Títeres en la sombra.

Los intentos de los Vulturis por destruir a los Cullen y hacerse con nuevos y talentosos vampiros han acabado en fracaso gracias a la gran multitud de inmortales y licántropos que se habían unido para hacerles frente. Sin embargo, Aro no se ha dado por vencido para que Bella, Edward, Alice y otros muchos vampiros se unan a sus filas. ¿Qué es lo que impulsa al poderoso líder de los Vulturis? ¿Se trata simplemente del interés de un coleccionista de seres extraordinarios o hay algo más detrás de esa alegre fachada que siempre les muestra a los demás?

I​

La estancia donde los Vulturis se encontraban reunidos rebosaba un aire lleno de ira y rencor provenientes principalmente de Cayo, que no soportaba la idea de que hubiesen retrocedido con el rabo entre las piernas ni de que todos aquellos estúpidos vampiros y perros hubiesen salido ilesos; la furia de Jane y Alec también contribuía a crear aquella tensión, pues su orgullo había recibido un duro golpe al ver que sus formidables dones habían sido derrotados por Bella, una simple neófita.
__ Calmaos, hermanos.__ susurró Aro con aquella sonrisa alegre que siempre le acompañaba.__ No ganaremos nada con la ira.
__ ¡No puedo creer que estés tan tranquilo cuando resulta que hemos sido humillados delante de cientos de inmortales!__ exclamó Cayo mientras le lanzaba una mirada furibunda.__ ¡La verdad es que no entiendo que tú seas el líder cuando no haces nada para lograr tus objetivos!
__ Aro es el líder porque es el mejor a la hora de idear planes y estrategias, cosa que tu temperamento no te permite hacer.__ replicó Marco con expresión aburrida.
Para liberar la frustración que sentía, Cayo jugueteó con el extraño aparato con el que había calcinado a Irina.
__ ¡No hemos logrado hacernos con los dones que buscábamos!__ declaró con furia.__ ¡A este paso, jamás podremos derrocar a los Cuatro Emperadores!
Aro hizo desaparecer su sonrisa por primera vez en muchos siglos y le lanzó una seria mirada de advertencia al tiempo que los miembros de la guardia observaban temerosos los rincones más oscuros de la sala.
__ Ten mucho cuidado con lo que dices, Cayo.__ le reprochó a su hermano.__ Los Emperadores tienen ojos y oídos por todo el mundo; si descubren que estamos conspirando contra ellos, nos destruirán sin ninguna posibilidad de que su furia se aplaque.
__ De todos modos, no hemos sufrido una derrota sin remisión.__ añadió Marco.__ Aro pronto encontrará algún modo de lograr nuestros objetivos y podremos desafiar a los Emperadores, que siempre han impedido que los inmortales salgamos a la luz y subyuguemos a los humanos.
Aro asintió sonriendo de nuevo mientras Cayo se sentaba en su sillón resoplando de irritación debido al optimismo de los demás líderes.

