One-shot Sentimientos Prohibidos -RinxLen-

*FlashBlack*

Era una tarde tranquila como cualquier otra en la cotidiana vida de la joven chica. Esta de costumbre, como todas las tardes, se sentaba bajo un gran árbol con unas largas y bellas hojas que colgaban del mismo para leer tranquilamente un libro. Le gustaba estar sola, disfrutaba aquél momento sin nadie que le prohibiese algo, criticara, insultara, avergonzada, ni nada de eso.

—Que tranquilidad más hermosa— Susurró aquella chica mientras respiraba el aroma de ese ambiente tan tranquilo que ella disfrutaba.

Poco minutos después de su lectura miró hacia el cielo que hace un momento era de un hermoso color azúl, pero ahora se había tornado completamente de un color gris intenso. La joven al ver como el tiempo había cambiado tan bruscamente y sentía como la suave brisa se había vuelto a una más fuerte que hacía volar las hojas del árbol se levantó y empezó a correr hacia su casa lo mas pronto que podía.

—¿Por qué se puso el tiempo feo tan de repente?— Pensó la chica de camino a su casa. Cuando entró a su gran casa en la cuál vivían sus padres, su hermano y ella notó que no había nadie o eso creyó.

—¿Ya has vuelto?— Preguntó una voz muy familiar que provenía de la sala de estar.

La joven caminó hacia donde provenía aquella voz familiar y al entrar en aquella misma sala, vió a su hermano mirando tranquílamente la televisión.

—Sí, ya estoy en casa— Respondió ante aquella pregunta. —El tiempo se ha puesto muy feo— Dijo acercándose hacia donde estaba su hermano y se sentó a su lado. —¿Dónde están mamá y papá?— Preguntó la joven intrigada ya que estos aún no habían vuelto de la casa.

—Ellos no vendrán— Contestó de una manera seria y madura, cosa que no era muy de verse en su hermano.

—¿Por qué?— Preguntó su hermana mientras inclinaba la cabeza con levedad. —¿Cuándo volverán?— Hizo otra pregunta antes de que su hermano pudiese contestar la primera.

—Rin...— Susurró su hermano con los ojos llenados de lágrimas, se le acercó a su hermana y la abrazó lo más fuerte que podía sin causarle ningún daño para luego susurrarle unas palabras tristes para ambos. —Ellos nunca volverán. Mamá y papá han muerto— había dicho mientras empezó a llorar sin parar. Había intentado distraerse mirando la televisión pero no le funcionó mucho que digamos.

—No...Puede...Ser...— Dijo la dulce joven con una voz agua y con un nudo en la garganta, mientras por sus suaves mejillas se deslizaban una por una las lágrimas que brotaban de sus cristalinos ojos azules.

Desde lo ocurrido aquél día, Rin y su hermano Len fueron los únicos que estaban viviendo en aquella casa que ahora parecía grande y vacía con la ausencia de sus padres ya fallecidos. Rin a partir de los años se había vuelto muy unida a su único familiar, su hermano. Mientras que Len cuidaba a toda costa a su querida hermana, ya que ella era lo único que tenía en su vida para seguir viviendo.

*Fin del FlashBack*

Han pasado ya tres años de aquél entonces, éramos solamente niños, pero comprendíamos la situación. Ahora ya crecimos, somos curiosos por querer saber más cosas, sobre nosotros y lo que este mundo nos tiene por delante...
Este mundo fue doloroso al principio por la pérdida de nuestros estrictos padres. Yo, Len Kagamine siempre los odié, seguro se preguntarán, ¿Por qué razón? Bueno, eso se debe por que cuando éramos mi hermana y yo niños me gustaba y no la veía como a una hermana. Había oído por parte de mi mejor amigo Kaito Shion, el cuál es mayor que yo hablar sobre besos y como era curioso, quise intentarlo, probar lo que se sentía besar. Entonces, un día estaba mi hermana en la cocina, mis padres estaban discutiendo por asuntos familiares, entonces pensando en las palabras dichas por mi amigo había llamado la atención de mi hermana...

*FlashBack*

—Oye, Rin— Llamé su atención con una sonrisa divertida, al ver como esta me miró con la misma sonrisa, su hermosa, hermosa sonrisa, le dije sobre el beso. Se me quedó mirándome un poco extraña, dado que no sabía que era eso. —¿Quieres saber que es y que se siente besar?— Pregunté con la misma sonrisa que antes.

—S-Sí— Me respondió tartamudeando un poco. Así que me le acerqué lentamente y cuando mis labios estaban rozando con los suyos, mis padres arruinaron el momento y me llevaron hacia mi habitación para hablar conmigo.

—¿Qué es lo que estabas por hacer?— Me preguntó mi padre con una voz fría mientras me miraba seriamente con los brazos cruzados.

—Solo la quería besar— Contesté agachando la cabeza. —Solo quería saber que se siente besar— Agregué murmurando.

