Sueños rotos

Sir Van Lapin · 22 Mayo 2012

Sueños rotos

—Sólo cinco vueltas más —nos decía el entrenador mientras completábamos la cuarta vuelta.

—Daniel, tienes que hacerlo como lo hace Derek —le gritaba a uno de mis compañeros.

Daniel era uno de mis compañeros del club de natación y uno de los seleccionados para las competencias al igual que yo, no es por que lo diga yo pero no es tan buen nadador como yo, sus números lo comprueban, a el le molesta que el entrenador lo compare conmigo, pero no es mi culpa y yo no puedo hacer nada para evitar eso, creo que por eso me odia.

Cuando estoy dentro del agua siento como si estuviera en mi habitad natural, me siento mas veloz que nadie, siento que todo lo puedo hacer y que nada es imposible para mi.

Daniel estaba codo con codo en la última vuelta cuando me llego esa descarga de adrenalina, pude nadar más rápido para ganar y llegar primero.

Una vez terminado el entrenamiento fui a cambiarme a los vestidores del gimnasio, era el primero y parecía que no había nadie más, pero eso no era así.

—Si el no estuviera aquí yo seria el as del equipo —le decía Daniel a Carlos mientras azotaba la puerta de su casillero.

—Serias has dicho, pero no es así, no te queda mas que conformarte con el segundo puesto —le dijo riendo Carlos al tiempo que tomaba su mochila y se retiraba.

—Pero eso no será por mucho tiempo y yo mismo me encargare de ese asunto —le contestó a Carlos de una forma un tanto sospechosa.

Espere a que se fueran para ir a mi casillero; estaba terminando de secarme cuando el entrenador apareció.

—Derek, sigue así y con los números que tienes es casi seguro que serás llamado para los juegos nacionales —me daba las buenas noticias mientras me daba una palmada en el hombro.

—Gracias tratare de seguir como hasta ahora, mi meta es llegar a las nacionales —le exprese mi emoción sobre la noticia que me había dado.

Una vez hube terminado de guardar las cosas en mi mochila salí a la terraza que estaba junto a la piscina, me recargue en el barandal pensando sobre lo que Daniel había dicho, cuando de repente sentí como alguien me empujó, no me dio tiempo de agarrarme del barandal, caería desde un segundo piso y no había nada que pudiera hacer para evitarlo.

Cuando mi cuerpo toco el piso sentí como mi espalda se rompió y a causa del golpe escupí algo de sangre, la intensidad del dolor era tan insoportable que solo vi la cara del autor del crimen sonreír y escuche lo gritos de una chica que pasaba por ahí, fue lo ultimo que pude percibir antes de perder por completo el conocimiento.

No se cuanto tiempo habrá pasado; desperté en un cuarto de hospital, había muchas maquinas conectadas a mi, en la habitación solo estaban mis padres y un doctor; el doctor les murmuró algo al instante mi madre rompió en llanto, eso no me daba ningún buen presentimiento, me quise incorporar pero el doctor llamó unas enfermera para que lo evitaran, una enfermera me detuvo mientras la otra me inyectaba algo, era un sédate pues al poco tiempo quede dormido.

Cuando volví a despertar era de día, mi madre estaba junto a mi cama, se le veía que había llorado toda la noche, en ese preciso momento iba entrando mi padre.

—¿Qué es lo que tengo? —me apresure a preguntarle sin dejarlo antes hablar a el.

—Nada grave hijo, lo doctores dice que pronto estarás bien, no te preocupes —me respondía tratando de contener la lagrimas.

—Yo se que eso no es verdad ayer vi cuando el doctor hablo con ustedes y como mi madre rompió en llanto, te lo suplico dime la verdad —rogué a mi padre con la grimas en los ojos, ya sabía que algo andaba mal.

—Esta bien, tarde o temprano te habrías enterado, haz perdido la movilidad de la cadera hacia abajo, nunca mas volverás a nadar —decía mi padre mientras las lagrimas salían de sus ojos.

La noticia era fuerte, no me lo creía, trate de mover mis piernas pero no había respuesta…era verdad, mis sueños se habían roto al igual que yo, y no había nada que pudiera hacer, ya nunca mas podría hacer lo que me fascinaba, nunca mas podría sentir esa sensación de velocidad bajo el agua; todo había terminada para mi.

