Holaaa, este es mi primer Fic :D Y nadie me ayudó, que feo eso eh. ---------------------------------------o-------------------------------------------o----------------------------------- Más que una tiranía se podría decir que era una oligarquía; eran dos familias. ¿De que se trata? ¡Muy simple! Independientemente de la forma de vida, dos personas se enamoraron y formaron un vínculo que nadie pudo romper. Pero no hay que apresurarse con la historia, contemos todo desde un principio. Pasen, tomen asiento, que vamos a tardar mucho en terminar esta trágica historia, llena de bastardos con dinero e idiotas con tiempo libre. Capítulo 1. Año 1850. Ciudad de Frakles. 11:32 a.m.—Señor David, por favor, compórtese. —Tu no eres quien para decirme lo que debo hacer, Roger. Dos amigos, mejor dicho, el niño consentido y millonario, y su consejero; tomando el té, preguntándose que pasará el día de mañana si el padre de David muriese. Todo marchaba bien hasta que de repente un objeto no identificado pasa a gran velocidad por delante de ellos, haciendo que al pobre niño consentido se derrame un poco de té sobre su camisa. Ambos trataban de entender lo que estaba ocurriendo y luego de un minuto pasaron dos guardias. —¿¡Qué está pasando!?— Gritó furioso David. —Oh señor, por favor discúlpenos, tenemos que atrapar a esa ladrona.— Suplicaron los guardias arrodillados en el piso. —Tráiganla aquí, rápido.— Finalizó. Los guardias se dispararon como rayos tratando de alcanzar al objeto no identificado que parecía ser una mujer, sino no hubieran dicho "ladrona". Tras diez minutos de espera, los hombres se aparecieron junto con una muchacha manchada de lodo y un poco lastimada. La empujaron hacia el piso tal que quedó arrodillada y le bajaron la cabeza hasta la tierra del jardín donde se encontraban, hacía 11 minutos tomando el té, David y Roger. —¿Quién eres y por qué irrumpes en mi jardín?— Preguntó enfadado el niño consentido. La chica se quedó quieta, congelada, como una estatua. —¡Contéstame, maldita sea! —No tengo por qué darle explicaciones a un idiota como tu.— Musitó la chica, tartamudeando. Cuando terminó de pronunciar esas palabras, los guardias hundieron su cabeza en la tierra. Una áspera sensación, por cierto. —¿Cómo te atreves? Maldita seas.— Exclamó David, furioso. No pasó más de un segundo entre que los guardias levantaron la cabeza de la muchacha, tirando de su pelo y el joven, para nada hombre, la abofeteó. Una lágrima, dos lágrimas, tres lágrimas... Con bajar la cara con la vista fijada en el suelo no basta, y eso es algo que habría que haberle explicado a esa hermosa joven, que además de estar sucia y lastimada, ahora estaba golpeada y llorando, por un idiota sin corazón. —¡Danos lo que le robaste a Mr. Mugglinton!— Gritaron eufóricos los guardias. La chica, con la cara mojada, tiró al suelo, justo delante de los pies de David, un colgante con un dije considerablemente grande. David se agachó y lo tomó con sus manos. Sus largos dedos recorrieron todo el collar hasta poder abrirlo y notar que había una foto dentro. —¿Por qué habrías de robar esto? —Yo no lo robé, eso era mío.— Musitó la joven. —Y si eso es verdad, por qué no lo tenías tú.— Insistió David. —Porque Mr. Mugglinton no quería que yo lo tenga, quería venderlo. —Mentiras. No dices más que mentiras. Mugglinton es un noble honorario y respetado, no necesita de ésto.— Dijo el niño consentido y soltó el colgante. La muchacha se lanzó a atraparlo, antes de que toque el suelo. En consecuencia, se raspó las rodillas y comenzó a sangrarle. —No quiero que vuelvas a tocar el collar de mi madre, ni que lo vuelvas a tirar al suelo, o te mataré, lo juro.— Dijo la joven, arrodillada en el piso, mirando a los ojos al muchacho. Los guardias estaban por agarrarla nuevamente, pero David les hizo una seña con la mano y ellos se alejaron. —Esto no es por ti, es por mi.— Finalizó el joven, alzando en brazos a la pobre muchacha, toda sucia y lastimada. La muchacha, asombrada, pestañeó más de cien veces para reconocer que lo que estaba pasando no era un sueño; pudo comprobar que no lo era. Llevándola en brazos, David, se dirigió hacia dentro de la hermosa mansión que era su hogar. Al entrar se encontraron con 10 criadas que querían atenderlo. —Por favor, necesito un poco de alcohol y unas vendas.— Dijo el muchacho, ya subiendo las escaleras hacia la planta alta. Las criadas, impactadas, fueron desesperadas a buscar los productos que su amo había pedido. Mientras tanto, la chica, muy nerviosa, estaba sentada sobre el sofá de la recámara de David, o eso parecía ser. —Dime tu nombre. —Alice... —Bueno Alice, lamento haber hecho lo que hice.