Salón

Dejé al mozo libre en cuanto comenzó a alejarse y poco tardé en abrir otra botella para servirme el contenido en lo que explicaba de qué trataba el tan misterioso juego. Obviamente, no es que necesitase escuchar la explicación así que podría usar el tiempo para entrar un poco más en calor.

Capté el movimiento de Katrina por el rabillo del ojo y me sacó un pequeño mohín, porque no me había dado tiempo a agradecerle a Shiori por su halago a mi vestido, y devolverle el mismo porque lo cierto es que linda sí se veía. Oh, well, con un poco de suerte podría decírselo luego con ayuda de la botella o algo~

Nos reunimos en un círculo como venía siendo el asunto, con una facilidad irrisoria, y el mozo no tardó en dar la primera vuelta de botella. Pestañeé un par de veces cuando vi que la misma paraba de primeras delante de mí, sacándome una carcajada incrédula al descubrir la que sería mi víctima.

Bueno, pero si no sería casi la misma historia de la última vez.

Casi, claro, porque al menos en aquella ocasión me pude inclinar hacia el chico con mucha más confianza que cuando pasó en la azotea. Es decir, este no me iba a rechazar, ¿verdad~? Claro que no.

Enganché la solapa de la chaqueta de su traje con la mano y tiré ligeramente de ella para acercarlo, depositando un beso sobre su mejilla que alargué un poquito más de lo necesario.

—Vaya, cariño, parece que el destino no deja de juntarnos~ —murmuré, cerca de su oído, antes de separarme por completo e incorporarme en mi lugar.

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En fin, ¿qué esperaba yo? ¿que las hormonas de esta pendeja no lo atrajese?

 

No recibí ninguna respuesta de parte de Sonnen lo que fue aburrido, de hecho habían reaccionado más Dunn y Kurosawa que él mismo. Era tan poco común que sentí genuina curiosidad por el asunto pero lo dejé correr al ver que, dicho y hecho, la botella había desaparecido.

Akaisa apareció, el mozo se puso en marcha y la botella hizo su magia. Que señalara primero a Alisha fue una estupidez, me hizo toda la gracia y me bajé lo que quedaba de mi copa, que no era mucho tampoco gracias a Dunn, que hablando de él se había empinado la copa que le alcanzó Kurosawa como si se le fuera la vida en ello.

La verdad sí le faltaba mucho alcohol en sangre para participar en una cosa de esas.

El caso fue que pronto la botella siguió girando y me apuntó a mí, para variar. La rubia no tardó en acercarse y básicamente la dejé hacer.

—Pues habrá que hacerle caso, ¿no crees? —respondí a su murmuro.

Ella regresó a su lugar y el mozo giró el objeto de nuevo.

Bueno, era momento para que los que quisieran huir lo hicieran de una buena vez.

Contenido oculto: Lista

1. Joey Wickham
2. Sasha Pierce
3. Alisha Welsh
4. Morgan O'Connor
5. Catherine Whitman
6. Arata Shimizu
7. Cayden Dunn
8. Altan Sonnen
9. Sanji Allende
10. Hotaru Ankoku
11. Kou Shinomiya
12. Margarita Nieves
13. Riamu Yumemi
14. David Mason
15. Katrina Akaisa
16. Shiori Kurosawa

 

Le dediqué una sonrisa ligera a Arata antes de bajarme el chupito correspondiente y eché un vistazo alrededor con cierta curiosidad. ¿Qué pasaba con el pelirrojo bonito que no se iba? Era ahora que aún podía aprovechar para escapar, pero parecía preferir emborracharse para sobrevivir al juego. Qué niño más curioso, de verdad.

La botella volvió a llamar mi atención al señalarme de nuevo como participante, pero en aquella ocasión no fue tan amable con la víctima de lo que sería mi beso. Ah, de verdad que solo seguía confirmándose que al karma le gustaba instarnos a ser cabrones sin ninguna clase de repercusión.

Well, not yet Satan.

—I'll pass~ —canturreé, levantando la mano para llamar la atención, y alcé el vaso hacia Sasha con clara expectación—. So tell me how many. Don't worry, tengo práctica así que no te cortes~

La cosa era que si iba a molestarla desde tan temprano, al menos que fuese con algo que mereciese la pena, y'know~

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Seguro solo me dan estas pendejadas y luego de comidotas de boca nada los pinches dados (?)

 

Sanji no tuvo tiempo a responderme cuando la botella se acabó y el mozo llamó nuestra atención. Bueno, tenía razón en que ya conocía el juego de la botella aunque si debía ser honesta... no recordaba haberlo jugado alguna vez luego de los diez, once años, cuando éramos unos críos tontos que se emocionaban por un miserable besito en la mejilla. Tampoco era algo que fuera a reconocer, claro, mi falta de experiencia adolescente y toda la mierda. Más vale tarde que nunca, ¿verdad?

Me quedé, el juego no me parecía nada del otro mundo así que me quedé bebiendo de mi copa de champagne. Esa botella parecía estar puto imantada o adorar a Alisha a secas, el caso era que, evidentemente, había alguna fuerza superior o similar poniéndome a la chica frente a la cara todo el tiempo. Qué amable.