Al día siguiente de enterarme que nunca mas volvería a nadar, todo el equipo de natación excepto Daniel estaba en la habitación, todos diciéndome cuanto sentían mi accidente y estado actual y que esperaban que pronto saliese del hospital.

Todo eso me hacia rabiar, solo estaban ahí para sentir lástima por mi un invalido mas en el mundo, solo estaban por compromiso nada mas.

—¡Largo de aquí no necesito su lastima!, no necesito nada de ustedes lárguense ya —les gritaba para que se fueran, su sola presencia me molestaba de sobremanera.

Después de ese día pase todavía un mes en el hospital, no faltaba día sin que recibiera una visita mostrándome su lastima, me enfurecía y los corría a todos de la misma forma no me gustaba nada como me miraban, todos era iguales no había nadie que no me viera con lastima.

Esas mirada mi hacían sentir mas inútil de lo que ya me sentía, solo hacían que me sintiera peor.

Una vez que Salí del hospital y regrese a la escuela, ya no era el de siempre, ahora era reservado y callado, no me habría hacia nadie, siempre estaba solo, en clases ponía poca atención, a causa de eso mi rendimiento académico bajo mucho, ya nada ni nadie me interesaba, ya no tenia sentido mi vida y sabia como tenia que terminar lo que la caída no hizo.

Un día de tantos que asistía al instituto, estaba aburrido pensado que hora seria mejor para mi suicidio, como seria y como reaccionarían las personas; terminaron las aburridas clases y me dispuse a ir a la piscina, estuve un rato viendo la azul y tranquila agua, hasta que por fin lo hice.

Me avente hacia la piscina con todo y silla de ruedas, hice un aterrizaje estrepitoso que hizo salpicar mucha agua, esa sensación era nostálgica, sentir el agua rodeando mi cuerpo, disfrute el momento, después me relaje para que el agua hiciera su trabajo y terminara con mi vida.

Kei · 22 Mayo 2012

Supongo que aun disfrutando esa agua azul, sintió el dolor de una muerte lenta y ahogada, ¿no?
Yo creo que pudo haber terminado de otra manera, de esta manera sólo nos muestras que aun con dificultades, siguen más. Y creo que esa es una mala moraleja.
A mí me hubiera gustado ver cómo se superaba a sí mismo y cómo le demostraba a ese tal Daniel que aún sin piernas, él es mejor.
Tuviste muchos fallos, te comiste letras, falta de acentos y de narración. (se escribe lástima, no las tima)
Creo que dio un mal final, esperaba más de Daniel, ¿sabes?

Por cierto, en los inicios lo muestras todo un egolatra y presumido (¿por qué será?)

Soy el mejor de todos, yo soy el mejor, y no se puede evitar, así soy yo y así nací <---- ¿EH? Qué mal protagonista intentando parecer bueno.

Buena trama, eso sí. Mal final desafortunadamente.

Me hubiera gustado además saber de todos los personajes y conocerlos mejor, creo que también faltó eso.
Por cierto, describiste mal la parte de la caída, no la entendí del todo.

Sin más, sigue así. Vas mejorando.
:3!

BladeDraco · 22 Mayo 2012

Un final diferente al cliché al que nos tiene acostumbrados. Uno pensaria que el chico de alguna manera recupera las ganas de vivir y hace algo, pero no. En tu relato solo se rinde, un mensaje de motivacion y de ganas de vivir seria más adecuado,pero, por tu parte nos muestras una trizte realidad, el sentimiento de impertinencia(Si existe la palabra) y ese hoyo en tu corazon que se abre cuando ocurren cosas a si. Un relato muy bueno en cuanto a narracion, desarrollo y una inmejorable trama. Es emocionante leer este tipo de relatos la verdad, muy bueno y muy trizte en mi opinion...aun a si, gran historia...

Niné. · 23 Mayo 2012

Hola, Donnito.

Bueno, Kei te lo ha dicho previamente: sí tuviste varios errores.