Mientras tanto, en la ciudad de Bruselas, un joven de ojos dorados que vestía un manto como el que solían llevar los reyes del pasado caminaba elegantemente a través de un largo pasillo que daba lugar a una sala de reuniones establecida en secreto bajo el Parlamento Europeo. Al llegar a la sala, abrió las puertas con tranquilidad y se adentró en la oscuridad de la estancia siendo observado por tres pares de ojos rojos que brillaban.
__ Ya era hora de que aparecieras, Wonrei.__ gruñó la voz del malhumorado Rein.
El más joven de los Cuatro Emperadores se dirigió a su sitio al lado de Lyra, la única mujer dentro del grupo y delante del mismo Rein
__ Lamento el retraso, compañeros.__ dijo como si nada.__ Me temo que me dio sed en el último momento y tuve que irme lejos para encontrar mi sustento.
__ ¡Eso no te pasaría si estuvieses dispuesto a tomar sangre humana!__ replicó Rein.__ ¡No tendrías que buscar animales al bosque para alimentarte!
__ No quiero ser un salvaje como tú.__ bromeó Wonrei.
Rein se levantó de su sillón con ojos chispeantes y gritó:
__ ¡Recuerda que tú eres el nuevo en este grupo, chico! ¡Los Emperadores éramos tres originalmente antes de que permitiésemos que te nos unieras así que deberías mostrar algo de respeto a tus mayores!
Lyra suspiró y dijo:
__ Deja de buscar broncas con Wonrei, Rein. No haces más que quedar en ridículo.
El aludido se preparaba para atacar a la Emperatriz cuando Hyde, el cuarto miembro del grupo, interrumpió la arremetida agarrándole del brazo.
__ No nos hemos reunido para discutir sobre la dieta de Wonrei ni sobre su manía de actuar sin apresurarse.__ declaró secamente mientras le soltaba el brazo con violencia.__ El motivo de esta reunión es la necesidad de tomar una decisión sobre lo que debemos hacer con los Vulturis, a los que he escuchado decir que piensan derrocarnos.
__ ¿No será un simple fanfarroneo de Aro?__ le preguntó una escéptica Lyra.__ Ese tipo siempre se las ha dado de personaje importante a pesar de que no tiene nada especial.
__ No lo creo.__ dijo Hyde.__ Al parecer intentaron que varios vampiros con dones excepcionales se unieran a ellos y fracasaron; sin embargo, planean seguir intentando reunir fuerzas contra nosotros.
__ Deberíamos habernos ocupados de esa pandilla de estúpidos desde hace siglos.__ refunfuñó Rein, sentándose en su asiento y cruzando los brazos con ojos llameantes.__ Hemos dejado pasar demasiados abusos de poder por su parte: la extinción de los Hijos de la Luna, la destrucción y separación de clanes enteros mediante el don de Chelsea, los intentos por domesticar a los niños inmortales cuando dejamos bien claro que debían ser destruidos,…Creo que es hora de que tomemos cartas en el asunto.
__ ¿Y qué propones que hagamos?__ le preguntó Lyra con voz cansina.
__ Lo mismo que hicimos con el caso de los niños inmortales sólo que esta vez los Vulturis no se llevarán nuestro mérito.__ replicó Rein sonriendo cruelmente.__ Barreremos el mundo una vez más y aniquilaremos a cualquier vampiro que esté dispuesto a ayudar a los Vulturis en su deseo de derrocarnos.
__ ¿Es realmente necesario destruir tantas vidas declarando una guerra de tal magnitud sólo para evitar que un grupo de vampiros se rebelen?__ le preguntó un perplejo Wonrei.
__ Como Emperadores que somos, debemos asegurarnos de que exista un equilibrio en el mundo sobrenatural, novato.__ le explicó su compañero dándose importancia.
__ ¿Con una matanza a nivel mundial?__ le preguntó el joven con sorna.__ Eso sólo provocará más desequilibrios.
__ ¿Y qué puedes saber tú siendo el nuevo?
Lyra se levantó para tomar la palabra.
__ Puede que Wonrei sea nuevo en esto de ser Emperador, pero tiene toda la razón.__ declaró altivamente.__ Si declaramos un barrido mundial contra todo vampiro que apoye a los Vulturis, les estaremos dando más motivos para iniciar un levantamiento. Además, un barrido mundial acabaría afectando a los humanos y eso es algo que no nos interesa.
__ ¡Sólo dices eso porque te sientes atraída por él y desearías ser su zorra personal!__ gritó Rein, que ya había perdido por completo la calma.
Lyra le lanzó una mirada de odio, a pesar de que se habría sonrojado de haber podido, mientras Wonrei, que apreciaba a su compañera, se levantaba con violencia y se enfrentaba a Rein para defenderla.
Hyde suspiró y se frotó las sienes, sintiendo un martilleo en la cabeza, algo muy raro en un vampiro. Él estaba de acuerdo con Rein y con la idea de atajar el problema de raíz. Sin embargo, los Cuatro Emperadores funcionaban tomando decisiones unánimes, especialmente en un asunto tan serio como un barrido mundial; si los cuatro no se ponían de acuerdo, las decisiones no se podían llevar a cabo.
En la superficie, los habitantes de Bruselas se vieron sorprendidos por una repentina tormenta eléctrica que parecía reflejar la lucha de voluntades entre los Emperadores.

 

II​

Una niña pequeña sollozaba mientras su hermano mayor le vendaba la mano izquierda para cubrir el profundo corte que la chica se había hecho al resbalársele el cuchillo de las manos cuando estaba corriendo hacia la cocina.
__ D-duele, Wonrei.__ susurró Bella.
__ No es para tanto.__ dijo su hermano para calmarla.__ Antes de que te des cuenta, se te pasará el dolor.
Como por arte de magia, Bella sintió que todo el dolor y las molestias que le causaba la herida se desvanecían.
__ En verdad eres muy torpe, Isabella.__ comentó Wonrei con una sonrisa.
__ No me llames así.__ replicó la niña sacándole la lengua y cruzándose de brazos con expresión molesta.
Para alegrar a su hermana, Wonrei extendió un brazo hacia el cuchillo, todavía tirado en el suelo y manchado de sangre, y se concentró.
Muy a su pesar, Bella no pudo resistir la curiosidad y observó maravillada como el objeto se elevaba en el aire sin que nadie lo sostuviera y se posaba en la mano abierta de su hermano.
__ Ni una palabra de esto a nadie.__ le pidió Wonrei guiñándole un ojo.
Bella sonrió e hizo como si se cerrara la boca con una llave invisible y arrojará ésta por encima de su cabeza. No sabía la razón por la que su adorado hermano era capaz de hacer esas cosas pero sí sabía que no era algo que los demás debieran saber; sería su pequeño secreto.