Luego del beso con el chico la botella volvió a girar y... venga, ¿en serio? Tenía que ser una puta joda. Alcé la mirada hacia Alisha y contuve un suspiro. Lo cierto era que, aunque no me apetecía del todo, estaba dispuesta a dejarlo correr porque ya había armado un alboroto antes, no quería rechazarla frente a todos como si hubiera matado a mi madre. Estaba ahí para divertirme, ¿no? Era lo más importante.

De todos modos no hizo falta ninguna resolución, fue la misma Alisha quien me rechazó. Me sorprendió bastante, pensé que se tiraría de cabeza a la chance de joderme un rato. Como fuera, me detuve en el azul de sus ojos un par de segundos antes de encogerme de hombros y darle un trago a mi copa.

—Uno, de lo que quieras —ordené.

Tampoco era ninguna cabrona, no le veía la gracia a emborrachar gente por puro amor al arte.

Contenido oculto: Lista

1. Joey Wickham
2. Sasha Pierce
3. Alisha Welsh
4. Morgan O'Connor
5. Catherine Whitman
6. Arata Shimizu
7. Cayden Dunn
8. Altan Sonnen
9. Sanji Allende
10. Hotaru Ankoku
11. Kou Shinomiya
12. Margarita Nieves
13. Riamu Yumemi
14. David Mason
15. Katrina Akaisa
16. Shiori Kurosawa

Después respondo las interacciones pendientes, sólo quería que el juego siga

 

¿Me quedé precisamente por qué? Pura curiosidad estúpida la verdad, porque algo parecían tener esas malditas botellas que cuando estaba la gringa y estaba yo se empeñaban en arrastrarnos al ojo del huracán o quién sabe qué mierda, porque la eligieron a ella dos veces, luego a Sasha y para mi sorpresa la gringa pasó.

El mozo que en resumidas cuentas era un sirviente del Infierno volvió a girar la botella, caí yo y el pelirrojo que había entrado con Sasha, en sí me hubiese dado bastante igual cualquiera de los niveles anteriores, quizás hasta los siguientes al nivel actual. Digamos que la botellita del desastre y las posibilidades estadísticas parecían saber cómo tocarme los cojones.

Tener que agacharme por alguno de esos imbéciles no estaba en mis planes ni hoy ni nunca.

Me acerqué a la mesa de bebidas, le saqué al mozo una botella de vodka y me serví un shot, me lo bajé, serví el segundo e hice lo mismo. No me molesté en mirar a ninguno de los demás, solo pasé junto a Arata, Dunn y Kurosawa para abrir la puerta y retirarme.

—Diviértanse, idiotas —murmuré para los tres.

—Qué aburrido, Al~ —respondió Shiori, balanceando lo que le quedaba de la champaña en la copa—. ¿No lo vas a superar nunca? El rollo con el poder~

Solté una risa ronca mientras me retiraba del salón, saliendo de nuevo hacia el pasillo, pero en sí no le respondí nada. Una vez fuera le eché otro vistazo al reloj.

A la tonta no le habían enseñado lo que era la puntualidad, obviamente.

Contenido oculto

Reual Nathan Onyrian como Altan se fue le toca a Sanji tirar los dados

 

Decir que la mierda me sorprendió era poco. ¿Cómo funcionaba la cuestión? ¿Había pasado de hacerse un ovillo y llorar a comportarse como si pudiera aplastarme con un simple paso? Ah, ah, con qué venían en la cabeza las señoritas hoy día.

Sooooo boring~

¿No era gracioso, igual? ¿Que intentara desafiarme dándome el gusto de hacer precisamente lo que pretendía imponerle? Atendí a sus palabras con la sonrisa liviana de siempre, como si no acabara de decirme hijo de puta en toda la cara, y tras soltar una risa nasal me giré por completo hacia Riamu. El juego había iniciado, pero digamos que Katty-chan se había apegado bastante a las reglas de la azotea de modo que no había nada a lo que atender demasiado.

—Joey Wickham, miss —me presenté, elegante, inclinándome y recogiendo su mano para presionar los labios. Busqué sus ojos desde abajo y le dediqué una sonrisa encantadora— ¿Tú eres~?

Eché un vistazo de refilón al juego, al parecer la botella seguía enamorada de Ali-chan y su primera víctima fue nada más y nada menos que el wednesday boy. Eh, so lucky~

Which one?​

Who knows.

Luego rechazó a Sasha, cosa que no entendí de ninguna manera, y finalmente el alemán escapó como un puto crío traumado. Había que verlo solamente, tan magnánimo se creía el idiota y luego era incapaz de sobrevivir a un simple besito inocente.

Pathetic.

Mecí el contenido de mi boca suavemente mientras sacudía la cabeza al mismo ritmo, incluso soltando una risa liviana.

