Scorched Earth Erotica

Scorched Earth Erotica

Hola a todas este es mi primer fic aqui, espero y les guste.

Titulo: Scorched Earth Erotica (Tierra Quemada Erótica)
Los personajes de esta historia son propiedad de Rumiko Takahashi.
¿Completo?: no
Parejas: Se descubrirán a lo largo de la historia.
Rting: cuando mucho 17

Advertencias: El lenguaje de esta Historia es adulto, contiene bisexualidad, incesto, violación, drogadicción y muerte Habrá lemon, por lo cual se encontraran en mi blog.


Prologo.

Los pecados del hombre son inimaginables, pero destructivos, jamás sabes cuando empiezan, ni cuando terminan. ​

Contare la historia de una mujer que sufrió en carne propia, lo que es el verdadero infierno estando viva.​

Esta era una mujer de una familia muy reconocida por casi todo el mundo, hablo de la familia Higurashi, siendo la tercera de cuatro hijos; tenía todas las comodidades que quisiera, dinero, una gran casa, carros, ropas de diseñadores, estudios, entre otras cosas. Pero nada de esto la libraría de la ciudad de los pecados, ya que en muchas ocasiones es evidente que todas estas comodidades, destruyen por completo a las personas haciéndolas posesivas, arrogantes, avaricias, violentas entre otras.​

Las confrontaciones con otra familia de igual rango, falsas amistades, amores despiadados y tercos que saben que se aman pero se niegan uno al otro, confrontaciones peligrosas, tragedias, perdidas pasiones que se desatan, negocios sucios, es el sexo, las drogas, violación y lo más importante el incesto involuntario.​

Esto en si es un resumen de lo que esta mujer vivió, por todo lo que tuvo que pasar, pero si esto es solo un resumen, ahora imagínense la historia completa. ​

Esta es mi historia, la historia de mi vida, la que sufrí y derrame varias lagrimas que rodaron por mi mejilla, que se fueron convirtieron en tatuajes de mi sufrimiento, y la que yo misma les contare, desde el día en que llegue a la ciudad de Tokio, hasta donde me convertí en solo un recuerdo, un susurro, todo esto comienza en la ciudad de los pecados o… como la he llamado yo, “Scorched Earth Erotica”​

Cap. I


Aun recuerdo lo vivido como si fuera ayer, y aun me duele el haberme involucrado en los pecados del hombre.
Todo empezó desde el día en que llegamos a la ciudad de Tokio y nos establecimos en una de las más grandes y hermosa mansiones que se encontraban un poco apartada de la ciudad. El motivo de la mudanza fue por que mi padre, Onigumo Higurashi un hombre bastante reconocido por ser dueño de una de las empresas más famosas e importantes, la corporación LUX, que se había reinstalado una ahí en Tokio, la cual sería la principal por ser la más grande que los otros países y por lo tanto era evidente que no nos iríamos de este lugar por mucho tiempo.
Mi madre era Sonomi, una mujer refinada, bondadosa y madre de cuatro hijos; el mayor de 11 años, su nombre Naraku de carácter fuerte, compulsivo y serio. El era de tez blanca casi pálida, ojos penetrantes color carmín como los de papá y cabellos negros ondulados como los de mamá, generalmente el era bueno con migo, me protegía, cuidaba y jugábamos o como quien dice era su consentida. En si el no era el único mayor, solo por 10 minutos de diferencia ya que tenia una hermana gemela, su nombre Kagura, ella al igual que Naraku tenia el cabello negro ondulado, ojos carmín, lo único de diferencia era el sexo, el color de piel ya que ella era de tez bronceada, carácter agresivo y altanera, ella a diferencia de Naraku, me trataba muy mal. Souta el más pequeño de los cuatro años y también el más travieso de cabellos negros, tez clara y ojos chocolates como mamá. Y por ultimo yo, Kagome de ocho años, alegre, simpática y juguetona, de tez blanca, cabello azabache, un poco ondulado y ojos color chocolate.

Un viernes por la tarde, mis padres recibieron una llamada de la empresa, por lo que tuvieron que irse y encargarnos con la nana Kaede ya que mi madre trabajaba junto con mi padre. Nuestra nana nos había cuidado desde que nacimos y la quería mucho. Era temporada de vacaciones por lo que no teníamos que ir al colegio, yo me encontraba jugando en el jardín de la casa con mis muñecas muy alegre, pero esa alegría se esfumo por completo cuando llego Kagura y las piso.

-Por eso eres tan tonta – sarcástica.
-Por favor Kagura, no maltrates mis muñecas – duplique sin éxito ya que ella las pisoteaba cada vez más.
-Que tonta eres, ya estas demasiada grandecitas para jugar con muñecas ¿no lo crees? – pregunto y comenzó a reírse.
-¡Kagura! – se oyó a lo lejos – es suficiente, déjala en paz.
-¿Qué no se suponía que estabas practicando piano? – cuestiono viéndolo a los ojos seriamente.

Exacto, Naraku había llegado para ponerle un alto a Kagura; aun que eran gemelos y se suponía que deberían ser muy unidos no lo eran, más bien era todo lo contrario.

-Lo estaba – con una actitud retadora – Ya no la molestes, es una niña aun. Ahora, retírate a contestar tu llamada – dándole el teléfono.

Kagura se retiro para hablar por teléfono, mientras yo me quedaba triste viendo mis muñecas sucias, pero en eso el se acerco para tomarlas y luego tomo mi mentón con delicadeza.

-No te preocupes, las limpiaremos y quedaran como nuevas – tratando de consolarme – no le hagas caso a Kagura de lo que dice. Ya sabes que ella es el ogro de la casa – dijo sonriendo.
-Jejeje, hay hermano – dije más alegre –gracias por ser tan bueno con migo – le sonreí para luego abrasarlo.

Abraso que el correspondió en seguida acariciando con ternura mi nuca, duramos así un buen rato, luego el se incorporo y me tomo de la mano para entrar en la casa para limpiar mis muñecas.

