¡Hola! Esto lo hice para la actividad "¡Corre! Los zombies ya llegan". La verdad jamás creí que fuera a escribir algo sobre zombies y, sinceramente, creo que no es lo mío. Mi imaginación no está hecha para este tipo de cosas xD Pero bueno, ya me había metido en la actividad y no quise renunciar sin intentarlo. Así que aquí les dejo mi escrito. (Pienso que serán unos 3 capítulos aprox.) -------------------------------------------------------------------------Capítulo 1 Me acerqué a la ventana de mi habitación en la residencia y miré a través del cristal. El cielo estaba cubierto por nubes grises y, a pesar de ser de tarde, parecía ya ser de noche. -¿Te encuentras bien, Lan? -preguntó una voz a mi espalda. Me giré y me encontré con los inquisitivos ojos azules de mi compañera de habitación y una de las pocas amigas que había mantenido a lo largo de los años, Angelique. La había conocido apenas entré a la residencia. Todos los otros amigos que había logrado hacer en la residencia habían terminado trasladados a otro lugar o se habían ido por cuenta propia. Mis padres habían muerto cuando nuestra casa se incendió y ningún familiar apareció para hacerse cargo de mí. Por ello fue que terminé viviendo en aquella residencia por los últimos 10 años, desde que tenía 7. -No lo sé, Angie -contesté con un suspiro-. Es imposible estar bien con todo esto. -Sí, eso es cierto -concordó con un suspiro, pero al instante sonrió y me abrazó-. Vamos, nos están esperando abajo. Mientras bajábamos no pude evitar recordar como hoy mismo, por la mañana, ella había ido a la habitación que compartíamos en la residencia a buscarme también. ------------ FLASH-BACK ------------ Seguí a Angelique y llegamos a la sala, donde nos esperaban nuestros amigos conversando. Eileen y Adrián, unos mellizos rubios de ojos marrones que habían ingresado hace cinco años, luego de haber pasado por diferentes residencias desde bebés. Ben, un chico morocho de ojos negros y lentes que era mi mejor amigo; había estado conmigo desde que yo había entrado, junto con Angelique, que ahora era su novia. Y por último Brittany, una castaña de ojos verdes que era la más reciente en nuestro grupo ya que había ingresado hace dos años. -¿De qué hablan? -preguntó Angelique. -Nada importante, mi amor -le contestó Ben. -¡¿Cómo que nada importante?! -chilló Eileen- En un mes es mi cumpleaños y a ti no te parece importante. -Basta, Leen -la regañó su hermano. -Chicos, escuchen esto -dijo de pronto Brittany, quien no había despegado los ojos de su celular. Todos la miramos expectantes. -¿Recuerdan la enfermedad de la vaca loca? -preguntó y todos asentimos- Y recuerdan que de “vaca loca” pasó a “persona loca” cuando la enfermedad infectó a muchos humanos que al final morían por esa causa, ¿no? Pues, aquí dice que ahora pasó a “zombie loco”. -Oye, Britt… ¿te volviste loca? ¿Qué estás diciendo? -le pregunté mientras Adrián resoplaba y se levantaba a prender la televisión. -Es lo que dice aquí -dijo mostrándonos la página de la CNN en la pantalla de su celular. Todos miramos leímos la noticia sin creer lo que veíamos. -Oigan, chicos -escuchamos a Adrián llamarnos-. Miren esto, es lo que Britt estaba diciendo. Todos nos amontonamos en los sillones y miramos la pantalla del televisor donde en un canal de noticias hablaba un reportero y abajo había unas letras que anunciaban “Últimas noticias: apocalipsis zombie”. -¿Qué? Esto tiene que ser una broma, ¿desde cuándo los zombies existen? -preguntó Angie y todos la mandamos callar para escuchar lo que el reportero decía. - “… quizá sea hora de utilizar las herramientas que el doctor Ali S. Khan del Centro para la Prevención y Control de Enfermedades de Estados Unidos ha preparado para enfrentar la que se consideraba una nada improbable situación de un apocalipsis zombi y que ahora se ha vuelto realidad ”. En