Taitō Santuario de Ueno Tōshō-gū [Santuario]

[Puesto #15]

La cosa estaba bastante igualada, a decir verdad, y en ningún momento fui capaz de predecir quién de los dos ganaría. Ya había visto que Fred se había quedado a un plato de ganar la vez anterior, y desde luego no sabía que tenía tan buena puntería, pero Anna no se estaba quedando para nada atrás, quién sabe si impulsada por la motivación absurda que habían decidido seguir con respecto a mi amor.

Al final Fred ganó y, bueno, no fui capaz de esconder demasiado bien mi emoción por ello... pero es que le habían dado un montón de tickets por ello y yo quería conseguirme un peluche de los que había visto en la entrada, ¡así que no pude evitarlo! De todas formas, me acerqué a Anna en cuanto tuve la oportunidad de hacerlo y le planté un beso sobre la mejilla, sonriéndole al erguirme de nuevo.

—Nadie me quiere como tú, Annie —afirmé, con toda la convicción del mundo.

Cogí después la escopeta que estaba extendiendo y me giré para mirar a Dante, ofreciéndole que se acercase también con un gesto de mano. Ya había aceptado, ¡así que le tocaba apechugar con ello!

—Tranquila, enana, puedo conseguir tickets suficientes para pillarte un regalo a ti también —escuché a Fred de refilón mientras me preparaba para disparar, seguramente dirigiéndose a Anna—. ¿Qué quieres? ¿Algo de un tanuki?

Contenido oculto

Nekita heyo, si te parece vamos tirando rondas de tres dados as well uwu

Emi:
1. ✔
2. ✔
3.
4. ✔
5.

Dante:
1.
2.
3.
4.
5.

 

[Puesto #15]

Venga, ese había sido un buen primer intento hasta para mí, que ya había quedado bastante claro que la puntería no era uno de mis puntos fuertes. Me erguí después del disparo, con una ligera sonrisa orgullosa, y giré el rostro para mirar a Dante en cuanto habló.

—Tranquilo, en realidad no lo hice muy bien antes, así que no creo tener muy buena puntería tampoco~ —le comenté, con una expresión conciliadora, mientras seguía sus propios disparos.

Di un par de palmaditas, felicitándolo de manera sincera por sus aciertos, y me dispuse a continuar con mi turno inmediatamente después.

Contenido oculto

Emi:
1. ✔
2. ✔
3.
4. ✔
5.

Dante:
1. ✔
2.
3.
4. ✔
5.

 

[Puesto #15]

De nuevo, seguí los disparos del chico con la mirada sin perder la sonrisa en ningún momento, asintiendo con la cabeza en cuanto noté que volvía a prestarme atención. Mis disparos habían fallado, pero los suyos lograron derribar un plato más, así que terminamos por quedarnos empatados.

—Tú también vas bien~ A ver, ¿lograré tomar la delantera ahora?

Contenido oculto

Emi:
1. ✔
2. ✔
3. ✔
4. ✔
5.

Dante:
1. ✔
2.
3. ✔
4. ✔
5.

 

#4: Whac-A-Mole​

Cuando Kenneth se acercó a aquel juego, reconoció sin tardanza alguna las dos máquinas dispuestas al centro del puesto. Era el clásico Whac-A-Mole, y por su disposición tal parecía que había sido planeado para que las personas pudieran competir entre sí por ver quién machacaba a todos los topos primero.

—Buenas noches, joven. —Una mujer castaña pero con pintas extranjeras le sonrió amplio, recogiendo ambas manos al frente de su regazo—. Como ve, hay dos juegos pero aún así puede probar en solitario. ¿Le gustaría darle un intento?

Contenido oculto

La mecánica, como siempre, explicada en Mecánicas de juego.

