Long-fic The Pokémon Scrolls I: Rojo Dremora y Verde Spriggan [TES/Pokémon]

Tema en 'Crossover' iniciado por Gamenor, 3 Junio 2018.

  1.  
    Gamenor

    Gamenor Usuario común

    Géminis
    Miembro desde:
    16 Enero 2017
    Mensajes:
    331
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    The Pokémon Scrolls I: Rojo Dremora y Verde Spriggan [TES/Pokémon]
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    749
    De bestias y detectives.​

    La celda estaba a oscuras, era fría y húmeda. El preso habría pasado en ella casi toda la noche, fácilmente, unas siete horas, sin reloj y sin luz solar le era fácil perder la noción del tiempo, mas cuando sus prioridades pasan por sobrevivir a un terrible catarro contraído en la jefatura de policía de Chenydhal.

    No es que aquel sujeto no hubiese podido escapar, digo, uno no desbarata células del gremio de ladrones sin aprender algunos de sus trucos. La cosa es que tenía otros asuntos que atender, los cuales requerían que estuviese preso.

    — Winfold, le buscan. — dijo uno de los guardias. No lo reconoció así que debía ser un novato. Vio que era Argoniano, joven, y algo delgado. Tenía siete cicatrices de arete en la oreja derecha. Le resultó obvio al hombre, llamado Winfold, que aquel argoniano solia alquilarse para servidumbre, en periodos cortos pero frecuentes, las cicatrices de arete lo delatan, no es costumbre entre los argonianos usarlas salvo en el puesto de la servidumbre. Y, dedujo, los únicos que dejan a sus empleados raciones tan mínimas de comida como para dejar así de delgado a un argoniano son los Thalmor y los Sothan. Además, noto que se dirigió a él por un "le", denotando algo de respeto, no tratandole de tú a pesar de estar en una posición de autoridad, complejo de inferioridad, pensó, así que dedujo que probablemente se trate de un siervo frecuente de la familia Thalmor.

    —Felicidades por salir del hoyo. — Le dijo.

    — ¿A qué se refiere? — Le preguntó.

    — Felicidades por haber conseguido un trabajo de verdad, ya no tendras que alquilarte a los Thalmor, por cierto ¿Cuál es tu nombre?

    — Déjalo en paz, Winfold, tenemos trabajo pendiente. — Una muy característica voz de mujer resonó por la sala, y Winfold supo que se trataba de su clienta.

    –—¡Laaneth! ¿Qué tal la familia? Lo siento, no pude resistirme, olvidé que estas casada con tu trabajo. — Era cierto, no pudo resistirse a señalar con sarcasmo que su vieja amiga y mentora cada vez tenía menos rastro de emoción alguna en su vida. Supuso que no manejaba muy bien que digamos eso de ser una hechicera mortal devenida en semidiosa gracias al "comosellame ese" .

    —Una copia imperfecta del corazón de Lorkhan, Winfold. Recuerda que tu mente es un libro abierto para mi, y centrate en el trabajo.

    Reaccionó mucho mejor de lo que él esperaba.

    — Bien, entremos en detalle ¿Por qué tuve que seguir esa lista de pasos diseñada específicamente para romper varios meses de mi trabajo y mandarme a la cárcel?

    — La historia oficial será que fallaste en el caso mas importante de tu carrera, por lo que decidiste cometer un crimen tu. Te atraparon de pura casualidad y fuiste ahorcado... Como dentro de media hora.

    —¿Y qué podría justificar tanto esfuerzo y tanto escándalo? Tiene que ser algo de tu talla, algo gordo de verdad.

    Internamente, se estaba muriendo de risa, y ella seguramente lo sabia, pero ni se molestó en hacérselo saber.

    — Flecha en la Rodilla te lo explicara todo, lo elegi especialmente para que te acompañe en esta misión. No puedo decir mucho más frente al resto de oficiales, salvo por un detalle. Se trata de los robos de Tel Vos.

    En otra tierra completamente diferente. Con un tiempo y un espacio totalmente diferentes. En una región conocida como Kalos. En una ciudad conocida como pueblo Colress, al sur de la región.

    Dos personas conversaban en una sala algo lúgubre. Ambos se miraban fijamente, esperando que el otro hablara. Finalmente, una voz profunda rompio el silencio.

    — J'on necesita ayuda. — Dijo uno de los interlocutores. — Escuchó por las calles acerca de ti.

    — ¿Quién es J'on? No trabajo para clientes anónimos ni que envien intermediarios.

    — Este es J'on. — Dijo J'on.

    — Ya veo, expliqueme su caso.

    — J'on tiene un sentido de orientación perfecto, jamas se ha perdido. Y sin embargo, ahora mismo está perdido.

    — Era de suponerse.

    — Este se dirigia hacia Alto Wrothgar, en la provincia de Skyrim, cuando acabó dormido. Y luego vio una luz. Pasaron semanas en las que solo escuchó a los piel pelada decir cosas que no entendía.

    — ¿Que clase de cosas?

    — "Ése raro Pokémon, ¿Es cierto que puede hablar?" "¿Por qué será que las pokeballs no lo aceptan?" "No importa, lo venderemos igual" ése tipo de cosas. J'on ni siquiera sabe cuánto tiempo estuvo en la jaula, pero finalmente pudo escapar. Sin embargo, pudo darse cuenta de que esta muy lejos de casa.
     