—Siendo honestos no tengo muchos amigos, soy bastante nueva en la escuela~ Pero bueno, conozco a un par de personas. —Recorrí el salón con la vista, tamborileando los dedos en el cristal, y tras regresar a Cathy le concedí una sonrisa sedosa—. Aún así tienes razón, podemos fingir que estas máscaras no nos permiten reconocer a nadie, ¿verdad? Suena divertido~ Así que te propongo algo.

Deslicé la yema de los dedos sobre su mano hasta sujetarla con fuerza y me incliné hasta alcanzar su oído. El juego había dado inicio, mientras, pero digamos que no me importaba demasiado.

—¿Qué tal si eliges a la persona que más interesante te parezca? —susurré, echándole mi aliento encima adrede—. Ya sea su máscara, su vestido, las vibes que desprenda en general. Elígela, anda~

Obviamente Hotaru se subió al rollo principesco sin dudarlo ni medio segundo, si a medida que la iba conociendo me hacía una noción más y más fidedigna de cuánto disfrutaba del teatro. Como si su vida entera transcurriera encima de un escenario, frente a la audiencia y los reflectores. Se presionó con más ganas de las que había estimado a mi brazo pero de todos modos lo dejé correr, digamos que poseía unos estándares sociales bastante rígidos y, por fortuna o desgracia, Hotaru entraba dentro de ellos.

Ugh, había demasiada gente en el salón. Eché un vistazo desinteresado a los alrededores y cuando Hotaru se desprendió de mi brazo la dejé ir sin más. Guardé la mano libre en el bolsillo, meciendo la copa suavemente, y le di una probada con cierta precaución. Bueno, no era de lo mejor pero tampoco estaba mal. Imaginaba que vivir en semejante mansión te permitía ciertas licencias a la hora de elegir alcohol.

Para mi desgracia, apenas llegamos arrancó un juego ridículo y mira, igual no tenía nada mejor que hacer así que me quedé ahí. De cualquier forma, probabilísticamente hablando, eran pocas las chances de que esa condenada botella me eligiera. A menos que la gente empezara a irse, claro.

Recosté las caderas en la mesa de bebidas y me quedé allí, bebiendo de mi copa y observando la situación con bastante desinterés. Mi rol allí, si lo pensaba con detenimiento, no superaba el de un jodido chaperón, así que daba igual.

 

Sanji se puso a justificarse sobre su apodo para los chicos y lo miré ligeramente desde abajo, con una sonrisa liviana impresa en el rostro, mientras iba asintiendo. Me daba gracia lo bien que habíamos cuajado, como si desde afuera pareciéramos amigos de hace mucho tiempo.

—Entonces no te molesta si los cambio, ¿verdad? —Le seguí el juego, divertida, y regresé la vista hacia Maze y Altan, señalándolos en orden—. Then... Delfín y puercoespín, ahí está. ¿Todos contentos?

Literalmente nombré los primeros animales que habían aparecido en mi mente, pero de repente y por alguna razón, relacionar a Maze con un delfín me resultaba acertado y bastante lindo. También me venía en gracia imaginar la cara de Altan si le llamaran puercoespín. Eh, a veces podía divertirme con bien poco.

Al final el juego interrumpió la charla, Sanji se despidió como todo un caballero y yo hice lo mismo, inclinando suavemente la cabeza. Le dejé apenas unos metros de ventaja antes de dirigirme yo misma al círculo, acabándome la copa para rellenarla con más champagne. No tenía mucho dinero pero sí había nacido con paladar de oro, se ve.

Cuando la botella señaló tanto a Altan como a Sanji sonreí, divertida, y le presté mucha atención a ambos. Una lástima que al primero pareciera haberle desagradado tanto la idea, no estaba muy segura por qué. Una chica le soltó algo sobre ¿el poder? Vete a saber, ni idea. El caso fue que Sanji le soltó un comentario al aire y, aprovechando que lo tenía al lado, le di un codazo suave. Ni siquiera me había jodido, vamos, pero andaba con ganas de molestarlo un poco.

Luego otra chica se nos acercó, más bien pasó a nuestro lado, y la reconocí al vuelo. Era Margarita, ¿eh? De repente la asocié con Alisha y pensé que las rubias gringas de esa escuela debían ser un coñazo o algo, así como una condición genética.

Solté una risa nasal y me incliné hacia Sanji, para hablarle cerca del oído como si tratáramos asuntos de Estado.

—Ni caso le hagas —susurré, echando un vistazo sobre mi hombro para verla dirigiéndose hacia la puerta—, es medio extraña la chiquilla.



El juego siguió avanzando sin demasiado show, ¿dos rechazos seguidos? Santo cielo, qué gente más aburrida. Gracias a Dios que la botella tuvo una buena idea por fin y me señaló a mí. Mi sonrisa tranquila no se inmutó ni un ápice, tan sólo alcé la mirada para desplazarla en torno al círculo. Eh, ¿quién sería el afortunado~?

Reposé la mirada en la segunda elección de la botella, una chica de cabello rosa que, la verdad, estaba —y era— muy bonita. Parecía una muñequita punk, una idol o similar. Estaba junto a Joey, para la gracia. Solté una risa nasal breve, desprendiéndome de la mano de Cathy, y le dediqué una sonrisa.