Las exclamaciones de Renesmee y el sonido de las zarpas de Jacob sobre las flores del prado sacaron a Bella de la extraña ensoñación en la que se había sumido mientras permanecía tumbada junto a su esposo. Aprovechando que se trataba de uno de aquellos extraños días en los que el sol se mostraba en todo su esplendor, el matrimonio había visitado su lugar especial junto con su hija, que se divertía cabalgando a Jacob y corriendo alrededor del claro.
__ ¿Te encuentras bien, cariño?__ le preguntó Edward acariciando su mejilla.
__ S-sí.__ respondió Bella mientras sacudía la cabeza para despejarla de aquellos bancos de niebla a los que habían quedado reducidos sus recuerdos humanos.
Su mirada se perdió por completo en los brillantes destellos que desprendía la pálida piel de su amado bajo la luz del sol. ¿Es que no iba a acostumbrarse nunca a su belleza?
Sin embargo, los destellos se desvanecieron cuando el cielo se vio repentinamente cubierto por nubes de tormenta mucho más oscuras de lo que eran comunes en la península de Olimpia. La paz de aquel claro se vio interrumpida bruscamente por el rugido de los truenos y los nerviosos aullidos de Jacob, cuyo pelaje rojizo se había erizado ante alguna amenaza desconocida.
__ Algo viene.__ dijo Edward tras echar un vistazo a la mente del metamorfo.__ No sabe qué es pero parece que se acerca algo grande.
En ese momento, el teléfono del vampiro sonó.
__ Carlisle, ¿qué ocurre?__ le preguntó Edward al reconocer el número de teléfono que aparecía en la pantalla.__ ¿Qué Alice qué? Ahora mismo volvemos.
__ ¿Qué le ha pasado a tía Alice, papá?__ le preguntó Renesmee, preocupada.
__ Ya habrá tiempo para explicaciones. Regresemos.
Los cuatro se pusieron en marcha mientras el cielo se oscurecía todavía más y las primeras gotas de agua se estrellaban contra las copas de los árboles, llegando a la casa de los Cullen en cuestión de minutos. Al llegar, se asombraron al ver a todos los demás miembros reunidos en torno a Alice, que tenía la mirada perdida y se balanceaba ignorando los intentos de su esposo por calmarla con su don.
__ ¡Alice, ¿qué ha ocurrido?!__ exclamó Edward.
De pronto, al echar un vistazo a la mente de su hermana, el lector de mentes se llevó las manos a la cabeza, visiblemente molesto por la gran tormenta de imágenes que se encontró. Aquello era muy extraño; nunca antes había sentido dolor al entrar en la mente de una persona.

Los habitantes de Forks observaron con asombro el veloz cambio del tiempo y se refugiaron en sus casas al verse atacados por la torrencial lluvia. Lo mismo ocurría en La Push, donde todos los metamorfos sintieron en el tuétano de sus huesos que se aproximaba un gran acontecimiento.
__ ¿Pasa algo malo?__ le preguntó Emily a Sam al notar que éste dejaba de dedicarle arrumacos.
__ No lo sé.__ susurró el líder de la primera manada, que sentía la imperiosa necesidad de transformarse y luchar contra lo que se avecinaba.
Emily se estremeció al sentir al pequeño agitarse en su vientre como si supiera que algo épico estaba por ocurrir.

__ Tranquila, pequeña.__ le susurró Quil a Claire, que se agarraba con fuerza a su pierna.
__ ¿De dónde ha salido esta tormenta?__ se preguntó Collin, asombrado por la gran violencia con la que las olas chocaban contra la costa cuando el mar había estado muy tranquilo hasta hacía unos minutos.
Varios de los metamorfos más jóvenes, entre los que se encontraba Seth, habían aprovechado el buen tiempo con el que había amanecido el día, el cual había sido estropeado por la repentina tempestad.
Mientras sus compañeros regresaban al pueblo para refugiarse de la lluvia, el joven Clearwater concentró todos sus esfuerzos en captar el aroma dulzón e irritante de los vampiros por encima del olor a agua salada. Por lo que le decía su agudo olfato, dedujo que los visitantes se acercaban nadando hacia la costa.
Pero no podía estar más equivocado, pues vio cuatro figuras acercándose, efectivamente, por el mar pero no nadaban. Para sorpresa del metamorfo, los cuatro vampiros estaban levitando por encima de las tempestuosas aguas.
“Increíble.” pensó el maravillado Seth mientras les observaba acercarse y posarse con suavidad en la playa.
Las sorpresas no acabaron ahí, pues pronto se dio cuenta de que no todos ellos eran vampiros. Entre ellos había un joven adulto de aspecto salvaje cuyo corazón latía, cuyo cuerpo desprendía calor y cuyo olor era diferente al de sus compañeros y al de cualquier ser humano. Todos excepto aquel extraño tenían los ojos de un intenso color dorado, indicio de que no se alimentaban de sangre humana.
__ ¿Es aquí dónde naciste, Wonrei?__ le preguntó una de las dos mujeres que había en el grupo al hombre que vestía con ropas semejantes a las de un rey de la antigüedad.
__ No, Lisa.__ declaró el tal Wonrei.__ Esto es una reserva que visitaba de vez en cuando durante mi niñez.
__ ¿Qué es ese olor tan peculiar?__ preguntó la segunda mujer, una vampiresa de aspecto frágil y tímido que permanecía agarrada al manto de Wonrei como si de una niña se tratase.
__ Huele…a lobo.__ susurró el único miembro vivo del grupo mientras olfateaba el aire.
Seth apenas pudo parpadear antes de que la llamada Lisa apareciese ante él con una velocidad vertiginosa y colocase las manos sobre su pecho.
__ Veamos que puede decirme tu joven y fuerte corazón.__ susurró la vampiresa, cuya voz parecía tener un efecto hipnótico para el que la escuchase.
Y unió suavemente sus fríos labios con los de Seth, quien tuvo la sensación de que estaba rebuscando entre sus recuerdos al mismo tiempo que un extraño sopor se apoderaba de él; no opuso resistencia al beso de la visitante.
__ ¿Es necesario que beses de esa forma a la gente a la que interrogas?__ le preguntó Licos, el extraño hombre que acompañaba a los tres vampiros, mientras su compañera depositaba a Seth en el suelo para que descansara.
__ Sólo cuando me atraen.__ replicó la pícara Lisa.__ Hemos tenido suerte; este chico sabe perfectamente donde se encuentra esa familia que llamó tanto la atención de los Vulturis.
__ Guíanos.__ le ordenó Wonrei.