— Musitó el joven. La chica, boquiabierta, comenzó a mirarlo de una forma extraña. En ella ya no había odio y rencor hacia ese noble, sino algo más cálido, quizás... alegría de haberlo conocido. Quién sabe por qué. —Señor, usted corre con ventaja.— Dijo la chica riéndose. —David, David Evans. Al instante golpean la puerta. Entra una criada con los materiales pedidos por el joven y se retira respetuosamente. —No es porque te crea sucia, pero deberías bañarte ¿no?— Preguntó David, tímidamente. La joven no puedo evitar estallar en risas. —Está bien, estoy sucia, me caí en un charco de lodo mientras era perseguida.— Dijo Alice riéndose.— Igual debo irme, no quiero molestarte.— Continuó. —Por favor, no me molestas. ¿Podrías quedarte a almorzar?— Insistió el muchacho, mientras que los ojos se la chica se agrandaron como dos pelotas de golf. —Realmente lamento lo que hice.— Continuó, un poco más nervioso y con una mano tocándose el pelo. —Debería irme... —No, te vas a quedar. Ya lo decidí.— Finalizó David, poniéndose serio. —El baño es por ahí, yo me encargo del resto.— Continuó, señalando una puerta del lado izquierdo de la habitación. —Pero... —No, ve al baño, vamos.— Interrumpió David a la pobre chica. Sin más preámbulo, Alice se dirigió hacia el baño. Cerró la puerta, tomó los productos para el pelo, se quitó la ropa sucia y comenzó a bañarse. Estuvo 15 minutos bajo el agua, quitándose todo el lodo. Al salir, se encontró con una bolsa que decía: "Para la risueña señorita Alice". Al abrirla se encontró con un hermoso vestido color champagne y negro, unos zapatos negros también y ropa interior de encaje, nueva. Ya vestida y perfectamente arreglada, tratando de ordenar su cabello largo y alborotado, Alice salió del baño para encontrarse con el niño consentido mirándola fijamente, boquiabierto. Continuará.
*-* Me encanto el capitulo Me dejo super intrigada y espero el segundo Creo que los guardias hicieron mal en tratar a alice de esa forma u.u ella es una mujer merece respeto Bien al principio odie a David, por haber abofeteado a alice, pero después lo ame <3 que lindo como se comporto con alice :) ''—No, te vas a quedar. Ya lo decidí.—'' Que lindo :) y alice me parece una joven muy risueña xD y creo que es muy hermosa Plis avísame la conti :D chaoo
¡Me encantó! Aunque solo es el primer capítulo, es importante que te guste, porque si no ¿Como leer el resto si no te gusta desde el principio? Pobre Alice, le hicieron de todo: le hundieron la cabeza en lodo, la abofetearon, insultaron y todo por el collar que "robo". ¿Quien sera ese Mugglinton? Me dio curiosidad, los malos siempre me dan curiosidad. David me agrado un poco, todavía no digiero lo de la bofetada, pero es un buen sujeto por lo que he leído hasta ahora, caprichoso y niño consentido, pero bueno al fin. En fin, espero el siguiente capítulo. ¡Nos leemos!
Capitulo 2. Año 1850. Ciudad de Frakles. 11:56 a.m. El joven quedó boquiabierto con la salida de Alice, estaba impresionado y a la vez un poco preocupado, ¿por qué? Porque era muy bella para ser real. —Estas... estás hermosa. Un leve color rojizo tiñó las mejillas de la joven, sorprendida. Inmediatamente comenzó a reírse, fingiendo no haber sentido esa terrible puntada en el pecho que la había atravesado cuando David habló. —Señor, lo esperan los señores Evans en el salón principal.— Interrumpió el momento una criada, al entrar en la habitación. David le hizo una seña con la mano izquierda y la criada bajó enseguida. Mirando fijamente a la muchacha situada frente a el, entendió su mano e hizo una reverencia. —¿Podría acompañarme, señorita? —No soy una señorita David... jamás lo voy a ser. La mirada de Alice se tornó triste, aunque mantenía una sonrisa. Corrió su mano hacia atrás, de tal modo que evitó todo contacto con el muchacho. Finalmente cortó con el cruce de miradas dirigiéndose hacia la puerta de la habitación. —Desafortunadamente, jamás.— Dijo, Alice, abriendo la puerta y cerrándola al instante; dejó a David solo en su habitación. El muchacho no entendía nada, caminó hasta llegar a la puerta y la abrió: ella no estaba. Instantáneamente comenzó a buscarla por las habitaciones aledañas, abriendo y cerrando todas las puertas, pero no encontró nada ni a nadie. —Señor, sus padres... —¿¡La viste!? ¿¡Sabes dónde está!?— Preguntó eufórico David, interrumpiendo a la criada. —Una muchacha fue llevada por su hermano hacia la habitación principal. David salió corriendo de la habitación. No es que desconfiara de su hermano, es más no tenía de qué desconfiar... después de todo ella era sólo una plebeya que había robado algo y apareció en su patio, y el estaba haciendo eso solo por culpa, arrepentimiento. Llegó a la habitación principal y abrió la puerta rápidamente, aunque manteniendo la postura. Se encontró con sus padres almorzando junto con sus tres hermanos y Alice al lado de Tómas. —¡David! ¡Llegas tarde al almuerzo! Hemos comenzado sin ti porque tenemos una invitada. Justo estábamos en la pregunta sobre de qué familia viene.