Sala de Música

--Yo... te ofrezco diamantes, perlas y oro, con el fin de tener de vuelta a mi padre --dije sosteniendome del traje que vestía la hechicera.

 

— En efecto, como señor de la ley, estoy conciente de que la brujeria esta prohibida en este reino, mas el rey ha sido considerado, y en vez de una pena de muerte, solo ha dictaminado que los que la practiquen deberan ser hechados del reino — Sonrei un poco y me cruce de brazos. — Mas cabe la casualidad que soy yo uno de los mas allegados al rey, quien dictamina las sentencias y hago cumplir las leyes, y puedo quitar esa ley, lo que le devolveria la libertad de practicar la magia a tu gente. — Le di la espalda a Brooke y lleve mi mano al menton con un gesto de curiosidad. — Pero tengo cierta curiosidad en saber... ¿Cuál seria tal misión, la que mencionaste antes? — Pregunté mirando al publico imaginario.

 

—La hechicera no cedería, diamantes perlas y joyas le darían—Empece a narrar como un juglar—Pero algo su corazón quería, no lo diría, pues muy fácil sería.

 

(cabe mencionar, que no tengo ni idea de cual es la misión esa x'D)

— He de admitir, querido Juez que toda tu gente me hace decir que me lo hacen dificil...— me aparte de la princesa lentamente, no me agradaba que se sujetaran de mi — Pero... todavía no encuentras lo que más deseo, se listo y piensa en lo que quiero — dije para después reir un poco al oir lo ultimo -- Esa respuesta, es mi gran secreto

 

--Por favor... te doy lo que desees, sin embargo, dame de vuelta a mi padre--dije desesperadamente.

 

—La terquedad de la princesa persistía, no entendía que la echo era no cedería, ¡No esperéis! Piensa un poco y la respuesta acto de presencia tendrá.

 

--Ah! Ya sé, tal ves lo que quiere es a alguien que la quiera, quizá se siente sola --dije mientras me acercaba a la hechicera y le daba un abrazo.

 

Algo que el dinero no pudiera comprar... Si era "eso", la respuesta era mas simple de lo que pensaba, me acerque a la chica y cambie mi expresion a una de empatia:
— Algo que ni el dinero ni la fama pudiera proporcionar... ¿Es acaso un amigo lo que tu corazon desea, joven hechicera? — Dije, esa respuesta nadie se la esperaria. Pero no podia ser otra cosa.

 

--Eso es lo que yo también pienso --dije dejando de abrazar a la hechicera. --Pero eso.. solo puede saberlo ella misma, o la narradora.--dije esto último en voz baja.

 

Reí con una sonrisa, eran listos — Nada te ha costado pensar un poco ¿verdad?...— deje de sonreír para estar algo mas seria— Muchos de nosotros se han ido, muchos amigos que temen por ser llevados a la hoguera, que estan hartos de esconderse — expliqué al bufón, Juez y princesa

 

--Pobrecita... pero no te preocupes, yo quiero ser tu amiga, si me lo permites --dije sonriendo.

 

—La verdad sale a la luz, junto con un deseo que posiblemente se cumpla.

 

(mas improvisado, imposible xD)

— Estaría encantada.. princesa — dije sonriendole, no tardaría mucho en que el rey volviera a aparecer

 

-- ¿Y mi padre? ¿Volverá? --pregunté preocupada.

 

— No digas mas, ya no tienes porque sufrir. Como autoridad del reino, hare todo lo posible para revocar esta ley, y te doy mi palabra de amigo, lo hare. — Con eso le sonrei a la hechicera. — Si me lo permites, yo tambien quisiera ser tu amigo.

 

— Nuevamente un placer, querido juez — me giré a ver a la princesa — No tardará mucho en que vuelva, no te preocupes

 

—Sonrisas se aprecian y el mundo se alegra—comense malabares imaginarios nuevamente.

 

— El rey es una persona amable y gentil, no tendra problema alguno para quitar la ley de prohibicion de magia. — Sonrei a la hechicera y mire a la princesa, que conocia a su padre mas que nadie. — Pero lo que me sigo preguntando es... ¿Porque desaparecio el rey? — Estaba claro que la hechicera podria traerlo facilmente por mas recondito fuese el lugar en donde estuviera, pero ¿Como se perdio en primer lugar? ... Bueno, pensandolo bien, el rey es una persona muy distraida y no seria raro que se perdiese buscando el baño o algo parecido.

 

--Yo tampoco lo comprendo, estaba a un lado mío pero después.. ¡ZAAS! desapareció!--dije sorprendida.

 

— Creo, querido Juez que lo que piensas es lo mas cercano que pudo haber pasado...