Vida fugaz de un ser amado que dejó la esencia más confortable en mi piel. El olor de su sedoso cabello, su mirada gélida y a la vez muy atractiva que divago por los campos reluciendo su naturaleza, que desaparecerá con una suave brisa en el contorno del tiempo. Ojos claros observando el cielo con atención, viviendo tranquilamente sin ataduras a la vida movido de un lado a otro una cola elegante para sus amados, siendo feliz con solo una caricia llamado la atención al pasear por la vereda. Capturando corazones indefensos con su belleza, dando a luz a pequeñas almas que acoge con ternura, sin embargo la edad recae sobre sus patas delgadas y largas las cuales lame para sanar su dolor. Esperanzada en que el mañana será cálida, observándome con esos ojos deslumbrantes que muy pronto agonizarían en el mundo de las tinieblas donde solo el aullido de su último retoño la calmaría. Y con la oscuridad llegaron diversas enfermedades y dolores en su pequeño corazón, donde solo mi intento de arrullarla sobre mis piernas gélidas que se volvían tibias con su pelaje lizo; más el confortado era yo ya que su mirada me deslumbraba y deprimía aquellos rasgos salvajes en su suave y distinguido rostro aún permanecían como cuando era cachorra. A través de esa mirada sincera recordé su juguetear entre mis piernas cuando la conocí, los paseos de fin de semana, esas noches lluviosas durmiendo juntos, ella lamiendo mis lágrimas y llenando el vacío que aquellas dejaban. Hasta cuando el final del hechizo se desvaneció en una ventisca de verano y su alma fue secuestrada por el cielo que tanto admiraba y como una sutil composición llegó a su clímax, abriendo las puertas de un nuevo sueño que perduraría para siempre. Con dolor y sollozo dije: hasta luego. Ya que nos volveríamos a encontrar en otro tiempo o vida, aunque todos te olvidaran yo no lo haría guardando estos fragmentos de amor en mi ser, la recordaría incluso antes de mi muerte susurraría su nombre una y otra y otra sin cesar hasta que mi garganta fatigada no pudiera más. Pensé que un alma era tan valiosa como cualquier otra pero la de ella era especial, tan cálida y aún resuena en mis tímpanos su cantar a la luna aullando libremente, sintiendo la vida.
Hermoso... ha quedado muy lindo, siempre te duele decirles adiós, por que sabes que ya no volverá hacer lo mismo, ya no será como cuando jugaban y correteaba, no con ese toque cálido de saberte tú su compañero y esperar más aventuras a su lado. No porque ese momento era especial, ese mismo instante, y ahora esos recuerdos se desvanecen, se esfuman en el viento, dejándote tristemente feliz porque disfrutaste y sentiste la felicidad a su lado. Solo noté algo malo el aria que colocaste, qué no es haría- (?)
Que experiencia tan conmovedora. La manera como la has plazmado me gustó mucho y comprendo este sentimiento de perder a esa criaturita que por mucho tiempo, quizás años, pasó a formar parte de tu vida. No importa si después llega otro, jamás seré ese que se ha ido. Me encantó este párrafo: La muerte es lo más terrible que le acaese a los seres vivos, no hay duda. Saludos.
Un gran escrito lleno de belleza, delicadeza y cargado de sentimiento. Siempre he sido del pensamiento de que la muerte de un animal es mas dolorosa que la de un humano. Porque los perros o mascotas perdonan y siempre están contigo tratando de jugar contigo y sacudiendo la cola cuando te ven, porque te adoran con todo lo que tienen, sin pensar en que le pegaste ayer, ellos siempre te perdonarán y te seguirán queriendo. Debió ser una experiencia desagradable, dolorosa y espero que ahora estés mejor, la vida sigue y ten por seguro que alguna vez lograrás encontrarla de nuevo y olvidara nunca lo harás como ella tampoco lo hará. Te comiste una h en la ultima frase, te cuidado con eso. 3/5 Pire<3