— Dijo el señor Evans, padre de David, sentado en la cabecera de la mesa. La pobre de Alice ya tenía parado el corazón. ¿Qué debía responder? Es decir, ella no venía de ninguna familia noble, y si nos les importaba eso, los guardias no le habrían hundido la cara en el lodo, ¿verdad?. La cara de David no era muy diferente a la de la muchacha, estaba pálido y paralizado: ¿qué debía hacer? ¿podía opinar sobre el tema?. —Señor Evans...— Musitó Alice poniéndose de pie.— Yo no vengo de una familia noble y nunca voy a provenir de una, muchas gracias por la hospitalidad y por la ropa, pero no lo merezco. Al terminar la frase, Alice dejó caer una lágrima y salió corriendo de la habitación. Salió de la habitación por el mismo lugar por donde había entrado y una criada le indicó la salida. Corrió lo más rápido que pudo, logrando salir de la amplia mansión y de su jardín. Con los zapatos que tenía no era muy fácil correr, aunque logró llegar a su pueblo: Mirikles. No era como la ciudad, lleno de mansiones y negocios gigantes, pero Alice prefería su pequeño y acogedor pueblo, con puestos de comida y gente que no le importaba si eras noble o plebeyo. Año 1850. Pueblo de Mirikles. 01:30 p.m. Al entrar a su casa, se recostó en su cama y comenzó a pensar en todo lo que había pasado esa mañana. Lo único que deseaba en ese momento era que no apareciera el inepto de Mugglinton y tratara de llevarse otra de sus pertenencias o algo que fuera de su madre. Al poco tiempo llegó Samanta, la mejor amiga de la muchacha y fiel compañera desde que eran muy pequeñas. Alice no tardó mucho tiempo en contarle todo lo que le había pasado esa mañana, además de que su amiga ya se había enterado del incidente con Mugglinton, como todo el pueblo. —Entonces me llevó en sus brazos hasta una habitación que parecía ser la de él, y me pidió disculpas por lo que había hecho... me hizo sentir muy feliz, no se por qué... Luego me bañé y me dio esta ropa para cambiarme, con zapatos, ropa interior, todo. Y cuando salí del baño...— Se detuvo un momento y luego continuó.— Cuando salí del baño me dijo que estaba hermosa... ¡pero yo se que eso no es posible! Igual, me comenzó a quemar la cara... y me dio una puntada en el pecho ¿lo puedes creer? —Querida... nos encontramos ante un caso de enamoramiento a primera vista... —¿¡Qué!? ¡No! No podría enamorarme de una persona como David, de un noble... jamás.— Dijo Alice, aunque su mirada se volvió triste, fría. —Creo que sería mejor que le devolvieras esa ropa entonces, ¿no? —¡La ropa! ¡Cierto! Ya, ya se la devuelvo.— Exclamó y se fue corriendo a su habitación para cambiarse. Salió de la habitación con un cambio de imagen completo: una camisa color bordo con corazones blancos, unos shorts de cuero negro, unos guantes sin dedos del mismo material y unas botas de taco que usaba frecuentemente. Luego metió la ropa que le habían regalado en una bolsa de tela y escribió en un papel una de las pocas frases que sabía decir en ingles: "Sorry for the inconvenience". Dejó a su amiga a cargo de su casa y se dirigió nuevamente a la residencia del señorito consentido. El plan era dejar la bolsa en la puerta y luego irse. Año 1850. Ciudad de Frakles. 04:50 p.m. Ya estando en la puerta, Alice, dejó la bolsa como lo había planeado... pero no contaba con lo que podría llegar a pasar: lo impensado. —Señorita... Alice conocía esa voz, estaba muy segura de quién era y no sabía lo que podía llegar a pasar exactamente, pero no era consiente de la indecencia del sujeto. —Aléjate, no quiero volver a verte nunca más en mi vida.— Musitó Alice, tratando de no hacer ruido para que ningún guardia de los Evans aparezca. El sujeto que se encontraba detrás de ella le puso una mano en la boca, para callarla y le sujetó las dos manos en la espalda. —No voy a lastimarte, solo quiero... no es una venganza exactamente, es más como la idea de que tu me des lo que tu madre no me dio. Alice le clavó uno de sus tacos en el pie del sujeto y logró que la soltara, aunque lo único que puedo hacer antes de que vuelva a atraparla y meterla adentro del auto, fue gritar... ¿Qué gritó? "David". Continuará. •Sorry for the inconvenience: perdón por las molestias. •Bueno, habrán notado que hablé de shorts... si, es que no me adecuo mucho a la idea de que solo había polleras para las mujeres... yo se que ustedes van a poder imaginarse que había shorts también (?) •En el capítulo anterior dejé la ficha de Alice y en este la de Samanta. •¡Gracias por sus comentarios y espero recibir más!
