Crepúsculo Shut up [Edward&Jacob,no yaoi]

Shut up [Edward&Jacob,no yaoi]

Título: Shut Up
Summary: Jacob lo único que quiere es que de una vez por todas Edward cierre la boca.
Pareja: Edward & Jacob, no yaoi.
Cantidad de palabras: 2,204 + título.
Canción: Shut up, de Simple plan.

Shut Up​

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[Edward&Jacob]​

Pude observar aquellos ojos de topacio líquido fijarse en mí con una sonrisa de suficiencia, mientras su efluvio quemaba lentamente mi nariz. Tuve que apretar fuertemente los puños para evitar convulsionar y explotar convertido en un lobo: Bella jamás me perdonaría si le hiciese algo a su amado chupasangre.
Claro, él lo tenía todo de ella y yo apenas podía conformarme con recibir noticias a través de él.

There you go​

You're always so right​

It's all a big show​

It's all about you​

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—Tranquilízate, Jacob —murmuró extendiendo una mano hacia mí, retrocediendo con cautela.

Me llenó los oídos aquella voz aterciopelada que tanto le gustaba a ella; no pude comprender por qué ahora a mí me calmaba...

—Vale, vale... Sabes muy bien que no es sencillo soportar lo injusto que resulta todo esto —solté, frunciendo el seño.
—Créeme que lo sé, Jacob... —repuso apoyando su mano fría en mi hombro—, y no me complace verte sufrir por mi causa. Sé que estarías feliz de verme desaparecer tras una hoguera.

Aparté su pétrea mano de mí con violencia. Me provocó un extraño escalofrío el contacto con aquella piel tan fría.

—Sí, estaría más que feliz de que te marcharas de mi vida... y de la de Bella —añadí con brusquedad.
—Estás siendo egoísta, Jacob... —siseó suavemente—. ¿Crees que Bella piensa lo mismo? ¿Que no está bien a mi lado? Deberías de pensar en su felicidad...

You think you know​

What everyone needs​

You always take time ​

to criticize me​

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—¡¿Y qué sabes tú de su felicidad?! —ladré fuera de mí—. ¡Eres tú quien la ha obligado a ser un monstruo, no yo!
—¡Arrepiéntete de lo que dices, chucho estúpido! —vociferó, mostrando los dientes.

Retrocedí ante la ferocidad de su mirada, olvidando que estaba completamente enfadado. Hacía mucho que él no perdía la compostura; sabía que a Bella le dolería que me hiciera daño... Aunque yo no podría asegurarle tal nivel de autocontrol de mi parte.

—A pesar de tu apariencia, sigues haciendo berrinches como un niño —comentó con suavidad.

Claro, yo era el niño pequeño mientras él era la voz de la experiencia con sus décadas de vida. Me hablaba como si fuera Billy o Sam; siempre criticándome, sacándome en cara mis muchos defectos... ¡Como si él no los tuviera!

It seems like everyday​

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I make mistakes​

I just can't get it right​

It's like I'm the one ​

you love to hate​

But not today.​

—Tranquilízate, Jacob —me recordó—. No vine a pelear contigo.

Maldita sanguijuela, odiaba que leyera mis pensamientos..., ¿es que no podía tener privacidad ni en mi forma humana?
Sentí su fría mano hacer contacto con mi antebrazo, pero no hice ademán de apartarlo. Debo reconocer que no me había dado cuenta de lo mucho que extrañaba sentir frío. Cuarenta y tres grados de temperatura no son, después de todo, algo muy grato.
Edward esbozó una sonrisa al ver mi reacción, y luego me palmeó la mejilla.

—Buen chico, ¿ves que no es tan terrible tener un poco de autocontrol?
—Si lo dice un vampiro... —Puse los ojos en blanco.

Él estalló en una sonora carcajada, dejando al descubierto sus dientes blancos. Un escalofrío recorrió mi columna... ¿Cómo podía actuar con tanta naturalidad cuando estaba frente a aquél que intentó quitarle lo que más amaba en la vida?

—Al menos tú lo hacías por su bien y no para matarla —respondió a mi pregunta, encogiéndose de hombros—. Yo nunca le he prohibido que vaya contigo si es eso lo que quiere.
—Como si te fuera tan fácil desprenderte de ella —le lancé, recordando cómo había intentado ser destruido por los vampiros italianos al creerla muerta.
—No es lo mismo abandonarla, que dejarla ir porque ella así lo quiere —Hizo una mueca de tristeza ante sus últimas palabras.

Claro, él siempre había sido el caballero y yo el egoísta que pretendía apartar a Bella de su amante vampiro. Muy bonito.
Me dedicó una sonrisa torcida de las que, no pude evitar pensarlo, seguramente derretían a Bella.