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Puesto #3

Era muy probable que con Kashya compartiéramos un sentimiento similar, y que no nos interesara demasiado escarbar en la cuestión como para andar preguntando. Ambas estábamos a gusto con la compañía de la otra, llevábamos compartiendo tiempo y espacio desde que ingresamos al Sakura y, al menos yo, me había habituado plenamente a su presencia. Así fuera en el salón de clases, en la biblioteca o donde fuera, y si debía etiquetarlo de alguna manera, ella y Jez eran mis amigas. Quizá mi concepto de amistad colisionara con el de otras personas pero ¿realmente iba tan desacertado?

Dios, su comentario del club de baloncesto me resultó tan inesperado que acabé soltando una risa suave. Liberé el aire entonces, me acomodé el cabello tras la oreja y la observé de soslayo hasta que fue mi turno de volver a lanzar. Quizá sus dardos no llegaran a la zona central pero igual iba acumulando buenos puntos.

—¿Dices? Creo que igual necesitaría algo más de estatura —respondí, recuperando la calma, y mantuve una pequeña sonrisa impresa en mi rostro—. ¿Qué clase de juegos se te dan bien, Kashya?

Contenido oculto

welcome back, preciosa uwuwuwu

Blee:
1. 4 x (6 - 1) = 20
2. 8 x (5 - 1) = 32
3. 10 x (5 - 1) = 40

Kacchan:
1. 11 x (2 - 1) = 11
2. 12 x (4 - 1) = 36

 

Puesto #15

¡Había que ver nada más! El boost de confianza que le había dado a este idiota universitario (¿era un dato importante? Qué va) el haberle ganado en el shateki a una niñita de prepa. Cuando noté que Emi se acercaba a mí puse mi mejor cara de cordero degollado, aunque sólo me faltó mover la cola al oírla y recibir su beso en la mejilla. Me quedé quietecita, como si hubiesen domado a una fiera o algo, en lo que ella y Dante se dirigían a probar suerte con el juego. ¡Qué difícil estaba hinchar por alguno de los dos! Mi corazón estaba dividido.

Con Fred nos habíamos apartado ligeramente, así que no tuve problema alguno en escucharlo cuando se dirigió a mí. Su primera idea sonó fenomenal y por un segundo creí que iba a ser su ofrenda de paz, pero de inmediato siguió hablando y lo arruinó todo. Podría haberme quejado, inflado las mejillas y todo el rollo, pero en su lugar me coloqué encima la sonrisa más inocente de la tienda y ladeé la cabeza al mirarlo. Si no sería un angelito.

—¿Hmm? ¿Un peluche de tanuki? Me encantaría que consigas uno de esos para mí, Freddie~

Ah, las confianzas. Las malditas confianzas.

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iba a esperar a que terminaran el juego pERO TENÍA MUCHAS GANAS de postear esto excuse me bai

 

[Puesto #4]

Digamos que agradecía que a Sasha no se le pasara por la cabeza preguntar por mi padre, es decir, lo peor que podía pasar es que contestara mi madre en esas condiciones y ya, pero igual. En fin, que de la criatura ni el rastro y ya, pero las cosas eran más fáciles así, como siempre.

Por otro lado, no iba a mentir, mamá estaba encantada con Sasha y se le notaba en cada centímetro del cuerpo. El comentario del ramen la hizo soltar una risa liviana, asintió con la cabeza dándole razón, más allá de eso imaginé que se estaría preguntando por Danny pero jamás iría a meter las narices de gratis.

—En eso te cedo razón —concedió a lo del ramen—. Tampoco debo juzgar tan duramente a los fideos de paquete~

De la manera que fuese regresó la atención a Fanny al ver su gesto, que ya de paso hizo que se le siguiera desbordando la ternura seguramente y supe que de no haber estado allí entre la gente y eso lo más probable es que se hubiese agachado para que la niña tocara su cabello si quería. Las restricciones de mi madre eran pocas o ninguna, incluso cuando se reservaba algunas cosas ahora que estábamos en Japón.