Mi madre no decía nada, ya estaba enojada por alguna razón que en ese entonces no comprendía bien. Mi padre, por otro lado trató de no enojarse ya que cuando se enojaba podía arrepentirse de hacerlo. —Len, aún eres muy joven, puedes que no lo entiendas aún pero...—Luego de eso, hubo unos segundos de silencio —No puedes besar a tu hermana— terminó la oración mi padre.

—¡¿Por qué no puedo?!— Contesté enojado al no poder besar a mi hermana, levantándome bruscamente de mi cama en la cuál yo estaba sentado.

Mi padre al ver mi reacción, se me acercó y me dio una fuerte bofetada —¡Por qué es tu hermana!— Me gritó ya bastante molesto. Yo lo único que hice fue largarme a llorar, mi hermana me gustaba, no lo toleraría.

Esa misma noche, cuando mis padres se fueron a dormir, yo estaba acostado en mi habitación cuando siento que la puerta se abría y veo entrar a mi hermana.

—¿Qué pasa?— Pregunté curioso, dado que mi hermana venía a dormir conmigo a escondidas de mis padres cuando no podía dormirse.

—Nada, solo quiero dormir contigo— Contestó con suavidad en un susurró para luego acostarse en mi cama. —Hermano, quiero que me beses— Me dijo. Yo me sorprendí pero luego sonreí y la besé. Fue un beso torpe pero a mi y a ella nos gustó. Luego de estar hablando por unos segundos ella cayó dormida acurrucándose en mi pecho, yo la abracé y nos dormimos.

*Fin del FlashBack*

Luego de eso, me empezó a gustar mi hermana, mejor dicho me enamoré de ella. Últimamente, la veo que siempre tiene alguna cita, eso me molesta. La quiero solo para mi. Creo que estoy celoso. Es mi hermana, es solamente mía, no la compartiré.

Luego de haber pensado en eso toda la tarde, oí que alguien abrió la puerta de la casa. —¡Ya volvió!— Pensé sacando mi aburrida cada y poniendo una sonrisa de felicidad al ver a mi hermana entrar. Entonces corrí como un niño cuando su madre le trae algo y la abracé.

—Hola hermanito— Me dijo en tono burlón. —¿Qué has echo mientras no estuve?— Preguntó con una bella sonrisa de la cuál me enamoré.

—No me digas así. Tenemos la misma edad— Respondí dejando de abrazarla y mirarla a los ojos. Sus hermosos ojos azules que me hipnotizan cada vez que los veo. —Nada. Aburrido como siempre— Murmuré haciendo una cara de niño triste.

Mi hermana simplemente se rió y me dio un suave beso en la mejilla —E-Eh— No supe que decir ante ese beso, sentí mi cara arder. ¡Me había sonrojado! No resistí más, verla sonreír por verme actuar así me molestaba, pero tenía su lado tierno. Así que la tomé de la cintura, la atraje más hacia mi y la besé. Oh, vaya cuanto tiempo sin sentir aquellos labios, era hermosa esa sensación de besarle.

—Le-...— No había alcanzado a nombrarme, ya que la había besado antes. Al cabo de unos segundos, sentí como unos cálidos abrazos me rodeaban el cuello y como de a poco y con la misma torpeza que yo, me correspondió aquél beso.

Al apartarme de los labios de mi hermana, pude notar su sonrojo. Aquél beso fue magnífico y estaba deseado de más. —Me gustas— Me le acerqué al oído para susurrarle de manera pícara.

Quedó sin decir nada, pero luego finalmente escuché su voz dulce y suave —También me gustas...— Luego de decirme esas palabras, sonreí, mi amor era correspondido, estaba realmente feliz. —Pero somos hermanos, no podemos salir ni mucho menos besarnos. Perdón— Me dijo de tono suave.

Al escuchar esas palabras, por más suaves que las dijese, me dolió, fue como si me arrancaran el corazón sin evitarlo mis lágrimas empezaron a brotar de mis ojos azules, no tanto como los de mi adorada hermana —¿Por qué?— Dije con una voz quebrada a punto de romper en un llanto —¿Acaso no me amas a mi igual?— Volví a preguntar para luego callar.

—Por que somos hermanos— Respondió agachando la cabeza apenada. —¡Por supuesto que te amo!— Me respondió casi inmediatamente —Me gusta besar tus labios, a pesar que esté mal, me gusta— Susurró acariciándome la cabeza. —Sabes que no podemos ser algo más. Además tengo novio— Luego de decir aquello me abrazó con extrema delicadeza.

—Termina con él y sé solamente mía— Le susurré para alejarme de ella un poco, mirarla a los ojos y buscarle aquella dulce y tímida mirada que tenía esperando impaciente su respuesta.

Fin :3
Es mi primer Fic >u<
Acepto dudas, sugerencia, crítica y lo demás n.n
Ya que así se aprende ¿No?
El final quedó abierto, lo sé. ¿Lo continúo? n.n