The Perfect Love Exist

Hola amigos de FFL, hoy les presentaré uno de mis fics que tanto eh seguido mas que nada, y al cual le eh dedicado todo mi tiempo, cariño y atención.
Ojalá que a ustedes les guste, ya ah sido publicado en otros foros como el tan conocido (FOROS DZ). Espero recibir criticas que me ayuden a mejorar mi escritura, me eh preocupado en ser cuidadosa con la ortografía lo mas posible.

Bueno les dejo el primer capitulo de esta historia. Lleva 25 capítulos, (una novela xD jeje lo se). Déjenme su comentario y critica al final de leer. Arigato.

The Perfect Love Exist​

Capitulo 1.- Okinawa y una nueva amiga

De nuevo me encontraba en esta habitación obscura, iluminada por la luz de la luna. Unos brazos cálidos me envolvían, bajo una cobija, alguien se encontraba conmigo, estaba acostada en una cama, pero no estaba sola, pues estaba recargada en su pecho y me sentía… muy a gusto, alcé la vista, pero no pude ver su rostro, solo se le veían los labios y su cabellera, que la tenía puntiaguda y rubia como la mía y mi madre. Sus labios entornaban una sonrisa dulce, de pronto, él se inclinó y rozó sus labios en mi oreja…

Te quiero –me susurró con una voz aterciopelada y dulce. Quise responderle con un “Yo también”, pero al intentar mover los labios no hubo movimiento alguno, los tenía tiesos, congelados.

¿Anna? ¡Anna despierta! –una voz me llamaba y no provenía de la persona que tenía en frente de mí, se escuchaba muy lejana, como si estuviera en un túnel, la visión que tenía en frente se fue obscureciendo y la persona que me abrazaba, iba desvaneciéndose junto con la obscuridad. Ya que todo se veía de color negro, abrí los ojos.

Buenos días hija –mi madre se sentaba aun lado de mi cama, su rostro lo tenía encantador y amable, mi madre era de las personas mas gentiles del mundo.

Anna: Buenos días mamá –le respondí con voz ronca.

Mamá: ¿Te acuerdas que te dije que nos mudaríamos a Okinawa?

Anna: Si –mi voz aun sonaba ronca, así que intente aclarármela, pero la garganta me ardía, la tenia seca. Luego me incorpore de la cama y me senté en ella.

Mamá: Llamo el de la mudanza y dijo que ya venía así que… hay que ponernos a empacar

Anna: ¡Si! –me levante de la cama y me estire.

Hola mi nombre es Anna Kurosaki, tengo 14 años, nací el 1de Julio de 1994 y vivo en Tokyo, Japón, tengo una familia podría decirse un poco complicada, tengo un hermano mayor y una hermana del medio. Así es, soy la menor –me reí para mis adentros al admitirlo-, mi familia era religiosa y asistíamos a la iglesia los domingos.

Hace mucho tiempo mi padre se marcho de casa, pues le habían robado en su negocio de empresario una noche, entonces se fue para cuidar de aquel negocio, así que se quedo a vivir en un hotel cercano a su trabajo, no fue solo por eso, si no que el matrimonio entre el y mi madre no funcionaba del todo, no discutían ni nada, pero… simplemente no se podía, se veían simplemente como… amigos en lugar de casados. Rara vez lo visitábamos en su
Hotel y aun nos aprecia su cariño a nosotros sus hijos. Y a mi mamá le ayuda con los pagos, mi padre tenía el cabello obscuro y mis hermanos lo heredaron. Un día el se tuvo que ir de viaje y había dicho el día que el regresaría, pero paso tiempo y cuando ese día llego, el no regreso y desde entonces no sabemos nada de el, así que a sido algo difícil para todos superar en solo pensar que pudo haber tenido un accidente. Mis hermanos al parecer les fue fuerte la noticia de que de mi Padre no se sabía nada. Mi madre si sufrió al principio pero poco a poco se fue acostumbrando, para mi también fue muy difícil superarlo, pero pues… no me gustaba pensar mucho en eso, así que evitaba no hablar mucho del tema. Mi madre no trabajaba, pues mi padre le ayudaba lo suficiente, pero como mi Padre se podía decir que no estaba presente o ya no lo estaba, pues busco uno, ella cocinaba muy bien. Por suerte, consiguió un trabajo en un restaurante de Okinawa, así que le iría bien y tendría el dinero suficiente sin duda.

Con mis hermanos, la verdad no me llevo muy bien con ellos, muy a penas y les dirijo la palabra, Jane desde que éramos pequeñas me habla con desprecio y nunca quería estar cerca de mí, hay veces cuando se puede hacer una buena conversación con ella, pero solo cuando le conviene. Riku ni siquiera le importa mi existencia, simplemente me ignora y no soy nada para el. Eso me entristecía, me sentía sola, mi madre si me hacia compañía y todo, pero me apartaba del mundo de mis hermanos lo mas posible, pero era imposible, con Jane siempre habían discusiones, me reclamaba que yo no era normal, que ella siempre seria mas querida en la familia y a mi nadie me querría por ser como soy, cuando era niña no comprendía eso, pero con el tiempo fui entendiéndolo y… me deprimía, simplemente no era del todo feliz.

Pasando al tema escolar, yo voy a empezar el tercer año de Secundaria y tenemos que mudarnos ya en este último año. Admito que no extrañare nada de aquí, en la escuela en la que asistía hace dos años era un colegio, mis compañeros eran de clase popular y yo no entraba en esa categoría, así que me consideraba como una aislada, cuando yo llegué cada quien ya tenía su grupo o su amigo. Hablaba con uno de los grupos que eran mas o menos normales, pero no me juntaba con ellos, bueno les confieso que tuve un amigo alguna vez, pero se fue repentinamente a un lugar mas lejos del país, sin siquiera decir adiós. Lo que más esperó de mi nueva ciudad, es que no viva lo mismo que aquí.

Tengo mis sueños que espero algún día poder cumplir, me gusta escribir y me gustaría hacer un libro, también me gusta la música, pero ese sueño es difícil de seguir, me gusta cantar y aprendí a tocar el piano y la guitarra. Asistí a unos cursos en vacaciones del verano pasado. Aunque me gustaba hacer todo eso, me resultaba temerosa la idea, Jane me dice que yo no debo hacer eso, porque ella tiene pensado hacer lo mismo, pero aun que yo tenga mas experiencia que ella, no quiere que yo cante, es que ella quiere ser la única estrella de la familia, eso no me importaba, lo que mas me temía, era subir a un escenario y congelarme en medio de muchas personas –de nuevo-.

Una vez intente cantar una canción en un concurso de canto del colegio, es que a la maestra de Canto le gustaba mi voz, pues una vez en la clase, nos pidió que pasáramos al frente y cantar, cuando yo pase, la maestra se encanto de mi y me pidió concursar, cuando me toco cantar en el concurso, tenía la canción en la mente, pero al ver mucha gente, me paralicé y mis compañeros se burlaron de mí todo el año escolar y jure jamás volver a cantar. Por suerte tengo otros talentos, me gusta dibujar, soy de las personas que tienen una inspiración más incontrolable e irresistible, así que no puedo evitar hacer lo que se me viene a la mente, ya sea escribir, dibujar o componer una canción –a escondidas en mi habitación-.