¡Oh, no! ¡Mugglinton se llevó a la pobre Alice! Ella no quería problemas con David y se encuentra con esto, viene el villano y se la lleva a quien sabe donde. En serio si es muy interesante el giro que esta tomando esta historia y, ademas de eso, el primer nombre que se le ocurre pronunciar cuando eso ocurre es el del chico consentido. Concuerdo totalmente con Samanta, ¡eso es amor a primera vista! Espero el siguiente capítulo, para saber que es lo que va a pasar con Alice. Por cierto, se deja guiar mucho por la clase social por lo que he leído y percibido de ella, ¡aunque eso no le servirá de nada a la hora de que el amor llegue a su puerta! ¡Nos leemos luego!
Super me facino el capitulo 2. Samanta me parece una chica muy genial y ella tiene razón eso es amor a primera vista. Y me enojo esta parte : ''después de todo ella era sólo una plebeya que había robado algo y apareció en su patio, y el estaba haciendo eso solo por culpa, arrepentimiento.'' Yo pensé que David se estaba enamorando de Alice pero veo que no es así. Pero me dejaste intrigada que pasara en el próximo capitulo ¿? que le ara Mugglinton a alice.
Bueno, como te prometí, aquí traigo mi comentario :3 La verdad es que la historia se torna cada vez mas interesante y eso me gusta. Desde el primer capítulo supiste dejarme intrigada en varias puntos de la historia y eso esta muy bien. Noté algunas faltas de ortografía. Te recomiendo que le des un repasillo al fic para localizarlas y corregirlas todas, de seguro quedará mejor tu historia. Para mi gusto, creo que deberías narrar un poco más la situación, el ambiente, los lugares... pero por lo demás esta bien para ser tu primera historia. Sigue así, nos leemos n.n/
Recién estoy empezando a leer este Fic, y la verdad es que... ME ENAMORÉ !!! La trama es muy interesante, y tu ortografía es perfecta ! Los signos de puntuación, las mayúsculas, la descripción del personaje... TODO ES PERFECTO Y HERMOSO *-* No se que mas decir... ya que no hay palabras que describan la satisfacción de leer tu Fic :) Este capítulo me dejo intrigada... Espero con ansias la continuación ( avísame por favor ). Saludos !!
Capítulo 3. Año 1850. Ciudad de Frakles. 08:15 p.m. En la carretera de tierra, cubierta de lodo por la tormenta que se estaba desencadenando, un auto negro estaba siendo cómplice de un secuestro. Por supuesto que Alice estaba involucrada. ¿Quién era el secuestrador? Pues claro, un avaro y tacaño noble, dispuesto a hacer lo que fuese necesario para satisfacer su enfurecimiento por un deuda no saldada. El auto se aproximó a una enorme mansión, rodeada de árboles y rosales puramente rojos. Se detuvo en la puerta. De el bajaron, primero el noble avaro y luego nuestra joven damisela en apuros. Alice tenía las manos atadas con una especie de tela de la cual el irracional de Mugglinton la jalaba para que camine. La muchacha no era boba y por supuesto que se quedó lo más firme que pudo en la puerta de la mansión, para no entrar, pero no contaba conque el noble llamaría a sus guardias para que la hagan olvidar de su rebeldía. —¿Dónde la llevamos señor? —Llévenla al...— Dudó por un segundo.—A la alcoba de invitados... Si, si a la alcoba de invitados. —Enseguida. Los guardias dejaron a Alice, luego de sacarle esa especie de tela, en una habitación enorme. Estaba llena de cuadros renacentistas y esculturas, era bello aunque un poco escalofriante a la vez. La cama que estaba allí era totalmente blanca y las paredes igual. Los únicos colores de la habitación eran sobrios y provenían de los cuadros. Alice estaba en un estado de shock. Al darse cuenta de que era realidad lo que estaba viviendo, se recostó en la cama y comenzó a llorar. El blanco se volvió transparente. —Alice, querida, no llores... por favor. Ella se dio vuelta, mirando a la persona que le estaba hablando a los ojos. — ¡Desde que apareciste me arruinaste la vida!— Gritó la joven. —Querida, no digas eso...— Dijo Mugglinton acercándose a ella.— Yo solo quiero que me devuelvas el favor...— Continuó, deslizando su mano sobre las mejillas húmedas de la joven. Alice movió su cara hacia un costado, haciendo que el noble avaro no la tocara. —Si quieres dinero, te lo puedo pagar... empezaré a trabajar... —Alice, yo te quiero a ti. Los ojos de la joven se abrieron como dos pelotas de golf. —Mugglinton, no tengo tiempo para tus juegos, ¿quieres que te pague el favor o no?— Dijo Alice, un poco harta de la situación. —Págalo... contigo misma.— Insistió el noble, con una sonrisa diabólica. —Mugglinton... ¡Ni soñando! Olvídate, prefiero ser un esclavo antes de entregarme a ti. —Muy bien, acepto tu oferta. Así pagaras tu deuda...— Dijo Mugglinton, manteniendo la sonrisa.