Después el me llevo a un parque que no estaba muy lejos de ahí, claro que no fuimos solos Totosai (el chofer) y la nana Kaede nos llevaron ya que los dos éramos muy chicos como para ir solos. Una vez en el parque, yo me subí a los columpios y Naraku me paseaba, luego jugamos a las escondidillas junto con otros niños de ahí, cosa que a el no le agrado mucho y lo cual era extraño para mí ya que antes no le hubiese molestado en lo absoluto.

Al llegar a la casa nos avisaron que tendríamos visitas, así que Kaede nos mando a que nos bañáramos, y nosotros accedimos inmediatamente, subimos a nuestras habitaciones, pero antes de que yo entrara a mi habitación pude oír como Kaede discutía con Kagura para que obedeciera.
En lo que nosotros nos duchábamos, mis padres llegaron, mamá fue a ver a Souta que estaba dormido en su habitación y mi padre entro en su despacho, mi madre estaba muy emocionada con la visita ya que después de ir a ver a Souta fue a la cocina para ayudar en la cena. Después de un par de minutos Naraku bajo vistiendo una camisa de manga larga blanca, pantalón negro y Zapatos del mismo color.

-Hola madre, que bueno que llegaron – abrazándola –¿se puede saber quienes son los que nos visitan?
-Claro hijo, tu tío Taiyo viene a visitarnos – sonriendo – no es maravilloso. Ah por cierto ¿Dónde esta tu hermana Kagome?
-Ase rato Kaede nos mando a que nos bañáramos
-Ahí no, esa niña va a durar horas dentro del baño – angustiada – Hijo hazme el favor de alistar a tu hermana ¿si?
-Si esta bien.

Naraku camino en dirección a mi habitación, ya que siempre era lo mismo cuando se trataba de que me diera un baño, duraba toda una eternidad para que saliera por que me gustaba jugar un rato en el agua.
Cuando Naraku entro a mi habitación, vio que ni siquiera había elegido un atuendo, así que fue directo hacia el baño, toco dos veces y entro después de que yo le dijera el “pase”.
Yo estaba sentada en la tina con unos cuantos juguetes, mis manos parecían de un anciano.

-Kagome ya sal de la tina, tenemos que arreglarte o sino mamá se enojara - tomando una toalla, mientras yo quitaba el corcho de la bañera para que se fuera el agua – Ven, ahí que secarte- enrollándome en la toalla.

El me envolvió en la toalla y con otra seco mi cabello; cuando salimos del baño el fue a mi armario, saco dos vestidos, uno azul y otro rosa, los miro por un momento para luego meter de nuevo el vestido rosa. Yo estaba muy contenta por que había elegido uno de mis vestidos favoritos, el sabia lo que me gustaba y lo que no. Después el ayudo a cepillarme el cabello y lo hacia con suavidad para no lastimarme, luego de unos minutos, mi madre entro para ver si ya estaba lista, pero cuando me vio me dijo que me veía preciosa.

Al llegar al comedor pude darme cuenta de quienes eran neutras visitas, mi tío Taiyo y su familia conformada por su esposa Hazuki, sus hijos Bankotsu de diez y Jankotsu de ocho. Después llego Kagura que traía puesto una falda negra con una blusa roja, enseguida de Kaede que traía ha Souta en brazos, la cena trascurrió normalmente.
Mientras los adultos hablaban en la sala, mis primos, Naraku y yo, jugábamos en el patio trasero a las escondidillas como en el parque.

A mi hermano le toco contar, Jankotsu se escondió arriba de un árbol, yo detrás de unos arbustos junto con Bankotsu. Al principio todo iba bien, asta lo que ocurrió después; mientras Bankotsu y yo estábamos escondidos, el me contó que había visto a unos adultos juntar sus bocas y otras cosas más, yo casi no comprendía lo que me decía, pero luego sentí que el estaba demasiado cerca de mi rostro.

-Bankotsu, ¿Qué es lo que estas haciendo? – tratando de separar la corta distancia que había entre el y yo.
-Kagome hagamos lo que los adultos asen ¿si?... – Se escucho que los arbustos se movían y el estaba muy cerca de mi.


Espero y les haya gustado dejen sus comentarios bye

 

Re: Scorched Earth Erotica

Hello me alegro mucho que les haya gustado este fic, grasias por postear a todas. Y pues la verdad este fic se me ocurrio por que quise aser algo diferente, creo que nadie se esperaba que pusiera a Naraku y KAgome como hermanos ¿verdad? jeje yo y mis ocurrencias jeje. Bueno aqui les dejo la cnti ​

Cap. II​

De entre los arbustos salio Naraku y cuando lovio demasiado cerca de mi se puso furioso. ​

- Kagome quiero que vallas a tu habitación – dijo enojado.
- Pero hermano…- estaba demasiada asustada
- ¡Ahora! – grito. ​

Estaba asustada por su actitud, entre en la casa pero no me fui a mi habitación como el me lo había ordenado, me escondí detrás de la ventana que daba hacia al patio trasero a observar lo que pasaba, ya que no pude oír lo que decía solo pude observar como tenia Naraku a Bankotsu agarrado por el cuello de la camisa y a Jankotsu tratando de que lo soltara. No vi lo que paso después ya que salí corriendo hacia mi habitación, estaba asustada por lo que paso con Bankotsu y triste por que mi hermano se había enojado con migo o al menos eso es lo que yo pensaba. ​

Me metí dentro de la sabanas de la cama y abrase una almohada, después de un rato Naraku entro en mi habitación, yo seguía llorando con mi rostro hundido en el almohadón, pude sentir como el se sentaba a un lado de mi y me abrazo. ​

- Lo siento, no debí gritarte. ¿Me perdonas Kagome? – se disculpo, a la ves que me atraía mas hacia el​

Yo levante la cara empapada de lagrimas que el limpio con sus manos, lo mire por unos segundos, luego hundí mi rostro en su pecho. ​

- Claro que te perdono hermano, jamás me enojaría con tigo. Es solo que me asuste mucho al pensar que tu lo estabas con migo – dije con tristeza.
- No con tigo no – sonriendo levemente – Ahora ¿prométeme que no te acercaras a Bankotsu, al menos de que yo este cerca de ti? – serio.
- De acuerdo – lo volví a abrazar y puede escuchar su corazón latiendo muy fuerte. ​