—Ya vuelvo, cariño.

Fue apenas un susurro, cacé un mechón de su cabello al vuelo y lo dejé correr hasta donde fue posible, a medida que me iba. Luego enderecé mi postura hacia la muchacha de blanco y me detuve, dedicándole un vistazo breve a Joey antes de inclinarme.

—Permiso, linda~

Acuné su mejilla con una mano y me prendí a sus ojos rosados hasta que estuvo demasiado cerca. Las reglas eran las reglas, y ocasionalmente me apetecía respetarlas así que no podría emocionarme demasiado. Presioné mis labios sobre los suyos, fue simple pero mis movimientos mantuvieron la lentitud y suavidad que me caracterizaba. Cuando me alejé, le dediqué una sonrisa y oí la risa liviana que vibró en el pecho de Joey. Nos estaba mirando como si hubiera pillado a dos niñas católicas haciendo cosas indebidas, o alguna mierda así. So nasty~

—Did you enjoy the show, honey? —le pregunté, en tono sedoso.

—Quite, thank you.

Ensanché la sonrisa y reparé en Riamu una última vez antes de girar sobre los talones, dispuesta a regresar junto a Cathy.

Y eso fue todo~

 

Escuché su respuesta moviendo la copa entre mis dedos, observando el movimiento del líquido con aire distraído. La verdad es que solo había sido una pregunta por cortesía, no pretendía que me desvelase la identidad de nadie (aunque me parecía a mí que era más fácil de lo que ella creía), pero tampoco le iba a romper la ilusión diciendo algo.

¿Que yo apuntaba a otras cosas? Eso sí que me hizo algo de gracia. Pero qué prejuiciosa, cariño, si me conoces de un día~ Que tenía razón, pero solo a medias. Había venido a pasármelo bien y conocer gente sin más, ya fuese de la manera que fuese no dependía de mí~

Luego vi como el chico guapo se acercaba a nuestra posición y seguí sus movimientos de reojo, sin mayor pretensión más que saber sus intenciones, que resultaron ser darle una copa a Margarita. Anda, ¿y eso~? Me quedé escuchando la conversación, por supuesto, aunque lo hice de refilón mientras la mayor parte de mi atención se dirigía hacia el grupo que se estaba organizando para la botella.

Parecía que el chico no se había quedado muy contento con la reacción de Margarita o qué sé yo, la cuestión es que se giró en redondo para prestarme atención y yo pues giré la cabeza para recibirlo de lleno. Le di el último sorbo a la copa en lo que el moreno se inclinaba y todo el rollo, manteniendo el contacto visual en todo momento, y dejé la misma sobre la mesa al terminar.

Le dediqué una sonrisa sedosa cuando acabó con la presentación y aproveché el agarre de la mano para tirar ligeramente de él, obligándolo a erguirse. Me incliné hacia delante lo suficiente para acortar las distancias de nuestros cuerpos y poder depositarle un par de besos delicados en cada mejilla. Por el nombre casi seguro que era extranjero, así que había que estar a la altura de sus presentaciones~

—Riamu Yumemi, encantada~ —respondí, en un tono bajo aprovechando que estaba cerca de su oído después del beso—. Puedes llamarme solo por mi nombre, si quieres~

Me separé después de un rato al fin, pero lo cierto es que no tuve intenciones de liberarme del agarre de su mano hasta que él mismo se decidiese a hacerlo, solo por la curiosidad de ver si aprovechaba para quedarse más tiempo o no.

Margarita se fue después y me despedí con la mano libre, sin poder evitar soltar una risa floja al escuchar sus palabras. ¿No sabía cuál era el punto de ese juego? Pues... parecía bastante obvio, pero no me iba a parar a explicárselo. Siempre podría quedarse a mirar si quería aprender, por otro lado~

Observé a la chica que tendría que besarme mientras se acercaba, con una sonrisa de lo más simpática plasmada en los labios. No era de negarme a esas estupideces por puro amor al arte, y la morena era muy linda, así que simplemente esperé hasta que me alcanzó sin ninguna pizca de tensión en mi cuerpo. Le correspondí, claro, manteniéndole la mirada mientras se inclinaba y aceptando sus labios después, adaptándome a la suavidad que había decidido adoptar.

Solo tres segundos, ¿eh? Qué verdadera lástima, justo cuando estaba empezando a gustarme más~

Me despedí de la chica con otra sonrisa suave y una inclinación de cabeza, girándome de nuevo hacia Joey en cuanto se alejó lo suficiente. No es que el inglés fuese mi asignatura favorita o algo por el estilo, pero digamos que gran parte del tiempo libre que tenía lo dedicaba a ver series, películas o vídeos en ese idioma así que, bueno, me había acostumbrado a oírlo y captarlo sin mayor problema.

>>Linda manera de presentarme contigo —solté, claramente divertida.