Técnico

Lo primero que noté fueron los diálogos: Muy flojos, y apenas desarrollados; además de el exagerado uso de "le, les, me..." antes del verbo del habla. Esto:

—Gracias tratare de seguir como hasta ahora, mi meta es llegar a las nacionales —le exprese mi emoción sobre la noticia que me había dado.
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No digo que usarlos sea un error, pero en algunos -por no decir la mayoría- de los casos en tu escrito, resultan innecesarios, y cansa.

Segundo, te olvidaste completamente de los Él/El:
[Rápida explicación] EL, no hay mucho que decir, artículo masculino definido. -Ej: El domingo quiero ir al cine.-
ÉL, pronombre personal, tercera persona en singular. Úsalo cuando el la persona, cosa u animal no se encuentre explícitamente en la oración; no obstante se siga refiriendo a él (la cosa, persona u anima) -Ej: Él no me agrada nada.

Tercero, no acentuaste varios verbos en pretérito, pretérito imperfecto:
Pretérito: Casi siempre termina en sílaba aguda, acabada en vocal; se acentúa. Ejemplos de verbos en pasado que deben ir acentuados: Comí, bebí, pasé, pensé, tragó, habló, etc.

Pretérito imperfecto: En pocas -muy pocas- palabras, cuando el verbo sin conjugar termina en -er, -ir; se acentúa.
Temer: temía, temías, temíamos, temían.
Vivir: vivía, vivías, vivíamos, vivían.

Aparte, hubo varias veces en las que primero utilizabas verbos en pasado, luego en presente, o luego en pretérito imperfecto. Eso es de mal gusto, y estoy segura de que tú podrías haberlo evitado.

Las coma y puntos: Igual no fueron muuchos errores en las comas, pero si hay algunas mal colocadas, ausentes o de sobra. En los puntos, predominó que usaban coma en vez de ello, cosa que hacía que la idea no quedara clara.
Te recomiendo que leas siempre tus historias en voz alta, eso te puede ayudar muchísimo.

Los "mí, mi y mío": Hay que recordar que cuando no lleva acento, se le asigna a un determinante posesivo, en primera persona, masculino o femenino. -Ej: Mi mamá no me quiere dar mi regalo, mi casa es pequeña, etc-

El mí (acentuado), es un pronombre personal en primera persona singular. Serían: de mí, para mí, por mí, sin mí. -Ej: Él lo hacía por mí.

Mío/mía: Pronombre posesivo, masculino o femenino. Cuando una persona, cosa o animal pertenece a la persona que presenta la oración. -Ej: La tarea era mía.-

Algunas ideas las dejaste en el aire, secas.
No divagues, algunas veces es bueno darle al lector un espacio para imaginarse ciertas situaciones o características, pero como por ahí dicen: todo exceso es malo. Sugiero que reafirmes más tus ideas, des más detalle y no dejes cavos sueltos.

Trama

En sí es buena; y creo que puedo afirmarlo, pero no suelen verse mucho este tipo de temas. Me parece interesante, y realista hasta cierto punto -me refiero al suicidio de Derek-, puesto cuando algo te apasiona de verdad, y lo pierdes, no quedas tan cuerdo como otros podrían pensar, y menos si eras el mejor.

Ahora, ¿por qué Derek no dijo nada de Daniel? Estuvo enojadísimo por lo de su cadera, y tan desesperado como para suicidarse, ¿pero no acusó a Daniel?

Y otra cosa es que es realmente raro que una persona que haga ejercicio esté así de loca, el ejercicio suele liberarte; y en cierta manera Daniel no podía pedir más, ¡en realidad, era bueno en la natación! Si bien no el mejor, iba en buen camino.

Mi mayor recomendación: Date tiempo para publicar. La mayoría de los errores, me atrevo a decir, pudiste haberlos evitado fácilmente, si hubieras dejado unos días sola a tu historia, y una vez pasado ese lapso, releerla; así tendrías mayores oportunidades de encontrar fallos.

Saludos. :D

Tubbiefox · 24 Mayo 2012

Agente Kei, agente Sir Missis Mister Moustache, yo me encargo desde aquí 8D.

Pero queda poco que decir. Hablemos de los diálogos :3

—¿Qué es lo que tengo? —me apresuré a preguntarle sin dejarlo antes hablar a él.