Ya que todo estuvo listo y empacado, nos arreglamos. Yo me puse una falda azul marino, de esas que son medio esponjadas, una blusa azul marino también y enzima un suéter de manga medio larga y también unos zapatos de metedura negros y cuando los de la mudanza llegaron, subieron todo al trailer y nos pusimos en marcha saliendo a las 7:30 am. Nos tomo 4 horas llegar a Okinawa, así que llegamos como a las 11:30 am., cuando llegamos, todo se veía muy hermoso, había una playa con un mar que se veía azul completamente, el cielo era iluminado por el sol y la gente se asoleaba. Por todas partes había lugares con césped, palmeras, arbustos y árboles verdes. Toda la ciudad era maravillosa, que quise comenzar ya una aventura, sentía que conocía la playa de allá y el bosque, tal vez allá visto algún catalogo alguna vez sin darme cuenta que lugar era o una revista con fotografías. Cuando fuimos a nuestra nueva casa, pagamos por ella, mi madre firmo y acepto pagar la renta.

Era una casa de dos pisos, su color era beige, el techo era de color blanco, las ventanas tenían su contorno del mismo color. Y el jardín era amplio, en el patio trasero, había puerta para pasar hacía atrás, tenía una gran piscina y unas sillas para estar allí a gusto. Todas las casas eran parecidas a la nuestra. Pero otras eran de tres pisos con sus cocheras. También nosotros teníamos una gran cochera. Ya que nos instalamos y pusimos todas nuestras cosas en orden, Mi madre me llevo a mí y a Jane a inscribirnos a la nueva escuela. Riku ya era mayor de edad tenía 19 años, el ya se había graduado de la universidad y prometió antes de llegar a Okinawa buscar su propio departamento –claro, sin dejar de visitarnos-. El había venido con su propio auto que ya era viejo, pero papá le dio dinero para comprarse otro y vender ese.

Mamá: Anna, Te inscribiré en una que me recomendaron, se llama escuela Tomoeda es un colegio como el otro –decía mientras manejaba. Ella no sabía de mi problema con los colegios. -Puse los ojos en blanco- Genial otro colegio, seguramente hay compañeros iguales a los otros. Sangrones, presumidos, populares, nacos y las chicas fresas, nacas y pesadas.

Anna: Si –dije decepcionada

Mamá: y a ti Jane en la Preparatoria Seinshu

Jane: Claro, aunque no serán como mis otros amigos del salón, -suspiro nostálgica- como los extrañare y a mi amiga Kaede.

Tenía algo de envidia a mi hermana, ella si tuvo amigos con los cuales convivir, todos la querían y a mí, me veían como alguien invisible. Crucé los brazos y mire disgustada por la ventana. Cuando volvimos a pasar por el mar azul de Okinawa, el disgusto se desvaneció por completo. Me vino a la mente el sueño que tuve en la mañana, eh soñado con esta persona, desde ese día en el que me dijo mamá que nos mudaríamos u otros días antes, ahora que lo pienso si fueron en días antes. Me preguntaba… si la persona que me decía que me quería, alguna vez podría verle su rostro, aunque por alguna razón siento que lo he visto pero no recuerdo bien como era y también me gustaría poder contestarle cuando me lo diga de nuevo, si es que me lo dice, aunque también tengo un extraño presentimiento de que ya eh platicado con el, quizá son solo ilusiones mías.

Mi madre nos inscribió, las personas que nos atendieron de ambas escuelas, eran muy amables, que bien, al fin conozco alguien con modales, las otras que atendían en Tokyo, eran muy raras en su actitud. Al llegar a casa me fui a mi cuarto, pero lo pensé mejor y antes de salir a fuera agarre mi libro “New Moon”. Mi madre había dicho que esta ciudad era muy segura, así que me fui a caminar por allí. Había un lindo lugar a dos casas de la mía en donde estaba un árbol debajo del césped verde, dándole sombra, con la vista hacia el mar, así que escogí ese lugar para leer, me senté recargada en el árbol, con las piernas estiradas y cruzadas.

Recargué mi libro entre las piernas y comencé a leer muy a gusto, el lugar era muy relajante, el viento acariciaba mi rostro con su fresquedad. Tan relajante era, que me quede dormida. De nuevo tuve el mismo sueño, estaba acostada en su pecho, con la habitación a la luz de la luna, envuelta por sus brazos. Alce la vista y… ahora ¡Pude ver su rostro al fin!, Su tez era color piel, sus ojos eran dorados, y me miraba y sonreía con dulzura. Su mismo cabello, puntiagudo y rubio. Acerco sus labios a mi oído y me dijo…

Te amo – me susurro de nuevo con aquella voz aterciopelada y tan dulce como la miel, sus palabras ahora eran más fuertes, en vez de decir “te quiero” él cambio por “te amo”. No se como podía, pero sentía, que estaba profundamente enamorada de esta persona, aunque no sabía con exactitud quien era. Y de nuevo quise contestarle, que también lo amaba.

Anna: Yo… también -¡¿Qué?! ¡Pude decirlo!, mi boca no se quedo congelada de nuevo, era como si está ciudad le diera mas poder a mi sueño. Jamás se lo había visto en Tokyo. ¿Será alguna señal?

-Ahora que nos vemos seguido aquí, eh logrado sentir, crecer algo muy especial dentro de mí, algo tan especial que siento por ti-

Anna: ¿En serio? –me sorprendí, el estaba enamorado de mi, como yo de él.

-El asintió-

Anna: Yo también siento lo mismo

De pronto se quedo un momento callado pero, después se inclino y me beso la frente tiernamente y después puso su mejilla encima de mi cabello y me abrazo con fuerza. El era… tan dulce, ¿Cómo no podría estar enamorada de él?, es tan lindo, tan cariñoso…

Me pregunto si volveré a verte, no me gustaría perderte de nuevo -eso pareció… como si el también soñara con migo-.

Anna: Yo tampoco quiero perderte

Yo no soportaría de nuevo que te vallas y esperar hasta volver a dormir, eres muy encantadora ¿Lo sabías? – Me dijo encantadora, solo mi madre me había dicho que era encantadora, pero viniendo de el, es sorprendente-.

Anna: Gracias, pero… si no despierto tal vez crean que eh muerto –admití haciendo una broma.

Cierto, pero quiero estar con tigo solo un rato- También yo quería lo mismo-.

Anna: ¿Cuál es tu nombre?

Cuando movió sus labios, no escuche nada y la visión se obscureció bruscamente. ¡No! ¡¿Por qué?! ¿Por qué volví a perderlo? ¿Acaso estaré a punto de abrir los ojos? ¡No es justo!, el dijo que quería estar con migo y yo también quería estar un rato con él, ¿Quién o que habrá sido el o lo malvado que me estará despertando?, Empecé a escuchar entre la oscuridad. Como si alguien estuviera subiéndole al volumen de un radio. Alguien me llamaba…

Disculpa, ¿Te encuentras bien?- la voz era de una chica y sonaba alarmada, así que parpadee despertándome, mi cabeza estaba agachada y mi fleco me tapaba la vista así que la alcé y si, era una chica, tenía el cabello obscuro, corto hasta los hombros y un fleco que le tapaba completamente la frente, sus ojos eran verdes y su tez era de un color crema. Su vestuario era una linda blusa amarilla con mangas largas blancas y un pantalón negro con zapatos del mismo color, su expresión se veía preocupada y estaba hincada hacia mí, luego se arrodillo.