— Pero llegas a cometer un error... y el pacto se cancela y te entregarás a mi. No tienes otra opción, querida.— Concluyó, estirando su mano para estrechar la de Alice en sinónimo de pacto. Alice no podía creer lo que estaba oyendo, ¿realmente tenía que hacer eso? ¿No había otra forma? Igual, su cabeza estaba muy alterada en ese momento, pensando en todo lo que había pasado, en David... en todo. Finalmente estrechó la mano del noble. —Muy bien...— Sonrió nuevamente.— Mandaré a que te traigan el uniforme y vamos a tirar esa ropa vieja, además quiero que me hagas la cena, ¿comprendido? —Si... —¿¡Si qué!?— Gritó Mugglinton. —¿Si s-señor?— tartamudeó por un instante. Mugglinton se dirigió hacia la puerta, dejando a la pobre chica perturbada en la habitación. Luego de cerrar la puerta se escuchó una voz. —¡Ni un error! ¿Está claro? Alice sabía que ese grito estaba destinado a ella. ¿Pero qué iba a hacer? Pues, no tenía familia que se preocupase por ella, pero debía avisarle a Samanta... quizá ella si se preocupe. Año 1850. Ciudad de Frakles. 8:50 p.m. Ya bañada y con su nuevo uniforme, Alice se dispuso a ser lo más valiente posible y salir de la habitación. Al bajar las largas escaleras, se encontró con el noble sentado en un larga mesa rectangular. Ella debía preparar su cena, así que se dispuso a correr hacia la cocina y apurarse. A las nueve en punto la cena estaba lista: una pierna de pavo, con salsas y condimentos caros... digno de cualquier noble. Las otras tres criadas que estaban poniendo la mesa con ella se retiraron. Mugglinton tomó del brazo a la muchacha y la sentó a su lado. —¿Por qué le dejaste esa bolsa en la casa Evans? Alice se puso pálida. —Es que... —Si mientes, violas el pacto... querida. Ella era de esa clase de personas que hay sólo una en un millón: jamás mentía. Era realmente sincera consigo misma y con los demás. Luego de explicarle toda la situación al noble avaro, el comenzó a reírse. —¡Pues claro que no creyó que yo te había robado! ¡No tengo esa fama! Además, ¿David? ¿David Evans? ¡Jamás podría amarte, inepta! Él es el segundo hijo de la primera casa gobernante de la ciudad, ¿crees que se enamoraría de una muchachita pobre y humilde? ¡Por favor! Eso pasa sólo en los libros querida.— Dijo Mugglinton, con un tono realmente altanero. Alice sonrió. —Pues claro señor. Yo nunca insinué que él se enamoraría de mí, ni nada de eso. Si todo lo que dijiste... perdón... si todo lo que dijo usted, es cierto. —¡Ah! Entonces entendí realmente mal la situación. Muy bien, entonces no te molestará el evento de mañana.— Insinuó el noble, sonriendo. —¿Qué evento señor? ¿Debo participar de él? —Mañana es el gran baile por la bienvenida de mi hermano a la ciudad, y por supuesto que participarás, serás mi sirvienta exclusiva.— Y apareció nuevamente la sonrisa diabólica. —Claro que no me molesta señor. —Además, los Evans están invitados... Alice sonrió, hizo una reverencia y se retiró de la habitación. Le pidió a sus compañeras si podían cubrirla porque se sentía realmente mal y se dirigió a su habitación. Año 1850. Ciudad de Frakles. 11:59 a.m. Alice no pegó un ojo en toda la noche. Estaba pensando que en ocho horas iba a ver a David, pero con un uniforme se criada y sirviendo al idiota de Mugglinton. Todos los sirvientes de la mansión tenían al día libre debido a la organización del baile y la decoración. Todos, al igual que Alice, tenían prohibido salir de sus habitaciones hasta que no sean las siete de la tarde. El tiempo se pasó volando y a las seis y media de la tarde, un joven sirviente entró a la habitación de la niña con un paquete. "Esto es para que te ponga durante el baile, querida...". El joven se retiró y ella desenvolvió el uniforme: un traje de sirvienta un poco provocativo, color celeste y blanco, con medias y zapatos del mismo color. «¿Qué acaso quiere que pase vergüenza? No voy a permitirlo.» Pensó la joven. Se arregló el pelo con dos coletas y se colocó un trozo de tela que venía en la bolsa, con unos moños. A las siete en punto bajó al vestíbulo principal. Año 1850. Ciudad de Frakles. 07:00 p.m. —¡Que belleza! ¿Estás segura de que no quieres terminar el trato? —No señor, por favor, dígame ¿dónde debo ir? —Acompáñame a recibir a los invitados que acaban de llegar. Se dirigieron hacia el salón más grande la habitación. En el se encontraban dos escenarios: uno con una orquesta y en el otro un micrófono y dos especies de tronos... o sillas muy bien decoradas. Se pararon frente a la puerta y mientras un joven sirviente tomaba el abrigo de un adulto, hubo un cruce de miradas. ¿Quiénes? Alice y David. David se quedó perplejo al ver a Alice, básicamente todos los hermanos Evans quedaron de esa forma; sus padres no notaron la presencia de la muchacha. —¿A... lice? Continuará.
