One-shot de Inuyasha - Sonrisas. | InuYasha & Kagome.

Sonrisas
―Inuyasha & H. Kagome―

Inuyasha miró su té y pensó entonces, que tal vez ser un hanyō no estaba del todo mal.

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Disclaimer:
InuYasha © Takahashi Rumiko
Sonrisas © Adilay Fanficker. | Azidahara Himelric.
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Advertencias: Una que otra palabrota. | Quizás Inuyasha me salga un poco con OOC pero nada grave.

Notas: Apto para leer en estas fechas. Sinceramente este es uno de mis escritos favoritos y espero les agrade.

Ahora sin más qué decir. Aquí está el fic.

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Kagome reía por un chiste que había contado Sango. Kohaku escuchaba con una sonrisa nerviosa los brillantes consejos que Miroku le daba sobre mujeres mientras Sango estaba distraída. Y Shippō se encontraba (sorprendentemente) durmiendo en el regazo de Inuyasha.​

Al ser año nuevo, Inuyasha y sus amigos se habían reunido para celebrar; sin nada de alcohol, claro; Sango y Kagome no querían dar, ni ver, un espectáculo esa noche.

La anciana Kaede ya se había ido a dormir junto con la pequeña Rin y Kirara, y ahora los amigos estaban dentro de la casa de Sango y Miroku, mientras bebían té y comían algunas frutas. Todos tenían mantas encima que los protegían del frío de afuera.

Inuyasha miró a todos, empezando por Kagome y terminando hasta Shippō.

A quien por cierto, le acomodó la manta para que no se muriese de frío.

―Inuyasha… ―escuchó a Kagome. Inuyasha la miró con un par de ojos muy tranquilos.

Y pensar que cuando se conocieron Inuyasha intentó matarla para conseguir la Shikon no Tama. Ninguno de los dos tocó ese tema aún ahora que ya estaban casados, pues eso era leche ya derramada. Pero Inuyasha por un segundo pensó en lo que sería de él si hubiese… acertado a su objetivo en aquella noche. No le gustó lo que pensó y sintió.

―Kagome…
―¿Quieres más té? ―le preguntó mientras sostenía la tetera.

Dejó que ella le sirviera, poco después, ella le sonrió y se juntó con Sango nuevamente para seguir riéndose de sepa Dios qué.

Como una bestia, Inuyasha se odió. Su razonamiento se fue al carajo y sus instintos dominaron sobre él. Por poco mató a sus amigos y puso en grave riesgo la vida de Kagome. Menos mal que ella fue muy lista al seleccionar la palabra clave para su recuperación.

Como humano por otro lado, era una verdadera molestia. Si bien no perdía su verdadero yo, entonces era una carga para sus amigos. Ellos contaban con él y Miroku para proteger a… a la familia, y como humano Inuyasha era casi inútil. Por lo que, sonriendo llegó a una conclusión.

Inuyasha miró su té y pensó entonces, que tal vez ser un hanyō no estaba del todo mal.

Bebió té y acarició la melena del enano. Shippō suspiró agotado y continuó durmiendo.

Kagome lo amaba como era, y sus amigos no lo despreciaban por ser un hanyō. Incluso Sesshōmaru parecía cada vez menos asqueado con su presencia.

Soltó una risita y miró la manta congelada de afuera y por primera vez, se sintió muy a gusto en una celebración como esta.

―Fin―​