De reojo me fijé en el nuevo movimiento de la botella, realmente curiosa. Se venía... lo más interesante, ¿verdad?

Contenido oculto

1. Joey Wickham
2. Sasha Pierce
3. Alisha Welsh
4. Morgan O'Connor
5. Catherine Whitman
6. Arata Shimizu
7. Cayden Dunn
8. Sanji Allende
9. Hotaru Ankoku
10. Kou Shinomiya
11. Riamu Yumemi
12. David Mason
13. Katrina Akaisa
14. Shiori Kurosawa

 

Decir que no me esperaba que el idiota temperamental y huraño de Sonnen se retirara apenas la botella lo señaló para ese nivel en particular era mentira. Para algunas mierdas era simple y transparente como un mocoso, esa era una de ellas.

Mala suerte~ no podría putearlo.

La botella siguió girando y parecían haberme echado la peste, porque ni cerca estuvo de señalarme a mí.

La morena esa de la jaula se montó el numerito con la chica del pelo teñido y básicamente me tiré el rollo como Wickham, porque había que aprovechar los espectáculos gratis. Luego se llevó a la castaña que venía con ella y al pelirrojo extra de la máscara de zorro.

Cuando el mozo siguió girando la botella seguro el azar compensó las veces que me había ignorado, porque me señaló tres veces antes de elegir a su siguiente víctima... Arata, para variar.

Solté una risa por la nariz, dejé la copa vacía en la mesa del mozo y me acerqué al rubio. Posé la mano en la mejilla contraria y le dejé un beso suave, cosa de nada.

—Pobre Ara-kun, no le tocan más que besitos de niños~ —dije mientras regresaba a mi lugar.

—Ciertamente injusto —respondió el otro, algo fastidiado. A su lado Swallowtail soltó un suspiro hastiado.

Contenido oculto: Lista

1. Joey Wickham
2. Sasha Pierce
3. Alisha Welsh
4. Morgan O'Connor
5. Arata Shimizu
6. Cayden Dunn
7. Hotaru Ankoku
8. Kou Shinomiya
9. Riamu Yumemi
10. David Mason
11. Katrina Akaisa
12. Shiori Kurosawa
13. Eris Tolvaj

Cathy y Sanji quedan fuera de la lista hasta que vuelvan al finalizar esta ronda <3

 

Al parecer la botella estaba un poco empeñada con ciertas personas particulares, a pesar de la cantidad de gente que había en ese círculo. Igual poco a poco se había reducido, especialmente ahora que Sanji se había retirado con aquella niña. No iba a negar que la situación me arrojaba ciertos resquemores, eso de un hombre y una chica encerrados en una habitación lejana, a solas. Pero bueno, era parte del juego, suponía, y Sanji no parecía... un mal chico, ¿verdad? Podría dejarlo correr.

Al menos la niña con la que se había ido se veía bastante simpática.

La botella siguió haciendo su trabajo. Primero eligió a dos chicos que no conocía y luego otra vez a mí. Bueno, la misma muchacha de recién. Ni idea so no biggie.

Poco sabía yo lo que Eris Tolvaj era.

Sonreí, entre divertida y coqueta, y caminé bastante confiada hasta alcanzarla. La idea era divertirse y ya había un nivel para besar en la mejilla, así que ¿por qué no mejorar la apuesta? Reparé en sus ojos un momento antes de inclinarme ligeramente hacia abajo

—Excuse me, hon.

Extinguí las palabras sobre la piel desnuda de su hombro, donde deposité un beso simple. Me erguí, dedicándole otra sonrisa, y me desvié a la mesa de bebidas para rellenar mi copa. Bueno, eso había estado divertido, ¿verdad? ¡Nunca había hecho algo así! Estaba un poquito orgullosa de mí misma, sí señor~

 

¿No estaría esa botella de mierda conectada a un hilo salido directo del Infierno? Apenas acababa de dejar mi lugar de nuevo para servirme el trago que había olvidado tomarme cuando noté que luego del nuevo giro, que señaló a la pelirroja esa que parecía modelo de revista, volvía a señalarme a mí. Tuve que contener la risa, me bajé el shot sin pensarlo siquiera y esperé por la chica.

Mira que pensé en la posibilidad que se negara y todo, pero lo cierto era que la princesa no me conocía de nada así que podía moverse sin miedo... además, el único que podía dar la voz de alarma, además de Sonnen, era Mason pero como no era yo la que estaba iniciando nada simplemente no lo haría. La condenada se metió en el papel, avanzó con confianza y cuando estuvo cerca reparó en mis ojos, haciendo que le dedicara una sonrisa que fue un reflejo de la suya.

—Be my guest, redhead.

Se enderezó como si nada y fue a rellenar su copa. Me quedé allí, eché parte de mi peso sobre la mesa de bebidas y le dediqué al mozo una sonrisa de dientes descubiertos.

