Somos dos en la distancia, somos dos en una balsa Caminaba tranquilamente por las calles abarrotadas de Tokyo, sólo este día, por ser uno muy especial, había dejado mi cabello caer sobre mis hombros, ya que siempre lo mantenía atado, y es que hoy era mi cumpleaños, por lo que decidí pasar este día con total libertad, con libertad para ser y hacer lo que bien me pareciera; era natural tener una agenda llena y lugares a los cuales estaba obligada a ir, eventos que no me debía perder, y reuniones familiares a las que no debía faltar, y es que estaba atada a una familia de gran prestigio en Japón. Continuando con este día, en el cual no dejé que nadie se entrometiera, me incliné por entrar a un Starbucks, deseaba uno de esos capuccinos o frapuccinos de los cuales la gente disfruta diariamente, a lo cual, una vez que los hube degustado, preferí mi relajante y suave té verde. Mi paladar, mi lengua, y mi humor cada uno de ellos quedó amargo, aún no salía de aquel lugar, pero ya me levantaba de mi asiento para hacerlo, cuando me distraje con el gorro tan fuera de lugar que usaba un tipo, además de unos anteojos oscuros, cosa que llamaba la atención, ya que no hacía sol en absoluto; él se levantó habiendo acabado su respectivo café, y se dirigía hacia la salida, cuando pasó por mi lado, dejando una fragancia que nunca podré olvidar. Seguirlo no fue mala idea, pasó por unas cuantas tiendas, no eran sofisticadas ni nada de eso, al contrario, vendían todo tipo de artículos, accesible para todo tipo de personas, un lugar sin duda lleno de ofertas, y por supuesto de más gente, y a pesar de que te empujaban por todos lados, me sentía tan feliz y fresca al mismo tiempo. Caminamos mucho, vimos muchas cosas, compramos muchas cosas, no habían dudas de que teníamos gustos muy parecidos, y quizás sea porque no soy tan femenina como para buscar cosas de niñitas; como sea, él entró en un pequeño restaurant, vendían ramen allí, por lo que no habían más alternativas en el menú, y tuve que pedirlo, aun estando con todas mis bolsas de compras, las cuales dejé a un lado, y me senté a tres sillas de él. Ese ramen estuvo realmente delicioso, quién habría pensado que la comida de restaurantes caros no tendrían comparación con algo tan simple como esto, así que me comí otro más, pero cuando ya iba a pedir mi tercero, él pagó y se retiró; tuve que apurarme a sacar mis monedas y pagar, pero cuando intenté hacerlo, me dijeron que mi comida ya estaba pagada, y que habían pagado de más, por lo que podía seguir comiendo si así lo deseaba. Aquello me dejó consternada, salí corriendo de allí, tenía que buscarlo, estaba segura de que él fue el que pagó por mí, y quería saber el por qué. Navegando en nuestra mente, y luchando contra la corriente Con mis bolsas en mano, quise correr, pero fue muy difícil, además de que no lo divisaba en ningún lugar, y gracias a ello, tuve que desistir, lo había perdido, me di media vuelta, pensando que mi gran aventura había llegado a su fin, y debía iniciar otra en algún otro lado, pero una mano me detuvo, me habían cogido del brazo, me sorprendí y asusté al mismo tiempo, quise huir, pensé que sería algún ladrón o algo parecido, pero gentilmente me jaló hacia sí, quedando frente a frente, y era él. —Pensé que algo te había ocurrido —me dijo serio—, como no venías… —¿M-me estabas esperando? —le interrumpí con una pregunta un tanto confusa, y creo que lo notó claramente al ver las expresiones que mostraban mi rostro, y yo todavía no podía verle directamente a los ojos. —Me estuviste siguiendo todo el día, ¿crees que nadie se daría cuenta? —me soltó el brazo para sobarse la cabeza algo avergonzado—, al principio pensé que eras una