    Última edición: 12 Junio 2018
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  2.  
    Gamenor

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    The Pokémon Scrolls I: Rojo Dremora y Verde Spriggan [TES/Pokémon]
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    854
    No llamar la atención.​

    Winfold y Flecha en la Rodilla se alejaban de la multitud luego de presenciar aquella fingida ejecución. Un espectáculo que habría dejado pasmado a cualquiera, más no a Winfold, el ya estaba acostumbrado a cosas mucho peores. Había lidiado con casos tales como los asesinatos en serie de Vvardenfell, la guerra de mafias de Skooma de Estivalia y hasta suicidios en masa en Stros M´kai. Ya pocas cosas podían sorprenderlo, o al menos eso pensaba.

    — Bien, Flecha, cuéntame algo que no sepa ya. — Dijo el nórdico con un aire de superioridad que al argoniano le resultaba desgraciadamente familiar.

    — Pues para poner contexto tendré que decir hasta lo que ya sabes, si no es molestia. — Ante esa afirmación, el nórdico asintió, aunque más para no molestar a su interlocutor que por necesidad. — Bien. Como sabrás, han estado desapareciendo artículos muy valiosos y muy antiguos del museo de Tel Vos. Y como habrás deducido por el hecho de que Laaneth está interesada en el asunto, se trata de reliquias de cierto... valor para ella, si me entiendes.

    Winfold sabía a que se refería. Laaneth estaba empeñada en que el público en general dejase de practicar la magia. Así que se trataba, sin lugar a dudas, de reliquias mágicas.

    — Claro, si. Entonces supongo que quiere que averigüe donde están las reliquias y las recupere.

    — Ya sabe donde están. Islas Temblorosas. No, tu tarea no es recuperarlas, verás...

    — ¿Debo averiguar por qué Jyggalag está interesado en...?

    — ¡No! — Interumpió el argoniano, algo enfadado. — ¿Podrías dejarme terminar?

    — Adelante. — Dijo Winfold.

    — Junto con las desapariciones de objetos, también desapareció gente relacionada al museo, y, en cambio, aparecieron en localidades cercanas... Unos niños humanos. El mayor no llegará a los quince años. Hasta aquí suena a un hechizo de reemplazo común, pero hay algo más. Estos niños llevan ropas extrañas, y desconocen muchas cosas del mundo, demasiadas para su edad. Pero el detalle más intrigante es que dominan una especie de magia de conjuración que ni Laaneth alcanza a comprender. Tu misión sería ganarte la confianza de estos conjuradores, y tratar de averiguar cualquier información que puedas sobre ellos. Y si te sobra tiempo, deberías tratar de buscar a los desaparecidos.

    Mientras se cubría el rostro para escabullirse entre la multitud sin ser reconocido, Winfold ocultaba en su rostro una sonrisa de enorme satisfacción. Aunque la magia estaba alejada de su zona de confort, confiaba en que su antigua amiga y mentora no lo decepcionaría. En ese mismo momento, comenzó a llover, y en cuestión de instantes la muchedumbre se había esfumado, refugiándose bajo el primer techo que encontraran. Cosa que el par aprovechó para dar conclusión a aquel escape perfecto

    Y, mientras tanto, en el otro mundo, J´on se preguntaba por qué el humano que debía ayudarlo le había puesto una máscara. "Vamos a ver a una amiga" le dijo. Y mientras se dirigían a aquella extraña edificación que destacaba de las otras por su techo rojo, sus enormes ventanales, y el extraño símbolo que formaba la estructura, el kahjiita cada vez tenía mas dudas. Se sobresaltó de miedo cuando las puertas de cristal se abrieron solas como por la acción de un espectro, más supo instintivamente que debía esforzarse por no parecer un extraño. Contuvo su pánico al ver a un grupo de niños invocando docenas de criaturas en un instante. Creía que serían criaturas enormes y agresivas como las que había visto en su cautiverio, pero, en cambio, eran criaturas pequeñas, juguetonas y algunas, hasta adorables. Y se calmó por completo cuando una de estas criaturas, una pequeña ave, se acercó con cierta curiosidad hacia el.

    — Warren, parece que a ese Taillow le gusta tu amigo enmascarado. — Dijo una señorita de cabello rosado. — Bienvenido al centro Pokémon de pueblo Colress, por cierto.

    — Joy, me temo que no hay tiempo para formalidades. — Dijo el hombre, que al parecer se llamaba Warren. — ¡Entrenadores, atención, soy Warren Mangrove, detective, y este centro Pokémon está clausurado por una investigación policial hasta nuevo aviso. Por favor salgan por la puerta principal rápidamente pero sin olvidar a sus Pokémon!

    Los niños, entre confundidos y asustados, salieron del centro.

    — Necesitaba que no molestaran. — Dijo el detective. — Sombra, ya está bien de actuar. — Dijo Warren a la enfermera Joy.

    — ¿De que hablas? — Preguntó la enfermera en respuesta.

    — Este caso... creo que es lo suficientemente importante como para pedirte esto. ¿Volverías al equipo?.

    Tras estas palabras, la figura de la enfermera se desvaneció, dejando ver en su lugar una Zoroark con la cola cortada por la mitad, la cual procedió a abrazar fuertemente al humano.

    — Te lo agradezco. — Dijo la Zoroark. — Pero este centro Pokémon es mi responsabilidad ahora. No puedo dejarlo. Pero cualquier cosa que pueda hacer por ti desde aquí, puedes contar con ello.

    De alguna forma, el sabía que esa sería la respuesta. Sin embargo, no era toda la respuesta.

    — ¿Y de que trata el caso, si puedo saber?

    — Involucra tráfico de Pokémon raros, a mi amigo J´on y... — Sin cortarse, el detective le sacó la máscara al kahjiita. — Al parecer, alguna especie de ultraumbral también.
     
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