Anna: ¿Quién eres tú? –pregunte medio adormilada.

Me llamo Saya Minatsuki, lo siento, no mire por donde iba y me tropéese con tus piernas, ¿Estas bien?

Anna: Si, estoy bien, no sentí nada por que estaba dormida -me reí un poco disgustada, más bien quise decirle, no sentí nada porque me encontraba con él en mis sueños y no había nada que no hubiera sido él con el que tenía que poner a tensión con todos los cinco sentidos- lo siento, ¿llevas rato hablándome?

Saya: no mucho -admitió con una sonrisa, pero la pena se le reflejaba en los ojos.

Anna: Mucho gusto, me llamo Anna Kurosaki, soy nueva en Okinawa –le devolví una sonrisa amable.

Saya: ¿Enserio?, Pues bienvenida

Anna: Gracias

Saya: ¿En que casa vives?

Anna: amm… -mire por detrás de su hombro y mi casa estaba a dos de aquí. Y luego le señale con la mano- la casa beige que esta por esas dos. -Miro a donde apuntaba y después volvió su rostro sorprendido.

Saya: ¿enserio? –Pregunto sorprendida- la mía esta en frente de la tuya

Anna: Valla… entonces somos vecinas –dije emocionada.

Saya: genial –sonrío alegremente- ven, te enseñare mi casa como una bienvenida.

Anna: muchas gracias –ambas nos paramos de nuestro sitio y caminamos juntas hacia su casa. Cuando llegamos vi su casa que era igual a la mía, solo que esta era de color rosa pastel. Al entrar su casa era espaciosa, al principio estaba la sala, mas allá estaba el comedor, la mesa era de cuatro personas, a la izquierda del comedor estaba la cocina y delante de la cocina estaba el baño y después le seguía unas escaleras para subir a el otro piso.

Saya: ¡Mamá! –la llamo con impaciencia.

La madre de Saya salio de la cocina con un delantal, tenía una camisa de manga corta de color melón y unos pantalones de mezclilla, y nos zapatos cafés. Su cabello era de café obscuro y ondulado que le llegaba al pecho. Sus ojos también eran verdes como los de Saya y también al igual que Saya el color de tez también era color crema. Su delantal era rosa pastel de flores.

Mama de Saya: ¿Qué sucede Saya?

Saya: tenemos unos nuevos vecinos, ella es una de ellos –me mostró haciendo un movimiento con la mano izquierda- Ella se llama Anna Kurosaki, ella y su familia viven en frente.

Mamá de Saya: ¡Oh!, Bienvenida Anna, espero verte por aquí seguido, me llamo Trisha Minatsuki – me tendió la mano, para el apretón de manos y le respondí.

Anna: Muchas gracias, Señora Minatsuki, lo haré

Sra. Minatsuki: También me gustaría conocer al resto de tu familia

Anna: Están en casa, ¿Le gustaría ir?

Sra. Minatsuki: Por supuesto

Entonces, lleve a las Minatsuki con mi Familia, cuando llegamos el llame.

Anna: ¡Familia! ¡Tenemos visitas!

Mi madre y Jane bajaron de las escaleras y se dirigieron hacia donde estaba. Parece que Riku aun no ha llegado.

Mamá: Hola

Anna: Mamá ellas son La Señora Trisha y Saya Minatsuki

Sra. Minatsuki: Un gusto saludarla y Bienvenidas a Okinawa, cualquier cosa que necesiten, solo crucen la calle y vallan a la casa de enfrente, la cual es la mía

Mamá: Gracias, el gusto es mío Trisha, yo soy Lidia Kurosaki y ella es mi hija la del medio Jane y obviamente ya conocen a Anna la menor

Sra. Minatsuki: Así es, su hija es encantadora

¿Encantadora?, alguien mas me dijo encantadora, ella es la tercera, los otros dos son mamá y la persona de mis sueños.

Sra. Minatsuki: Si ella es la del medio, entonces hay uno mayor

Mamá: Si, mi hijo Riku, pero ahora el no se encuentra aquí

Mi madre se quedo hablando con la madre de Saya, yo la lleve a mi habitación.

Saya: es linda –aprobó mientras recorría mi recamara con la mirada.

Anna: Gracias

Nos sentamos en mi cama y en medio de nosotras, estaba mi cuaderno de dibujo y en donde compongo mis canciones.

Saya: ¿Qué es esto? –pregunto tomando mi cuaderno.

Anna: ah… -me sonroje apenada, quería quitárselo pero no quise ser grosera- es mi cuaderno

Lo abrió y vio el primer dibujo, el cual era yo junto al de mis sueños. Lo había dibujado la primera noche con la que soñé con el.

Saya: Que lindo ¿Tú lo hiciste?

Anna: ah… si –me sonroje aun más-

Saya: dibujas genial –me decía mientras daba vuelta a la página

Anna: Gracias

Lo que seguía era la primera canción que había compuesto se llamaba “Lo que soy” y ella lo leyó.

Saya: ¿También escribiste esto?

Anna: Si… compongo canciones

Saya: Orales… es genial y ¿como va?

Anna: ah… ¿cantar?... no… lo siento, no me gusta cantar –mentí

Saya: mm… Anda… algo me dice que tú cantas muy bien

Anna: esta bien, pero no ahora

Saya: bien, después

Sra. Minatsuki: ¡Saya! ¡Tenemos que irnos!

Saya: Bueno me tengo que ir –se paro de la cama- gracias amiga, vendré a visitarte

Anna: ¿Amiga? –me sorprendió que me dijera amiga.

Saya: Claro, somos amigas ¿no?

Anna: Si

Saya: Bueno, Adiós –se acerco a mi para despedirse con un beso en la mejilla y yo hice lo mismo.

Anna: Adiós –entonces salió de mi habitación. Estaba muy contenta, tenía una nueva amiga, una parte de mi vida ha cambiado y estoy muy contenta por eso, era lo primero que quería cuando llegara aquí y pudo hacerse realidad-.

Continuara…

 

Holaaa bueno... hoy vengo a subirles el capitulo 2 de esta historia... les recomiendo que lean antes de decirme del guion teatral los comentarios de arriba... para asi evitar que se reptian... emm, gracias a los compañeros que me aconsejaron y me dieron sus criticas... las tomo muy encuenta... ;D... bueno aqui se los dejo... espero que lo disfruten y que les guste ^^...

Capítulo 2.- Mi triste canción

Después de nuestra llegada a Okinawa, pasaron tres semanas, Saya y yo llegamos a ser las mejores amigas. Salíamos juntas a ver el mar y de compras. O íbamos al cine. La visitaba y ella me visitaba a mí. Como se lo había prometido, fui a su casa con mi guitarra y le cante mi canción, a ella le encanto y la Sra. Minatsuki me había escuchado, así que me dijo que le encanto y dijo que debería ser artista, pero… obviamente lo negué. Riku se había quedado en un hotel llamado “Holden Inn” y se había comprado un Mustang. El había hecho un amigo que estaba a lado de su departamento y era de su edad. Y ya era el último día de vacaciones, ya mañana sería el primer día en el nuevo colegio. Y le hice una pregunta a Saya que no le había hecho, mientras veíamos una película en mi casa.