Después me quede profundamente dormida. Los días transcurrieron y Naraku actuaba cada ves mas raro, me sobreprotegía.​

Pasaron cuatro años, cumpliría los trece en y pasaría a primero de secundaria. Era lunes y seria mi primer día de clases en el colegio Rikuto en el cual también estudiaban Naraku y Kagura, pero a diferencia mía ellos pasarían a tercero. Me levante, bañe y me puse mi uniforme, que era conformado por una blusa blanca de manga larga tipo marinerito con cuello verde y una pañoleta roja, una falda arriba de ocho dedos de la rodilla y zapatos negros. Baje a desayunar y en el comedor estaban mis hermanos y mis padres, di los buenos días y me senté a desayunar, al termine me levante y me despedí de mis padres y de mi pequeño hermano Souta el cual yo quería mucho y me dirigí hacia la limosina seguida de Naraku y Kagura. Estaba muy emocionada y eso se notaba ya que Naraku me pidió que me tranquilizara un poco. ​

- Si que eres un poco rarita Kagome – bromeo entre risas
- ¡Hermano! – replique
- Es que estas tan entusiasmada por llegar al colegio, en cambio yo quisiera que se suspendieran – dijo desanimado.
- Lo estoy por que podré hacer nuevos amigos ¿no? – dije un poco dudosa.
- Kagome solo te diré una cosa - dijo serio – No te entusiasmes tanto, por que te podrías desilusionar. – en su mirada había algo que pude captar al instante, nostalgia. ​

Cuando llegamos Kagura salio al instante, parecía tener demasiada prisa me pregunte a mi misma ¿Va retrasada a alguna clase? Pero mis pensamientos fueron interrumpidos por Naraku, que me dijo que ella tenia prisa por ver a una persona y que aun era muy temprano que no me preocupara, luego tomo mi mano y me dijo que tenia que llevarme para recoger mi horario de clases y saber en que grupo estaría. Al entrar a las oficinas de la dirección pude ver que muchos alumnos iban por el mismo motivo. Cuando tome mis papeles el reviso en que salón había quedado. ​

- Y bien – dije impaciente.
- 1° A, en otro lado del edificio ven te llevare. ​

Naraku me condujo hasta mi salón, pero cuando pasábamos por los demás salones pude darme cuenta que éramos el centro de atención de todos, sobretodo de las chicas que no le quitaban los ojos de encima de mi hermano y me veían con un poco de envidia cosa que me izo sonreír un poco, eso quería decir solo una cosa, mi hermano Naraku era popular con las chicas o al menos eso es lo que pensaba yo. Antes de llegar al salón, vimos como la otra puerta se habría y salían dos chicos, uno de ellos nos era familiar, ojos azul oscuro profundo, piel bronceada y de larga cabellera negra sostenida con una trenza, voltee a ver el rostro de mi hermano el cual mostraba una excreción de desagrado hacia aquella persona. ​

- ¿Qué demonios estas haciendo tú aquí? – cuestiono viéndolo seriamente a los ojos.
- A pero que forma de saludarme primito – dijo en un tono sarcástico, luego su vista se centro en mi cosa que me incomodo un poco - ¿Kagome? Wuao has crecido bastante. ¿Cómo as estado? – dijo colocándose frente de mi.
- Bien gracias, ¿y tú? – dije un poco insegura.
- Igual…
- Aun no me has contestado,…Bankotsu – Naraku parecía que perdería la paciencia ya que lo interrumpió.
- Hay pues a que más Naraku, sino a estudiar. – sarcástico.
- Eso ni tu te lo crees hermanito jajaja – Dijo alguien saliendo del salón del cual me había tocado. – Si estudiar es lo que menos haces.
- ¡AHH! Tu cállate Jankotsu, nadie te hablo – le dijo irritado por el comentario de que le izo.
- ¡Kagome! – Jankotsu se alegro mucho al verme pues, el y yo nos llevábamos bien pero hace tiempo ellos se habían cambiado de ciudad, pero nuevamente nos veíamos – Hace tiempo que no te veía, no sabes cuanto te extrañado. – repentinamente el se abalanzo sobre mi y me dio un fuerte abrazo el cual yo correspondió con la misma alegría y emoción que sentía al volver a verlo, Naraku nos observo por unos minutos.
- Kagome me tengo que ir a mi clase, creo que tu también deberías de entrar al salón, tu maestro no tardara en llegar – Naraku abrió la puerta de mi salón y de reojo veía a Bankotsu. ​

Entre en el, para mi sorpresa y suerte también lo izo Jankotsu; nos sentamos junto a una gran ventana que daba hacia el patio de la escuela Y platicamos sobre lo que habíamos hecho durante todo el tiempo que no nos vimos. Pronto la puerta se volvió a abrir dejando pasar a dos chicos apuestos, ambos de cuerpo torneado, uno de melena platinada y ojos ambarinos, y su compañero de cabello corto agarrada con una coleta y de ojos marrones.
Se sentaron a lado de nosotros, el ambarino parecía que estaba molesto con el moreno bueno no parecía sino que lo estaba; Jankotsu los veía determinadamente a los dos pero en especial al ambarino.​

- Es que siempre es lo mismo con tigo, eres un… - el ambarino no pudo continuar por que el moreno le había tapado la boca.
- Inuyasha ¿Qué va a pensar la señorita de nosotros? – dijo el moreno aun tapándole la boca a su compañero y este musito algo que no se le entendió. - Hola hermosa mi nombre es Miroku, ¿Podría saber cual es el tuyo? – el tomo mis manos entre las suyas, haciéndome sonrojar un poco por su atrevimiento.
- Mucho gusto Miroku, el mió es Kagome, Kagome Higurashi – dije soltándome de su agarre y sonriendo un poco.
- Ya ves Miroku ya la asustaste – dándole un coscorrón – Discúlpalo ¿quieres?, el jamás mide sus actos. Mi nombre es Inuyasha Taisho – alzando su mano para estrecharla con la mía pero alguien se nos adelanto demasiado.
- El mío es Jankotsu - dijo de repente, estrechando la mano de Inuyasha.​

