pero que raro, no había pasado. ¿Qué hacemos?— dijo Aoi.
    —Los dos van a jugar a la Bufanda más Larga del Latte. Si uno le gana a la maid y el otro no, el perdedor se lleva la bufanda de la maid. En caso de que ninguno gane, les entregaremos un pastel de chocolate y una jarra de café.
    —Me parece bien.— dijo Shintani.
    —Y díganme, ¿es necesario que digamos con que maid queremos competir?— dijo Usui.


    Satsuki sonrió con ironía y jaló a Misaki del brazo. Les dio a cada uno cuatro bolas de estambre y puso el cronómetro en marcha. Comenzaron a tejer: Misaki era veloz, al igual que Shintani, y Usui también. Cuando terminaron los 15 minutos, se habían gastado dos bolas de estambre y comenzaban la tercera. Las midieron. La de Misaki medía dos metros con diez centímetros, la de Usui medía apenas cinco centímetros más, y la de Shintani medía otros cinco centímetros más. Satsuki, Aoi y las otras maids estaban sorprendidas de que no ganara Usui. le entregaron la bufanda que hizo Misaki y le señalaron a Shintani donde estaba el muérdago. Los pararon a él y a Misaki bajo el muérdago y esperaron a que pasara algo. estaban sonrojados, más Shintani; sus ojos brillaban y los nervios les invadían. Era un beso en la mejilla, pero era algo que emocionaba a Shintani. Misaki se acercó a él y besó su mejilla cerrando los ojos. Fue algo rápido, insignificante, pero Shintani estaba feliz. Los tres idiotas (no podían faltar), que estaban en el Maid Latte desde hace dos horas, veían resignados, enojados y asombrados como Shintani le ganó a Misaki y recibió su beso; ellos trataron, los tres, y ninguno pudo. Usui observaba con rostro inexpresivo; el rostro pintado con una sonrisa idiota de Shintani, y la mirada usual de Misa-chan, la maid. Si, Misa-chan la maid: su rostro era aquel que siempre mostraba a todos los clientes, una hermosa y amable sonrisa, sincera y sin motivo. Sin embargo, no creía que la verdadera Misaki se sintiera como se veía.
    Cuando fueron cerrando el Latte, Usui entró a la cocina. Satsuki había puesto sus pantalones a lavar. Vio como las demás se preparaban para irse, pero no ubicó a Misaki.
    —Aquí están tus pantalones. lamento mucho lo que pasó.— dijo Satsuki.
    —Satsuki-san, ¿sabe qué es lo que le pasa a Misaki?— dijo Usui.
    —¿Eh? No se a qué te refieres.— dijo Satsuki. Aoi estaba de pie en la cocina, de brazos cruzados, mirando a Usui con una expresión que decía claramente "Es tu culpa".


    Usui decidió ir al callejón por el cual Misaki abandonaba el Latte para regresar a su casa. Se encontró una escena desagradable: Misaki, y Shintani, besándose. Lo más desgarrador era que, aún en la oscuridad, se veía claramente que Misaki no estaba disgustada con lo que pasaba. Era un beso real. Usui no dijo nada. Se dio la vuelta en silencio y se fue. Se sentía morir por dentro, pero no dijo absolutamente nada. Poco después de que se fue, Misaki y Shintani estaban hablando.

    —Sigo algo sorprendido.
    —Solo se feliz, como yo.
    —¿En serio eres feliz? ¿Conmigo?
    —Decidí darte una oportunidad, y este mes ha marchado muy bien.—No contesta del todo a mi pregunta.
    —No eres el único que creería que te estoy dando alas y que miento. Pero, en verdad soy feliz contigo. Eres muy lindo, comprensivo y sé que siempre estarás para mi si te necesito.—Jamás vayas a olvidarlo. Te amo.— dijo Shintani y la besó. Luego la encaminó a casa.


    Cuando Misaki estuvo en su cuarto, lista para dormir, revisó su celular para ver si tenía algún mensaje. Efectivamente, recibió un mensaje por parte de Usui. El mensaje decía:

    "En momentos como éste, Misaki está siempre llena de mentiras.
    ¿Crees que un mes sin vernos puede tirar todo a la basura?
    Está bien. Eres muy astuta, Misaki."
     
    Última edición: 4 Marzo 2014
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  2.  
    Tarsis

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    O____________O
    Me has sorprendido en toda la extensión de la palabra, no me esperaba eso ni en mil años.
    ¿Ellos tenían algo? ¡¿Cómo pudo Misa hacer eso?! ¡¡Mi pobre Usui!! Ha quedado destrozado gracias a ella, no pensé que cambiara de parecer en sólo un mes. Sólo está ilusionando cruelmente a Hinata.

    Muy beueno, chica. =)
     
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  3.  
    Ruki V

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    Gracias ^-^ Si, me pareció muy cruel pero creo que cumplí muy bien la regla del juego xD Sinceramente, me gusta mucho lo que escribí, y si: en mi mente, ilusiona a Hinata, pero en este escrito, Misaki en serio lo intenta y logra quererlo.
     
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  4.  
    Reding Wings

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    Tauro
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    Wow, me quedé como así: .__. --> o__o --> O___O --> !!!___!!!
    Pobre Usui!! Y sí, Misaki es astuta como ella sola xD
    Me entantó, traumó, entristeció, sorprendió y todos los adjetivos parecidos que hayan; este fic, fue tan... raro y real... o.o
    En todo caso: Me encantó <3 y eso es lo único que puedo decir ^^

    Matta-nee!
     
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