Super Girls

Hola amigos lectores, hoy les presento un nuevo fic de pokemon, Super girls. La historia va mas o menos asi: Pasaron varios años desde que las acompañantes de Ash Ketchum (Misty, May, Dawn) iniciaron su aventura, y la vida las llevó a encontrarse en Ciudad Azafrán, mientras cursan la universidad, y no todo girará en torno a los pokemon. Solo les puedo decir que esta será una historia muy diferente a lo que estan acostumbrados a leer sobre Pokemon, y espero contar con todo su apoyo.

1: Adelante Súper girls

En el centro de la Ciudad azafrán, en la región Kanto, una chica y un chico charlaban amorosamente, ella tenía dieciocho años, su cabello era corto, casi anaranjado, delgada y sin ninguna gracia aparente, él parecía tener veinte, era alto y muy elegante, sus palabras eran las correctas, su actitud la indicada, la forma tan arrogante de acortejar del muchacho hubiese funcionado con cualquier otra chica, pero ella no era como cualquier otra
-Vamos, dame un besito, lo estás deseando -proclamaba el chico, mientras tomaba la cintura de la muchacha, seguro de su victoria.
Un carterazo en la cabeza fue lo que recibió como respuesta
-Las manos te las metes en el culo.

Rodeada por una multitud, la pelirroja comenzó a decir toda clase de insultos al humillado galán que en ese momento estaba de rodillas en el suelo, atónito por semejante conventillo, pero el lió no quedaría allí, dos chicas mas llegaron y se unieron a la concurrencia, y con actitud desafiante se acercaron a la pelirroja
-¿Que le estás haciendo a mi novio? -cuestionó una de ellas
-Cierra la boca payasa... ¿acaso no sabes quien soy? -expresó enfadada quien ahora estaba siendo atacada, al menos de palabra
-Ni lo sé, ni me importa, voy a defender a mi hombre
-Tienes valor nena, pero eso no va a alcanzarte para vencerme, yo soy Misty, maestra pokemon de agua, y la chica numero uno en la universidad de Ciudad azafrán.
Alguien tocó el hombro de Misty, era un joven alto, delgado, tendría unos veinticinco años de edad, no era ni atractivo ni feo, pero algo en él llamaba la atención, era su uniforme de policía, era evidente que el vozarrón de la pelirroja llamaría la atención de las autoridades
-Acompáñame a la comisaría -susurró el uniformado.
Y ante un escándalo se llevó a la muchacha.

Ya dentro de una pequeña oficina decorada al estilo minimalista, el hombre comenzó a dar un sermón sobre el respeto a las reglas y todo eso, realmente estaba harto, Misty se metía en problemas a diario y él, como su primo, siempre salía defenderla, pero mientras el policía seguía hablando, la chica solo miraba al techo y sentada en una silla, se mecía para adelante y para atrás
-¿Pero por que no me escuchas? - indagó enfadado el agente de la ley
-Ya basta, es cierto que tus padres se hicieron cargo de mí tras el ataque de los rocket que se llevó a mi familia, pero yo no voy a seguir sus sueños de ser policía, yo tengo mis propios sueños.
La puerta de la oficina se abrió de repente, y otra muchacha ingresó, tenía la misma edad de Misty, su cabello era castaño claro y sus ojos de color zafiro derrochaban belleza
-Hola Yamato, te traje el almuerzo exclamó la joven mientras entregaba una pequeña cajita al agente
-May, que hermosa sorpresa -señaló el hombre, con sus mejillas ruborizadas.
May y Yamato llevaban tiempo estando juntos, ella tras ver que lo de los concursos pokemon era una gran farsa que solo servía para lavar dinero cayó en un pozo depresivo y se volvió delincuente, pero con amor y respeto, Yamato la había podido sacar del camino negro
-¿Van a estar todo el día así? -inquirió Misty mientras observaba a los tórtolos acariciarse
-bueno, pues, debo ir a patrullar, por esta vez te dejaré ir pero la próxima... -expresó Yamato y dejó a las dos chicas charlando.

