Un príncipe y una princesa ambos perdidos, un mundo donde la magia y los caballeros andantes son cosa de todos los días, buscaran su pasado y encontraran su futuro, una lucha entre el bien y el mal, guerra, sangre y un reino.”Solo los verdaderos herederos controlaran el destino del pueblo”. Capitulo INuestro comienzo. Ya diez años han pasado desde que los dejaron en aquel orfanato, solos y sin recuerdos solo el saber de que eran hermanos y sus nombres, Selene y Abel, de tan solo 5 años de edad la niña y 4 años el niño, nada más que eso podían recordar, un mes luego de su llegada conocieron a Bianca, se volvieron grandes amigos, inseparables, hoy la mayor de ambos cumple 15 años, todos los residentes del orfanato reunidos alrededor de un pastel junto a la festejada cantan, ella pide un deseo y sopla las velas, todos el mundo enmudeció al tiempo que la cumpleañera cae desmallada. Mientras todos se alarmaban la chica soñaba con su pasado: -Flash back- -Corran apresúrense y saquen a su reina junto a los herederos-ordenó el rey a sus más fieles hombres para después besar a los seres más importantes para él a modo de despedida. -Andrew prométeme que regresaras, tienes una familia que cuidar- rogó la reina, una hermosa mujer de hermosos ojos color carbón que ahora estaban inundados de lagrimas y preocupación. -Te lo prometo hasta entonces adiós querida, adiós mis pequeños tesoros, nos veremos pronto- se despidió tomando rumbo hacia el frente de batalla. -Esperare tu regreso Andrew- susurró la mujer al viento. -Reina Marion debemos sacarla de aquí antes de que las tropas de Helio penetren en el castillo-anunció el general a cargo de su protección. -Está bien vámonos- dijo tomando a su pequeña en brazos mientras que el general tomaba al niño, ambos niños estaban en completo silencio, preguntándose qué significaba todo aquello. Tras algunos minutos luego de salir del castillo por un pasadizo, aquel grupo logra llegar hasta un lago en medio del bosque donde se detienen, antes de ser interceptados por diez soldados enemigos. -¿A dónde creen que van?- preguntó uno de los enemigos- venimos por los herederos del los astros. -Primero tendrás que pasar sobre nosotros- gritó el general mientras los demás soldados formaban una barrera para proteger a la reina y a los niños. -Con mucho gusto- murmuró y así comenzó la batalla, entre el sonido del choque de espadas y los conjuros recitados por parte de ambos bandos, los protectores reales hacían lo posible por retener el ataque. -Rayo aurora- recitó uno de los soldados enemigos mientras de sus manos salía un potente rayo de color purpura que le dio de lleno al general de los protectores. -¡General Hanson!-gritó la reina quien corrió hacia el hombre caído junto a sus hijos. -Su majestad huya con los herederos, use el hechizo del portal para salvarse-dijo mientras exhalaba su último suspiro. -Tenemos que irnos Selene, Abel- dijo la mujer mientras comenzaba a correr junto a los niños hacia el lago, se detuvo justo frente a él, soltó las manos de ambos niños y unió sus manos en forma de rezo- Que el tiempo y el espacio se reúnan, portal de aura yo te invoco- frente a ellos apareció una luz circular del tamaño de una persona. Pero ahí acabo su suerte ya que dos de los soldados de Helio derrotaron a los guardias reales e iban en busca de atacarles antes de que cruzaran, la reina se dio cuenta a tiempo y empujó a ambos niños al portal, lo último que ellos escucharon fue- cuídense mis pequeños- antes de que degollaran a la reina, en ese mismo instante en el campo de batalla el rey fue asesinado por una espada directo al corazón. Mientras el portal se cerraba dejando a los niños desmallados frente a un orfanato. -Fin flash back- Una joven rubia despertaba lentamente, abrió los ojos a poco intentando que estos se acostumbraran a la luz, al terminar de