Título: SenselessForo: Fanfics sobre Harry PotterFandom: Harry PotterTipo: One-shootResumen: No siempre hay amor o amistad entre la familia. Tras haber salido de la Sala de los Menesteres, Draco huye por el castillo, y se encuentra con Tonks, ¿que harán los primos al verse?Clasificación: Fiction Rated T (13+)Pareja: Historia entre Tonks y Draco MalfoyAdvertencias: Spoilers de varios libros Capítulo único: Roces de familia Le habían salvado la vida y aun así seguía odiándoles. Por culpa de uno de sus matones había puesto en bandeja su vida a Potter y sus amigos. Estaba realmente asustado, no se atrevía a mirar hacia atrás por miedo a encontrarse de nuevo con esas gigantescas leguas de fuego. Lo único que sabía hacer en ese momento era correr, correr sin parar hacia delante, buscar una salida e irse de esa locura en la que se había convertido el castillo. Aunque, aquello ya no podía considerarse el castillo que antaño fue, ahora era un amasijo de escombros, polvo y suciedad mirara donde mirara. Había cuadros rasgados por los pedruscos que habían caído del techo, suelos con agujeros como la longitud de un lago, muros de mampostería que bloqueaban el paso por muchos de los antiguos lugares que el rubio conocía. Tuvo que derrapar muchas veces y desandar lo andado por encontrarse un muro que interrumpía su huida. Pasó por grupos de personas combatiendo y esquivó maldiciones imperdonables que rebotaban por los muros y espejos de los pasillos. Una de esas veces vio al tonto de Neville Longbottom intentar defenderse contra dos mortífagos. No podía pasar por ningún sitio porque ellos bloqueaban el paso. Sacó su varita, sigiloso, desde el escondite detrás de una armadura en el que se encontraba y apuntó a Neville para aturdirlo y así poder pasar, pero algo estalló a escasos centímetros de su oreja izquierda. —Tú no vas a causar más daños. Allí de pie apuntándole se encontraba la metamorfomaga de la Orden del Fénix. Su pelo, rojo como el fuego esta vez, y sus ojos llenos de rabia estaban clavados en los grises de su primo. Draco se levantó lentamente desde su escondite y salió con la cara altiva la viva imagen de su padre. La despreciaba, ella era una deshonra para la familia Black y todo lo que representaba su madre. — ¿Y quién me lo va a impedir? —Preguntó irónico— ¿Una estúpida como tú? ¿Una tonta que sólo sabe transformarse? Draco tuvo que tirarse al suelo para que un rayo de luz roja no impactara en su cara. Tonks lo miraba con autentico odio, no podía creer que un niño tan pequeño tuviera tanta maldad dentro de él. Era igual que sus estúpidos padres, era igual que los magos altaneros de "sangre limpia", pero aun así Tonks no deseaba matarlo, solamente hacerlo sufrir un poco. Sería la única oportunidad que tendría. —No necesito a nadie más para detenerte, mocoso. Tonks volvió a lanzar otro hechizo a los pies de Draco que se había puesto de pie mientras ella hablaba. Iba a jugar un poco con él, quería darle un escarmiento para que esa altanería propia de los Malfoy se borrara de una vez por todas en él. Por una parte sentía pena por el rubio, él no tenía la culpa de que su familia fuera así, una panda de snobs, pero la familia de ella era igual aunque su madre y ella habían elegido otro camino, camino que Draco no había considerado y por ello había echado a perder su vida. Pero aun así ella sabía de buena tinta que él no era un pequeño cachorrito desvalido, sino una autentica amenaza. —Debería limpiar esa sucia lengua que tienes, al igual que esas raíces asquerosas que tienes. Lanzó con todas sus fuerzas un hechizo hacia donde se encontraba su prima que, fácilmente con una agilidad propia de una gimnasta muggle, esquivó. Tonks volvió a lanzar otro hechizo que también Draco pudo esquivar sin problemas. Los dos clavaban sus miradas en el otro sin prestar atención a lo que ocurría a su alrededor, un gran error. Cuando se dieron cuenta estaban envueltos en una batalla monumental. Un mortífago rubio lanzaba maldiciones a diestro y siniestro derribando parte del pasillo donde se encontraban. Tonks vio como un rayo iba directo hacia Draco, pero algo invisible lo lanzó hacia otro lado. Supo inmediatamente que Harry le había salvado la vida. No pudo observar nada más, la metamorfomaga tuvo que apartarse de una cantidad de escombros que caía del techo rápidamente, los cuales la dejaron sepultada junto a la más sangrienta mortífaga, la más devota de aquel que derribaba el castillo para llegar a su fin, ella, Bellatrix Lestrange.