Bueno, aquí vengo: Sinceramente, te la estas comiendo con esto, no se tiene algo que me hace querer leer mas y mas, es sencillamente genial. Ahora Alice es esclava de Mugglinton, ¡cerdo patán asqueroso! Al menos eso es mejor que ser su chica, lo cual seria terrible. Lo que tiene que hacer es cuidarse mucho de el, porque los malos nunca cumplen sus promesas. Y en el famoso baile se encontró con David... Muero por saber que pasara, en serio, se pone cada vez mejor. Y si note algunos errores: (las correcciones las puse en rojo) 1-."Pues claro, un avaro y tacaño noble, dispuesto a hacer lo que fuese necesario para satisfacer su enfurecimiento por un deuda no saldada." (sin corregir) "Pues claro, un avaro y tacaño noble, dispuesto a hacer lo que fuese necesario para satisfacer su enfurecimiento por una deuda no saldada." (corregido) Que no se te olvide el genero en las palabras, es pequeño, pero importante. 2-."—Muy bien...— Sonrió nuevamente.— Mandaré a que te traigan el uniforme y vamos a tirar esa ropa vieja, además quiero que me hagas la cena, ¿comprendido?" ( sin corregir) "—Muy bien...— Sonrió nuevamente—. Mandaré a que te traigan el uniforme y vamos a tirar esa ropa vieja, además quiero que me hagas la cena, ¿comprendido?" (corregido) En este caso, como varios de la historia, el punto no se coloca antes del guion, se coloca después, para cerrar la frase y dar pie a la siguiente. 3-."Esto es para que te ponga durante el baile, querida..." (sin corregir) "Esto es para que te lo pongas durante el baile, querida...". (corregido) En este caso, la frase le falto eso para que tuviese coherencia (se entiende, pero cuesta un poquito hacerlo) ten cuidado, porque sino, los lectores se van a perder un poco al leer. Me extendí un poco, pero pediste criticas constructivas. Por todo lo demás, esta excelente... ¡Sigue así! ¡Nos leemos luego!
*O* me encanto la continuación !!! En este capitulo hubo algunos errores, pero la amiga Nianimetal ya te los corrigió ;) ¬¬ con tanta intriga... ¿ tu me quieres ver sufrir, no ? >.< Jeje, que linda debió estar Alice con ese traje *-* ( ¿¿¡¡ que dije ??!! ) Yo creí que iban a hacerle otras cosas a la muchacha... >.< ( soy muy mal pensada al parecer ._. ) Me gustó mucho !!! Seguiré leyendo tu fascinante historia y esperare el siguiente capítulo !! Saludos !! Te veré en el siguiente capítulo !!
Nyaaaaa :c lo dejaste el mejor parte :c mala :c Me muero de intriga u.u que dirá David al ver a Alice así e.e vestida como una sirvienta y ademas trabajando para Mugglinton Y ese Mugglinton es un tarado, ¿Como se atreve a pedirle a Alice semejantes cosa?. Ser de el e.e yo aria lo mismo que Alice, primero esta mi dignidad Ah pobre Alice :c ahora por no querer aceptar lo que el invecil noble de Mugglinton quiere. Ahora tiene que trabajar para el Ahs y me enojo cuando el noble ese le dijo a Alice que David jamas se enamoraría de ella >_< Por fis avísame la conti
Capítulo 4. Año 1850. Ciudad de Frakles. 07:02 p.m. La muchacha se quedó perpleja, no sabía que hacer ni decir. Estaba frente al joven que básicamente había perdonado su vida y la había cargado en sus brazos, y ella estaba vestida como una sirvienta provocativa proveniente de una Casa de Burlesque barata. Igualmente ella había tomado la decisión, anteriormente, de no permitir que Mugglinton la haga pasar vergüenza. —¿Alice? ¿Eres Alice, verdad?— Repitió David. Alice estaba a punto de dirigir su palabra al joven, cuando Mugglinton estiró su mano, de forma que no permitió que pronunciara ni una. —¿Conoce a mi nueva criada, señor Evans?— Preguntó el noble, manteniendo el brazo extendido—. Ella vino corriendo a solicitarme un empleo, estaba desesperada... me dijo que necesitaba estar cerca mío.— Continuó, quitando la mano—. Y bueno, pobre chica, estaba tan desesperada... no puedo negarme y menos si es una mujer tan hermosa. Alice no podía mantener el cruce de miradas que tenía con David, se mantuvo mirando al suelo, con una expresión de tristeza y melancolía en su rostro. —Bueno, creo que ya podríamos seguir saludando a los demás invitados ¿verdad?— Preguntó Alice, con una sonrisa, falsa obviamente. Un golpe seco interrumpió la música de fondo. —¿Quién te crees que eres para hablarme así, sirvienta?