Con Lisa a la cabeza, el grupo no tardó en recorrer las calles de Forks, vacías a causa de la violenta tempestad levantada por la visita del emperador.
__ Señor, ¿no podría…reducir un poco la fuerza de la lluvia?__ le preguntó Elena, la tímida vampiresa, a Wonrei.
El emperador sacudió la cabeza para escapar de los recuerdos que tenía de aquel pueblo y se disculpó por no haberse dado cuenta de las molestias que la tormenta que había invocado les estaba causando a sus compañeros.
__ Sabemos que no lo haces a propósito, Wonrei.__ comentó Lisa mientras la lluvia torrencial se convertía en una agradable llovizna.__ Al fin y al cabo, eres un vampiro relativamente joven. El anterior emperador te convirtió hace sólo nueve años y tus poderes todavía dependen bastante de tu estado emocional; está claro que no estás nada tranquilo regresando a tu tierra natal.
Wonrei le ordenó que permaneciera en silencio con un gruñido; no le gustaba que le explicasen lo que ya era evidente para él.

 

III ​

Mientras los demás Cullen trataban de tranquilizar a Alice, Carlisle cogió el teléfono, que llevaba sonando insistentemente cinco minutos. Gracias a sus nuevos oídos de vampiro, Bella reconoció la voz de Eleazar al otro lado de la línea. Por la urgencia de sus palabras, dedujo que aquella tormenta también se encontraba sobre Alaska.
__ ¿Crees que se trata de Benjamín?__ le preguntó el doctor a su amigo, que replicó con un argumento muy convincente.__ Es cierto, él todavía no tiene tanto poder como para causar un fenómeno de tal magnitud. Además, tampoco tiene motivos para invocar una tormenta semejante. ¿Conoces a alguien más que tenga un don así?
La respuesta del antiguo miembro de la guardia de los Vulturis hizo que el cabeza de familia de los Cullen perdiera su actitud decidida y que Edward endureciese su expresión al escuchar las palabras de Eleazar en la mente de su padre.
__ No, no hace falta que os pongáis en semejante peligro.__ se apresuró a declarar éste cuando su amigo se ofreció a ayudarles.__ Ya buscaremos un modo de tratar con él, pues no conocemos sus motivos para visitarnos. Sí, no hay duda de que viene a vernos a nosotros; es demasiada casualidad que uno de ellos venga sólo un mes después de que encaráramos a los Vulturis. No te preocupes, amigo; luego hablamos.
__ ¿Qué ocurre?__ le preguntó Esme cuando colgó el teléfono.__ ¿Quién viene?
Carlisle miró fijamente a Edward, que respondió a la pregunta por él:
__ Uno de los emperadores.
Los demás vampiros se estremecieron y mostraron sus dientes lanzando fuertes gruñidos.
__ Eso explica que el don de Alice esté tan alterado.__ comentó Jasper.__ Las decisiones de un emperador tienen un fuerte impacto a su alrededor; son verdaderos puntos de inflexión.
__ No te preocupes por mí.__ le pidió su compañera a pesar de la fuerza con la que apretaba las mandíbulas.__ Sólo es una jaqueca muy fuerte.
De pronto, Jacob empezó a aullar lastimeramente.
__ Sam ha encontrado a Seth inconsciente en la playa.__ tradujo Edward.__ Dice que tenía pegado a su cuerpo el olor de un vampiro. Quiere que vayas a echarle un vistazo, Carlisle.
__ Iré inmediatamente.__ respondió el médico.__ Es muy probable que Seth se haya encontrado con ese emperador.
Bella sacudió la cabeza, tan confusa como Jacob y Renesmee. Nunca había oído hablar de que los vampiros tuviesen un, o más teniendo en cuenta que Edward había dicho “uno de los emperadores”, pero estaba claro que no eran una buena noticia.
__ ¿Quiénes son esos emperadores?__ le preguntó a su esposo.
__ Te lo explicaré más tarde.
__ Si sobrevivimos al encuentro.__ matizó Rosalie, ganándose una dura mirada del vampiro de pelo cobrizo.

