El silbido del viento que arrulla las ramas del árbol, que guarda reposo frente a la venta de mi habitación. Y al otro exterior de la casa, se escucha el caminar de las gotas de agua, que deja caer con sutileza el grifo de color albino. Y en un pequeño cojín de mi habitación, la tierna figura de un cachorro descansa; su tenue respiración que se estimula con los sueños de un día de verano, en el cual corre por los campos de un tono amarillo. La sabana oscura que cubre el cielo, y el destello lejano de pequeños astros que hacen suyo aquel mar adormecido. Al fin, a llegado la tan esperada noche, la hora de dormir, la hora de imaginar y la hora de recordar para no olvidar.
Eres bueno para setear ambientes y atmósfera, sin embargo olvidas algo importante dentro de lo que esto significa. Ni siquiera me refiero a lo que es dentro del mundo de relatos cortos, sino en general. Cuando tratas de hacer un paisaje vívido esto siempre tiene que ir en función de la historia. A veces la descripción del paisaje o lugar nos ayuda a conectar con el personaje y su psicología, entendiéndolo a este como parte del lugar en que habita. En ninguna historia las descripciones están por mero azar, todo cobra sentido de un modo u otro. Quizás en algunos textos más largos se da espacio para más relleno, pero eso es lo que separa a buenos escritores de, escritores promedio, cuando sientes que nada estuvo de sobra. En este caso tus descripciones me parecen vívidas y pones bien de manifiesto una atmósfera. El lenguaje es adecuado y nos propones algo que es lindo, pero a mi parecer no me cuentas nada. Es como ver la foto de un paisaje cualquiera, cuando lo que quisiera ver es una foto dinámica, donde los personajes entran en acción. Incluso con una fotografía puedes contar una historia y no limitarte a simples paisajes. Tienes todos los medios para ir más allá y llevar tu escritura a un siguiente nivel, sólo debes buscar algo que contar y poner esa gran capacidad de descripción en función de ello.