loca, o una busca maridos, e intenté cansarte yendo por todos lados, pero luego me di cuenta de que en verdad apreciabas cada cosa y lugar que veíamos, por eso creo que me sentiría algo sólo si te vas ahora. Pude ver un pequeño sonrojo sobre sus mejillas, nunca nadie se había sonrojado por mí, y eso resultó placentero; no sabía qué decirle, estaba muda frente a él, y su aroma seguía emanando embriagándome completamente, cosa que me incitaba a querer estar a su lado. Me miró esperando que yo dijera algo, y cuando ya me disponía a contestarle, empezó a llover, ocasionando que ambos quedemos empapados, no llevábamos paraguas, ni idea que esto pasaría, pero así fue… Corrimos a refugiarnos a algún lugar, y todo lo que hayamos fue un hotel; nerviosos entramos a la habitación, y por turnos nos duchamos y nos quedamos en batas, estábamos en silencio, y al fin pude ver su su cabello, su hermoso rostro, su mirada penetrante, y pude oír su voz tan varonil con mucha claridad. —Siento mucho haberte arrastrado a un lugar como este —habló bajito, seguía avergonzado, mucho más por haber tomado esa decisión sin pensarlo siquiera. —Y-yo no tengo problema con esto, antes compré algo de ropa, y la usaré ahora, pero esperaré a que deje de llover para marcharme —no veía problema en que estuviéramos tan sólo refugiándonos esperando que aquel cielo nublado se despejara. —En verdad que… eres muy confiada, ¿no temes a que pueda hacerte algo mientras tanto?, estás sola en un cuarto de hotel con un completo desconocido, yo sería como un lobo hambriento cerca de una indefensa ovejita —esto lo dijo como analizando cada detalle para que me diera cuenta de ello, estábamos muy cerca, él me miraba serio, y mi corazón no dejaba de latir con fuerza. —No eres un completo desconocido para mí, sé que te gusta el arte, leer, el café, prefieres caminar e ir a comprar por tu cuenta, a pesar de que pareces ser de una familia adinerada y podrías hacerlo con tu chofer, además no te gustan los dulces, y en este momento te descubriste ante mí, no solo porque estuvieras mojado, sino porque sabes que puedes confiar en mí, de otro modo, ni siquiera me hubieras hablado, ya de por sí pareces algo tímido, y más con las chicas —él me observaba incrédulo y en silencio, todo lo que yo decía parecía ser verdad; puso su mano sobre mi cabeza e hizo que la agachara, quizás no deseaba que lo viera en aquel momento. —Sonaste algo adorable —la última palabra pareció salir con dificultad, y me fascinó oírla—, creo que llegó el momento de comerte —me susurró acercándose aún más. —¿En serio? —lo cuestioné sorprendiéndolo y ocasionando que me soltara y se alejara un poco. —¿En serio te voy a comer? —tenía una sonrisa algo malévola, pero me di cuenta de que era falsa. —No, eso no —tomé aire para decir lo siguiente—, ¿de verdad soné adorable?, es que es un adjetivo con el cual nunca me habían llamado. Eso era cierto, la palabra adorable no estaba en el vocabulario de quienes me rodeaban, ellos solo adoraban a sus amos, yo solo era un peón más en sus juegos caprichosos; él fruncía el ceño, desconcertado por tal declaración, intentando decir algo que me hiciera sentir mejor, yo lo veía con dos lágrimas que amenazaban salir, tomó mi barbilla, la levantó suavemente hasta rozar sus labios. —Si algún tipo no te lo dijo antes, es porque es un completo idiota —su aliento era el que me besaba en aquel momento, y no pude evitar acercarme los pocos milímetros que quedaban para besarlo por completo. Él no se opuso, se abrazó de mi cintura, y me besaba con mayor intensidad de la que yo lo hacía, y mis lágrimas cayeron por mi rostro, sin interrumpir aquello; me cargó como una princesa, me echó sobre la