La lluvia caía torrencialmente, incluso cuando no había gritos parecía ahogarlos, la sangre estaba siendo limpiada de unas frágiles manos, manos que se aferraban a un cuerpo inmóvil y frío. "Hak" Aquel nombre se repetía una y otra vez en la cabeza de ella, como si al repetirlo el fuera a escuchar y levantarse. Los cuatro dragones miraban la escena sintiendo que sus cuerpos estaban en una dimensión desconocida, una donde aquella ilusión tenía el propósito de atormentarlos. No eran los únicos mirando, el cuerpo de Soo-Won estaba tan tenso que de hacer un movimiento sus músculos tirarían unos contra otros. -¿Hak?- el agua empapo los labios de Yona, su ruego inaudible para todos. ¿Por qué Hak pareció sonreír cuando toda ella se sentía apunto de estallar? ¿Por qué la vio con una dulzura infinita antes de cerrar los ojos como si el supiera algo que ella no?- ¿Hak?-. Con una de sus manos removió el cabello empapado de la frente de Hak, al hacer en eso vio en su ropa la rasgadura de un arma, ella contuvo el aliento tanto tiempo sus pulmones empezaron a sentirse enormes. Solo cuando sintió sus ojos arder comprendió que Hak ya no estaba más ahí. Y se rompió. Aquella lluvia pareció silenciarse durante los segundos durante los cuales un grito inhumano fue escuchado. Zeno fue el único que comprendió la magnitud de aquella herida, parpadeo repetidas veces antes de moverse en dirección de la princesa. Se acerco a ella con delicadeza, sus pasos lentos sobre el barro. -Señorita- unas manos temblorosas acercándose al cuerpo de Hak- permitame ayudar a Hak-. Sus palabras medidas, supo que de haber utilizado la palabra "Ayudarla" ella lo habría apartado, pero al decir que lo ayudaría a él Yona solo observaría. Los ojos de Yona lo asustaron. Aquel fuego que a veces parecía emanar de su cabello quedaba totalmente eclipsado por la oscuridad de su gesto, ninguna emoción en ellos. Jae Ha sintió algo en la presencia de Zeno, una especie de alarma, similar a un escalofrío recorriéndole la espina vertebral. "Suficiente" se dijo a sí mismo, tenía que hacer algo. Sus manos se movieron rápidamente hacia sus cuchillas ocultas. -Ninguno se mueva- advirtió, sostuvo la mirada segundos extras en Soo-Won, ahora mismo con una sola palabra de Yona era capaz de mandar al infierno a todos. Shin-Ah lo respaldo, ambos se colocaron rápidamente frente a Zeno, Yona y Hak. El homicida aún mantenía la espada el alto, el metal vibrando por los temblores del hombre, ni una sola gota de sangre en el objeto, se pregunto si su hora había llegado, si su estúpida iniciativa por acabar la vida de aquella princesa era una condena. Por la mirada del hombre del cabello verde supo que sí. Soo-Won se permitió mirar por última vez a sus dos mejores amigos, he hizo lo único que sentía podía hacer. -Retirada- ordenó. Pasaron minutos antes de que todos comenzaran a moverse, solo cuando quedaban él y el general de la tribu del cielo prometió algo. -Yona- su lengua no merecía llamarla, el nombre amargo en sus labios- cuando estés lista puedes venir a cobrar esta deuda... no te detendré-.
Oh, no, Hak ;____; ¿¡Por qué!? Qué crueldad y qué tragedia... ¡Mundo cruel! La frase final deja con mucho suspenso, la sed de sangre inmensa que Yona mostraría al ir a vengar a Hak sería algo digno de ver, hasta me da ganas que ocurra en la obra original, pero el hecho que Hak muera... me duele el imaginarlo. Fue bueno leer algo de Akatsuki no Yona, saludos~
Mai gad, D: Hak NOOOO Morí con esto: ¿Por qué Hak pareció sonreír cuando toda ella se sentía apunto de estallar? ¿Por qué la vio con una dulzura infinita antes de cerrar los ojos como si el supiera algo que ella no? Sentí el dolor de Yona, la verdad espero que lo continues