seguida, en la pantalla de la televisión apareció un cartel con el famoso plan del doctor Khan. -Busca en otro canal, debe de haber una explicación para esto -dijo Eileen. Adrián pasó los canales hasta encontrar otro en el que estaban pasando la noticia también. - “…al parecer la cantidad de asesinatos que se han registrado últimamente a las afueras de San Bernardino, California, se debe a un inesperado ataque zombie. Sí, han escuchado bien, un ataque zombie. Pero ustedes se preguntarán; ¿cómo es esto posible? La respuesta que han dado los especialistas, luego de analizar los cuerpos encntrados y los residuos que han quedado, ha sido la siguiente: un derivado de la enfermedad e la “vaca loca”. Aquellos que padecieron y murieron de dicha enfermedad, son quienes ahora despiertan de la muerte y nos atacan. De ahí el nombre que recientemente se le ha dado “enfermedad del zombie loco”. Ya que los únicos no-muertos registrados (se han verificado todos los cementerios locales), son los que en vida sufrieron la enfermedad. Se estipula que las autoridades y especialistas tardaran por lo menos una semana en solucionar este problema y erradicar esta peste”. Adrián apagó la tele y nos miró. Todos permanecimos callados. Poco a poco, el resto de los que viven en nuestra residencia (incluso los mayores) se habían ido acercando a escuchar la noticia. Los gritos no tardaron en llegar pero los mayores lograron calmarlos. -Tranquilos, chicos -gritó uno de los encargados, Travis-. Si no se calman no podremos idear un plan. Vi como cuatro chicos con mochilas se dirigían apresuradamente a la puerta y Anna, otra de las encargadas, trató de detenerlos pero sin lograrlo. -Olvídalos, no van a quedarse -dijo Mark, el que era tutor de los chicos que se fueron. -Lo mejor será dividirnos- dijo Marie, la más joven de los encargados-. Mark y yo nos llevaremos a siete chicos, y Travis y Anna a seis, ¿les parece? -Sí, nosotros seis iremos con Anna y Travis -dijo Ben señalándonos a nosotros. -De acuerdo, el resto con nosotros -concordó Mark-. Vayan a aprontar sus cosas rápido. Corrí a mi habitación y abrí el ropero. Metí en mi mochila mis pocas pertenencias y vi como Angie hacía lo mismo. -No entiendo, esto no puede ser real -dijo. -Yo tampoco lo entiendo -le dije yo mientras me ataba mi cabello pelirrojo en una cola para que no me estorbara. Agarré mi celular y esperé a Angie. Ella tenía razón, esto era lo más irreal que me podría haber ocurrido. Bajamos y ya estaban todos, menos Britt. Cuando ella llegó, Anna nos dijo que la siguiéramos mientras Travis nos daba un arma a cada uno, a algunos les da pistolas y a otros cuchillos y navajas. Salimos a la calle y tratamos de caminar normalmente. Nos cruzamos a varias personas corriendo apresuradas mientras gratan o hablan por teléfono. -¿A dónde vamos? -preguntó Eileen. -A un lugar seguro -contestó secamente Travis. Todos nos miramos extrañados y con miedo. Angelique estaba al borde de las lágrimas, ella siempre fue la más sensible y frágil de todos. Ben la abrazó y empezaron a hablar por lo bajo. Yo seguí caminando al lado de Adrián ya que Britt y Eileen eran las que iban más atrás. Luego de más o menos quince o veinte cuadras ya todos estábamos cansados. En un momento Anna nos dijo que paráramos, por fin. -Aquí es -dijo señalando un pequeño edificio de tres pisos. Bueno, el de más arriba estaba completamente destruido, por lo que se podía considerar de dos pisos. Entramos y Travis dijo: -En este lugar podremos quedarnos y nos traerán ayuda. -¿Por qué no nos quedamos en la residencia? -pregunté. -Órdenes de los superiores -contestó. -A éste lugar es al que se traerá comida y armas -explicó Anna-. Antes había una residencia aquí. Yo tampoco sé por qué no nos dejaron quedarnos en la actual residencia, pero supongo que es porque aquí estamos más alejados del cementerio. -Ah, claro -dijo Adrián, hablando por primera vez desde que habíamos salidos-. Eso tiene sentido. -Estoy cansada -se quejó Brittany-, ¿podemos sentarnos y tomar algo? -Sí, por supuesto -contestó Travis mientras sacaba agua de su mochila-. Debemos acomodarnos en los cuartos del piso de arriba. Va a ser más difícil que lleguen zombies hasta allá. Por lo que tengo entendido son bastante torpes a pesar de todo. -Entendido -respondió Eileen para luego beber agua. Todos subimos al piso de arriba y nos sorprendimos al notar que las habitaciones que podían ser usadas eran sólo tres. Las otras estaban llenas de basura y muebles rotos. Ni hablar de la suciedad, pero no quedaba otra. Angelique, Ben y Brittany se metieron en la primera habitación. Travis y Anna escogieron la más pequeña para ellos dejándonos a Eileen, Adrián y a mí con la última. Se escuchó un ruido en el primer piso y Anna dijo que ella bajaría a ver si habían llegado refuerzos. Ella no regresaba, por lo que Travis decidió bajar a buscarla. Luego de unos minutos volvió corriendo con cara de horror. -No… no estaba -dijo entrecortadamente-. Anna no estaba y salí a buscarla. Sólo encontré su arma pero no había señales de ella. -¿Crees que hayan sido los zombies? -preguntó Eileen, poniéndole voz a la pregunta que rondaba la mente de todos. -No, no lo creo. Debe haber sido algún rapiñador o algo de eso -contestó Travis. -Alguno de esos oportunistas que aprovechan que la gente está asustada e histérica para robar, secuestrar, etc -dijo Ben. -Sí, de seguro fue eso -estuve de acuerdo. Aun así estaba incrédula. En un segundo estaba con nosotros y al siguiente había desaparecido y no podíamos hacer nada. La prioridad ahora eran los zombies. -De ahora en más tendremos que tener cuidado, hay que bajar por lo menos de a dos, ¿entendido? -dijo Travis y todos asentimos. ------------ FIN FLASH-BACK ------------ Ésta vez, también la seguí escaleras abajo pero el ambiente que había no era nada parecido. Todos estaban con caras de miedo y tristeza, ya que lo de los zombies nos tenía afectados. Eso, sumado a la desaparición repentina de Anna. -Chicos -habló Travis-, los mandé llamar porque ya llegó la comida y las armas. Hizo una pausa, como pensando en algo. Noté que estaba preocupado. Suspiró y nos miró. -Yo sé que todavía no son adultos, por muy maduros que sean, y que les asusta la idea de quedarse solos, pero me han pedido que vaya a ayudar a cuidar a los niños pequeños de un hogar de niños huérfanos o abandonados. Me dijeron que ustedes ya estaban lo suficientemente grandes como para cuidarse, y en realidad es cierto, los niños son muchos y necesitan personal para ayudar. -Está bien -lo corté-. Los niños no pueden defenderse solos y nosotros, aunque tengamos miedo, sí podemos hacerlo. -Lan tiene razón -me apoyó Eileen-. No nos enojaremos. Además, aquí los mayores somos Lan, Adrián, Ben y yo que tenemos diecisiete años, ya somos casi adultos. Y Angie y Britt tienen dieciséis. Ya no somos unos niños, podremos con esto. -Concuerdo con ellas -dijo Ben-. Yo creo que podremos defendernos de algún zombie si estamos los seis juntos. -Sí, es cierto -dijo Angie medio bajito-. No te sientas mal por dejarnos, ve y haz lo que tengas que hacer. Todos sonreímos aunque por dentro estábamos muy asustados. Pero sabíamos que los niños estaban más indefensos que nosotros. -Muy bien -dijo Travis poniéndose en pie-. Estoy orgulloso de ustedes, chicos. A pesar de todos son muy valientes. Les prometo que vendré por ustedes en cuanto pueda. Por ahora, la comida que les trajeron les dará para esta semana. De igual modo, seguramente pase alguien a ver si está todo en orden en unos días. Dicho esto, nos despedimos uno por uno y lo miramos marcharse. -Ahora sí -dijo de repente Brittany-. Creo que voy a entrar en pánico. Estamos solos los seis en medio de una pesadilla.