—¿Qué tal si me sirves otra copa, bigotín? —solté y bueno, el pobre diablo solo era un sirviente, así que eso hizo antes de volver a girar la botella—. Gracias~

Contenido oculto: Lista

1. Joey Wickham
2. Sasha Pierce
3. Alisha Welsh
4. Morgan O'Connor
5. Arata Shimizu
6. Cayden Dunn
7. Hotaru Ankoku
8. Kou Shinomiya
9. Riamu Yumemi
10. David Mason
11. Katrina Akaisa
12. Shiori Kurosawa
13. Eris Tolvaj

 

Le mantuve la mirada con una sonrisa serena sobre los labios, sirviéndome sin más el chupito de vodka justo después de que ella dijese la cantidad. ¿Uno solo, Sashie? You surely don't like me that much now, huh~

Me bajé el trago de una y el juego siguió sin más. Altan fue el siguiente en caer como víctima y, de nuevo, me hizo toda la gracia del mundo porque no paraban de llegarme flashbacks de la azotea. El alemán huyó, porque todo ese asunto de agacharse no tenía que ir con él o algo, qué sabía yo, así que... ¿qué? ¿Sería ahora yo la favorita de la botella? Al final iba a tener que besarla a ella y todo~

Después le tocó a Morgan besar a la chica de pelo colorido a la que Joey había decidido prestarle más atención que Daisy-chan y me tragué el espectáculo con la misma intensidad que el resto de salidos que estábamos ahí. A la habitación le tocó ir al pelirrojo aquel extravagante y a la niña bonita que había venido con Morgan, lo que dejaba el panorama para la siguiente ronda... bastante peor de lo que ya venía siendo.

Luego la botella parece que se crusheó momentáneamente de Eris, aunque tenía que admitir que tenía razón en que al pobre Arata le habían tocado solo besos en la mejillas cuando seguramente no se hubiese quejado si le tocaba algo más... interesante, solo un poquito.

Y luego... venga ya, ¿me tensé al ver que a Sasha le tocaba con Eris? Me serví otro chupito de vodka (porque las reglas no me impedían beber si me daba la gana aunque no me señalase la botella, ¿verdad?) y me lo bajé después de ver el beso de la pelirroja. No era mi asunto, no me iba a entrometer y realmente confiaba mucho más en la entereza de Sasha que en la mía propia, pero a veces el cuerpo a uno lo traicionaba.

Un poco hipócrita sería considerando que yo misma no tenía mucho reparo en volver a liarme con Eris si se presentaba la oportunidad. Pero era yo, y yo era la primera persona que tenía las expectativas bajas en mí misma.

Para la jodida gracia, parecía que a la botella le apetecía realmente joder o algo. ¿Y qué había dicho antes? Que si iba a molestarla al menos que mereciese la pena, ¿no? Well, there you have it.

Me levanté con cuidado de mi asiento y me acerqué a la posición de Sasha, con paso ligero. Ladeé un poco la cabeza al alcanzarla, con una sonrisa suave, y llevé las manos hacia delante hasta rozar sus caderas. ¿Lo sentía? Un poquito, pero la verdad es que estaba demasiado metida en el asunto como para importarme mucho eso.

Me agaché con una lentitud casi tortuosa, sin cortar en ningún momento el contacto visual, y fue apenas cuando estuve por completo de rodillas que bajé la mirada. Recorrí la piel de su pierna descubierta con la vista y tuve que hacer un esfuerzo titánico por controlar el ronroneo que amenazaba con salirme. Ya lo sentía por ella, but I'm such a weak person.

Deslicé una de las manos desde su cadera hasta el cadena que tenía sobre el muslo, rozando en todo momento la piel con un toque delicado, y presioné solo un poquito más los dedos cerca del accesorio antes de finalmente inclinarme y depositar los labios debajo del mismo. A decir verdad, fue un poquito más largo de lo que hacía falta pero también fue bastante suave y superficial, hasta tentativo diría.

Cuando me separé después de unos segundos, me sonreí satisfecha antes de erguirme y volver a mi sitio como si nada, ignorando las reacciones del resto mientras me tomaba el trago reglamentario.

Ni me dio tiempo a sentarme de nuevo cuando la botella hizo de las suyas de nuevo. ¿Me iba a quejar? Pues a ver, ni de puta coña.

Ni siquiera cuando vi que iba a tener que comerle la boca a Maze delante de Sasha. Ellos se llevaban bien y eso, ¿no? Like ni idea de qué pasó después de que me fui a fumar, pero habían estado juntos en la entrada y todo el asunto así que imaginaba que mal no estaban.

La botella más que quererme parecía querer joderle la noche a la chica, qué sabía yo ya. La cosa era que me acerqué al pelirrojo con la misma tranquilidad de antes, aunque la sonrisa que le dediqué a él era bastante más sugerente.

Podía llegar a ablandarme un poco con las mujeres, pero no le daba ese privilegio a los hombres.

—Well, sweetie... —susurré contra sus labios, deslizando un brazo hasta alcanzar su nuca con los dedos—. I hope you enjoy it~

Acorté la distancia echándome hacia delante, aunque afiancé el agarré detrás de su cuello solo por si acaso, y lo besé con bastantes ganas. Seis segundos no estaba mal, pero seguía siendo un límite y quería aprovecharlo al máximo, así que tardé apenas un par de segundos en ladear la cabeza y colar la lengua justo un instante después.