Anna: ¿En que escuela estás?

Saya: En Tomoeda

Anna: ¿Enserio?

Saya: Si ¿y tu a cual entraras?

Anna: En Tomoeda –dije emocionada

Saya: ¿DEBERAS? ¡Que padre! ¡Espero que te toque en mi salón!

Anna: ¡Si! ¡Yo también!

Finalmente ese día llego y mi uniforme era genial, mejor que el anterior, mi nueva mochila era una más bonita, que la llevaba colgada traspasando mi cabeza para pasarla al hombro izquierdo. Llevaba mis libros y cuadernos y sin falta venía mi cuaderno especial. Por suerte la escuela Tomoeda estaba cerca y así que podía irme con mis patines azules. Cuando salí con mis patines de casa…

¡Anna! –Me llamo mi amiga Saya, me detuve y ella se puso a mi lado, llevaba unos patines negros-.

Anna: Ohayo Saya –la salude sonriendo, mientras empezaba a andar con los patines junto a ella-

Saya: Ohayo, ¿Cómo estas?

Anna: La verdad nerviosa

Saya: No te preocupes, la escuela Tomoeda es la mejor de todas, créeme yo estoy allí

Anna: Bien, confiare en tu palabra -en verdad lo hice, Saya solo sonrío, cuando llegamos, nos quitamos los patines y los guarde en mi bolso y Saya en el suyo, fuimos a los casilleros el mío era el 147.

Saya: ¿Qué número es tu casillero?

Anna: 147

Saya: Estas por tres del mío, es el 150

Anna: Que bien –decía mientras ponía la clave de mi casillero para abrirlo, la clave la tenía anotada en un papelito, ya que lo abrí, metí la bolsa con mis patines-

“Los nuevos alumnos que ingresaran este año, deben presentarse a la dirección para asignarles su salón y darles el horario de sus clases”.

Saya: Te acompaño

Anna: Bien

Entonces fuimos a la dirección y había diez chicos nuevos como yo y hacían fila para que les asignaran los salones y les dieran los horarios. Yo fui la última.

Secretaría: ¿Cuál es tu Nombre? –pregunto amablemente.

Anna: Anna Kurosaki

-Busco y después me alzo la vista para decir-

Secretaría: Estas en el grupo 233, aquí están tus horarios

-Ya que salimos de la dirección-

Saya: ¡Si! ¡Estás en mi salón!

Anna: ¡Qué bien! –gritamos ambas de alegría.

Ella me guío al salón y cuando entramos, una chica se puso a lado de Saya y otra estaba detrás de la primera.

La primera: ¡Hola Saya! ¿Quién es ella?

Saya: Ella es nueva en Okinawa y mi nueva vecina y mejor amiga, su nombre es Anna Kurosaki

La primera: Hola me llamo Hitomi Nakenshy, mucho gusto

Anna: Mucho gusto –conteste, Hitomi era una chica mas alta que Saya, su cabello era azulado y era largo, le llegaba a la mitad de la espalda, sus ojos eran morados, su tez era color piel normal.

La segunda: Hola Anna, Bienvenida, me llamo Melina Ryuzaki

Anna: Gracias, mucho gusto –Melina tenía el cabello de café obscuro corto y liso, los ojos eran verdes claros como los de Saya, su piel la tenía blanca como la nieve.

Hitomi: Hay un asiento disponible detrás de Saya y delante de mi

Anna: Bien –me dirigí a el asiento y Saya siguió a mi lado, ya no sentía los nervios, en verdad me sentía en un mundo completamente diferente.

¿Quién es ella? –Pregunto uno de los chicos, más bien eran varios –de diferente género-, pero solo uno pregunto.

Hitomi: Chicos, ella es nueva en Okinawa y es vecina de Saya

Melina: Su nombre es Anna Kurosaki

Hola mi nombre es Sasuke Uchiha

El mío es Hinata Hyuga

Mi nombre es Haruhi Suzumiya

Yo me llamo Matt Amano –El chico Matt me recordaba a alguien, pero no se a quien.

Yo soy Ryoma Echizen

Mi nombre es Sakura Kinomoto

Yo soy Jaden Yuki

Mi nombre es Syrus Truesdale

El mío es Chazz Princeton

Anna: Hola a todos ^^- valla… ¿Estaré soñando?, la mayoría se presento ante mí, esto era maravilloso, mi gran deseo se había cumplido exitosamente. Las clases comenzaron y algunos maestros pedían que pasara al frente a presentarme por ser la nueva en el salón.

Pues la clase de Inglés era un poco aburrida, la verdad el Inglés se me hacia demasiado fácil y había terminado y revisado mi trabajo en menos tres minutos, a Saya, Hitomi, Matt, Melina, Sasuke, Ryoma y Jaden también se les hacía lo mismo que a mí el ingles, así que se pusieron a platicar entre ellos en cuanto terminaron su trabajo, algunos terminaron antes que yo como Sasuke, Ryoma y Jaden, en ese instante que estaba aburrida, me vino algo a la mente, aquel perfecto rostro de la persona de mis sueños, así que saque mi cuaderno especial y comencé a dibujarlo.

Me salio tan igualito, que me quede embobada, al ver tanto tiempo aquel perfecto rostro dibujado, sentí los ojos pesados, así que puse los brazos cruzados en mi mesa-banco y puse mi cabeza encima y sin querer me quede dormida.

Me encontraba en aquel lugar, en el que me senté la otra vez para según yo leer mi libro de “New Moon” y quedarme dormida. Pero alguien me tomaba en brazos, cuando abrí los ojos, su rostro perfecto estaba allí, mirándome con aquellos ojos dorados como la miel, pero esta vez, su expresión dulce de antes, ahora estaba angustiada.

Anna: ¿Estas bien? –le pregunte acariciándole el perfecto rostro tan angustiado.

No, la verdad temo que vuelva a suceder lo mismo y no puedo evitar que suceda –el era sincero, no lo sabía, pero lo sentía por sus palabras.

Anna: Lo siento

No te preocupes, de cualquier forma, cuando te duermas, siempre estaré aquí esperándote a ver cuando veo tu hermoso rostro

Ladee mi cabeza para recargarla en su pecho y cerré los ojos, tan a gusto en sus brazos. De pronto sentí un nudo en la garganta, quería que esto fuera real, pero solo era un sueño. A continuación, sentía algo húmedo que se deslizaba por mis mejillas y me di cuenta que eran lagrimas.

¿Estas bien?- pregunto preocupado y lo mire con mis ojos lagrimosos

Anna: Me encantaría estar realmente junto a ti, pero me entristece pensar que solo te veo en sueños, no sabes cuanto es lo que siento por ti. Ya eh llegado a quererte desde lo más profundo de mí, pero… -entonces la voz se me quebró, me rompí a sollozar y el me abrazo con mas fuerza.