Los Cullen decidieron acompañar a Carlisle por si se topaba con el emperador. Sólo Bella, Jacob y Renesmee se quedaron en la casa por petición de Edward.
__ Mamá, ¿va a ocurrir algo malo?__ le preguntó la pequeña a Bella, que no era capaz de quedarse quieta y se paseaba por el salón.
__ Esperemos que no, hija.
__ ¿Tienes miedo?
__ No, no es exactamente miedo lo que siento.__ respondió la vampiresa mientras se asomaba por la ventana y recordaba lo mucho que su hermano había adorado las tormentas antes de desaparecer en una de ellas hacía ocho años.
Permaneció observando la lluvia en silencio hasta que vio cuatro figuras que no tenían nada que ver con su familia acercándose a la casa.
__ ¡Jacob, espera!__ exclamó al notar que su amigo había percibido el olor de los intrusos y había salido de la mansión para enfrentarse a ellos.
Bella tomó a Renesmee en brazos y salió al porche a tiempo de ver como el metamorfo se abalanzaba sobre el más alto de los cuatro, que le causó una sensación de familiaridad a pesar de la distancia.
__ Necio.__ susurró el emperador mientras le daba a Jacob un capirotazo en su rostro de lobo.
Para sorpresa de Bella y Renesmee, aquel simple capirotazo envió volando al lobo contra la casa y le hizo atravesar una pared con su inmensa fuerza oculta.
__ ¡¿Te encuentras bien?!__ le preguntó Renesmee con horror.
Jacob asintió y volvió a abalanzarse sobre el emperador a pesar de que era evidente que debía de tener varios huesos rotos.
__ Eres un poco cabezota.__ comentó el líder del grupo, que había tomado una piedra del suelo para arrojársela.
Haciendo gala de una fuerza física impresionante, el emperador golpeó la piedra con el dedo índice y la mandó volando contra Jacob para perforar por completo su costado izquierdo.
Viendo que el emperador se acercaba a su amigo, que se retorcía en el suelo aullando de dolor, Bella le ordenó a su hija que se quedará en el porche y salió disparada para tratar de usar por primera vez desde que se convirtiera en vampiro su nueva fuerza para herir a alguien.
Sin embargo, el enemigo que había dejado en tan mal estado a Jacob se movió a tanta velocidad que su movimiento resultó invisible para los ojos de Bella, quien se vio repentinamente apresada por los brazos. Y aunque aún era no había pasado el año en el que su fuerza sería mayor que la de un vampiro antiguo, no pudo liberarse.
Fue en aquel preciso instante cuando Bella reconoció al hombre. Enmarcado por los largos cabellos que ella misma le había teñido de color plateado cuando era pequeña, el rostro de su hermano se encontraba a escasos centímetros del suyo.
__ Wonrei.__ susurró a pesar de la presión que éste ejercía con sus manos.
Los dorados ojos del vampiro se abrieron por la sorpresa al tiempo que sus manos liberaban a Bella de su fuerza.
__ Bella.__ susurró el emperador.
Los dos hermanos se miraron fijamente como si todo lo que le rodease hubiese quedado congelado en el tiempo. Justo en el momento en que Wonrei iba a hablar, los Cullen regresaron acompañados por la manada.
Dejándose llevar por sus instintos, el emperador apuntó a la tierra, que se estremeció y se resquebrajó ante la mirada asombrada de los recién llegados.
__ ¡Retirémonos!__ les ordenó a sus seguidores.
Pero Leah, furiosa por el estado en el que habían encontrado a su hermano, no estaba dispuesta a dejarles escapar y atravesó los escombros con la agilidad y velocidad que le caracterizaban para abalanzarse sobre la mujer cuyo olor rodeaba el cuerpo de Seth. No obstante, Licos se interpuso y la detuvo con una sola mano.
__ ¡Que loba estás hecha!__ se rió el hombre antes de darle un puñetazo en el estómago que la mandó volando contra un grupo de árboles.
Viendo que estaban siendo rodeados por los lobos y los vampiros, Wonrei apuntó una vez más al suelo, que explotó levantando una cegadora nube de polvo y escombros que cubrió su huida.
__ ¿Estás bien?__ le preguntó Edward a Bella, quien observaba fijamente el lugar por donde habían desaparecido los intrusos.__ ¿Te ha hecho algo?
__ No, no me ha hecho.__ respondió su esposa, confusa.__ Edward, ¿el vampiro de cabello blanco era ese…emperador?
__ Suponemos que sí ya que los demás le seguían fielmente. ¿Por qué lo preguntas?
__ Porque le conozco.
__ ¡¿Cómo es posible que conozcas a un emperador?!__ exclamó Carlisle con asombro.
__ Porque él…es…mi hermano.__ respondió Bella después de reunir el coraje suficiente para aceptar esa realidad.

__ ¿Es mi imaginación o te noto muy contento, Licos?__ le preguntó Lisa a su compañero mientras corrían esquivando los árboles.
__ No es tu imaginación.__ replicó Licos sonriendo.__ ¿No os parece que esa loba era muy hermosa?
__ No sabía que te gustaran las hembras tan feroces.__ se carcajeó Lisa.
__ Ya sabes que me gustan los riesgos.
Elena se colocó entre ellos y les preguntó:
__ ¿Sabéis por qué nuestro señor ha decidido retirarse? Nunca lo había hecho.
__ Creo que tiene algo que ver con esa vampiresa de antes.__ respondió Licos, quien también sentía curiosidad por el comportamiento de Wonrei.__ Me pregunto si hay alguna conexión entre esos dos.
__ Por supuesto que la hay.__ replicó Lisa.__ Esos dos son hermanos.
__ ¡¿Hermanos?!
Los tres compañeros se callaron al sentir la furiosa mirada del emperador y continuaron corriendo en silencio para no provocar su furia, la cual podía desencadenar grandes desastres.

 