—Gracias, cielo —contestó, amable—. Me halaga tener un pelo tan bonito como el suyo, la verdad

La despidió con un movimiento de mano cuando se alejó con su padre, yo hice lo mismo y ya de paso regresé la atención a Sasha. Sin embargo, mi madre me distrajo dándome un toquecito en el hombro para llamar mi atención.

—Daré una vuelta por mi cuenta, cariño, si me necesitas solo me marcas y ya. —Buscó a la pelirroja con la vista para hacer una reverencia ligera—. Sasha, linda, fue un verdadero placer conocerte a ti y a tu familia.

Se retiró entonces, así que seguí los pasos de la muchacha que había decidido por acercarse a uno de los puestos vacíos. Abrí bastante los ojos al reconocer el juego, a veces lo tenían en los festivales en el pueblo en Estados Unidos pero no había jugado muchas veces.

—¡Los topos! —solté un poco de golpe girando el rostro hacia ella, no reparé demasiado en el muchacho que había llegado también al puesto—. Nunca se me dieron muy bien.

Contenido oculto

perdona la demora ;-; ya estoy en mi casita así que tengo menos distracciones

wa aventar los dados aunque como posteaste recién siento que me le estoy colando bien intensamente a Kenneth, so cualquier cosa me dicen o ignoran los dados nomás (? tengo un cacao mental perdón son las 11 pm pero me ando muriendo, así que también me dicen si hice algo mal *procede a morir*

[Puesto #5]

Me hubiese reído de darme cuenta de que Ko había pensando que recibir la atención de tres Shimizu juntos era intimidante así fuese un poco, porque la verdad es que estos mocosos iban más un poco por su lado de no matar una mosca. Eran más dados a retraerse cuando se iban a la mierda, se encerraban y luego aparecían como si nada hubiese pasado, ya me había acostumbrado a eso. Digamos que tenía práctica para variar, pero eso, que seguro podían ponerlos en una casa ajena y se camuflaban.

El murmullo de Kohaku, la tontería de que era un buen hermano mayor, hizo que el par de tontos me miraran con el rabillo del ojo y me di cuenta que se tragaron un poco la gracia. Si no se habían subido al tren en el acto era porque acababan de conocer a Ko y era mayor que ellos, pero se notó desde la otra cuadra que ganas de picarme no les habían faltado.

Igual pusieron la atención en la presentación de turno, saludaron al primo de Ko con un asentimiento de cabeza y yo hice más o menos lo mismo. No me dio por pensar qué edad tendría, el caso era que nos sacaba algo de altura a los cuatro.

— Bien, bien —contesté para rellenar, como era usual—. Apunto de comenzar un álbum de cromitos de los Ishikawa viendo que acabo de conocer a otro.

A ver, mi neurona no era muy funcional que digamos y eso estaba claro, así que nunca se me ocurrió qué habría pensado la familia de Ko de, no sé, nuestra desaparición. Decía nuestra cuando realmente podía decirse que la que se habría notado más era la de Cayden, que era el que vivía pegado como lapa a este crío y que yo supiera había llegado a aparecerse en el santuario. Igual si alguien me decía que nos resentían o juzgaban le cedía toda razón.

¿No era lo que habíamos hecho por más que quisiéramos disfrazarlo?

Abandonarlo.

A él, a Hikkun y a Ratel.

Cualquiera que fuese el caso yo no era el que se comía la cabeza con ello, había pasado, estaba hecho y no podíamos hacer nada al respecto nada más que quedarnos ahora suponía. Un poco era la lógica de Hikkun con todo, de ahí que me hubiese entendido tan bien con él durante mucho tiempo. Por otro lado, para seguir anotando puntos seguía sin saber un carajo, porque, gran sorpresa, el único que podía abrir la boca respecto a lo de la hermana de Ko no lo había hecho.

Y Sonnen tampoco.

La apuesta de Ko para el cara de moco me arrancó una risa floja, hundí las manos en los bolsillos y mis hermanos estuvieron a nada de hincharse el pecho para contar que le habían sacado golosinas a Hikkun, pero se lo reservaron. Asentí con la cabeza sin más.