cama, y nos seguimos besando, hasta que un sonido muy conocido para mí, se hizo presente haciendo que él se levantara y se metiera al baño. Por otro lado, debía contestar aunque no quisiera. —¿Diga? —no sabía cómo contestarle, y esperaba que no lo enojara. —*¿A qué hora piensas volver?, el hecho de que hayas apartado este día, no quiere decir que será hasta la noche, ya está empezando a oscurecer, y la lluvia se detuvo, así que ven de una buena vez* —él sólo se dedicaba a ordenarme, y se le oía furioso por el móvil. —Iré en un momento, ya hice todo lo que quería, nos vemos después —en el momento en que colgaba, el baño se abría, él se había cambiado, y parecía listo para irse también. —¿Debes irte verdad?, ve a vestirte, te acompañaré hasta donde me dejes hacerlo —eso me animó un poco, no quería que aquel día terminara, y menos sin haber siquiera iniciado aquello. Me metí al baño, me vestí con las ropas que compré, arreglé un poco mi cabello, y salí de allí; él ya estaba con otro gorro y un par de anteojos oscuros nuevamente, no entiendo qué identidad está intentando ocultar, pero me alegra haberlo visto como realmente es. Somos dos y nos amamos, caminando tomados de la mano Sin tu abrigo siento frío, si me faltas no soy el mismo Caminamos en silencio por unos minutos, tenía mis bolsas de compras en ambas manos, no pesaban, pero hacían bulto; él me quitó las que tenía en la mano más cercana a él, y luego sujetó mi mano, así que de esa forma caminamos alrededor de veinte o treinta minutos, no quería que me soltase, su mano era cálida aunque él pareciera alguien frío… sin querer llegamos hasta la puerta de aquella gran mansión, lo que me puso mucho más triste de lo que me encontraba. —Esta casa es... ¿eres una...? —su voz reflejaba lo sorprendido que se encontraba con aquello. —Solo vivo aquí… gracias por todo lo de hoy —me dispuse a coger mis bolsas y así lo hice, pero me jaló un poco hacia él, me dijo que quería verme mañana—, visitaré la Torre de Tokyo, en la tarde. Salí corriendo de allí, me metí a la mansión muy apresurada, sin esperanza alguna de que él estuviera allí mañana, y con lo primero que me topé fue con él, mi odioso prometido, aquel que no me veía más que para obtener el poder en la familia, ya que sólo lo haría si se casaba, y yo fui la elegida; no tuve más elección que aceptar, su familia había cuidado de la mía económicamente hablando, y cuando mi padre estaba enfermo, no hubo reparo en cuanto a gastos, me sentía cautiva. —Ten Ten, ya era hora, ve a tu habitación, mañana hay muchas cosas que hacer —órdenes, sólo órdenes, no hubo ningún saludo por mi cumpleaños, nada. —Sí, me retiro ahora —ya me encaminaba cuando él dijo algo más. —Sé obediente, así te dejaré ser libre el otro año también. Lo odié, lo odié mucho más que antes, qué se creía ese tipo, era detestable, y en mi mente sólo podía ver a alguien mientras intentaba dormir, y ese alguien era él; aún no sabíamos nuestros nombres, tampoco si realmente nos veríamos de nuevo, pero soñé con eso, siendo el único momento agradable de aquella mañana madrugadora, vestidos tontos de nuevo, gente que conocer en el desayuno, y alistarme nuevamente para la comida que compartiría con la esposa de un hombre importante, debía dejarle buena impresión, sino me regañarían después. —Y dime querida, ¿para cuándo es la fecha? —me preguntaba ya bebiendo una copa de vino en un restaurant en lo alto de la torre. —¡¿Uhm?! —casi me atoro—, eso aún no está decidido, pero creo que será pronto. —No suenas muy feliz —dejó su copa a un lado, y empezó a hablar más bajito—, ¿o es que amas a otro? —E-eso no... yo realmente no amo a mi prometido, pero debo casarme con él —no podía