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En uno de los salones de segundo piso del otro edifico, se encontraba Naraku sentado en el escritorio de maestro junto con otros cinco chicos al su alrededor. Uno de ellos quien era su más fiel “amigo” se encontraba sentado arriba del escritorio; al parecer hablaban de algo muy importante puesto a que trataban de que nadie los oyera y aquel que se acercara lo golpeaban y amenazaban. ​

- No hay modo de que lo encuentren, ese lugar esta muy bien escondido ¿no? – pregunto el que estaba arriba del escritorio – Además es una buena forma de empezar, después podremos buscar otro sitio mucho mejor, ¿Qué opinas Naraku?
- Estoy de acuerdo con tigo Hakudoshi, pero hay un solo problema, más bien un gran problema – dijo serrando los ojos.
- ¿Problema? ¿Cuál – cuestiono uno que estaba a un lado de el.
- No es un simple problema, este tiene nombre – dijo seriamente – Su nombre es Kagura Higurashi. – Dijo abriendo sus ojos penetrantes de color carmín. ​

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No muy lejos de hay se encontraba una pareja demasiada dispareja; la chica parecía quererlo mucho pero el le era indiferente y frió con ella. ​

- Kagura ¿podrías soltarme?, me estas haciendo perder la poca paciencia que me queda – dijo el chico de ojos ambarinos.
- No, jejeje no quiero – Kagura se aferraba más a el.
- ¿Kagura ¿Por… favor? – su paciencia estaba llegando al limite. ​

Pero la llegada de su maestro salvo a la chica de la furia de el; entraron rápido al salón y ella se sentó lo más cerca posible de el. Las primeras tres clases antes de salir al receso marcharon bien casi para todos ya que la ultima no fue demasiada sencilla para uno del año de 1A. ​

- Ya es obvio que reprobare esta materia – dijo desplomándose en su butaca.
- Animo Inuyasha, no creo que sea tan malo.- dije para darle un poco de animo - ¿Por qué no vamos todos a la cafetería y nos relajamos un poco?
- Perfecto, ¡Un descanso! – dijo Jankotsu extendiendo sus manos hacia arriba.
- ¿Podría ir con ustedes? – dio alguien detrás de nosotros – Claro si no es mucha molestia
- Por supuesto que no, vamos – dije sin más ya que me moría de hambre. ​

En la cafetería había mucha, pero por suerte llevaban un orden para atender a todo el alumnado, los cinco nos formamos y mientras esperábamos nuestro turno platicaba con el otro chico el cual dijo que se llamaba Kouga, el era de tez bronceada, ojos azul celeste y una larga cabellera negra sujeta con una coleta alta; para mi punto de vista era muy atractivo al igual que Inuyasha. Cuando compramos lo necesario para comer nos fuimos a sentar bajo unas sombrillas que daban una hermosa vista a la zona vegetal de la escuela. Conversamos un poco sobre las primeras tres clases y sobre la escuela que veníamos, pero en todo ese transcurso pude notar como Jankotsu no apartaba la vista de Inuyasha, el cual se me izo un poco raro. Yo me levante de mi lugar y les dije que iría al baño, ellos solo dijeron que me esperarían en ese mismo lugar ya que estaba un poco más cerca de nuestro edificio. ​

Camine lo más rápido que se podía por que en verdad me urgía un baño, iba tan distraída que solo pensaba en llegar al baño y para mi mala suerte los baños de nuestro edificio estaban descompuestos así que tenia que ir a los del otro edificio y los baños de ahí estaban en el segundo piso, iba tan rápido subiendo las escaleras y por mi distracción tropéese con alguien que por si no fuera por esa persona hubiera caído de las escaleras, el incidente fue presenciada por Naraku y por sus amigos y claro mi salvador. ​

- Gracias – dije un poco apenada y nerviosa. – Lo siento venia distraída
- Ten más cuidado – dijo fríamente. ​

Levante mi cabeza un poco para saber quien era esa persona, pero lo que vi me dejo sorprendida por completo. ​

Espero que este capitulo sea de su agrado, a y por sierto cuando postien comenten sobre que fue lo que les gusto del fic o que les gustaria que pasara o sugerencias si no es mucha molestia, por que sino los borraran y eso no es bonito, buno asta la proxima (osea el jueves y tratare de subirlo antes es que se me izo un poco tarde jeje). ​

 

Re: Scorched Earth Erotica

Hola me alegra que les haya gustado la conti bueno perdonen el retraso es k mi hermana no se kita de la compu jeje, grasias por sus post y bueno aqui les dejo la conti algo corta por k no alcanse a pasarlo todo.



Cap. III primera parte


- Inuyasha – dije casi inaudible a mi parecer, pero por la reacción de su mirada creo que le molesto.

Tenia cierto parecido con Inuyasha, el color de ojos y del cabello, pero me di cuenta de que el tenia un poco más clara la piel, más alto y esos ojos penetrables y fríos que me estremecían. A lo lejos pude ver como Kagura venia a toda prisa hacia nosotros, que por un momento pensé que estaba preocupada por mí, pero estaba equivocada, al parecer era a el al que buscaba y no a mí.

-¡Sesshoumaru! – dijo abalanzándose sobre el casi lo tumbaba – Te he estado buscando, ¿Dónde te habías metido? – centrando su vista en mi.
-Escondiéndome de ti – le dijo algo abrumado.
-No seas grosero – soltándose de el – veo que ya conociste a la tonta de mi hermana – lo dijo con algo de desprecio en sus palabras.
-¡Kagome! – dijo Naraku corriendo hacia nosotros, al parecer se había quedado en una especie de trance hacia lo sucedido minutos atrás, por que apenas había reaccionado. – ¿Estas bien? –

Me tomo de los hombros y me observo detenidamente tratando de encontrar alguna herida ¡por dios el estaba exagerando! Ni siquiera había caído al suelo como para haberme golpeado, pero todo gracias a esa persona llamada Sesshoumaru el cual evito que sufriera un accidente.