—Nada grave hijo, lo doctores dicen que pronto estarás bien, no te preocupes —me respondía tratando de contener las lágrimas.

—Yo sé que eso no es verdad, ayer vi cuando el doctor habló con ustedes y cómo mi madre rompió en llanto; te lo suplico, dime la verdad —rogué a mi padre con lágrimas en los ojos, ya sabía que algo andaba mal.
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¿Lloraba? Leí el diálogo y ni se me cruzó por la cabeza que podía estar llorando. Pero yo debí de saber que lo estaba haciendo antes de que terminara de hablar. Se acostumbra siempre escribir el diálogo y acotarle todito después, a veces dejar la acotación para el final puede afectarte con la expresión de emociones del personaje. Hubiera quedado mucho mejor que pusieras vos, como narrador, que él sabía que algo andaba mal antes de que comenzara a hablar. Hacer una pausa entre el diálogo y colocar que lloraba desde ahí; acabar el diálogo y poner la reacción del padre, y si es posible una acotación más del niño. No es sólo diálogo a la izquiera y acotación a la derecha. Van a haber momentos que te vas a ver obligado a poner cosas antes, después y entre de lo que dicen. Esto tiene un mejor efecto porque así vamos sintiendo y comprendiendo al personaje paso por paso, y no de forma brusca sólo al final.

—Si él no estuviera aquí yo sería el as del equipo —le decía Daniel a Carlos mientras azotaba la puerta de su casillero.
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—Serías has dicho, pero no es así, no te queda más que conformarte con el segundo puesto —le dijo riendo Carlos al tiempo que tomaba su mochila y se retiraba.
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Aquí trataremos dos cosas:

—Formato verbo de habla-acción: "Dije mientras...", una de las formas más básicas de narrar. Ponerlo un par de veces no es malo, pero luego se te repiten un montón y no te das cuenta, por eso es mejor evitarlo lo más que podás. Te limitan también un poco, hay más cosas, y a veces más importantes cosas, que se pueden acotar entre diálogos que acciones.

—Introducir con un verbo de habla: “Hola”, dije. Casi nunca es necesario ponerlos, pero sí es buena forma para definir quién habla. El problema es similar al de arriba: queda feo estarlos leyendo cada vez que hay un diálogo. Se vuelven repetitivos y molestos, y delatan falta de habilidad para redactar.

—Gracias, trataré de seguir como hasta ahora. Mi meta es llegar a las nacionales —le expresé mi emoción sobre la noticia que me había dado.
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Si no tenés nada más que decir aparte de que el personaje habló, que es obvio, porque hay un diálogo, es mejor no decir nada.

Escribimos cosas como «“Hola”, saludé», para definir quién está hablando. Pero si ya se sabe quién habla, y ponés que saludó al decir hola, queda tan redundante que es innecesario. Lo mismo aquí, redunda. Sí aportó que estaba emocionado por la noticia, pero te alargaste mucho con la frase innecesariamente.

—¡Gracias! Trataré de seguir como hasta ahora. Mi meta es llegar a las nacionales.

Y continuás abajo con la narración. No es necesario escribir a la par de todos los diálogos.

~

Yo creo que pudo haber terminado de otra manera, de esta manera sólo nos muestras que aun con dificultades, siguen más. Y creo que esa es una mala moraleja.
A mí me hubiera gustado ver cómo se superaba a sí mismo y cómo le demostraba a ese tal Daniel que aún sin piernas, él es mejor.
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¿Y que viva feliz para siempre? Se convierta en el mejor nadador sin piernas del mundo y se case con su mejor amiga de la que siempre estuvo enamorado porque también superó el miedo de decírselo, y luego tuvieron muchos hijos perfectos con piernas sanas y siguió así hasta que el mundo se arregló, todo gracias a él <3.

Fue una buena idea que ocupó más desarrollo y palabras. Cuando al final habrá una muerte, y querés que impacte, vas a ocupar desarrollar bastante. Me pareció buen toque que muriera ahogado :B. Sólo un poco extraño, para mí que debió flotar, y le hubiera costado más matarse por ello. A menos que estuviera pegado a silla, con un cinturón o algo así... Finales como estos ocupan descripción al máximo.

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