—¿Sabes? Sigo creyendo que ella hubiese sido feliz a tu lado si tan sólo yo no hubiese regresado a Forks... —comentó con el semblante inexpresivo—. Pero no debes seguir lamentando no haber actuado más deprisa; no había forma de que supieses que regresaría a por ella.

¿Cómo esa maldita sanguijuela era capaz de ver aquellos pensamientos que guardaba tan recelosamente? Estaba seguro de no haberlos considerado durante su presencia en esos momentos.
Él tenía la vista perdida en algún lugar lejano del bosque, y entonces vi nuevamente mis sueños rotos rearmándose ante mis ojos...

Bella me sonreía radiante, mientras correteaba por la playa de La Push a la siga de un par de pequeños de cabellera oscura, que corrían a ocultarse de su madre. Las risas que inundaban la escena llegaban hasta mí como el claro canto de las aves... Hubiésemos sido felices...
¡Pero, a pesar de todo, nada de eso había pasado!

So shut up Shut up Shut up​

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Don't wanna hear it​

Get out Get out Get out​

Get out of my way​

Step up Step up Step up​

You'll never stop me​

Nothing you say today​

Is gonna bring me down​

Hice el mayor acoplo de mis fuerzas por volver a sepultar aquellas falsas ilusiones en lo más recóndito de mi cabeza... Leah me mataría si por causa de aquellas imágenes volviese a soñar que besaba a Bella.
Observé al vampiro fijamente, preguntándome qué demonios tenía él que yo no pudiera darle a ella..., exceptuando la inmortalidad.

Observé sus rasgos duros y a la vez finos; su piel pálida brillando bajo la luz de la luna; sus ojos dorados refulgentes al pensar en ella; sus cabellos broncíneos mecidos por el viento; su aroma a... putrefacción.
Sacudí enérgicamente mi cabeza. ¿En qué demonios estaba pensando? ¿En ver al chupasangre a través de los ojos de ella? Ahora sería Seth quien querría matarme por las imágenes que le entregaría.

—Suelo causar diversas sensaciones en quienes me rodean —soltó, ahogando una carcajada.
—Sí, en especial una: asco —respondí, mordaz.
—Eso no parecía lo que estabas pensando hace un minuto, perrito —puntualizó, sonriendo con suficiencia—. Tal vez ya vaya siendo hora de que te emparejes con alguien... del sexo opuesto, por favor —se mofó.

There you go​

You never ask why​

It's all a big lie​

Whatever you do​

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You think you're special​

But I know and I know and I know​

And we know ​

that you're not​

​

Le gruñí mostrando los dientes, mientras él permanecía inalterable, mirándome fijamente. Claro, él era lo suficientemente bueno como para tener a cuanta chica se le cruzase en el camino rendida a sus pies; y yo, que sólo estaba interesada por una, no podía tenerla.

La luna llena brillaba sobre nosotros, otorgándole un tinte de ironía a la escena que formábamos el vampiro y yo. Debería transformarme y hacerlo pedazos, un hombre lobo no debía huir de su naturaleza. La sanguijuela retrocedió mostrando los dientes ante mis pensamientos.
Sonreí con manifiesta satisfacción al recordar cuán poderosa arma estaba a mi disposición. Si lograba provocarlo, pronto estaría tan arrepentido que no sería capaz de ver a Bella a los ojos por un buen tiempo.

Bella...
Evoqué sus ojos vacíos y tristes luego de que Sam la encontrara en el bosque, recordé cómo lentamente se había convertido en un ánima que vagaba por Forks sin propósito alguno más que seguir hundiéndose en la misma mierda en que él la había dejado.
Rememoré, para quitarme aquel amargo sabor de la garganta, su cálida sonrisa cuando nos encontrábamos en mi taller, compartiendo planes secretos de entretención que pronto, por mis malditos e impulsivos celos, acabaría echándolos a perder.

—A Bella le dolía muchísimo tu traición, Jacob..., pero le dolía mucho más estar enojada contigo. Es algo que no soporta —susurró el vampiro con su voz suave y armoniosa, al momento que un violento escalofrío recorría mi espalda. ¿Cómo podía un monstruo como él tener un tono de voz tan tranquilizante?
—No pedí tu opinión, chupasangre —ladré—, hice lo mejor para ella.
—Actuaste como un niño enojado porque le han prohibido seguir viendo televisión.
—¡Alejarla de ti es por su propio bien!
—¿Crees que estaría mejor si yo la volviese a dejar? ¡No seas egoísta! —exclamó lleno de ira.

You're always there to point​

Out my mistakes​

And shove them in my face​

It's like I'm the one you love to hate​

But not today.​

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Me encogí ante la ferocidad de su mirada; seguramente mis recuerdos lo habían alterado más de lo que esperaba. Él jamás volvería a dejarla. No después de saber cuánto habían sufrido ambos ni todo lo que había pasado durante su separación.