Por favor, no llores- me pidió acariciando mi mejilla, pero al ver que no paraba de llorar, pasó sus dedos cálidos por mi mentón, y lo alzo, haciéndome verlo y el me miro fijamente con el drama en sus ojos pero no en su expresión, sus labios iban acercándose poco a poco a los míos, al verlo mas cerca de mi rostro, cerré los ojos llenos de lagrimas, pero cuando empecé a sentir su roce, el tiempo se había terminado y el había desaparecido y yo me encontraba en la obscuridad. No pude evitar los sollozos que se producían en mi interior, el se había ido de nuevo y este sueño me había dejado con una herida profunda en mi pecho.

¿Anna? ¡Anna! -La voz de mi amiga Saya me llamaba y entonces desperté, volviendo a la terrible realidad. La mano de Saya me sacudía el hombro y levante mi rostro que estaba oculto entre mis brazos cruzados.

Saya: Anna, ya es hora del descan… -se interrumpió al ver mi rostro bañado de lagrimas y entonces la razón me vino a la mente, hundí mi rostro entre mis manos y comencé a sollozar.

Saya: ¡Anna! ¿Qué ocurre? –Se preocupo al instante y se sentó delante de mí –en su mesa-banco-.

Anna: No es nada –mentí, me limpiaba las lagrimas con el dorso de la mano, pero de estas, se escurrieron otras- es solo que… tuve una pesadilla –eso era algo cierto pero la verdad fue un sueño totalmente triste y encantador a la vez. Jamás perdonare al destino por hacer que yo tenga esta clase de sueños y romper mi corazón en partes de esta manera.

Saya: Bien, no te preocupes, no es real –sentí palpitar aquella herida de mi interior, al haber escuchado “NO ES REAL”, así que otros sollozos salieron y ella me acariciaba el hombro, con el plan de consolarme.

Cuando llegue a mi casa, me encerré en mi habitación –con seguro- y una inspiración me llego a la mente. Era una canción, agarre mi guitarra y empecé a componerla y ya que estuvo lista la repase cantando.

“La noche esta terminando ya
espero puedas escuchar,
es algo especial,
que hace ya tiempo
quiero decirte…

La noche mudo testigo será
de esta mi gran verdad
Pienso que es el momento,
De confesar lo que ciento

Mientras te estoy acariciando
Tu cuerpo cerca del mío así
Yo imagino que estas,
Soñando con un sueño tan profundo
Si ves que pronto va a amanecer
Y se acerca nuestro último adiós
Ya nunca podré expresar,
El gran amor que hoy siento por ti.”

Cuando termine de repasarla, el nudo en la garganta volvió, sabía que de nuevo pasaría aquello, así que me prepare para el ataque –no tenía otra opción-, me derrumbe en la cama y me envolví con una cobija y me hice una bola cruzando mis brazos en torno a mi pecho y las piernas juntas, y así me deje llevar por aquel dolor en el pecho, las lagrimas empezaron a deslizarse y después… comencé a sollozar.

Continuara…

 

Hola, de nuevo estoy aqui con la conti, perdona que hasta ahora se me ocurra subirla, es que... no eh tenido internet anteriormente, y ahora si, tengo la oportunidad... espero que disfruten de lo que sigue, bueno... aqui se los dejo, ojala les guste... chau ^^

Capítulo 3.- El encuentro de ambos ya enamorados

El tiempo paso muy rápido y el ultimo año de la secundaría fue el mejor, había hecho amigos como lo desee y tenía ahora dos mejores amigas, que jamás perdí. Todas las noches, soñaba con lo mismo y no podía evitar despertar a media noche y comenzar a sollozar y ponía mi rostro en la almohada para evitar que alguien se despertara con mis sollozos.

Después pasaron tres años y había permanecido con la herida en el pecho durante estos años y yo ya tenía diecisiete, al igual que mis amigas. Jane, ya iba a la universidad y Riku tenía su novia Sereniti, la verdad era mas agradable que el. Yo ahora estaba en tercero de Preparatoria y mis amigas asistían por suerte a la misma que yo, pues fue en la misma que Jane, en la Academy Seinshu. A mi madre le iba muy bien en su trabajo en el Restauran, yo ya sabía manejar y de cumpleaños numero diecisiete me regalaron un Jetta 2009 blanco. Así que lo manejaba a todas partes.

Era Domingo y como de costumbre iba con mi familia a la Iglesia que era solo de una hora, iba con un vestido, de tela medio gruesa color café de tirantes delgaditos, botas cafés y mi cabello rubio estaba liso y suelto. Después de que termino, salimos.

Mamá: Los invitare a comer en el restauran en donde trabajo

Jane: ¡Que bien!

Riku: Suena bien, haber si invito a Sereniti

Jane: y yo a mi amiga Lorein

Yo tal vez invitaría a Saya y Hitomi, cuando iba caminando una persona que iba caminando por allí, su hombro choco con el mío y me voltee para disculparme, el hizo lo mismo y cuando vi su rostro, me paralicé con los ojos casi saliéndose de sus orbitas.

Su apariencia… ojos dorados, cabello puntiagudo, parado y rubio como el mío. El tenía la misma expresión que la mía. Vestía una camisa de botones azul, pero abierta y debajo estaba una camisa negra y el cuello de la camisa azul parado, de manga larga y un pantalón beige y zapatos cafés.

Anna y él: eres tú –hablamos al mismo tiempo

Anna: No puede ser, ¿estoy soñando? –dije en voz alta

No, creo que no –también era la misma voz aterciopelada y dulce como la miel.

Los ojos se me humedecieron, pero trate de tranquilizarme.

Mamá: ¿Anna? –Me volví cuando mi madre me hablo- ¿Pasa algo?

Anna: No mamá, en un minuto los alcanzo, ustedes adelántense

Mamá: ¿Estas bien?

Anna: Si, si, solo… adelántense

Mamá: E… esta bien, pero no demores mucho

Entonces ella dio media vuelta y se fue con mis hermanos, yo me quede, volviendo a observar a aquel chico. No lo podía creer, creí que solo era un sueño. No, no puede ser real.

Anna: lo siento…, no creo que seas…, solo… te pareces, perdona la confusión –quise dar media vuelta, pero el me detuvo tomándome la mano ansiosamente.

¡Espera!, -cuando logro detenerme, deshice la media vuelta- ¿enserio crees que solo me parezco?, te daré pruebas de que no es así, nos hemos visto en aquel lugar, en un árbol, bajo su sombra, tu te encuentras en mis brazos. ¿Eso te convence?

Anna: Creo… -pestañee incrédula- que sí, disculpa… -entonces lo pensé mejor- ¿Puedes venir con migo? o… ¿andas en auto?

-El se rió-

No, me temo que no tengo auto –confeso.

-¡Bien!, dije para mis adentros-

Anna: ¿Puedes venir con migo?, voy a un restauran a comer con mi familia, así platicaremos mejor.

Claro –acepto.

Luego nos dirigimos a mi auto, extrañamente agarrados de la mano, era como si siempre hubiéramos sido pareja. Pues me sentía acostumbrada y al parecer el no estaba incomodo al agarrarlo de la mano, se veía… tranquilo. Cuando llegamos entre al asiento del conductor y me estire para abrirle la puerta del copiloto y cuando el subió, puse en marcha el auto.