-Gracias Sesshoumaru – Naraku parecía no muy convencido darle las gracias a el, los dos se miraron fijamente como si se tratase de una pelea de mirada.
-No me agradezcas nada sino lo deseas – el dio media vuelta junto con Kagura para bajar por las escalera, mientras nosotros íbamos al sentido opuesto que ellos, los dos pasaron demasiado cerca uno del oto y Naraku aprovecho eso para decirle algo en voz baja, algo que pude escuchar con claridad.

Entre en el baño pues ya no aguantaba, luego me dirigí hacia el tocador y moje un poco mi cara pues aun no se me pasaba el susto de lo de ase un rato, Naraku me esperaba afuera así que Salí de los baños y ahí estaba el junto con otra persona, al parecer era su amigo.

-Hermano – dije un poco apenada pues había interrumpido su conversación.
-Kagome el es Hakudoshi, compañero y amigo. Y ella es mi hermana Kagome. – nos presento mientras tomaba de mi mano.
-Hermano ya tengo que irme a mi salón, ¿nos vemos a la salida? – cuestione un poco insegura pues no sabia si se iría a parte.
-Si te espero en la salida, ¿de acuerdo? – dijo dando media vuelta - A y Kagome ten cuidado. – yo solo asentí.

Al regresar con mis amigos vi que se divertían mucho sin mí, por lo que mis ojos veían, Inuyasha corría por casi toda la escuela tratando de escapar de Miroku y los otros dos. Así que trate de ayudarlos a que lo alcanzaran, poniéndole el pie para que se tropezaba mientras pasaba a un lado de mi, Inuyasha cayo enseguida y acto seguido los demás se le abalanzaron sobre el incluyéndome a mi, cuando nos levantamos ahora la victima era yo por haberle puesto el pie a Inuyasha, pero a comparación de el no me hicieron nada por que me escabullí al salón donde ya estaba el maestro.

Las clases transcurrieron normalmente, los muchachos se ofrecieron a llevarme a mi casa pero les dije que me iría con mi hermano, así que solo nos despedimos, era la única que estaba en el salón puesto a que estaba guardando mis cosas, pero al momento de salir me lleve la sorpresa de quien se encontraba en el pasillo, estaba un poco nerviosa, así que me limite a hacerme como la que no lo vi, pero fue inútil pues el tomo mi muñeca para detenerme.

-¿Te vas sin despedirte? - Bankotsu me miraba de arriba a abajo con lascivia.
-Lo siento es que voy retrasada, Naraku me esta esperando – Excuse para evadirlo, pero era evidente mi nerviosismo.
-A ya veo – dijo mientras se acercaba peligrosamente a mi rostro – entonces nos vemos luego – dándome un beso en la comisura de los labios, cosa que me hizo sonrojar un poco.

Pero para evitar que el viera mi sonrojo di media vuelta y con la mano le dije adiós; atravesé la escuela para llegar asta el punto en que me vería con Naraku y ahí estaba el esperándome recargado en la limosina, me disculpe por mi retazazo pero no le conté nada al respecto a lo de Bankotsu. Camino a la casa por unos minutos no hablamos, pero el rompió el molesto silencio que había.

-Kagome hoy tengo practica con la banda, y es probable que nuestros padres no estén como para deshiles avisarles yo, les podrías decir que estaré en la casa de Hakudoshi por favor.
-Si esta bien – dedicándole una sonrisa.

Al llegar a la casa, fui directamente a mi habitación, me puse algo cómodo un short azul y una blusa blanca de tirantes, luego baje a la cocina donde estaba la nana Kaede preparando la cena. Me recargue en la repisa de la cocina donde se encontraba un frutero, tome una manzana y la lleve a mi boca, mientras pensaba en lo que había sucedido hoy en la escuela, tantas emociones en un día ¡Ah estaba agotada!, pero lo que mas me intrigaba fueron las palabras que le dijo mi hermano a ese joven llamado Sesshoumaru.

Es una gran oportunidad. Piénsalo.

-¿De que oportunidad hablara Naraku? – Mis pensamientos fueron interrumpidos por Naraku que llego y me quito la manzana que comía de mi mano - Oye esa e mía, si quieres una tómala del frutero que hay muchas.
-No, yo quiero esta – dijo con sarcasmo, yo estaba a punto de abalanzarme sobre el, pero Kaede intervino.
-Por lo que veo vas a salir ¿Verdad? – viendo que tenia puesta la ropa que usaba para salir con los amigos.
-Si, iré a la casa de hakudoshi para ensayar con la banda, ¿Por qué? – cuestiono dudoso.
-Por que prepare tu comida favorita. – un poco afligida.
-Albóndigas en chipotle – sus ojos tomaron un brillo especial – Nana podrías guárdame un poco en el refrigerador. – le suplico aun con el brillo en sus ojos.
-Si siempre y cuando sobre, por que por los glotones de la casa lo dudo mucho – esa fue una indirecta hacia mi, ya que yo me encontraba apunto de comer una galleta de chocolate que Naraku me la quito después.
-No te acabes las albóndigas ¿entendiste? – dijo con su tono amenazador luego dio media vuelta para retirarse.
-¡Ah me estas diciendo Gorda! – cuando reaccione el ya se había ido. - ¡uy! Me las va a pagar.

Después de una hora y media mis padres llegaron que se veían un poco cansados, así que le dije a mamá que Naraku no senaria con nosotros y que estaba en la casa de Hakudoshi practicando. Después subí en a mi habitación y espere asta que fuéramos a cenar.

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En otro lugar lejos de la mansión Higurashi se encontraba Naraku en el sótano de la casa de Hakudoshi y tres jóvenes más; todos vestían de negro, Naraku estaba sentado en un gran sofá con los pies arriba de una mesita de vidrio en la cual se encontraban varios vasos con licor, ceniceros repletos de colillas de cigarrillos y un polvo blanco que estaba aspirando uno de los jóvenes.