Me tomé la libertad de dejarle otro beso superficial tras liberarlo del agarre y, aun a riesgo de que la botella se marcase un pleno, volví a mi sitio para seguir bebiendo.

Contenido oculto

1. Joey Wickham
2. Sasha Pierce
3. Alisha Welsh
4. Morgan O'Connor
5. Arata Shimizu
6. Cayden Dunn
7. Hotaru Ankoku
8. Kou Shinomiya
9. Riamu Yumemi
10. David Mason
11. Katrina Akaisa
12. Shiori Kurosawa
13. Eris Tolvaj

 

Probablemente me hubiera arrepentido un poco de no rechazar a Alisha en el instante que me puso las manos en las caderas y tuve este impulso bastante acuciante por quitármela de encima, como cuando pretendió darme un beso o lo que fuera luego de tocarme los ovarios en el aula. ¿Quizá estaba forzándome a encajar en un ambiente que realmente no era lo mío? ¿Seguiría siendo una aburrida, sin importar lo que intentara? Siendo honestos no tenía idea.

Inhalé por la nariz y solté el aire a consciencia, dejándola tardarse lo que quisiera en montarse el numerito. Su tacto en mi pierna fue suave y me provocó cosquillas, sus labios también, pero no lo demostré de forma alguna. Seguí sus movimientos con la vista y cuando se fue me di cuenta que me sentía estúpidamente expuesta, o algo así. Meneé un poco la cabeza y le di un sorbo a mi copa, viendo la botella girar.

Amazing.

Bueno, esa puta botella parecía estar invitándome a retirarme con mucha vehemencia, la verdad. Además de amar a la gringa o qué sé yo. Resoplé, sin molestarme demasiado en contener el hastío, y me desvié a la mesa de bebidas para mantenerme entretenida rellenando mi copa en lo que el numerito duraba. No los miré ni un segundo, quiero decir, ya llevaba ¿dos, tres veces? evitando que los idiotas ligaran frente a mí, de momento planeaba seguir negándome al placer del destino de convertirme en voyeur.

El muchacho a mi lado soltó un suspiro algo audible y lo vi de reojo, reconociéndolo.

—Ah —murmuré, fue bastante involuntario pero estábamos bastante cerca y acabó llamando su atención; le sonreí—. Eres el del otro día. ¿Shinomiya?

Seguía luciendo algo hastiado con el mundo y con la vida, así que me iba haciendo a la idea de que no era algo personal. Como fuera, no fue grosero conmigo.

—El mismo —respondió con simpleza, en voz baja, llevándose la copa a los labios.

Dejé el champagne en la mesa y apoyé las yemas de los dedos en el borde de la misma, detallando su perfil y su silueta en general medio rápido. Todos estaban harto elegantes pero él lucía... ¿como si aquello le sentara de forma natural?

—Me gusta mucho el color de tu traje~

Le arranqué una sonrisa ligera y, como mínimo, me observó de reojo. Sus ojos miel combinaban contra el bermellón de la máscara.

—Gracias. —Arrojó la mirada hacia al frente, en una especie de seña, y soltó una risa nasal—. Medio coñazo, ¿verdad?

Esta vez la risa floja se me escapó a mí. Asentí, bajando la vista a la mesa, y luego me enderecé para girar sobre mis talones y apoyar las caderas en la madera, junto a él.

—Un poco, sí. Parece una sesión en vivo de onlyfans.

El comentario le arrancó una especie de risa-sonrisa, algo a mitad de camino, y me encogí de hombros.

—Pero bueno, es lo que hay, ¿verdad? —agregué.

—Lamentablemente, sí.

 

Yo diría que aquello ya pecaba de pesado, habíamos empezado dieciséis personas y ahora con trece la botella seguía eligiendo a Alisha una y otra y otra vez. Ya no era siquiera que la eligiera a ella de forma insistente, que un poco había estado por pasar con Eris también, era que también se empeñara lanzarla encima de Sasha. Ni siquiera sabría decir si era que el azar quería favorecer a la rubia o joder a Sasha directamente, pero casi estaba comenzando a considerar que era lo segundo.

Se montó el numerito con Sasha, porque si había algo que ya de por sí estaba viendo que le faltaba a Alisha era capacidad alguna para controlarse más de una vez en un solo espacio o con una sola persona, de forma que su primer rechazo a Sasha era todo el que podía permitirse. Me acerqué a la mesa de bebidas, me serví un trato y me lo bajé en lo que duró el espectáculo, estaba volviendo a mi espacio cuando la botella volvió a señalar a la rubia y la segunda vez se detuvo en mi dirección.

What were the odds?

