Explícito de Naruto - Si jamás lo sabe...

Personajes: Itachi Uchiha y Sakura Haruno
Género: one-shot, lemon

Nota de autor: este fic lo hice hace mucho a pedido de Insane, que me había pedido algo más explícito de Itachi y Sakura —y saber si Sasuke algún día se entera de su infidelidad— y jamás lo publiqué porque no sabía cómo acabarlo. Espero que te guste <3

Si jamás lo sabe…​

Su espalda chocó contra el frío suelo mientras los dedos ajenos se metían en su ropa interior y abrían paso por su húmeda intimidad. Sakura se contenía de gemir o alguien los oiría, pero Itachi… Itachi hacia y deshacía tanto en ella que le era difícil aguantarlo y finalmente, no pudo controlarse cuando la lengua de él halló su entrada.

El Uchiha se limpió los labios con su dedo pulgar y lo relamió quitándole la corbata del uniforme, que había quedado con un nudo ajustado y mal hecho en el cuello de la muchacha y con ella, la amordazó.

—Nos descubrirán si sigues así —susurró en su oído clavando dos dedos en su interior de una sola vez. Sakura puso los ojos en blanco de placer con el rápido vaivén que él mantenía bajo su falda, estaba a punto de correrse con sólo su mano ¡Y no quería! Quería que él la hiciera suya aunque fuera a escondidas, por lo que tomó la mano de él intentando hacerle entender lo que quería.

Itachi no estaba satisfecho con eso y ante la acción de la mujer de cabellos rosados, acabó por quitarle la camisa y usar sus mangas largas para atarle las manos en la espalda.

La joven arqueó la espalda con las piernas abiertas gracias a que él seguía en medio de ella, hábil y fuerte como era ni había tenido que cambiar de postura para apresarlos y tenerla a su merced.

El aula estaba vacía, estaba en medio del partido de baloncesto ¡No había nadie en los pasillos! Ni en las aulas, la mayoría estaba en la cancha viendo el partido y ella, la novia del jugador estrella estaba abierta de piernas recibiendo un oral del hermano mayor del mismo.

Ella no podía contenerse por más tiempo, su respiración agitada y las ganas de clamar el nombre de su amante la podían, más, no podía hacer nada más que ser receptora del enorme placer que la habilidosa lengua le brindaba. Un poco más y… llegaba a tocar el cielo con los dedos.

Itachi aún no acababa con ella. Se bajó el pantalón con una potente erección entre sus piernas y lubricada como estaba, fue tan fácil y placentero entrar que el tuvo que contenerse de hablar.

Los dedos largos recorrieron el cuerpo de la mujer mientras sus caderas chocaban en un frenesí pasional, Sakura sentía que ya no daba más, aún sensible de su primer orgasmo estaba a punto de tener otro y él estaba lejos de terminar, prolongando aquellas oleadas de placer que rompían como olas contra las piedras, a punto de hacerla perder el juicio.

Por un momento, él se calmó y salió de ella tomándola de la cintura y volteándola, dejándola con el trasero hacia arriba, al descubierto. Se tomó unos instantes para masajearlo y apretar sus nalgas antes de volver a cobijarse en su interior y esta vez, gracias a la postura que tenía, Itachi llegaba un poco más profundo.

Finalmente, la mente de Sakura quedó en blanco logrando su tercer orgasmo. Y fue en ese momento que ella se tensó y apretó su miembro que lo hizo probar un poco de todo lo que ella había degustado anteriormente.

Agitado, cayó contra el hombro de la mujer, con su aliento golpeando el cuello de ella, estiró su mano y le quitó la mordaza, volviendo a escuchar la dulce voz pronunciando su nombre de manera entrecortada.

—El partido —musitó sin recordar cómo era hablar de manera normal.

—¿Quieres ir a verlo?

—Se lo prometí a Sasuke —respondió ella mientras Itachi se sentaba y la acurrucaba contra su pecho— ¿tengo tiempo? Él debe estar esperando verme en la tribuna —dejó escapar el aire de manera sonora y cerró los ojos casi al borde de dejarse llevar por las sensaciones que el Uchiha le producía y rindiéndose al sueño.

—Estará bien sin ti una vez. Vamos a tomar algo, le dirás que te sentiste indispuesta y te fuiste a casa —planeó rápidamente poniéndose de pie con ella sosteniéndola de la cintura. Así, él aprovecharía a seguir con ella el resto de la tarde y quizás, podrían repetir todo eso en su casa a solas, reviviendo los momentos de placer que vivían tan sólo a escondidas, porque nadie debía enterarse que Sakura era sólo de Itachi Uchiha ni si quiera, su pequeño hermano menor.