-Ya deja de aspirar eso, vas a quedar más tarado de lo que estas - regaño al sujeto.
-¿Crees que venga?, ya se tardo – Hakudoshi lo veía seriamente a los ojos.
-No, es demasiado orgulloso – dijo encendiendo el cigarrillo que había en su boca – creo que vamos a tener que utilizar el plan B – Volviéndose a sentar en el sofá.
-Creo que no tendrá opción – riendo - Pero dime ¿crees que tu padre acepte entregarte el lugar?
-Si, no hay duda de eso. Aparte el nunca me a negado nada, ¿Por qué lo haría ahora? – en su cara se formo una risa macabra.
-¿Y que pasa con ella? ¿Aun le ahuyentas los pretendientes? – dijo sarcástico Hakudoshi.
-Eso no es asunto tuyo, ni siquiera va al tema – dijo molesto por el comentario.



Bueno espero y les haya dido de su agrado, mañana pondre la otra parte jeje no me maten por favor, dejen sus post plis sonriendo

 

Re: Scorched Earth Erotica

Hola a toda gracias por su comentario me alegro de que les haya gustado y pues bueno aqui les traigo la otra parte que les prometi espero y sea de su agrado.

Cap. III segunda parte.



Al día siguiente al llegar a la escuela, me dirigía directo a mi salón cuando de nuevo me volví a topar con Bankotsu en el pasillo, el venia directo hacia mí pero por suerte Inuyasha llego como caído del cielo y me llevo corriendo asta el salón por que quería que le pasara los problemas de matemáticas que nos habían dejado, al poco rato llegaron Miroku, Jankotsu y Kouga que venían haciéndole bromas al pobre de Jankotsu.

-¡Kagome!, líbrame de estos dos por favor – le decía Jankotsu abrumado a la joven azabache.
-Jejeje ya fue suficiente déjenlo. – les dijo a ambos algo divertida.

Las primeras dos clases transcurrieron normal mente, pero la en la tercera todos estábamos desesperados por salir al receso y sobre todo yo que tenia mucha hambre por que no había alcanzado a desayunar. La puerta del salón se entreabrió y el maestro salio unos minutos, mientras el maestro no estaba Miroku aprovecho para decir uno de sus malos chistes.

-Muchachos,… y chica claro – dijo asiéndome presente – aquí les va un chiste, ¿Por qué los perros llevan los huesos en la boca? – Miroku nos miraba a los tres esperando una respuesta.
-Pues obvio, para comérselo – dijo Inuyasha inexpresivo, Miroku solo movió la cabeza negativamente – Entonces cual es la razón – dijo confundido.
-Fácil muchachos por que no tiene bolsillos para guardarlos – Miroku era el único que se reía, aunque yo me reí un poco por el chiste malo de el.


En cambio Inuyasha estaba apunto de golpear a Miroku pero el profesor volvió a entrar llamándolo a el y diciéndole que fuera a la dirección por que alguien lo esperaba.
El maestro nos dejo salir diez minutos antes así que sin más salimos todos, yo no perdí mi tiempo y fui a la cafetería por algo de comer, me moría de hambre, hay me encontré con mi hermano.

-Si sigues comiendo tanto, en unas semanas parecerás pelota – dijo entre risas, mientras yo me ponía roja de coraje.
-¡Hermano! – no me contuve más y me abaléense sobre el, asiendo que el cayera al suelo de espaldas y yo encima de el.

Con ambas manos tome unos cuantos mechones de su cabello y los jale con fuerza, el solo trataba de zafarse de mi agarre mientras todos veían divertidos la escenita que estábamos dando en la cafetería.

-¡Ahh! Eso duele, ya basta Kagome, todos nos están viendo – tomándome de ambas muñecas y haciéndome a un lado, el se incorporo y luego me ofreció su ayuda para levantarme.
-Lo siento – dije un poco sonrojada de la vergüenza – Es que no me distes otra opción.
-¡Kagome!, ¿Qué fue todo eso? – Inuyasha y los demás se colocaron a un lado de mí con cara de sorprendidos y bobos.
-Etto pues… una simple discusión de hermanos – reí nerviosamente.
-¿Quiénes son ellos? Kagome – me cuestiono Naraku con un tono celoso.
-Em, ellos son mis amigos Miroku, Kouga, Inuyasha y pues a el ya lo conoces – refiriéndome a Jankotsu, ellos lo saludaron pero por parte de Naraku solo recibieron una cara de fastidio.
-Nos vemos a la salida – dijo despeinándome con sus manos. – Jeje eso es por despeinarme – con aire de triunfo – ¿Es tuyo? – dijo señalando un vaso de refresco, yo solo asentí con la cabeza y el se lo llevo.
-¡Uy! Otra vez izó lo mismo – recordando las veces anteriores.
-Oye Kagome párese que no le agradamos a tu hermano – dijo Kouga un poco sorprendido por el comportamiento de Naraku.
-Siempre es lo mismo.

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No muy lejos de ese lugar se encontraba Naraku con sus amigos sentados en unas bancas, este veía fijamente a su hermanita Kagome y a sus amigos. Aun lado de el estaba Hakudoshi que se dio cuenta que este no le apartaba la mirada y en su rostro se reflejo una pequeña sonrisa.

-Y bien ¿Qué pasa no iras a ahuyentarlos como siempre? – mirándolo seriamente.
-Por ahora no – dijo cortante.
-Y ¿que no tienes pensado decirme que es lo que sentiste ase un rato? – esperando a que el le contestara, pero Naraku no le hacia el menor caso - De acuerdo solo te diré que te veías muy nervioso, debes de tener más cuidado por que eres muy sensible no lo recuerdas. – se dio cuenta que este lo ignoraba por completo – Naraku… o por dios no me digas que…
-Sesshoumaru – dijo repentinamente Naraku interrumpiendo a Hakudoshi.
-¿Que? – dijo Hakudoshi confundido.
-¡Sesshoumaru idiota! Ahí esta vayan por el y llévenlo al gimnasio – Ordeno un poco histérico.

Los chicos obedecieron las órdenes y fueron por Sesshoumaru que se encontraba cerca de un árbol, mientras que Naraku aprovechaba para observar a una chica de cabellos y tez blanca como la nieve, ojos negros penetrantes y con un reflejo de tristeza que se encontraba sentada sola debajo de un árbol, en el rostro de el se dibujo una sonrisa de malicia mientras se acercaba asta ella.

