Pasado.Las sombras de los ángeles.Sombras. Una y otra vez su mente caía en la densa oscuridad. Aquel mismo sentimiento que lo rodeaba. Las sombras, que se esparcía por el bosque como una niebla oscura que lo cubría todo. Pero él continúo su camino. A donde los ángeles no lograban ingresar y la oscuridad gobernaba eternamente, donde la sangre podría caer libremente por sus garras. El viento hiso ondear sus cabellos, indomables tras su espalda en una súbita nube. Y se adentró en las sombras. Entonces la vio. Inútil. Los humanos, la vida, el sentimiento. Todo aquello era simplemente inútil. La mujer lo vio sin mirarlo, sonriendo en una expresión muerta. Inmóvil bajo la sombra de la noche, recostado en las raíces del árbol del tiempo. Aún cuando el alba tocó el bosque, las sombras siguieron atormentándolo. Y él la dejo atrás. Ella lo vio alejarse y la sonrisa se borró. —Se puede pelear con la noche. Pero no contra las sombras del pasado… Noche. Pasado. Sombras. Y él volteo cuando ella cerró los ojos. Por que ya no había humanidad en ella. Por que era la sombra de lo que alguna vez había sido. —Kagome… Por que simplemente eran las sombras de los ángeles.