abrirlos observó que estaba en una habitación completamente blanca y que estaba conectada a muchos aparatos, cuando intentó mover su mano derecha noto un peso sobre esta y vio a su hermano dormido al borde de la camilla mientras tomaba su mano, paso su mirada por el resto de la habitación, momentos después la puerta se abre y esta deja ver a Bianca quien traía una bandeja en las manos que fue a parar al piso al verla despierta, por el alboroto Abel se despertó exaltado y casi se cae de la silla donde estaba al ver a su hermanita despierta, se levanto y le dio un abrazo seguido de uno de Bianca. -No sabes lo preocupados que estábamos- le dijo Bianca luego de deshacer el abrazo. -¿Qué me paso?- preguntó Selene confundida. -Luego de que apagaste las velas del pastel te desmallaste- explicó Abel ayudando a Bianca a recoger la bandeja que había tirado- te trajeron al hospital y has estado aquí desde ayer en la tarde- termino sentándose junto a la cama en el lugar en que estaba antes de despertar. -Soñé algo extraño-dijo la rubia mientras miraba el techo- soñé con un castillo que estaba siendo atacado, el rey le indico a algunos soldados que se llevaran a la reina y a sus dos hijos para protegerlos mientras el rey iba a pelear, luego de que ellos escaparan un grupo de enemigos los acorralaron, lucharon entre los golpes de espadas y demás también usaban magia, la reina huyo con sus hijos hasta un lago cercano e hizo que apareciera una luz circular y empujo a los niños hacia esa luz, ambos terminaron en el suelo inconscientes- finalizó de contar y volteo su vista hacia su hermano y su amiga. -Wow eso sí que es algo extraño, pero solamente fue un sueño- respondió tranquila- ya vuelvo voy a buscar su comida y de paso avisar a alguna enfermera que te venga a revisar- salió de la habitación dejando a ambos hermanos solos. -Cuando te trajeron al hospital estaba muy preocupado, estuve casi toda la noche en vela cuidándote, yo también tuve ese sueño cuando me dormí, ambos príncipes se parecían mucho a nosotros de pequeños- después de decir esto se hizo un corto silencio, una enfermera entro a la habitación para revisar los signos y el estado de Selene y sin decir palabra alguna salió. La rubia observaba la ventana la cual mostraba el hermoso cielo naranja indicando que la noche estaba cerca. -Sera mejor que vayas a descansar ya se está haciendo tarde- dijo Selene a su amiga sin quitar la mirada de aquellas pequeñas luces que empezaban a aparecer en el firmamento, no se dirigió a su hermano pues sabía muy bien que aunque se lo dijera no le haría caso y se quedaría ahí. -Está bien, nos veremos mañana, antes de irme pasare a hablar con el doctor haber si me dice cuando te dan de alta, buenas noches chicos- se despidió Bianca saliendo de la habitación. -Sera mejor que vuelvas a dormir, mañana será un día largo- dijo Abel acariciando los largos cabellos de su hermana como si de una pequeña niña se tratase, la chica se fue quedando poco a poco dormida. Nuevamente comenzó a soñar esta vez algo completamente diferente. -Flash back- Una mujer de larga cabellera castaña reposaba bajo la sombra de un majestuoso árbol viendo a dos niños una niña de 4 años y un niño de 3 correr una detrás del otro, jugaban tranquilamente, sus ojos color carbón los miraban mostrando un inmenso brillo de felicidad pues su vida no podría ser mejor. Tras un rato los pequeños corrieron hacia un hombre de cabello rubio y ojos almendrados, que los tomo a ambos en brazos y le dio un beso en la frente a cada uno y se dirigió hacia la mujer castaña, al llegar junto a ella bajo a los dos niños y le dio un beso en los labios a la mujer, ambos niños empezaron nuevamente a jugar mientras ambos padres los veían. Tras un tiempo de jugar los pequeños se fueron a sentar junto a sus padres, momentos después a los lejos el hombre pudo observar cómo se acercaban a ellos un niño unos 3 años mayor que sus hija y un hombre de edad algo avanzada. Cuando estuvieron frente a ellos. -Buenos días su majestad, siento interrumpir su momento familiar- se disculpó el anciano. -No te preocupes Frederick y dime ¿Qué deseas?