Tampoco iba a hacerle ascos, aunque ciertamente hubiera preferido otra opción así que simplemente lo dejé correr incluso cuando noté que Sasha se apartaba para evitarse todo el voyeurismo innecesario. Su mano en la nuca me hizo regresar la atención a ella, le eché una sonrisa de rutina encima y recibí sus labios, las ganas que la cabrona transmitió con el beso y toda la mierda. Mis manos encontraron su cintura, la dejé colarse en mi boca y aunque tenía pinta de dejarla hacer lo que le saliera del coño, empujé mi lengua hacia su boca, recuperando terreno antes de que se separara. Le saqué las manos de encima como si nada, le sonreí y en sí no me molesté en decirle nada.

Como esa botella siguiera insistiendo hasta yo me iba a aburrir y me iba a ir a buscar vida a otro lado, posiblemente le dijera a Sasha que me acompañara, pero había que ver. Incluso Akaisa tenía pinta de estar un poco hasta los ovarios, la vi revisar el móvil un par de veces en menos de un minuto y chocar las uñas postizas contra el cristal de la copa, en un ritmo claramente ansioso.

Paseé la mirada por el espacio, en lo que el juego se reiniciaba, y noté a la pelirroja charlando o algo así con un castaño que era obvio que pertenecía a ese ambiente de estirados.

Contenido oculto: Lista

1. Joey Wickham
2. Sasha Pierce
3. Alisha Welsh
4. Morgan O'Connor
5. Arata Shimizu
6. Cayden Dunn
7. Hotaru Ankoku
8. Kou Shinomiya
9. Riamu Yumemi
10. David Mason
11. Katrina Akaisa
12. Shiori Kurosawa
13. Eris Tolvaj

 

Riamu Yumemi, ¿eh? Bueno, debía ser nueva en la escuela. No había forma en que una chica tan... llamativa y bonita se escapara a mi radar. Asentí, elegante, a su invitación de llamarla por su nombre y mi sonrisa se amplió al notar que, aparentemente, no contaba con intenciones de dejar ir mi mano. Eh, ¿tan temprano y ligando? Gosh~

—Riamu, será. ¿Quizá Ri-chan? Ah, ahora no lo sé~

Fingí indecisión, en lo que la botella giraba y Morgan se montaba todo el rollo con la niña aquí. Al final me quedó asiento en primera fila para el espectáculo y mira, no iba a desaprovecharlo. Las palabras de Riamu luego del beso me arrancaron una sonrisa floja y me encogí de hombros, retrocediendo lo necesario para pegar la espalda a la pared. No lo sé, ¿supuse que iba a seguirme?

—Eh, han habido mejores —bromeé, alzando la copa en su dirección antes de darle un largo trago—. Así que, Ri-chan, ¿por qué rosa y no morado?

Me refería a su cabello, claro. El juego siguió su curso y la botella parecía tener unas ganas bien feas de ignorarme. Me hacía algo de gracia, en la fiesta de la azotea también se había empecinado con Ali-chan. ¿La chica la embrujaría o algo? ¿Quizás era un truco de granny Rose? ¡Uno nunca sabe!

No tenía idea de la mierda revolviéndose con Sasha, aunque sí noté la tensión de la pelirroja y me encendió una chispa de curiosidad. Luego le comió la boca a un pelirrojo y recién, recién entonces, luego de tanta diversión refregándose en mi cara, la botella me concedió el honor. Alcé las cejas, sorprendido, al verla deteniéndose por segunda vez justo sobre mi compañera.

—Ah, vaya —solté al aire, ensanchando la sonrisa—. ¿No será el destino o algo?

Despegué la espalda de la pared, dispuesto a seguir montándome el teatro, y me incliné para ofrecerle mi mano.

—Señorita, ¿sería tan amable de acompañarme?

Se me hacía que el juego había avanzado bastante rápido y que la primera parejita afortunada apenas debía ir en la primera base o qué sé yo, así que mejor dejarles algo más de tiempo, ¿verdad? Fui hasta la mesa de bebidas, llevando a Riamu junto a mí, y me acabé el contenido de la copa de un trago. Le sonreí, entre travieso y risueño, y saqué dos porrones de cerveza de la cubitera. El mozo intentó ofrecerse para destaparlos pero yo se los alejé, chistando la lengua.

—Ah, ah, ah, yo me encargo. —Le dediqué otra sonrisa a Riamu y comencé a caminar sin prisa alguna hacia el exterior del salón.

En el camino saqué mis llaves del bolsillo, donde llevaba un destapador pequeño, y con movimientos ágiles y relajados abrí ambos porrones. No me preocupé mucho cuando las tapitas cayeron al suelo, sólo las dejé ahí y le alcancé una cerveza a Riamu.

—¿Qué te parece si conversamos un poco? Ya sabes, me confiesas tu color favorito, si tienes mascotas, cuántas veces le robaste el coche a tus padres.

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Si quieres postea directamente en el pasillo, baby <3

1. Sasha Pierce
2. Alisha Welsh
3. Morgan O'Connor
4. Arata Shimizu
5. Cayden Dunn
6. Hotaru Ankoku
7. Kou Shinomiya
8. David Mason
9. Katrina Akaisa
10. Shiori Kurosawa
11. Eris Tolvaj