Sentía el viento contra su cara mientras caminaba lentamente, no sabía cuánto tiempo llevaba de camino, pero sentía que sus pies le pesaban como si fueran de plomo, en la oscuridad de la noche solo veía sombras, que quizás a la luz del sol no parecerían tan extrañas, se detuvo un momento para mirar a su alrededor nerviosa, para luego volver a andar intentando forzar sus piernas a que se movieran más de prisa, siguió caminando durante unos minutos pero algo más se lo impidió, chocó contra un ancho y fuerte pecho, no quiso subir la mirada por miedo a lo que estuviera al frente, su respiración se aceleró y sus ojos miraron esos mocasines que parecían negros, de pronto sintió un fuerte golpe y todo se volvió tinieblas, fue lo último que vio en mucho tiempo. Despertó adolorida, se llevó una mano a la cabeza tratando de calmar aquel molesto dolor, sentía que su cabeza iba a estallar, intento internamente tranquilizarse y puso sus sentidos alerta, sus ojos vagaron por la habitación, si así se le podía decir, era un lugar viejo, que se veía que no había sido usado en mucho tiempo, habían muchas telarañas, la luz era tenue, entraba por una pequeña ventana en la parte superior derecha, por ella supo que era de noche, internamente se preguntó qué hacia allí, como había llegado, que le había sucedido, los recuerdos de esa noche vinieron a su mente y un escalofrió recorrió su espalda, no tenía idea donde estaba, pero eso parecía una prisión, se sintió asustada y abandonada sin saber qué hacer, de pronto unos pasos se escucharon a lo lejos, ella aun con miedo se acurruco en sí misma, cerrando fuertemente los ojos, oyó como la vieja puerta chillaba al ser abierta, ese sonido hizo que su corazón se detuviera un breve segundo, intentando calmarse levanto lentamente la cabeza y abrió los ojos, aún estaba oscuro pero distinguió una gran sombra frente a ella, aquella sombra se inclinó hacia ella y le acaricio el cabello, un sollozo escapo de los labios de la joven, cerró los ojos fuertemente de nuevo, intentando imaginar que solo era una pesadilla, que pronto despertaría en su cama y se reiría de eso, de pronto sintió que los pasos se alejaban, abrió de nuevo con lentitud los ojos y vio al hombre de pie en el umbral de la puerta, intento ponerse de pie pero sus piernas no tenían fuerzas, él la observaba y se regodeaba de su sufrimiento, con dificultad pudo arrastrarse hasta la puerta y cayo exhausta a los pies de su captor, todo se volvió oscuro, pero antes de perder la conciencia oyó un fuerte golpe, y una voces gritando a lo lejos, ella se sentía tan débil estaba por darse por vencida, pero en ese instante sintió una cálida mano en su rostro, con sus últimas fuerzas abrió levemente los ojos y vio el rostro de una mujer que le acariciaba la cara y la miraba con preocupación. -“Ya estas a salvo”-le dijo- “ya no podrá hacerte daño”- La joven levemente sonrió a la agente que la tenía entre sus brazos, sentía que las fuerzas se le iban pero la cálida mano de la agente en su rostro le daban fuerzas y la reconfortaban, intento no cerrar los ojos, no darse por vencida, escucho un barullo, y sintió que la cargaban y la posaban en una superficie blanda, “una camilla” pensó, después de unos minutos un amable hombre apareció ante ella. - “Te pondrás bien, estas a salvo, duerme”- le dijo. Al fin pudo respirar tranquilamente, se sintió a salvo y cerró los ojos para descansar, estaba seguro que cuando despertara estaría sana y totalmente a salvo de cualquier peligro.