Anna: ¿Cómo te llamas? –decía mientras manejaba con la vista en frente y al mismo tiempo sentía su mirada en mí.

Ginji Amano ¿y el tuyo?

Anna: Anna Kurosaki

Era una pena estar tan enamorada de el, sin saber su nombre, pero ya que lo sabía me sentía completa, la herida en mi pecho, estaba aplacada, no me dolía.

Anna: Es saludable al fin ver que no estamos en un sueño, ¿En verdad también soñabas con migo?

Ginji: Si, era frustrante abrir los ojos a la realidad y no verte por ningún otro lado –dijo lo mismo que yo. Sentíamos lo mismo en ese sentido. Al pararme en el estacionamiento del restauran, ambos nos quedamos quietos, gire mi rostro para ver el suyo, pero el me contemplaba primero con sus hermosos ojos de miel.

De pronto acerco su rostro a unos centímetros del mío y me hice para atrás. Y acaricio mi rostro con una de sus suaves manos, parecía una visión del sueño, pero increíblemente verdadero, más me sentía en unos de mis sueños, que en la vida real.

Esto no podía estar pasando. Pero como quise que fuera real, alce mi mano acariciando su rostro. Sus pómulos eran perfectos, su nariz era recta y puntiaguda, sus ojos llameaban.

Ginji: Anna… -lo mire a los ojos y el los había entrecerrado- se que es nuestro primer encuentro, pero la verdad, no logro resistirme, yo ya siento mucho por ti, aunque eran sueños, pero yo siempre sentí que nuestra relación era real.

De nuevo igualo con otros de mis pensamientos, pensábamos lo mismo. Parecíamos la misma persona, tampoco soportaba estar sin él después de los sueños.

Anna: También siento lo mismo que tu, aunque este sea un primer encuentro real, siempre nos hemos visto aun así, en sueños… pero nos veíamos

Ginji: Así es –asintió coincidiendo con migo y abrió un poco mas los ojos dejando de entrecerrarlos.

Anna: Y aun esta lo tanto que siento por ti

Ginji: entonces… ¿no sientes diferente aun que este sea el primer encuentro real?

Anna: No –era extraño, pero lo mismo que sentía en mis sueños, lo siento justo ahora. El no dijo nada después, me observó de nuevo, los ojos llameaban aun más y entonces se acercó aun mas, yo cerré mis ojos y sentí sus labios rozar con los míos, pero esta vez no desapareció y me beso y yo lo bese también, sus labios eran suaves y me besaba como nunca.

Me sentía tan bien, de que al fin la parte en el que él me besaba había llegado. Intente algo nuevo, como pasar mis brazos entorno a su cuello y mis dedos entre su cabello, el me apretó mas contra él, pasando su mano libre por mi espalda y empujándome mas hacia él. Después el se aparto y yo estaba sonrojada, respirando agitadamente, tuve una extraña sensación de Deja vu, esos labios yo ya los había sentido, como si ya nos hubiéramos besado antes, pero tal vez solo sean ilusiones mías.

Ginji: Anna… -susurró, parecía que el también tenía problemas con la respiración. Pero yo no pude decir ni una palabra, el se inclino y puso su oído en mí pecho cariñosamente, poniéndose a escuchar mi tan acelerado pulso.

Hasta yo podía escucharlo, los oídos me zumbaban y me sentía un poco mareada. Después se incorporo y me volvió a observar con una sonrisa, esa sonrisa dulce que tanto me gustaba. Y entonces pude sentir que ya podía hablar sin dificultad.

Anna: Lo siento… -suspire- me dejaste sin aliento –dije entre risas-

-se unió a mis risas-

Ginji: lo siento

Anna: No te preocupes, admito… que besas muy bien –me sonroje ante mis palabras-

Ginji: Gracias, tampoco lo haces mal

Anna: Vamos, entremos al restauran antes de que mi madre se ponga nerviosa

Ginji: Bien

Me voltee para abrir la puerta y salirme, pero sentí que me miraba todavía y entonces… me volví y si, el me miraba, entonces me estire hacia el y le di un beso rápido en los labios y le acaricie la mejilla.

Anna: ¿Estas bien?

Ginji: Si, pero… no logro…, hacerme la idea, de que al fin, no desaparecerás y que tendré mas oportunidad de verte aquí en la vida real, es algo que jamás me paso a la mente que sucedería y mira, aquí estamos más enamorados que nunca

Anna: -me reí- Si, es algo increíble –coincidí.

Ginji: Pero bueno, vamos

Anna: Si

Nos bajamos por fin del auto y nos acercamos para entrar al restauran –tomados de la mano de nuevo-, pero al entrar tuve que soltársela, por que no quería que mi familia lo supiera. Mi madre se acerco a mí en seguida. Jane estaba con su amiga Lorein y Riku con su novia Sereniti, estaban juntos, siempre si los invitaron.

Mamá: Hija me tenías preocupada –dijo con un tono de alivio

Anna: Lo siento mamá, es que me tope con un amigo que conocí en la escuela, su nombre es Ginji –Lo mire y le guiñe el ojo, para hacerle la seña de que me siguiera la corriente y el era muy inteligente, pues me entendió.

Ginji: Mucho gusto señora Kurosaki

Mamá: El gusto es mío, y díganme ¿comerán ambos?

Anna: Yo solo tengo un poco de hambre

Ginji: No gracias

Mamá: Entonces pide algo Anna

Anna: Hai

Pedí solo una Coca-Cola y Ginji también pidió una y entonces nos sentamos en un lugar que era para dos. Y comenzamos a platicar.

Anna: Y ¿En donde vives? –pregunte antes de darle un trago a mi refresco.

Ginji: Pues… ¿Recuerdas aquel lugar en donde nos veíamos?, En el árbol

Anna: Aja

Ginji: Pues… vivo por allí

Anna: ¿Enserio? Yo también, vivo a dos casas de ese lugar

Ginji: Entonces, tú eres la nueva vecina de Saya –dijo este antes de beber del suyo.

Me quede sorprendida cuando menciono a Saya.

Anna: ¿Conoces a Saya?

Ginji: Si, Matt es mi hermano y me dijo que una nueva en Okinawa, vive en frente de la casa de Saya y que esa chica era rubia y con cabello liso, me dio algunas pistas y me daba la vaga impresión que se parecía a ti

Anna: ¿Matt es tu hermano? –De nuevo pregunte incrédula-, ese Matt es muy inquieto de repente –lo recordé riéndome, siempre había pensado de que Matt se parecía a alguien pero… no recordaba a quien, ahora lo se-

Ginji: Si, lo es –coincidió riéndose con migo, entonces se quedo un momento pensando- ¿Podemos irnos a otra parte?

Anna: ¿Por qué?

Ginji: La verdad… lo que quiero mas es estar a solas con tigo… que en publico –señalo con la mirada a mi familia cuando pronuncio “en publico”.

Anna: ¿Y a donde quieres ir?

Ginji: A “ese” lugar –pronuncio un poco fuerte “ese”, entonces supe a cual lugar se refería.