IV​

Mientras tanto, Jane, Alec, Chelsea y Félix abandonaron Volterra y tomaron rumbo a Croacia para poner en marcha el plan de la primera, quien deseaba hacer pagar a los Cullen la humillación que habían sufrido por culpa de Bella y su escudo mental. Sabiendo que su maestro podría verse en problemas con los emperadores si participaba activamente en la vendetta que la menuda vampiresa estaba ideando, los cuatro habían decidido alejarse de Volterra y viajar al extranjero para evitar que los emperadores dirigiesen sus miradas hacia los Vulturis cuando la gente comenzara a desaparecer.
__ ¿Crees que funcionará?__ le preguntó Félix a Jane mientras conducía el coche, cuyas ventanas estaban pintadas de negro para bloquear la luz del sol.__ Cuando Victoria creó aquel ejército de neófitos en Seattle, éstos no lograron matar a los Cullen.
__ Victoria no buscaba destruir el aquelarre, sino a Bella.__ le recordó Jane.__ Esos neófitos sólo eran una forma de distraer a los vampiros y lograr abrir un camino hacia la chica. La muy estúpida se apresuró y dejó que los neófitos se lanzaran a luchar sin adiestrarlos y muchos de ellos murieron por las peleas internas.
__ Eso no ocurrirá en nuestro caso.__ añadió Chelsea.__ Usaré mi don para manipular los lazos afectivos de los guerreros y evitar que se maten entre ellos.
__ ¿Y qué haremos con los lobos?__ preguntó Alec, quien tenía sus dudas acerca de la eficacia del plan a pesar de que siempre apoyaba las decisiones de su querida hermana.__ ¿Y qué haremos si los demás aquelarres intervienen?
__ Nuestro ejército será tan grande que podremos atacar Forks y la reserva simultáneamente.__ respondió Jane con una sonrisa diabólica en su hermoso rostro.__ Los lobos tendrán como prioridad proteger a su gente y se olvidarán de apoyar a los aquelarres. Además, nuestros guerreros estarán lo suficientemente entrenados para poder competir con los vampiros más antiguos sin distraerse.
Era un plan perfecto. Por fin podría acabar con Bella, a la que nunca perdonaría por haber resistido su doloroso don, capaz de tumbar a un inmortal, siendo una simple humana.

Los daños que Jacob había recibido al enfrentarse contra el emperador eran mucho peores que los que sufrió al salvar a Leah durante la batalla contra los neófitos de Victoria y Carlisle se vio obligado a atenderle en su propia casa, pues trasladarlo podría agravar su situación. Los sonidos que provocó al romper los huesos mal soldados del metamorfo le trajeron muy malos recuerdos a Bella, quien no podía dejar de pensar en el frío y duro rostro de su hermano.
Leah también había recibido lo suyo, pues aquel hombre que se había interpuesto entre la vampiresa que había dejado inconsciente a Seth y ella había resultado tener una fuerza superior a la de un metamorfo. Por suerte para la joven Clearwater, aquel desconocido parecía haberse contenido a la hora de golpearla.
__ ¿Vas a contarme de una vez quiénes son esos emperadores?__ le preguntó Bella a su esposo.
Las dos manadas y Renesmee, los únicos aparte de Bella que no conocían la existencia de aquellos poderosos vampiros, aguzaron el oído para escuchar la historia.
__ Una vez te dije que los Vulturis son lo más parecido a la nobleza de nuestra especie. Los emperadores, sin embargo, son lo más parecido a dioses.__ explicó el lector de mentes.__ Los Vulturis actúan como si toda la autoridad recayese sobre sus hombros pero son los emperadores quienes se aseguran de regir nuestro mundo. Los rumores dicen que todos ellos poseen dones con los que los demás vampiros sólo pueden soñar y que sus facultades físicas son superiores a los de cualquiera de nosotros.
__ Incluso a los de un neófito.__ susurró Bella, que recordaba la facilidad con la que el emperador había detenido su ataque cuando se suponía que ella tenía más fuerza.
Edward puso mala cara al recordar a su esposa atrapada por el invasor y replicó:
__ Exactamente. Normalmente, los neófitos son más fuertes que cualquier vampiro anciano pero esa regla no se aplica si se enfrentan contra un emperador. Fue una locura que te abalanzaras sobre él sin conocer su poder. ¿O acaso sabías que se trataba de tu hermano?
__ Era imposible que lo supiera, Edward.__ respondió Bella con tristeza.__ Siempre pensé que mi hermano estaba muerto. Desapareció hace ocho años, cuando tomó un avión para ir a estudiar a Europa y una tormenta les pilló por medio. Nunca encontraron su cuerpo.
__ ¿Has oído eso, Nessie?__ le preguntó Jacob a la pequeña mientras le revolvía el pelo tratando de aguantar el dolor de sus huesos y su herida.__ Parece que tienes un tío desconocido.
__ Lo que debería preocuparnos es si ese emperador puede poner en peligro la seguridad de la reserva.__ gruñó Sam.
__ Es muy poco probable.__ respondió Carlisle cuando acabó de vendar el costado de Jacob con ayuda de Quil y Embry.__ Por lo que pude ver, esos vampiros no se alimentan de sangre humana. Los demás emperadores sí lo hacen pero el…hermano de Bella no parece seguir sus costumbres, al igual que sus seguidores.
__ ¿Y por qué ha venido a este lugar?
__ Supongo que el gran movimiento de vampiros que se produjo para defender a Renesmee de los Vulturis ha acabado llamando su atención.__ respondió el médico mirando a Edward, que negó con la cabeza.
__ No fui capaz de escuchar ni uno solo de sus pensamientos.__ respondió éste mirando a su vez a Alice y a Jasper.
__ Al tratarse de un emperador, no soy capaz de ver las consecuencias de sus decisiones.__ declaró la primera, quien todavía ponía muecas de dolor por las interferencias de su don.
__ Yo no logré percibir ninguna emoción proveniente del hermano de Bella.__ añadió Jasper.__ Parece como si fuera inmune a nuestros dones.
__ No es que sea inmune a vuestros poderes.__ dijo una voz femenina a través de la grieta que Wonrei había abierto arrojando a Jacob contra la pared de la casa.
Todos se volvieron y gruñeron al ver a las dos mujeres que acompañaban al emperador mirándoles desde los escombros.
__ ¡Tú!__ exclamó Leah apartando a sus compañeros de su camino y abalanzándose sobre Lisa, que se adelantó sonriendo y le sujetó el brazo derecho.
Una extraña sensación recorrió el cuerpo de la chica lobo pero no era por el dolor del esfuerzo; se trataba de una sensación de vacío, como si estuviese perdiendo su energía. Así mismo, la piel de su brazo derecho empezó a llenarse de arrugas.
__ ¡¿Qué me estás haciendo?!__ exclamó furiosa para ocultar el temor que el don de la vampiresa le inspiraba.
__ Si no te calmas, muchacha, absorberé toda tu energía y quedarás reducida a una simple anciana.__ le recomendó Lisa con aquella sonrisa burlona que siempre adornaba su rostro.
Para demostrárselo, la vampiresa liberó el brazo de Leah, cuya piel volvió a la normalidad a la vez que la sensación de debilidad desaparecía del cuerpo de la joven.
__ Hemos venido para hablar con Bella.__ informó Elena con algo de timidez.
De no haber sido por el color negro de su cabello, el color dorado de sus ojos y la inseguridad que reflejaba su rostro, Bella la habría confundido fácilmente con Jane por su apariencia de niña.
__ ¿Y qué queréis de mí?__ les preguntó tras desembarazarse del abrazo protector de su marido.
__ El emperador Wonrei desea hablar contigo en son de paz.__ respondió Elena.__ Ha dicho que te reúnas con él en la pequeña bahía donde casi te ahogas por culpa de la picadura de una medusa. ¿Lo recuerdas?
__ Sí.__ respondió Bella.
Recordaba muy bien aquel día porque fue a partir de entonces cuando Wonrei comenzó a burlarse de su increíble mala suerte. Y realmente había que tener muy mala suerte para encontrarse con una medusa solitaria en una bahía.
__ ¿Cómo podemos fiarnos de que se trata de una conversación pacífica?__ preguntó Edward con dureza, pues no se fiaba de la palabra del emperador al ver la violencia de su ataque.
Elena ignoró su pregunta y se acercó a Jacob para colocar sus manos en su torso, transmitiéndole una extraña sensación de alivio al hacer desaparecer el dolor. Al cabo de unos minutos, Carlisle descubrió con asombro que todos los huesos del chico Black se habían soldado a la perfección y que la perforación había desaparecido por completo.
__ A las once de la mañana, en la bahía.__ le recordó Lisa a Bella antes de salir corriendo junto con su compañera y desaparecer en el bosque.