—El mismo —afirmé—. Para estar tan amargado le gustan bastante los festivales.

Seiichi negó con la cabeza a la pregunta de Ko, a una parte de ella en realidad y a mí no se me pasó por alto la mirada del otro. El ámbar de este chico era algo frío, aún así encontraba la familiaridad suficiente en él para leerlo sin mucha dificultad y es que tampoco era algo difícil de notar, el hecho de que mis hermanos conservaban algo que nosotros habíamos perdido casi antes de salir de la escuela media.

—Comimos antes de salir de casa, pero nos distrajimos apenas llegar —agregó Sei.

—La miko los distrajo hablándoles de cartas a los dioses y no sé qué más —comenté casi sobre las palabras de mi hermano, que los exhibiera así pareció cohibirlos a ambos y solté una risa por la risa—. ¿Y ustedes?

 

[Puesto #15]

Sorprendentemente, mis disparos estaban yendo mejor de lo esperado, y es que a pesar de haber fallado un buen número de intentos, había acabado tomándole la delantera a Dante y quedándome a solo un plato de ganar. Aun así, él tampoco se quedaba muy atrás, pues le quedaban únicamente dos en pie, ¡en cualquier momento podían cambiar las tornas! Con todo, estaba bastante contenta con haberlo hecho mejor que la vez anterior.

En lo que Dante disparaba, después de haberle animado con una sonrisa a ello una vez más, fue que escuché el comentario de Anna hacia mi hermano, haciendo que girase la cabeza con algo de brusquedad para mirarlos. Quién sabe qué clase de instinto fraternal se me activó o si, bien no lo fuese a admitir nunca, simplemente eran celos, pero se me activaron todos los sentidos y no pude evitar quedarme mirándolos quizás un poco más de lo necesario.

Anna tenía encima una expresión angelical que, por mucho que la apreciase, sabía que tenía alguna segunda intención detrás, y Fred tuvo que imaginarlo también, porque soltó una carcajada breve antes de levantar la mano y darle un par de palmaditas en la cabeza.

—Un peluche de tanuki será, entonces, Annita —le dijo, guiñándole un ojo, y noté su mirada cayendo sobre mí justo después.

Di un pequeño respingo de nada, algo avergonzada tenía que admitir, y me giré de vuelta hacia el puesto justo en el momento en el que me tocaba disparar a mí de nuevo. Ay, Dios...

Contenido oculto

Emi:
1. ✔
2. ✔
3. ✔
4. ✔
5.

Dante:
1. ✔
2.
3. ✔
4. ✔
5.

[Puesto #10]

Había decidido tomarme un pequeño descanso, completamente merecido después de haber logrado avanzar un buen tramo sin el más mínimo crujido, incluso a pesar de que mi pulso seguía bastante inestable en esos momentos. Así pues, solté una risotada ligera al escuchar cómo Jack aceptaba y asentí con la cabeza, decidida.

—Tendré que esforzarme para no arruinarme, entonces~ —contesté, liviana, antes de volver a centrarme en el caramelo.

A fin de cuentas, en realidad a mi bolsillo no le importaba mucho si tenía que invitarle, pero... sí que había un poco de orgullo en ganarle, eso desde luego.

Contenido oculto

Cuadrado: 36/150

[Puesto #3]

Mi comentario sobre el club de baloncesto le sacó una risa, que si bien fue bastante suave, logró sonar con la suficiente fuerza como para llamar mi atención. También era cierto que solía tener mucha facilidad para aislar imágenes o sonidos cuando la situación así lo requería, como bien podía ser ese caso en el que, a pesar del ruido ambiental, lo que me interesaba era escuchar a Bleke si hablaba.

—Supongo, aunque también hay jugadores bajos y muy talentosos —comenté, sin darle demasiada importancia tampoco, antes de ladear la cabeza al procesar su pregunta—. ¿Juegos? Uhm... Me gustan los juegos de mesa, como el Monopoly, por ejemplo —contesté después de un par de segundos, irguiéndome y cogiendo un dardo para seguir lanzando.