— Dijo Mugglinton, con tu mano extendida al lado de la mejilla de la joven—. ¡Solicito tus disculpas inmediatamente! Alice estaba haciendo lo posible para no recordar que David le había hecho lo mismo, y su reacción después de ese suceso. Ella no podía perder, tenía que ser fuerte... no iba a permitir que se le caiga ni una lágrima. Mientras tanto, David y los hermanos Evans, estaban asombrados con la reacción del noble, aunque se sabía que en ese tiempo era muy normal golpear a los sirvientes pidiendo respeto. —Lo siento señor, disculpe mi rudeza al hablar.— Dijo Alice, comportándose como una criada digna. Hizo una reverencia, quedando con una rodilla en el suelo y la otra flexionada—. Jamás volveré a hacerlo señor.— Finalizó tomando su mano y dándole un beso suave, en símbolo de su lealtad. Ahora fue el turno de Mugglinton en quedar perplejo, pues el estaba seguro que de la niña iba a reaccionar de otra manera, pero lo sorprendió. Igual no fue el único, David estaba mirándola fijamente, él no la reconocía... no creía que esa chica dulce, sensible y frágil que conoció, fuera la misma que ahora estaba arrodillada en el suelo besando la mano de el noble que tanto odiaba. —Muy bien, esta vez te lo perdonaré por ser tu segundo día de trabajo. Acompáñame a recibir a mi hermano. No, no, mejor lleva a los Evans a su mesa en la otra habitación. —Como usted ordene, señor.— Dije Alice, haciendo otra reverencia—. Señores Evans, permítanme llevarlos hasta su mesa. Síganme por favor. Alice se dirigió hacia la habitación donde se realizaría el banquete acompañada por la familia Evans. Dicha familia estaba constituida por seis personas: Robert Evans, el padre; Beatriz Perquins Evans, la madre; Tómas Evans, el primer hijo; David Evans, el segundo hijo y los mellizos Leonor y Albert Evans. La muchacha los dejó en la mesa y ofreció su ayuda en lo que necesitaras. David aprovechó el momento y le pidió que le indicara dónde estaba la biblioteca, puesto que anteriormente -al parecer- Mugglinton le había sugerido que viera su colección de libros. Por supuesto que la joven no tenía ni la más pálida idea de dónde quedaba dicho lugar, aunque por una extraña razón decidió llevarlo «En algún momento pasaremos por la biblioteca, ¿verdad?» pensó y le pidió a David que la siguiera. Pasaron por diez habitaciones y ninguna era la indicada, aún continuaban en el primer piso. —Alice, ¿planeas hablarme o ahora soy un desconocido? Tienes que explicarme que fue lo que pasó en mi casa... —Señor, no sé de lo que está hablando.— Dijo Alice, con un tono bastante frío. Alice comenzó a subir las escaleras, seguramente que la maldita biblioteca estaba en el segundo piso, o en el tercero... quién sabe. De lo que estaba muy segura, era que dicho lugar no estaba detrás de la tercera puerta del lado izquierdo, ya que esa era su habitación. —Alice...— Musitó David, tomándola suavemente de la mano. Alice se dio vuelva al sentir su mano, de modo que el vestido giró a su vez, haciendo una figura como si fuera un tutu de ballet. —No sé que es lo que me está pasando, pero desde la primera vez que te vi, no dejé de pensar en ti. —Señor, soy sólo una simple criada y usted es un noble religioso que está destinado a suceder a su padre al trono.— Dijo Alice, volviendo a voltearse de modo que quedó de espaldas al chico. Su tono era el mismo gélido de antes. —¿Religioso? ¡Por dios Alice! Yo no soy religioso, sinceramente soy ateo. Lo de ser un noble no puedo cambiarlo... pero quiero que no me mires como un noble, sino como David, sólo David. ¿Podrás?— Insistió el joven, inclinándose -tal como había hecho ella- y besándole la mano suavemente. —¡Dios David! ¿Qué estás haciendo?— Musitó la muchacha, completamente sonrojada. Alice arrebató su mano de entre los labios del joven y siguió caminando, parecía que no le importaba nada de lo que él le había dicho. —¿Sabías que esa vez en mi casa no fue la primera vez que te vi? Realmente, yo ya te había visto antes... con esas ropas extrañas que sueles usar. Recuerdo que la primera vez que te vi, yo estaba siendo un completo tirano y tu me detuviste, igual no creo que recuerdes lo que pasó hace un año atrás, pero fue la primera vez que te vi, y desde ese momento quedé... de esta forma. Alice se detuvo, quedando en el medio del camino. —¿Recuerdas eso? Yo creía que iban a matarme cuando casi te golpeo.— Dijo la niña, un tanto alegre. —Por suerte detuve tu mano, sino seguramente no tendría mi rostro sano.