 

V​

Mientras Elena y Lisa cumplían el encargo su encargo de comunicarle a Bella su deseo de hablar con ella en la bahía donde solían bañarse cuando eran pequeños, Wonrei observaba aquella misma playa levantando grandes remolinos de arena con su don.
__ Te noto bastante alterado, compañero.__ dijo Licos, quien se encontraba reuniendo leña para hacer una hoguera, pues el emperador podía llegar a jugar de un modo bastante violento con el tiempo cuando estaba nervioso.__ ¿Tiene algo que ver con el hecho de que esa chica sea tu hermana?
Se vio obligado a abandonar la posición que estaba ocupando en ese momento para evitar saltar por los aires del mismo modo que lo hizo la arena al recibir de lleno el efecto del don del emperador, cuyos ojos habían perdido su brillante color dorado y se habían oscurecido.
__ ¡Lo que menos me esperaba cuando decidí venir a este lugar era encontrarme con mi hermana!__ exclamó Wonrei mientras su don hacía que el cielo fuese atravesado por rayos y relámpagos.
__ Eso está claro.__comentó su amigo tumbándose junto al montón de troncos con expresión burlona.__ No creo que sea tan raro que te encuentres con ella cuando los dos nacisteis cerca de aquí.
__ La última noticia que tuve de mi familia fue que mi madre abandonó a mi padre y se fue a vivir a Phoenix llevándose a mi hermana con ella.__ replicó Wonrei, más irritado por la actitud pasota de Licos.__ Además, a Bella nunca le ha gustado el clima de Forks porque prefiere los climas más cálidos y secos; es en lo único en lo que nunca nos hemos puesto de acuerdo.
Licos no tuvo tiempo de sentir pena por la historia de los dos hermanos al sentir un gran escalofrío recorriendo su cuerpo.
__ Esto, Wonrei...., ya sé que estás pasando por una crisis emocional pero....¿podrías encender el fuego?
El emperador resopló y le lanzó una mirada asesina a la acumulación de troncos, que tembló durantes unos segundos antes de estallar en intensas llamas. Sabiendo que lo próximo que su amigo le pediría sería comida, buscó por el cielo hasta que encontró una gaviota luchando contra el fuerte viento y utilizó su don para detener el corazón del ave, fulminándola al instante y haciéndola caer del aire.
__ Muchas gracias.__ dijo Licos mientras cogía la gaviota y la colocaba en el fuego para que se asara.__ Volviendo al tema de su hermana, ¿no te sientes contenta de haberla visto otra vez después de los ocho años que han pasado desde tu conversión?
__ La verdad es que no sé que pensar.__ susurró Wonrei frotándose los ojos como si estuviese muy cansado.__ Me he alegrado de verla pero llevo tanto tiempo siendo emperador de los vampiros que me parece que ya no soy capaz de sentir de la misma forma.
__ Y el hecho de descubrir que tu hermana también se ha convertido en una inmortal no te ha ayudado mucho.__ añadió Licos como si fuese un entendido en la materia.
__ ¿Es que ahora eres mi psicólogo?__ le preguntó su irritado amigo.
__ Y es por eso por lo que quieres que Bella se reúna contigo mañana.__ continuó hablando Licos ignorando el tono molesto del emperador.__ Para aclarar tus sentimientos con respecto a esta situación.
Wonrei suspiró, totalmente desarmado al saber que las palabras de su compañero sólo contenían la pura verdad a pesar de que eso no hacía que le hiciesen sentir incómodo. A modo de venganza contra Licos, le preguntó:
__ ¿Vas a intentar seducir a esa chica lobo?
__ Por supuesto.__ respondió su amigo con orgullo mientras tomaba el ave asada del fuego y le arrancaba un ala de un bocado.
__ No parece ser alguien fácil de tratar.
__ ¡Mucho mejor! Las mejores presas son las más difíciles de conseguir.
“No hay manera de incomodarle.” pensó el joven del pelo plateado al ver la actitud completamente relajada de Licos.