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Los cinco estábamos en bolita nos divertíamos mucho con los chistes malos de Miroku, pero algo inesperado sucedió, algo que me dejo con los ojos completamente abiertos, Miroku ataba en frente de nosotros contándonos sus chistes, mi primo y yo estábamos a detrás de Inuyasha y Kouga, cuando de repente Jankotsu le dio una nalgada a Inuyasha asiendo que este volteara a vernos sorprendido.

-Fue ella – dijo repentinamente Jankotsu apuntándome con el dedo índice y echándome a mi la culpa y haciendo que la mirada de todos se centrara en mi sobre todo la de Inuyasha.
-¡¡¡¿Qué?!!! – grite sorprendida por lo que el había dicho, me había echado a mí la culpa de lo que el izo. – eso no es cierto – recrimine.
-A no y entonces quien fue. ¿Jankotsu? –dijo Inuyasha arqueando un poco la ceja en forma sarcástica.
-¿Y por que no? – cuestione ya que me estaba juzgando injustamente.
-Por que el no aria eso es un chico… - Inuyasha fue interrumpido puesto a que nuevamente alguien le había dado una nalgada - ¿Quién fue? – dijo un poco enojado.
-Yo fui algún problema jejeje – dijo divertido Miroku mientras nosotros nos quedamos en un estado de shock.

Pero nuevamente Jankotsu le dio otra nalgada, después se volvió una diversión darle nalgadas a Inuyasha, asta yo se las daba, cosa que disfrutaba, poco después todos se nalgueaban entre si excepto a mí que por se mujer me respetaban más, bueno eso era asta que sentí como alguien acariciaba mi parte trasera.

-¡Maldito pervertido! - dándole una gran bofetada y dejándole una roja marca en la mejilla.
-Miroku, como se te ocurre hacer eso. – Inuyasha dándole un golpe en la cabeza habiéndole un gran chichón. – Con razón ya se me hacia raro que no hicieras tus idioteces - suspiro. – ¿Estas bien?
-Si, lo estaré en cuanto tenga la cabeza de Miroku como trofeo – algo capto mi atención.

No muy a lo lejos podía ver como Bankotsu me veía con la misma mirada que la otra vez, esa mirada de lascivia como si me desnudara con los ojos, me izo estremecer cuando humedeció sus labios con la lengua pasándola de un extremo a otro para luego morder su labio inferior mientras se tocaba una parte de su entrepierna del cuan empezaba a formarse un bulto de su pantalón.

-Kouga, me podrías a acompañar a la cafetería por favor - Dije retirando la vista de Bankotsu.
-Si, claro.

Era evidente de que no quería ir a la cafetería sino que tenia miedo, Bankotsu me daba miedo y solo había una manera de calmar mi miedo miedo.


Bueno pues ojala y les guste esta parte. Y que bueno que te haya gustado mi fic KagomeChan eres bienvenida, razo: solo espero que no te me hayas muerto de la risa sino que ago, bueno nos leemos luego sonriendo. Dejen sus comentarios plis.

 

Re: Scorched Earth Erotica

Hola!! a todas gracias por dejar sus comentarios me alegra que les hay gustado la conti y bienvenidas silvi_chan y Windmiko me alegro que les gustara mi fic. bueno aqui les dejo la conti espero y les guste.

Cap. IV


En cuanto llegue a la cafetería, me fui ala área de dulcera y me compre barias barra de chocolate, Kouga me veía un poco preocupado ya que era evidente mi nerviosismo pero trate de evitar que me preguntara el motivo de ello, alce la vista en busca de mi hermano el cual lo vi debajo de un árbol platicando con una chica, le pedí a Kouga que me esperase para regresar juntos al salón, ya que por ningún motivo pasaría por el pasillo sola. Camine hacia donde se encontraba mi hermano, pero antes de llegar hacia el, este volteo en dirección mía y dejo su conversación con la chica.

-¿Qué te pasa Kagome? ¿Estas bien? Te ves algo pálida – dijo con un tono de preocupación.
-Si, estoy bien – mentí, pero el se dio cuenta en seguida ya que no era buena mintiendo.
-Kagome, sabes muy bien que no me gusta que me mientan – decía viéndome a los ojos fijamente.
-De acuerdo – agache la cabeza en forma de pena – Discúlpame hermano, no era mi intención pero es algo un poco delicado – decía aun con el nerviosismo.
-Entonces dímelo – ordeno.
-Te lo diré a la salida, pero debes prometerme que iras a recogerme a mi salón - dije un poco mas calmada.
-De acuerdo – di media vuelta para marcharme pero el me detuvo para quitarme los chocolates – Vas a engorda – dijo divertido Naraku, por el cual me izo irritar un poco pero decidí no discutir, ya que en parte el tenia razón.

Camine hacia donde se encontraba Kouga que aun me seguía esperándome; volvimos donde los demás estaban, que por lo que vimos Kouga y yo nos dejo con un gran dolor de estomago de la risa. Hay delante de nosotros y de los demás alumnados, estaba Inuyasha amarrado con unas sogas de los pies y de las muñecas, Miroku y Jankotsu le peinaban dos colitas mientras este gritaba enfurecido y trataba de desatarse como pudiese sin éxito alguno, lo único que logro fue que un chongo le quedara chueco, yo no podía resistirme ni un poco mas tenia que tener un recuerdo de eso, así que sin más saque mi celular y le tome una foto, a Kouga se le ocurrió una súper idea, tomo mi celular y se lo dio a una chica que estaba aun lado viendo también tal escena. Me jalo hasta donde estaban ellos y le pidió a la joven que nos tomase una foto junto a el, ese día seria inolvidable para todos, sobre todo para Inuyasha.

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En otra parte de la escuela, en el gimnasio se encontraban unos chicos que al parecer se encontraban discutiendo, una discusión de seis contra uno algo injusto, pero a el no le importaba ya que no le tomaba ninguna importancia lo que el otro le decía.

-Se que me estas ignorando, pero escuchas lo que te estoy diciendo – dijo con seriedad – Si te unes a mi, yo podría hacer que Kagura dejara de ser una molestia para ti – aproximándose más hacia el – Incluso podría ayudarte, bueno a ti y a tu familia, porque por que por lo que he escuche están en la ruina ¿Cierto? – decía con malicia sarcástica.