Ellos... se amaban más de lo que yo era capaz de entender. Y aceptar aquello me dolía más de lo que pensaba, porque, aunque yo la amara más que a mi vida, Bella era capaz de ser feliz solamente si Edward estaba cerca de ella. Y yo..., siempre sería su mejor amigo.

—Jacob... —balbuceó el vampiro, indeciso entre continuar o no—. Bella lo único que desea es tu felicidad..., quizás ya es tiempo de que la dejes ir. Es lo mejor para ambos...
—Lo mejor para ti, querrás decir —le espeté sin poder contenerme.
—No es eso..., es sólo que no me satisface la idea de que por mi culpa hago infeliz a alguien, y ello a su vez hace infeliz a la mujer que amo —murmuró, con una auténtica nota de tristeza en su voz.

Sentí que algo se removió en mi pecho, al mismo tiempo que se me formaba un nudo en la garganta y unos locos deseos de salir corriendo emergían de mi interior al observar aquellos ojos ambarinos mirándome con incontenida angustia.

Don't tell me who I should be​

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and don't try to tell me what's right for me​

Don't tell me what I should do​

I don't wanna waste my time​

I'll watch you fade away​

Intenté apartar los sentimientos que ahora comenzaban a surgir en mi interior; quería seguir odiando a ese maldito ser perfecto que me había arrebatado a la mujer de mi vida, quería borrar de mi mente sus ojos dorados observándome acongojados y sepultar aquellas emociones que ya tanto conocía.

—Será mejor que me vaya —masculló a modo de disculpa—. Mi intención no era alterarte..., lo siento, Jacob.

Malinterpretando mi confusión desapareció en la negrura de la noche tan rápido como había venido, pero en el aire aún permanecía su efluvio inundando el lugar con fuerza. Respiré hondo aquel aroma que ya tanto conocía, pero que nunca me había desagradado: la fragancia de Bella. No me sorprendió en lo absoluto: en el fondo siempre había sabido que ambos formaban uno...Y si amaba a una parte de aquella unión, por obviedad debía amar con la misma fuerza a su complemento.

Aquella era la razón del porqué odiaba a Edward: no soportaba la idea de aceptar que él, y sólo él, era el complemento de Bella. No toleraba el tener que amar también a un vampiro.
Y es que cada parte de mi ser anhelaba ahora reunirse con ese ser perfecto, estar con Bella... Envidiaba su amor, pero no haría nada para intervenir en aquella mágica unión.

La mujer que amo y mi enemigo son mi razón de vivir. Por muy patético y desagradable que eso suene, si Bella es feliz con Edward, procuraré hacerlo feliz a él también.

Leah tendría muy bellos sueños esa noche, y el resto de la manada preferiría no tener que dormir por un largo tiempo.

Un jirón de nube cubrió la luna, sumiéndome en la oscuridad. Una voz gritaba en mi fuero interno que me retractase de mi intención de rendirme. La claridad de mis sentimientos se había esfumado con la luz de la luna, y ahora el fantasma del rencor se cernía sobre mí.

Debatía con mi conciencia en lo que seguramente sería una batalla sin fin, sólo deseaba no pensar más. Las ideas que antes concebía me parecían a ratos ridículas, pero también cargadas de razón. Deseaba fervientemente que la demencia no me dominara por completo.

No podía permitir que los celos me dominaran, ya había aceptado la relación de Bella con su vampiro; ¡era lo mejor para ella!
¡No lo es!, siseó una voz dentro de mi cabeza.
Cállate, cállate, cállate, no quiero oírte.
¡No desesperes, Jacob!, murmuró la voz aterciopelada de Edward en mi fuero interno.
Vete, vete, vete, sal de mi camino. ¡Tú arruinaste mi vida!, gruñó la otra voz.
Nunca podrás detenerme, sabes que Bella está mejor conmigo, yo la cuidaré, respondió Edward.
¡Ella estaría mejor conmigo!, aulló mi voz.

Caí de rodillas sujetándome la cabeza con ambas manos, soltando alaridos de dolor. Debía irme, escapar lejos, muy lejos..., a un lugar donde nadie pudiese leer mi mente. En un violento estallido me hallaba a cuatro patas sobre la tierra húmeda, corriendo sin ninguna dirección establecida, mientras dos voces se debatían en mi fuero interno, voces que no pertenecían a nadie de mi manada.

¡Regresa!, gritaba mi otro yo.
¡Vete!, exclamaba Edward con tono suplicante.
¡Lucha por ella!
¡Deja las cosas como están!
¡Piensa en ti!
¡Piensa en Bella!

Cállense, cállense... ¡Cállense!