— Comenzó a reír—. Desde ese momento, Alice, quedé de esta forma... no sé qué diablos es ésta sensación, éste sentimiento. —David... yo... yo... ¡Yo me siento extraña desde que te conocí! Yo creía que eras un estúpido noble, pero no es así y me lo demostraste en tu casa, lamento haber sido tan terca. Aunque igual, no creo que nada pueda suceder David... tus padres, bueno, tu padre lo primero que me preguntó fue de qué familia noble provenía, y eso es evidencia de que siendo lo que soy, jamás seré aceptada por él. David se abalanzó sobre la chica, proporcionándole un cálido abrazo. —Te quiero Alice. La muchacha estaba inmóvil, no sabía qué hacer, qué decir, pero David pudo ablandar un poco ese duro corazón de piedra que se había formado luego de perder a su madre. Finalmente correspondió su abrazo. —Y yo a ti... aunque lo nuestro sea imposible. —¿Imposible? ¿Por qué? ¡No va a ser imposible Alice! Año 1850. Ciudad de Frakles. 08:13 p.m. Ambos estaban en el cuarto de invitados, que ahora era la habitación de Alice, sentados en el borde de su cama blanca. En un instante Alice estaba acostada sobre el acolchado y David sobre ella, acercando su boca a los labios de la niña. —David, ¿qué haces? —Yo te dije que no soy religioso. Continuará. Muy bien, gracias por haber leído (?). Ok, ¡necesito su ayuda! ¿En qué? Necesito saber si alguno de ustedes está interesado en que se abra un foro sobre Sword Art Online (S.A.O). Yo si estoy interesada, y mucho, pero para poder abrirlo necesito que haya al menos 10 Fics escritos (y recientes) sobre este fandom, y sólo encontré uno. Bueno, por lo tanto si alguno/a de ustedes está interesado le pido que se contacte conmigo por un mensaje en la Bandeja de Entrada. Se lo agradecería mucho. Y si a ustedes no les interesa y tienen un amigo o amiga que le gusta este fandom y está en esta página, por favor permítanme comunicarme con él/ella para poder abrir este foro, que creo que será muy interesante y activo. Desde ya, ¡gracias! por la lectura y por su atención y seguimiento. No leemos luego, bye.
Bueno, ¿qué te puedo decir? Es excelente, me parece genial. Me iba a morir cuando Mugglinton golpeo a Alice, ¡desvergonzado! Aparte dijo que ella lo había buscado para pedirle trabajo porque quería estar a su lado, ¿la cosa no es al revés? Pero David no se fijo mucho en eso, porque igualmente quiere tener una relación con ella, ¡Super! Y ya sabemos desde cuando se origino ese "enamoramiento", al menos de parte de el. Yo, sinceramente, no me esperaba eso, pero es genial. Me encantaría saber que pasara ahora, desde ya, pero no se puede, ¡paciencia! ¡Nos leemos luego!
Tu relato es bastante interesante, aunque se desarrolla demasiado rápido ¿No crees? Hay algunas cosas que se salen del hilo de lo real, a mi punto de vista, que deberías tener en cuenta próximamente. A pesar de ello, no pude dejar de leerlo. Atrapa al lector completamente, y eso es lo importante. Tienes bastantes errores de ortografía, gramática y narración. Trata de leer más, ya sea libros o siguiendo el ejemplo de otros escritores aquí en FFL, e intenta corregir los fallos usando un procesador de palabras a gusto. No puedo decirte con exactitud qué está mal sin hacer una larga y detallada lista y realizar una profunda revisión, así que pido disculpas por no ser de ayuda. Cuando subas el capítulo que sigue avísame, por favor, a través de un Mensaje Privado, porque quedé con la intriga de saber qué viene. Saludos.
Al fin me paso por aqui... debo decir que estoy de acuerdo con ela en muchas aspectos, como en correr agitadamente con el trama, pudiste aprovechar bastante si hubieras extendido la historia. Otro aspecto es la falta ortografica, creo que seria fenomenal si pudieras conseguir una beta reader lo cual puedes preguntarme de como conseguirla. Pero no todo lo que quiero decirte es para mal pues me haz sorprendido narrativamente, la forma o estructura de la historia ha sido punto clave para mi interes, personalmente me parece tener una esencia. envolvente, lo que me hace decirte que tienes la hermosa cualidad que no todas las escritoras tienen, la tension que causa al leer un capitulo
Lo dejastes en la mejor parte :c Valla que lindo que es David , todo lo que le dijo a Alice ^^ Nyaa y que lindo se besaron ^^ :3. Esa fue mi parte favorita Y cada vez odio mas a ,Mugglinton ¿Como se atrevio a exigirle a Alice perdon?, Luego ella ¿Que hiso?. Que bueno que Alice es muy fuerte Mmm y me pregunto que aran en esa parte :3 Espero con intriga lo conti ^^