Sintiendo que la tormenta que cubría la tierra era un reflejo de su estado emocional, Bella permanecía asomada a la ventana, luchando por controlar los nervios que la consumían ante la perspectiva de volver a encontrarse con su hermano al día siguiente; ni siquiera el don de Jasper lograba calmarla.
__ Te lo pido una vez más, Bella; no vayas.__ le suplicó su esposo.
__ Y yo te repito una vez más, Edward, que tengo que hablar con él.__ replicó la chica, cabezota como sólo ella podía serlo.__ Tengo que saber qué le ocurrió y cómo llegó a ser un emperador. Además, Lisa y Elena nos han asegurado que Wonrei no tiene intención alguna de dañarme así que...
__ ¡Eso no lo sabes!__ exclamó su esposo.__ ¡Me extraña que pienses que alguien que ha demostrado semejante fuerza ofensiva cumplirá su promesa de que no te hará daño!
__ Bella, sabes que siempre he sido el primero en apoyarte en alguna locura arriesgada pero creo que Edward tiene razón.__ dijo Jacob, que jugaba con Renesmee tras haber sido curado mágicamente por Elena.__ Incluso yo reconozco que hay algo en tu...en tu...hermano que inspira verdadero temor; y eso que yo no me asusto fácilmente.
__ Wonrei es mi hermano y nunca me haría daño.__ replicó Bella, que no lograba comprender la razón por la que todo el mundo se mostraba tan reticente de permitirle ver a una de las personas que más quería en el mundo.
__ Sabemos que es tu hermano, Bella, pero no sabemos hasta qué punto ha podido cambiar tras haberse convertido en vampiro y en emperador.__ opinó Carlisle con sabiduría.
__ Wonrei no tiene ninguna mala intención.__ afirmó Bella, cuya visión fue cubierta por aquella niebla roja que la había dominado en los días posteriores a su transformación.
A esas alturas, si todavía fuese humana, ya se habría echado a llorar por la irritación que le estaba causando el hecho de que todos estuviesen en su contra; parecía que nunca iban a dejar de tratarla de ese modo tan sobreprotector.
Por enésima vez desde que descubriera la verdadera naturaleza de Edward y su don, Bella agradeció la existencia de ese escudo mental que protegía sus pensamientos de cualquier intrusión por parte de su marido y de cualquier otro vampiro que pudiera afectar de algún modo a su mente. La razón era que sabía que el don de Wonrei, que ya se manifestaba con fuerza cuando era un adolescente, había llegado a hacer daño a los niños que se habían metido con él, llegando a provocar graves accidentes que habían desembocado en extremidades rotas, hemorragias y, por desgracia, estados de coma. No le gustaba reconocerlo pero Wonrei podía ser peligroso si se le obligaba a serlo.

La esperanza de Bella por encontrarse al día siguiente se fue desvaneciendo a medida que le quedaba clara la determinación de su familia por detenerla antes de que se metiese en una situación peligrosa. Sin embargo, Seth, recuperado de la extraña inconsciencia en la que había sumido Lisa y presentando, para sorpresa de todos, varios mechones de cabello llenos de canas, escuchó la problemática de la situación y propuso que Bella acudiera a la cita con su hermano siendo vigilada por los demás; Bella a punto estuvo de matarlo de lo fuerte que lo abrazó, pues Edward tuvo que aceptar a regañadientes del joven Clearwater era buena. Incluso Jacob decidió que movilizaría a la manada y se pondría de acuerdo con Sam para coordinar la operación.

Una vez se hubo tomado la decisión y se hubieron formalizado los preparativos, el tiempo pasó con extremada lentitud hasta que llegó la hora de la reunión. Acompañada por su hija y, naturalmente, por Jacob y Edward, Bella recorrió corriendo el camino hacia la bahía mientras las dos manadas de metamorfos y los Cullen vigilaban sus espaldas, listos para entrar en acción si hubiera algún indicio de peligro.
Al llegar a la bahía, se hizo evidente que el emperador ya se encontraba allí, pues una zona de la playa, donde se encontraba el vampiro de cabello plateado, estaba cubierta por una fuerte lluvia mientras la otra, la zona donde se encontraría Bella, se encontraba iluminada por un sol para nada normal en aquella parte del país.
“Lo has preparado para mí, hermano.” pensó Bella sonriendo. “A mí siempre me ha gustado la luz del sol y su calor; a ti te gusta la frialdad de la lluvia y el resplandor de los rayos.”
Al otro extremo de la playa, su hermano sonrió como si hubiese escuchado sus pensamientos. Daba igual lo que dijeran los demás, aquella sonrisa le indicó a Bella que ella estaba en lo cierto; su conexión era tan fuerte como lo había sido en su vida humana.