mirarla, mientras hablaba, solo miraba el paisaje—, creo que el destino me llevó a conocer a mi alma gemela. —Quizás sea aquel joven, ese que no ha dejado de mirarla desde que llegamos —eso me sorprendió, lo busqué con mi mirada, y allí estaba. Levantó su copa en señal de saludo, y yo le sonreí en respuesta, y la mujer allí presente entendió claramente que yo no era feliz, cogió mi mano con ternura, me sonrió, y me dijo algo que nunca olvidaré: "Si hay algo que puedas hacer para ser feliz, no lo dudes, obedece a tu corazón, no te arrepientas de vivir". —Ve con él, le diré al joven que te pedí un gran favor y no sabemos cuánto tiempo tomará, diviértete —ella era genial, me comprendía y quería ayudarme. —Muchas gracias —me incliné para despedirme, y me marché con él. Somos dos, yo el mar y tu la luna Descubriendo, amor en la penumbra Somos dos, en un mismo universo Compartiendo los dos el mismo sueño Me tomó de la mano, caminamos hacia un parque, se detuvo un momento, levantó ambas manos hasta mi cabeza, y me desató el cabello, el cual acarició, y sonrió al hacerlo. —Así te ves mucho mejor —tomó mi mano de nuevo—, ahora por otro atuendo. Así nos fuímos juntos a un centro comercial, él me compró ropa realmente cómoda, y luego me llevó a ver una película... Hace mucho que no iba al cine, lo disfruté mucho; tengamos una cita de verdad, fué lo que dijo desde el principio, y después comimos en una carreta, eran fideos fritos, me compró algodón dulce y jugamos en una sala de juegos, todo estuvo muy divertido, aunque el día ya iba terminando. Nos besamos, y a pesar de que no le gustan las cosas dulces, creo que sus labios eran tan dulces que no podía despegarme de ellos; parecíamos niños por la manera en cómo admirábamos cada cosa y nos divertíamos sin importar qué pensaran los demás. ...Fue una semana llena de citas, besos, caricias, y nuevos sueños, pero aún sin conocer nuestros nombres, aquello fue para no darnos falsas esperanzas; estaba dicho que al día siguiente me casaría, y no se lo dije, solo le pedí que ya no nos viéramos más, por lo que él me dijo que mañana sería su último día en Tokyo, y si quería irme con él y saber su nombre, me esperaría en la Torre de Tokyo, estaría esperando todo el día... ...Sería un día muy agotador, desde temprano me estuvieron arreglando y maquillando, casi todo eso duró tres horas, y ya no sabía cómo aguantaría la ceremonia... Hinata-chan se acercó para animarme, ella siempre fue mi única amiga en aquel lugar. Me miré ante un espejo de cuerpo completo, mi vestido estaba radiante, pero mi rostro no iba con él... ...Ya casi era hora de entrar, pero eso era lo que menos deseaba, no amaba a Neji, quería irme de allí, y recordé el consejo de aquella mujer; salí corriendo, no había tiempo para cambiarme, yo quería ser feliz, y creo que mis padres así lo desearían. Llegué a la Torre de Tokyo, apenas podía respirar, estaba tan nerviosa, quería verlo, y así fue, él ya no tenía aquel gorro y los anteojos oscuros, estaba vestido con un traje azul oscuro, y al percatarse de mi presencia, me sonrió después de unos segundos de observarme. —¿Me pedirás matrimonio? —preguntó burlonamente. —Escapé de uno, mi nombre es Ten Ten, era la prometida de Neji Hyuuga, pero nunca sentí nada por El —tenía que decirle la verdad. —Yo soy Sasuke Uchiha, el prometido de Hinata Hyuuga, pero nunca he sentido nada por ella, además, mi mejor amigo la ama —me contó seriamente—, no pienso casarme con ella, así que no te preocupes, sólo ven conmigo. —Sí, vámonos Sasuke —no me importará lo que digan los demás. Somos dos seres extraños Ya no importa que nos esten odiando Necesito cada dia de tus besos Comportándonos como niños traviesos.
