No recuerdo nada antes del principio, es un pensamiento algo erróneo creo. La verdad es que aquí estoy, sin nada ni nadie. No comprendo si existe algo más allá de la soledad o de la compañía de mis mascotas. La verdad, ni siquiera sé porque comencé, solo recuerdo mi comienzo, y el nacimiento del que sería mi compañero estricto durante todo esto: la supervivencia. Cap 1. - Camino. Recuerdo el vació, extrañamente eso no se olvida, recuerdo que el viento me soplaba en la cara y que la tranquilidad me siempre estaba presente, algo extraño, reconfortante, un sentimiento que no se olvida, pero que no puedes sentir nuevamente. Cuando la luz choco violentamente contra mis ojos el sentimiento fue doloroso pero creo necesario. Y ahí estaba, sin nada, ni nadie, no se cual sería mi meta aquí o si es que si quiera existe uno… ¿el tiempo será la respuesta? No lo sé, pero el sentimiento es fuerte, instintos básicos creo. Un árbol se cierne sobre mí, me da sombras por los pies, me levanto, lo siento, es la madera verdadera, es el suelo que piso verdadero, es el frió verdadero, el calor, el hambre, todo lo es, pero durante todo este tiempo, ¿qué no fue verdadero? La madera es débil, algunas ramas pueden ser cortadas son mis manos, algunos troncos ya están a caer, algunos ya podridos, otros más fuertes y robustos. Las ramas más delgadas me pueden servir como cuerdas. Y listo, ya está, no sé lo que es, pero creo que de momento me sirve, dos ramas de tamaño mediano me sirven para sostener un pedazo de tronco mucho más grande, pesado, resistente. Todo esto unido por las pequeñas ramas flexibles. Mis manos no soportan mucho, están cansadas y el objeto se cae, recuerdo ese momento. -¡¡¡Me cago en todo!!!- Mis pies sufren de ello, una superficie de piedra no ayuda a esparcir el dolor. –Maldita mierda.- Creo que la evolución se debe a los errores y desastres, pues fueron las pequeñas astillas de piedra en mi pie lo que me hizo darme cuenta de algo, la piedra es más fuerte que la madera, pero puedo cortarla en partes pequeñas. Sonará extraño, pero si, la primera idea que se me vino a la mente es tomar fuerte esos pedazos de madera con forma irregular entre mis manos y azotarlas contra una hendidura en la piedra. *Crack* nada *Crack* nada *Crack* ¿el intento valdría la pena? Era algo que no pensaba en ese entonces: el instinto, mi amigo y mi compañero.