Contenido oculto

Blee:
1. 4 x (6 - 1) = 20
2. 8 x (5 - 1) = 32
3. 10 x (5 - 1) = 40

Kacchan:
1. 11 x (2 - 1) = 11
2. 12 x (4 - 1) = 36
3. 19 x (2 - 1) = 19

[Puesto #4]

A decir verdad, había escogido aquel puesto completamente al azar de entre los que había más cerca de los dardos, y como tal no había pretendido encontrarme con nadie conocido en ese mismo lugar. Era bastante improbable que lo hiciese, ya de paso, porque conocía a un total de dos personas de la escuela y era obvio que media ciudad había decidido pasarse por el festival aquella noche.

Por eso mismo, mi sorpresa fue enorme cuando, al escuchar la voz entusiasmada de un chico a mi lado, levanté la vista y di de lleno con esa melena rojiza tan característica y difícil de ignorar. Después de la sorpresa inicial, eso sí, mi rostro mutó hacia una expresión de emoción y alegría que me fue bastante difícil disimular de buenas a primeras. Bueno, no era ninguna máquina, en definitiva, y no pretendía esconder que, como a cualquier otra persona, me emocionaba ver una cara conocida en un ambiente que me era extraño.

—¡Sasha! —exclamé, levantando la mano para saludarla tras haber llamado su atención—. ¡Qué casualidad encontrarte aquí! Con lo grande que es la ciudad y la de gente que hay. Bonito yukata, por cierto. ¿O es kimono? Aun no logro distinguirlos muy bien, a mi pesar.

Después de haberle soltado esa repentina verborrea fue que me fije un poco más a mi alrededor e hice dos más dos, dándome cuenta que el chico que había escuchado apenas un par de segundos antes era, lo más probable, la compañía de la chica. Suavicé por completo mis facciones, echándome encima una sonrisa algo más sedosa, y di un paso hacia atrás para darles mejor acceso a la máquina de juego.

>>Sorry, ¿pensabais jugar? No quería interrumpir nada~

 

#10: Katanuki​

Al final, el matrimonio a cargo del puesto se había compenetrado casi por completo en el progreso de Jack y Alethea con sus propias figuras; tanto, que la mujer suspiró apenas la aguja de la chica aplicó más presión de la debida y su cuadrado se quebró. Ni ella ni su esposo se movieron, preocupados por desconcentrar al muchacho, y así fue hasta que, lento pero seguro, Jack consiguió desprender el triángulo de su molde.

—¡Aprendes rápido, muchacho! —exclamó el hombre, contento.

—Aquí tienes, cielo. —La mujer le extendió los tickets a su esposo desde atrás del mostrador, y éste se los dio a Jack—. Muy bien hecho.

—¡Te lo puedes comer ahora! —propuso, señalando el triángulo de caramelo repetidas veces—. ¡El fruto del esfuerzo!

Contenido oculto

Jackie-chan ganó 16 tickets

 

Puesto #3

Kashya tenía su punto, ciertamente, en cualquier deporte que por lo general requiriera de altura podía acabar destacando alguien pequeño. Eran, en definitiva, las excepciones que se encontraban en todo ámbito. ¿Valía la pena dejarse llevar por ellas, sin embargo? La verdad que no le veía el rédito, no, por... mera cuestión probabilística más que otra cosa. Y no perdía el tiempo con cosas poco probables, en definitiva.

—¿Juegas al Monopoly? —atajé, se me coló una chispa de diversión en la voz y medio giré el torso hacia ella—. ¿No prefieres juegos con más estrategia?

Aunque, si lo pensaba, Kashya era también bastante supersticiosa. ¿No se incluía allí cierta fascinación por el azar? De los dados, del universo o lo que fuera. Ya de paso noté que su hermano se había marchado, sin alejarse mucho de todos modos, así que aproveché para hacer más conversación.

—No sabía que vivías con tu hermano. ¿O ha venido de visita?