Hola! Gracias por la invitación. Me encanta como narras. En serio lo haces muy bien. :) En cuanto a fallos ortográficos no he visto ninguno, demasiado inmersa en la lectura para darme cuenta. xD Es la primera vez que leo algo de esta pareja. Y si te digo la verdad al principio pensaba que era un naruhina. Por dos detalles ella de familia rica encerrada en una mansión o eso parece llena de personas que no la aprecian. Y en cuanto al otro detalle el ramen Naruto. Pero veo que no. xD Me tenía que haber dado cuenta de los otros detalles no me gustan las cosas de niñitas y no le gustan los dulces. xD Me has pillado. ¡Diós mio! Neji que odioso. Me alegra que se haya ido con Sasuke, por lo menos así va a ser feliz. Al principio cuando he leido lo del capuchino nose porque pero me he dicho a mi misma a que ahora sabe a rallos. xD Y veo que he acertado. Oh! También tengo que admitir que Ten Ten a actuado como una acosadora, pero luego se ve que no, ya que ella se movía por curiosidad. En cuanto a la incorporación de la canción creo que ha ido acorde con la historia. Metiendo las frases de la canción justo cuando eran necesarias sin modificar ni alterar nada. Y nose que poner más, así pues me despido. Adiós!! =)
Hola querida. Ha sido una historia bastante curiosa, algo que realmente no esperaba del todo y me ha dejando pensando un tanto en cuando al trama y todas las cosas que has plasmado. Antes de correr hablaré del trama. Generalmente la historia me ha gustado, curiosa manera de conocer a una persona, seguirla, ver sus gustos y sus preferencias para luego ver que el ha estado interesado en ti. Llegar a un hotel junto con el y besarlo, salir con el durante una semana la cual ha sido la mejor de todas, sentir su aliento contra el suyo, tocarlo, ver y conocer todo de el. Es tierno y en cierto grado es cliché pero no tanto por la pareja en la cual lo has planteado. SasukexTenten, es a primera vez que leo sobre estos ya que soy completamente Nejixten, no leo nada que no sea de ellos, es la que mas adoro y encontrarme con esta cosa tan peculiar me deja algo extraño en la boca. Algunas cosas que he notado que te han fallado son simples y no muy notorias pero a final de cuentas haces un gran trabajo, me ha gustado mucho. Has cometido OOc en cuando a sasuke, no se que tanto conocimiento tengas de la saga pero es solo ¿Sasuke diciendo:me sentiria algo solo si te vas ahora? No, el no dice ni hace ese tipo de cosas. El es "un cubo de hielo" asi ha sido clasificado y siempre he pensado y trabajado con el que es mas de acciones que de palabras, no dice nada lindo ni hace bromas, no es romantico en cuando a la lengua. Es simplemente que intentantes darle una actitud un poco mas dulce pero eso no se puede, increible es crear un mundo un tema conservando la actitud, eso es digno de admirar. Has tenido algunas ciertas faltas por ahi, repetiste dos veces la palabra: su, seguidamente lo cual quita la estetica. En cuando a la forma de narrar es simple y factible de entender, esta bien. Es entendible dado tu tiempo en el foro, me recuerdas a mi tiempo cuando escribia en naruto. Te recomendaria usar sinonimos y evitar usar una palabra hasta desgastarla, con esto me refiero con :su, su . La palabra EL no deberia haber sido en mayuscula, eso quito demasiado la estetica en toda la oracion ademas que Ten Ten, va de manera junta: Tenten. No me gusto tu utilizacion de puntos al inicio de una oración, no era el recurso adecuado y eso se vio mal. En las partes de la canción, al final de la estrofa no pusiste punto final, eso fue un error notable. Eso es todo lo que he peribido, los acentos estan bien lo cual es admirable y es todo. Nos leemos. Bye. Pire<3