En una cafetería de la ciudad, Misty y May charlaban sobre un montón de cosas sin sentido, cuando vieron pasar por la calle a una hermosa muchacha de mirada triste
-¿No es esa Dawn? -cuestionó May mirando a la muchacha de cabello azul que se alejaba
-Si, no ha quedado bien desde que supo lo de la homosexualidad de Kenny y ahora se oculta en los libros... A mi me conviene - comentó Misty que cada tanto se aprovechaba de la inteligencia e inocencia de la oriunda de Hojas gemelas, compañera en la universidad
-Vamos a buscarla -exclamó May, y ambas dejaron el bar.
Caminaron por largo rato, y aunque no la encontraban las chicas no perdían el tiempo y coqueteaban con los muchachos que se cruzaban, aunque solo lo hacían por diversión, de pronto la vieron, estaba mirando unos vestidos en un a vidriera
-Hey, Dawn -gritaron ambas
Pero al verlas, la chica comenzó a correr, parecía que estaba ocultando algo
-A mi no te me escapas -expresó Misty y aceleró el paso, dejando a tras a May.
Después de un buen rato de carreritas, Misty y Dawn se encontraron cara a cara, la originaria de Sinnoh se veía muy cansada
-¿por que me persigues?
-Es que antes éramos tan amigas y ahora ya casi ni me saludas... ¿que ha pasado?
-cambié, eso es todo -exclamó triste la joven de cabello azul y siguió su marcha.

Nuevamente reunidas, Misty y May siguieron caminando por la ciudad, comprando accesorios y todo eso hasta que se cruzaron con dos jóvenes bastante guapos, uno era Rey, el numero uno en la universidad, ortografía perfecta, bueno en deportes, ya saben, un sueño, el otro era Ryu, casi tan lindo como el primero, solo que un poco menos arrogante. Al verlos, Misty se acercó fascinada, hacía rato que ella quería andar con él, no porque le gustase, si no para ser la envidia de las otras chicas
-Hey chicas, que cuentan -exclamó Ryu, con su hermosa sonrisa
-Andábamos dando vueltas... ¿y si nos invitan algo? -expresó Misty
"no da puntada sin hilo" pensó Rey
-Vamos, vamos gritó Ryu, quien sentía cosas por Misty
pero ella desistió cuando vio a Dawn nuevamente, pero esta vez, lucía mas triste, incluso parecía estar llorando, así que fue en su búsqueda, cuando la encontró, le pidió a gritos que le cuente todo lo que estaba ocurriendo, y la chica habló, al parecer había comenzado a andar con un tipo al mas grande que ella, y con palabras dulces y mentiras y la había llevado a un callejón e intentó propasarse, pero la chica a duras penas pudo escapar, el problema era que ese hombre la estaba persiguiendo, quería su premio.
Un viejo apareció frente a las chicas, tenía cuarenta años, su olor a alcohol podía sentirse a diez metros de distancia, su mirada era sucia, la de un pervertido
-Ahí estás hermosa, vente con papi -expresó.
Dawn temblaba, no podía hacer nada, más que llorar
-eres un desgraciado, andar aprovechándote de las niñas inocentes... Te mereces lo peor -gritó Misty y saco a un Starmie, su pokemon estrella
Pero el tipo ni se enteró y liberó a un Craudant y un Absol
-Jajaja, te llevo ventajas -exclamó entre tosidas el viejo, y era cierto, pues Misty solo llevaba consigo a un pokemon
-ella no está sola.
La voz de Dawn se oyó firme, como hacía tiempo no se escuchaba, y con maestría sacó a pelear a un Leavanny
-¿Como en los viejos tiempos? -indagó Misty, con una sonrisa
-Si, amiga, como en los viejos tiempos -respondió la chica de cabello azul.
No es necesario describir lo que pasó con el viejo y sus pokemon, basta con resumir que el hombre terminó detenido por Yamato, quien andaba patrullando esa zona, por otro lado, Misty, May y Dawn, se reunieron nuevamente, una gran historia estaba por dar comienzo.


Quiero aclarar que soy nueva en FFL, asi que cualquier consejo será bienvenido.