Contenido oculto

Lo demás lo contesto luego, que ya es super late owo

Blee:
1. 4 x (6 - 1) = 20
2. 8 x (5 - 1) = 32
3. 10 x (5 - 1) = 40
4. 12 x (3 - 1) = 24

Kacchan:
1. 11 x (2 - 1) = 11
2. 12 x (4 - 1) = 36
3. 19 x (2 - 1) = 19

 

[Puesto #15]

La tontería de Fred y Anna, que bien sabía mejor que nadie que era una tontería, pareció afectarme un poquito más de lo necesario, porque fallé todos los disparos de manera bastante estrepitosa. Aunque también podía apelar al hecho de que quedaba solo un plato en pie y aquello complicaba bastante el asunto, ¿verdad? Sí, iba a agarrarme a eso.

—Ahora es un uno versus uno, ¿eh? —volví a hablarle a Dante, en voz algo baja—. A ver quien tiene más suerte~

Contenido oculto

Emi:
1. ✔
2. ✔
3. ✔
4. ✔
5.

Dante:
1. ✔
2.
3. ✔
4. ✔
5.✔

 

[Puesto #3]

Tenía que admitir que la pregunta de Bleke me había causado más problema de lo que pudiese parecer en primera instancia, porque incluso si decía que me gustaban los juegos de mesa, la verdad era que hacía mucho que no jugaba a alguno y, bueno, ya se sabía que la mayor parte de mi tiempo libre lo dedicaba a otras actividades.

Pero los había disfrutado durante una época, cuando Emily me llevó a su casa y me enseñó a jugar a unos cuantos junto a su familia, así que aquella respuesta había sido la más acertada... a pesar de lo extraña que pudiese parecer.

—Quizás a veces sí, pero el objetivo de los juegos es divertirse y desconectar, ¿no? ¿A ti no te gustan esa clase de juegos? —pregunté, genuinamente curiosa.

Después lancé el dardo que me correspondía, el penúltimo ya, y justo después del tiro fue que escuché a Blee hablarme de nuevo. Eché un vistazo, por encima del hombro, hacia el puesto que había a nuestras espaldas y me encogí de hombros ligeramente cuando volví mi atención hacia la chica.

>>Vino la semana pasada, en realidad. Se supone que se va a quedar para lo que queda de curso, pero no lo sé, a Ken no le gusta pasar mucho tiempo en un mismo sitio.

Contenido oculto

Blee:
1. 4 x (6 - 1) = 20
2. 8 x (5 - 1) = 32
3. 10 x (5 - 1) = 40
4. 12 x (3 - 1) = 24

Kacchan:
1. 11 x (2 - 1) = 11
2. 12 x (4 - 1) = 36
3. 19 x (2 - 1) = 19
4. 17 x (5 - 1) = 68

 

#15: Shateki​

El dueño del puesto permaneció bastante quieto, con los brazos cruzados encima del pecho y siguiendo la trayectoria de los corchos, hasta que los cinco platos de Dante por fin acabaron en el piso. Sonrió, sin haber perdido los ánimos ni un poco, y dio una palmada breve y concisa.

—¡Muy bien, chico! Ese sí fue un duelo. —Soltó una risa al aire—. A menos, claro, que la señorita desee una revancha.

Contenido oculto

Neki, lanza un dado de veinte caras para decidir la cantidad de tickets que ganó el niño. Y recuerden que pueden jugar una revancha para redoblar la recompensa, si así lo desean

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Puesto #15


Mi carita de ángel rindió sus buenos frutos, sí que sí. Abrí bien los ojos al recibir sus palmadas en mi cabeza, tranquila, y asentí con el mismo aire ilusionado de antes. Era en parte impostado y en parte real, porque ¿a quién íbamos a engañar? Podía tener más mierda encima de la recomendable para una tía de dieciséis y podía codearme con gente muy poco decente, pero seguía teniendo alma de niña. Jamás rechazaría un peluche, ¡menos si era de tanuki! También estaba visto que no era la más avispada de la camada, así que realmente no noté la atención de Emi puesta sobre nosotros hasta que Fred volteó a verla. El delay no me permitió detallar su expresión pero me hice más o menos una idea y algo sí que me preocupé. ¿Me estaría tomando demasiadas confianzas con su hermano? ¿Y si eso le molestaba?