La reacción del joven fue de suma sorpresa, ya que tenía sus ojos muy abiertos como plato, el otro solo sonrió con satisfacción, pues bien sabia que esa seria la reacción que tendría.

-¡Ups! Lo siento – tapándose la boca – Se supone que era un secreto ¿Verdad? – todos se empezaron a reír como hienas, asiéndolo enfurecer y sin pensarlo dos beses, se abalanzo sobre este.
-¡Eres un maldito Naraku! – gritaba con furia mientras trataba de golpearlo, ya que este no se lo permitía.
-Jajajaja, si eso esta mejor; rabia, furia, carácter, es por eso que quiero que formes parte del grupo – decía entre risas sarcásticas y defendiéndose a la vez – Lo siento Sesshoumaru pero nunca podrás con migo – decía mientras se ponía arriba de le y dándole una puñetazo en la cara. – Te dejare que lo pienses mucho mejor, te doy una semana – saliendo del gimnasio.

Sesshoumaru estaba en medio del gimnasio abatido, su ego había sido lastimado, y por si fuera poco su peor enemigo sabía su secreto más más importante, su familia estaba en la ruina. Se suponía que nadie lo sabía, no tenia la menor idea de cómo había llegado a oídos de Naraku, pero fuese cual fuese la razón tenia que tener cuidado con el.

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A la hora de la salida Naraku fue por mi al salón como me lo había prometido en el receso, el entro por mi para ayudarme con unas cosas, después yo salí primero ya que tenia solo mi mochila y a el lo traía como el botones, pero en los pasillos como me lo temía se encontraba Bankotsu que sonreía con deleite, pero pronto esa sonrisa se esfumo para convertirse en decepción al ver a Naraku salir del salón.
Mi hermano le miro con frío desden y Bankotsu paresia golpearlo con la mirada, el ambiente era cada ves mas denso, así que hice apresurar el paso de mi hermano con la excusa de que tenia que llegar temprano a casa por que la nana Kaede me enseñaría a cocinar, cosa que no me creyó en lo más mínimo.
Una vez dentro del auto, Naraku me exigió que le dijese lo que me había pasado en el receso, yo solo lo mire a la cara, de mis ojos comenzaron a brotar un liquido cristalino y sin más lo abrace con desesperación en busca de protección, el correspondió mi abrazo un poco preocupado.

-Kagome, ¿Por qué lloras? – por el tono de su voz supe que estaba preocupado por mí.
-Tengo miedo – dije entre sollozos.
-¿miedo de que? – cuestiono con suma preocupación.
-De Bankotsu, de la forma en que me mira, de la manera en que lo izo hoy. No entiendo por que lo hace – el se soltó de mi abrazo y me tomo de los hombros, su rostro expresaba asombro y furia el cual me aterro ya que ase tiempo no veía esa expresión en el.
-¿A que te refieres que con la manera que lo izo hoy? – exigió respuesta por parte de mí - ¡Kagome!
-De una manera libidinosa, tocándose… esa parte – dudando en decir la ultima parte.

El solo abrió los ojos como plato y golpeo con fuerza la ventana del auto, asiendo que esta se agrietara y amenazara con romperse, yo me asuste mucho, tanto que me quede en shock pero luego reaccione cuando vi la mano de mi hermano ensangrentada, me preocupe mucho, el chofer del impacto se había detenido así que le dije que nos llevara lo más rápido posible a la casa para poder curar la herida de Naraku y que por lo del vidrio de la ventana que no se preocupara que yo le explicaría a mis padres lo ocurrido.
Llegando a la casa Naraku subió a su habitación mientras yo iba en busca del botiquín de primeros auxilios a escondidas, ya que el me había pedido que no le mencionara nada a la nana kaede, y así lo hice; subí a su habitación y entre sin tocar ya que no era tiempo para los modales. Naraku encendió su equipo de audio con el volumen un poco alto para que no se pudieran oír sus quejas mientras lo curaba, le pedí que se sentase en un sillón que tenia cerca de la ventana que tenia una buena iluminación, ya que se negó a encender la luz de su habitación. Me arrodille en el suelo, el simplemente extendió su mano herida para que yo hiciera el trabajo de curarlo, trabajo que fue un poco difícil.

-No puedo curarte sino dejas de moverte – le dije con suma seriedad y fastidio.
-Es que me lastimas – replico.
-Se que te duele, pero no puedo curarte sino te dejas – estaba apunto de guardar las cosas cuando de pronto el me detuvo.
-Esta bien, solo hazlo rápido – cerro sus ojos para tratar de concentrarse y no sentir dolor, pero no funciono.

Tenia que limpiar la herida que estaba llena de sangre por lo que tuve que echarle alcohol, cosa que el no pudo contenerse en gritar de dolor pero para su suerte nadie lo oía con el tipo de música que tenia; al terminar guarde todas las cosas, trate de que el vendaje fuera lo más ligero posible para que el pudiera disimularla con un guante que tenia.

-Muchas gracias Kagome – viendo su mano, yo solo sonreí.
-No hay de que. Para eso están los hermanos ¿no? – el se acerco hacia mi y me abrazo con sumo cariño que yo correspondí de la misma manera – Pasaras por mi al salón a la hora de la salida ¿Verdad? – pregunte curiosa.
-Si aunque no será por mucho tiempo ya que en un año más iré al Bachillerato – naraku acariciaba mi nuca con mucha ternura y yo podía oír claramente los fuertes latidos de su corazón que paresia que en cualquier momento se saldría de su pecho – Pero por eso no te preocupes que yo lo arreglo. – había algo en sus palabras que no me gustaron mucho pero no le di importancia.

Aun seguíamos abrazados pero la voz de Kaede izo que nos separamos, era la hora de la cena, así que fui lo más rápido posible a mi habitación para vestirme adecuadamente y dejar que Naraku también se cambiase.

Ok eso es todo por hoy ¿Sujerencias? ¿Dudas? si las hay aganmelas saver, dejen sus comentarios plis. Ok nos leemos luego chaosonriendo