-preguntó el rey con tono jovial. -Vengo a presentarles al pequeño Nathan- presentó Frederick al niño que se encontraba junto a él. -Es un gusto conocerte Nathan- saludó la reina sonriéndole a niño- mi nombre es Marion y ellos son Selene y Abel- se presento ella e hizo lo mismo con sus hijos señalando a la niña y al niño respectivamente. -Es un placer conocerlos sus majestades- dijo Nathan haciendo una reverencia sin quitar la vista de la princesa, mientras que ella lo miraba con curiosidad y su hermano lo miraba con indiferencia. -Abel ven-le susurró algo a su hermano en el oído y al ver que este asentía se volteó hacia su mama- mami- llamó la pequeña, su madre se inclinó y como anteriormente hizo le susurró algo al oído. -Claro que si, anda vayan- les animó Marion a sus hijos, Selene sonrió y se levanto seguida de su hermano, se acercaron hasta quedar frente a Nathan. -¿Quieres jugar con nosotros?- preguntó la rubia con un poco de timidez, el chico volteo hacia el anciano junto a él cómo esperando una respuesta, al ver el asentimiento por parte del mayor, sonrió feliz. -Si quiero jugar con ustedes- respondió Nathan con una sonrisa que fue devuelta por ambos hermanos con la misma intensidad. -Fin flash back- Pequeños rayos del sol se colaban a través de la ventana evitando que la joven que dormía siguiera descansando obligándola a abrir los ojos. -“Otra vez soñé con esas personas ¿Quiénes serán? ¿Qué tienen que ver conmigo?”- pensaba Selene mirando el techo. -Buenos días hermanita- saludó Abel que también estaba despertando. -Buenos días Abel- respondió la chica volteándose hacia su hermano. -Buenos días a ambos- saludó Bianca entrando a la habitación. -Hola Bianca- dijeron ambos rubios con una sonrisa. -Hoy en la tarde te van a dar de alta- las palabras de la pelirroja sonaban con emoción. -Que bueno, no me gusta este lugar- exclamó contenta la ojinegra. -Voy a pedir que traigan el desayuno- dijo Bianca saliendo del cuarto. -Abel- llamó Selene a su hermano. -¿Qué quieres?- preguntó amablemente el nombrado. -Volví a soñar otra vez- comentó la rubia volteando su mirada hacia el techo. -¿Qué soñaste?- interrogó Abel observando con curiosidad a su hermana. -Soñé con aquella reina además de ambos niños y el rey, los cuatro estaban en un campo, los mayores estaban sentados bajo un árbol mientras los hermanos jugaban, luego un anciano se acerco junto con un niño un poco mayor que los otros, una vez que se presentaron la niña le pidió si quería jugar con ella y ahí termino el sueño. Lo más extraño es que esos niños se parecen a nosotros y tienen nuestros mismos nombres- relató la ojinegra a su hermano el cual la miraba entre preocupado. -Es raro- fue lo único que dijo el chico. -Lo sé, lo siento tan real como si en verdad hubiera vivido ese momento, siento nostalgia- dijo mirando aquellos ojos tan parecidos a los suyos. -No es a eso a lo que me refería, sino a que yo también tuve ese sueño, al parecer cada vez que tienes un sueño con esas personas yo también lo tengo- confesó el chico, en ese momento entro Bianca junto a una enfermera quien traía el desayuno de ella y Bianca el de Abel, mientras comían ambos hermanos se perdieron en sus pensamientos, solo pasaba por sus mentes muchas interrogantes y todas ellas sin respuestas, ¿Quiénes eran ellos? ¿Por qué esos niños se parecían tanto a ellos? ¿Sería casualidad que tuvieran los mismos nombres? Pero sobre todo ¿Qué tenían que ver con ellos?. Aqui les dejo el primer capitulo, espero que les agrade, gracias por darse el tiempo para leer esta historia n.n