Anna: Bueno, solo iré a avisarle a mi mamá y nos vamos

Ginji: De acuerdo

Como lo dije, fui a avisarle a mi mama que saldría con Ginji a un paseo y que no se preocupara por mí, ella estuvo de acuerdo después de pensarlo y entonces Ginji y yo salimos, y maneje hacia AQUEL lugar.

Cuando llegamos… estacione mi carro lejos para que mi madre no lo viera –si es que llegara- y entonces ambos caminamos para el árbol, pero justo cuando quise sentarme en el césped, él me tomo en brazos –como en mis sueños- y entonces fue él quien se sentó en el pasto en forma de loto y me sentó a mi entre sus piernas, -tomada en sus brazos- y nos mirábamos el uno al otro, el con su dulzura tan encantadora y yo enamorada.

De nuevo aquella relajación del otro día, en la que soñé con él, ese día que pude ver su rostro por primera vez, esa relajación de nuevo la pude sentir, el viento me acariciaba con la fresquedad y revoloteaba mi cabello, sentí mis ojos pesados y entonces ladee de nuevo mi cabeza apoyándola en su pecho y cerré los ojos.

Ginji: ¿Tienes sueño?

Anna: Siempre me da, cuando estoy tan relajada –murmuré, casi pasando a la inconciencia- lo siento

Ginji: No te preocupes, sería agradable verte dormida

-Luche por hacer una sonrisa –que apenas pude hacer- entonces alce mí rostro para buscar…, adivino lo que perseguía, él me beso los labios y después la frente y entonces puso su barbilla entre mi cabello y me abrazo con mas fuerza. Todo parecía como aquel sueño, pero esta vez, era real. Y entonces comenzó a tararear una canción suavemente, haciendo que me quedara profundamente dormida.

Continuara…

 

Hola, lamento tanto que eh tardado para subir continuación, se me ah olvidado completamente jeje ^^u aparte que me eh distraído con otras cosas, pero bueno aqui vengo para continuar, no quisiera que se quedar incompleto ^^... espero que les guste la conti y por favor dejen sus comentarios y criticas al final de la redaccion, claro si no les molesta ^^

Capítulo 4.- Los Ámano

Esta vez, no soñé con él, solo veía su rostro entre sueños. Entonces su rostro perfecto se desvaneció y la oscuridad me lanzo, para despertar. En eso abrí los ojos pestañeando, pero… en vez de encontrarme, en “ese” lugar, tomada en sus brazos; estaba en una habitación, que no era la mía, me senté en una orilla de la cama y cuando la vi… la cama era más ancha que la mía y la colcha era de azul marino y las sabanas eran blancas, la almohada era también azul marino.

Yo ya había estado aquí, en mis sueños; acostada en el pecho de Ginji, mientras el me abrazaba dándome calidez, pero no solo era su cama de azul marino, mas bien toda su habitación estaba pintada, ecepto la alfombra del piso, que era beiche y los muebles de café madera, a lado en la esquina izquierda estaba un escritorio con una computadora negra, que parecía nueva y la puerta estaba a la derecha de la habitación, el baño estaba a lado izquierdo de la cama, y en la pared estaba una ventana. ¿Será su habitación?, De pronto la puerta se abrió, él entro y se sorprendió al verme.

Ginji: ¡Anna!, lo siento, no sabía que estabas despierta –entro con un vaso de agua. Lo puso en el escritorio y se acerco a mí rápidamente, para después sentarse a mi lado y abrazarme y yo recargue mi cabeza en su hombro izquierdo.

Anna: No te preocupes, tu habitación es muy linda, pero… -me aparte para observarlo y el deshizo su abrazo- ¿Cómo llegamos aquí? ¿Y tus padres no dijeron nada?

Ginji: Cuando te quedaste dormida, me quede un momento observándote, como dije fue agradable verte dormida, pero lo pensé mejor y te traje en brazos hasta tu coche, agarre las llaves de tus bolsillos y te traje aquí, cuando mis padres te vieron en mis brazos, les comente que te habías quedado dormida, mientras veníamos de nuestro paseo y ellos me dijeron que te acostara en mi habitación, ellos dijeron que eras muy linda, justo lo que yo pienso de ti y también me pregunto mi madre que si éramos novios –se rió después de pronunciar la ultima oración.

Anna: ¿Enserio? y… ¿Qué les dijiste?

Ginji: Pues… que no lo sabía, no iba a decirles que si, sin primero escucharlo de ti

Anna: ahh… pero, nos besamos ¿eso no es obvió?

Ginji: Así es, pero yo tengo ganas de preguntarte, ¿quieres ser mi novia? –Alzo las cejas e hizo una sonrisa-

-Le sonreí y le conteste-

Anna: Con gusto seré tu novia –asentí aceptando.

Ginji: Eso es lo que quería escuchar –el asintió a la vez y de pronto pego sus labios con los míos. Fue un beso como en el coche. Me hizo para atrás haciendo que me acostara y su cuerpo estaba encima del mío, empezó a acariciar mi rostro con sus manos suaves y calidas, luego deslizo la mano izquierda por mi brazo izquierdo, hasta llegar a la cintura, yo pasaba mis dedos por su cabello y luego deslice ambas manos por la parte detrás del cuello, luego pasando por los hombros y detenerme en su pecho, luego levante una mano y acaricie su mejilla, por dentro sentía una llama de pasión en mi pecho. El finalmente se detuvo y aparto sus labios, sin dejar de acariciar mi rostro.

Ginji: Me gusta cuando tus mejillas están coloradas

-Yo no conteste, de nuevo me había quedado sin aliento, pero si sentía el calor en mis mejillas, mientras recuperaba el aliento, el se río y adivino por que no decía nada.

Ginji: ¿Sin aliento?

-Asentí y el volvió a reírse, después se levanto y fue a su escritorio para tomar el vaso, después regreso y me lo ofreció yo lo agarre sin dudar y empecé a tomar el agua, mientras el rozaba mis mejillas con los nudillos.

Anna: Gracias –suspire y el vaso había quedado a la mitad- me ayudo mucho -¡que manera de besar!, me dije para mis adentros, estaba muy impresionada. El se quedo pensativo sin apartar la vista de mí. Levante la mano derecha y le acaricie el rostro pensativo.

Anna: ¿En que piensas? –pregunte con curiosidad.

Ginji: Estaba pensando… en invitarte a una cita

Anna: ¿Una cita? –ahora pregunte emocionada.

Ginji: Si –sonrío- pero… ¿A dónde te gustaría ir?

Anna: No lo se, tu dime

Ginji: Pues… tengo algunas ideas, como ir de excursión por el bosque de Okinawa… o, ver una película, después ir a comer a alguna parte

Anna: Todas me parecen una gran idea, ¿Qué tal si pasamos todo el día juntos? desde temprano, nos levantaríamos para ir de excursión, luego como en la tarde ir a ver la película y en la noche ir a comer

Ginji: Suena bien –se puso de acuerdo- ¿Cuándo?, ¿el viernes?

Anna: Si –Ese día no tendría clases, los maestros tendrían junta entre ellos.

Ginji: Bien –en eso metió la mano en uno de sus bolsillos y saco algo- toma –me entrego mis llaves.

