Digimon Tai y Sora, una canción para recordar [oneshot]

Su sangre corría por su cuerpo, con una daga en su pecho, ella gritaba en llanto "Ten piedad mi Dios"
era mucho el esfuerzo que ella hacía para que la sangre cesara, pero era inútil, solo un milagro salvaría a Tai Kamiya de morir en ese momento, mientras su esposa, Sora Takenouchi y su futuro hijo estaban frente a él, simplemente él recordaba que solo deseaba llevarla a comer, pero ese asalto hizo que ese día cambiara, ese hombre con intenciones malas por herir al que algún día fue su amigo, Yamato Ishida clavó su daga en él, para después correr en medio de la lluvia, sería ese un intento por decirle a su amigo que no quería que fuera feliz, y su esposa, Sora, esperando a los paramédicos en medio de la acera, sin poder hacer nada, Taichi simplemente hace sonar una canción desde su celular, diciéndole cuanto la amaba y a su futuro hijo también, "Sora, ¿Recuerdas la canción que sonaba el día en el que nos enamoramos? " le pregunta en las piernas de la mujer entre la lluvia y las lágrimas de Sora, "Tai, la recuerdo y siempre la recordaré" le respondía tratando de sanar ese dolor en su alma, perder a su amado y futuro padre de su hijo, por qué todo tendría que terminar así? No había nada más que oír esa tonada que en esos momentos, era la más bella del mundo

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Bendito el lugar y el motivo de estar ahí bendita la coincidencia. ​

Bendito el reloj que nos puso puntual ahí bendita sea tu presencia. ​

Bendito Dios por encontrarnos en el camino y de quitarme esta soledad de mi destino.​

Bendita la luz, bendita la luz de tu mirada bendita la luz, bendita la luz de tu mirada desde el alma. Benditos ojos que me esquivaban, simulaban desdén que me ignoraba y de repente sostienes la mirada. ​

Bendito Dios por encontrarnos en el camino y de quitarme esta soledad de mi destino. ​

Bendita la luz, bendita la luz de tu mirada bendita la luz, bendita la luz de tu mirada, oh. ​

Gloria divina de esta suerte, del buen tino, de encontrarte justo ahí, en medio del camino. ​

Gloria al cielo de encontrarte ahora, llevarte mi soledad y coincidir en mi destino, en el mismo destino...​

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Dicho esto, Tai desplegó sus ojos hacia abajo, con una sonrisa en el rostro, como si su interior se llenara de paz y se despidiera de su familia, muriendo antes de que los paramedicos llegaran, un destello sonó en los corazones de los elegidos, como una despida, una palmada en la espalda para los chicos, un beso su pequeño hijo, un beso en la mejilla para las chicas y un beso enorme en los labios... para Sora