Regresé a una actitud más neutral, claro que sin perder la simpatía, sólo entrelacé las manos a la espalda y asentí en dirección a Fred.

—A esforzarse en los juegos, entonces, ¡hay peluches que comprar!

El duelo entre Emi y Dante duró un rato más, la verdad que estaban errando un montón y, no sé, imaginaba que ya habría un colchón de corchos en el césped. Al final, el muchacho se consagró con la victoria y correteé hasta ellos para colgarme de su espalda sin aviso previo.

—¡Ese es mi caballero! —exclamé, en broma, y le regresé su espacio.

Me giré hacia Emi, entonces, para sonreírle cálido y extender los brazos en su dirección, básicamente invitándola a un abrazo. ¿Era para consolarla por el juego o mi forma de disculparme por si mi breve charla con Fred le había molestado? Ambas, vaya.

 

[Puesto #10]

Chasqueé la lengua en cuanto escuché el crujir del caramelo, dándome cuenta apenas un segundo después de que había vuelto a fallar en algún movimiento. Suspiré con algo de resignación, pero inmediatamente después recuperé el ánimo y centré mi atención en Jack. Estaba completamente concentrado en la tarea y tanto el matrimonio del puesto como yo seguimos sus movimientos con una atención absurda, hasta que lo logró.

Ni siquiera yo pude esconder la emoción que me embargó al verlo y por ello di un par de palmadas cuando terminó, a modo de felicitación por la hazaña. Negué con la cabeza cuando dijo que si la pieza se había roto por su culpa y después esperé a que terminase de comerse el dulce para escoger una nueva figura.

—Está bien. Más me vale ponerme las pilas, que yo no tengo tickets para gastar en caso de perder~

Contenido oculto

Paraguas: 34/150

[Puesto #15]

Pues la suerte pareció favorecer a Dante, ya que inmediatamente después de mencionarlo, el chico logró derribar el último plato que quedaba en pie de su fila, otorgándole así la victoria. Le dediqué una sonrisa animada, acercándome para darle un par de palmaditas cariñosas en la espalda, y me dio tiempo a felicitarle con palabras de puro milagro, antes de que Anna le cayese del cielo encima.

Negué con la cabeza hacia el hombre del puesto y cuando me giré para ver a mi hermano, que también se nos había acercado, di de lleno con un par de tickets que me estaba extendiendo. No hizo falta que dijese nada para hacerme entender y solté una risa tímida al recibirlos, guardándolos de nuevo en la mochila apenas un segundo después. Realmente no había razón para intentar animarme, si no era para nada competitiva y genuinamente me alegraba mucho por Dante.

Aunque quizás no lo hacía por haber perdido.

Cuando alcé de nuevo la vista, di de lleno con la invitación de Anna a un abrazo y no lo dudé ni un segundo, honestamente. Me acerqué a ella con una sonrisa suave y la rodeé con los brazos, apretando ligeramente durante un par de segundos antes de tener que separarnos. No sabía si ella también me habría pillado con las manos en la masa, pero esperaba que de ser el caso, la expresión amable que le dediqué después sirviese para hacerle ver que en realidad no tenía ningún problema con ella.

No podía pretender guardar a mi hermano solo para mí siempre y, vamos, no era como si no estuviese contenta porque se llevasen tan bien de buenas a primeras.

—Bueno, ¿a qué otro puesto queréis que vayamos ahora?

—Fred, no te acoples así, eso es de mala educación.

—Perdona, mamá~ Pero le he prometido a Annchi un peluche y no creo que me deje ir hasta que se lo consiga, ¿o sí~?