Anna: Oh… gracias

-Entonces ambos salimos de su habitación, bajamos escaleras para llegar al primer piso, el paso el brazo alrededor de mi cintura y al bajar estaba la sala, su padre y Matt veían la tele sentados en el sillón y su madre estaban ocupada en la cocina. Su padre me vio y se puso de pie en seguida.

Padre de Ginji: Hola, mucho gusto soy Kay Amano

-Su madre se puso al lado mientras su padre se presentaba y Matt me sonrió sentado en el sillón.

Anna: Hola mucho gusto, Soy Anna Kurosaki

Kay: ¡Oh!, sabemos quien eres no te preocupes –se rió amablemente, el tenía el cabello para atrás y el color era rubio, sus ojos eran azules y su piel era de color piel normal como la de Ginji, su madre, tenía el pelo rizado y castaño claro, sus ojos eran dorados y su piel era blanca como la nieve, tenía un vestido lila muy lindo, de manga corta y un delantal blanco.

Madre de Ginji: Mucho Gusto Anna, soy Carlie Amano, encantada de conocerte, eres muy linda como dice Ginji, te ves tan bien a lado de el, ¿Son novios?

Anna: ahh… -me sonroje- Si, claro que si –y entonces sonreí- el es un chico muy encantador – Ginji susurro en mi oído “te quiero”, Carlie se río dulcemente, ella se parecía mucho a Ginji, esos hermosos ojos de miel, su dulzura e igual de encantadora, también tenía las mismas cejas, pero él heredo mas rasgos de Kay, el cabello rubio, el tono de piel, la misma altura, Carlie era mas mediana pero no tan pequeña como yo-.

Carlie: Que tierna eres, me agrada la idea de ser suegra

Anna: Me da gusto de no causar molestia alguna

Kay: Por supuesto que no –respondió él esta vez.

Matt: Valla Anna… no puede ser, de amiga te pasaste a mi cuñada, es genial –Matt también era muy agradable, tenía el mismo color de cabello de Carlie pero su tono era mas obscuro, lo tenía aplacado y un flecho que le tapaba la frente y los ojos azules de Kay, el era en la escuela muy inquieto, ¿Lo sabrán sus padres al igual que Ginji y yo?

Anna: Hola Matt

Carlie: Pues bueno… Bienvenida a la familia

Anna: Muchas gracias

Carlie: estoy preparando la cena, ¿te gustaría cenar con nosotros?

Anna: Claro –su madre le guiño un ojo a su hijo.

Ginji: Gracias mamá

La pase muy bien con la familia de Ginji en la cena, platicamos muy a gusto, la cena estaba deliciosa, Carlie cocinaba fantástico, los señores Amano se interesaban mucho en mi, pues me hacían preguntas sobre mi. Después llego el momento de irme y Kay y Carlie nos acompañaron a la entrada.

Anna: Gracias otra vez Carlie estuvo delicioso

Carlie: Fue agradable conocerte, visítanos de nuevo

Anna: Lo are

-Entonces Ginji y yo dimos media vuelta, mientras dejábamos atrás su casa y cuando se escucho la puerta al cerrarse, justamente llegamos a mi auto. Comencé a sacar las llaves y bostece al mismo tiempo y sacudí la cabeza cuando empecé a sentir sueño.

Ginji: Debería manejar yo, te ves cansada

Anna: No estoy bien – Y si me sentía bien, pero el me siguió por si acaso y fue de gran ayuda, pues cuando rodee el auto para ir al asiento del conductor, de pronto me sentí muy mareada y los ojos me pesaban, entonces me tambaleé y si él no me hubiera sostenido, me hubiera caído y golpeado la cabeza. ¡Maldita sea! eso me delato, no es justo.

Ginji: ¿Enserio? –pregunto levantando una ceja.

Anna: Esta bien –dije con un suspiró dándome por vencida, entregándole las llaves, entonces él manejo y estaba tan cansada que me quede un rato dormida, de pronto me desperté cuando el empezó a sacarme del coche en brazos. A penas pude abrir los ojos, solo logrando mantenerlos entrecerrados. Me moví para bajarme pero él no me soltó, al contrario me sujeto más con fuerza para que no me bajara.

Ginji: Shh… Duérmete –me tranquilizo.

Anna: Pero… tengo que… entrar –murmure cansada.

Ginji: Yo te llevare amor, anda Duérmete –me insistió de nuevo.

Anna: Esta bien –suspire y cerré los ojos.

-Empecé a quedarme dormida, solo era capas de escuchar y sentir, así que sentí que Ginji toco la puerta con los nudillos, en seguida se escucho que la abrieron.

-Oh por Dios –era la voz de mi madre asombrada.

Ginji: Buenas noches señora, -la saludo educadamente- Anna se quedo dormida mientras manejaba su carro para acá, ¿puedo llevarla a su habitación?

Mamá: Claro que si –contesto mama con la misma amabilidad.

-Entonces Ginji entro y sentí que iba subiendo las escaleras.

Mamá: Aquí es –dijo mi madre.

Ginji: Gracias –entonces se escucharon unos pasos que se alejaban y luego que se cerraba una puerta, quizás mi madre ya estaba dormida. Después Ginji entro y cerró la puerta, abrí los ojos entrecerrados, rodeo mi cama y me acostó. Y después me beso la frente.

Anna: Ginji… -murmure.

Ginji: Shh… -me chisto de nuevo, acariciándome la mejilla- Descansa

Anna: ¿Cómo regresaras?

Ginji: No esta muy lejos mi casa, así que me iré caminando

Anna: Puedes irte en mi carro

Ginji: No te preocupes, estaré bien –sonrió con su una sonrisa reluciente entre la obscuridad.

Anna: Quédate solo un rato mas –le pedí- solo hasta que me duerma, seguramente resistes mas que yo

-El se rió-

Ginji: Esta bien

-Entonces se puso a mi lado, luego me tomo de la cintura y me puso en su pecho. Como en unos de los sueños solo que esta vez estábamos en MI cama, me abrazo y nos tapo a ambos con la cobija que estaba en la esquina de la cama. Yo volví a cerrar los ojos.

Anna: ¿Y en que escuela estas? –hable ya medio dormida.

Ginji: En Mitsuhashi

Anna: mm… ¿es en el que esta Ryoma y el hermano de Hitomi?

Ginji: Si

Anna: Valla… ¿y a que hora sales de allí?

Ginji: como a las 2:30

Anna: Hum… sales media hora después que yo

Ginji: Si pero… Anna… mejor dejamos esta plática para después

Anna: Solo una cosa más

-Lo pensó y después contesto-

Ginji: Esta bien

Anna: ¿Podría buscarte a la hora en la que tú sales?

Ginji: Claro que si

Anna: Bien –entonces bostece y me concentré en el sueño.

Ginji: Que tengas dulces sueños

Anna: Gracias –respondí sin mover mucho los labios, solo para hablar entre dientes

-De pronto… sentí sus labios rozar mi oreja-

Ginji: Te amo –Susurro.

Anna: Como yo a ti

-Se rio en lo bajo-

Ginji: Lo se –después comenzó a tararear la canción de hace rato y la escuche hasta perderme en la inconciencia profundamente.

Continuara…