Cap. 1: El Accidente En la ciudad de Tokyo a las 7:30 de la mañana una joven se vestía muy apresurada, pues aquel día se levantó muy tarde para ir a la preparatoria. Su nombre era Sakura Haruno, una joven de larga cabellera rosa, tez clara y unos preciosos ojos jade que resaltaban sus facciones, acababa de mudarse de Hokkaido hace un par de días gracias a los negocios de su padre, que meses atrás se asoció a empresas Uchiha, una de las más poderosas de Tokyo. Volviendo al inicio, terminó de vestirse para inmediatamente bajar las escaleras y desayunar, aun le sorprendía haber olvidado su primer día de clases porque desde hace un par de días lidiaba con la idea de haber dejado a sus amigos de infancia por los negocios de su padre, pero que mas daba, su padre sabía imponerse, por ello no presentó ni una sola queja ante aquella decisión fatal. Salió corriendo a la parada de autobuses y subió al primero que pasó, aun no se ubicaba por ello bajo tres manzanas antes de la preparatoria a la que tendría que haber llegado hace mas de diez minutos en fin, siguió corriendo por las atestadas calles de Tokyo hasta divisar la preparatoria de “Konoha”, una de las más prestigiosas a nivel de todo Japón, sonrió emocionada, solo tenía que cruzar la calle y entraría al lugar para conocer a sus nuevos compañeros e iniciar su nueva vida junto a ellos, estaba tan ensimismada en sus pensamientos que no se daba cuenta de la presencia de un auto rojo que iba en su dirección, inmediatamente sintió unos fuertes brazos que la empujaron para quitarla de en medio junto al estruendoso sonido que produjo el impacto del auto contra el cuerpo de alguien. Se escucharon gritos de miles de chicas que gritaban en coro el nombre de alguien, a sus oídos esas palabras eran incompresibles, pues aun se encontraba en shock ante aquella escena, tenía los ojos muy abiertos y llenos de lágrimas, ella estaba bien aunque con algunos raspones en los brazos, pero a fin de cuentas estaba bien, a diferencia de la persona que le salvó la vida, que se encontraba tendido en el suelo, con muchas heridas provocadas por el auto. Sakura observó con mayor detenimiento al joven, se trataba de un joven de tez clara, facciones perfectas que lo hacían lucir como un ángel, cabello azabache con reflejos azulados, sus ojos no eran visibles en ese momento pues se encontraban cerrados, a lo mejor estaba inconsciente o en el peor de los casos, muerto. ― ¡Sasuke-kun! Aquella frase ahora si entendible para los oídos de la pelirosa cobró significado, debía ser el nombre de aquel joven, las chicas que gritaban su nombre y lloraban por él debían ser sus admiradoras, por lo visto debía ser alguien importante para que gritaran de esa forma y no se hubieran percatado de su presencia, trató de levantarse para ayudar a su salvador, pero el dolor que experimentó su tobillo izquierdo la hizo permanecer en su lugar. De entre la multitud de estudiantes apareció un hombre de cabellos platinados con una mascara que cubría la mitad de su rostro, debía ser alguno de los profesores. ― ¡Entren a sus aulas correspondientes! ―Pero sensei…Sasu-chan está herido―se quejó una joven peliroja junto a un grupo de chicas que gritaban histéricas ante aquella orden ―Karin, sino entras llamaré a tus padres Ante estas palabras la peliroja no tuvo otra alternativa que entrar junto a las demás chicas, el hombre enmascarado se agachó para examinar a Sasuke, e inmediatamente volteó a ver a la pelirosa e iniciar el interrogatorio. ―Sakura-san, la estudiante nueva ¿verdad? ―Eh…si ― ¿Qué pasó? ―Yo….cruzaba y no me percaté del auto que venía, sentí que alguien me empujaba y luego escuché un golpe estruendoso, cuando voltee, él yacía en el suelo y una multitud se acercó para ver que sucedía ―Bien…creo que no te encuentras bien―Espetó el hombre enmascarado, mientras sacaba de su bolsillo un celular para llamar a una ambulancia ― ¿Estará bien? ―preguntó la pelirosa mirando al moreno ―Eso espero…ah por cierto, no me presenté, Hatake Kakashi―extendió la mano para saludar a su nueva alumna, a tiempo que ésta la estrechaba lentamente La ambulancia llegó al cabo de diez minutos subieron a Sasuke y a Sakura en dos camillas para llegar al hospital lo más rápido posible. Una vez dentro del hospital, los doctores se apresuraron para atender a Sasuke, pues para entonces ya había perdido mucha sangre, mientras Sakura se quedaba en lesiones menores, para que vendaran su tobillo. Pasaron las horas, y en todo aquel tiempo transcurrido ningún familiar suyo ni de Sasuke venía a preguntar por ellos, ella estaba en la sala de espera angustiada, pues por su culpa podría morir un joven que solo quiso ayudarla, hasta que uno de los doctores salió preguntando por los familiares de Sasuke, como no había nadie más que ella, decidió asumir la responsabilidad de comunicar el resultado del accidente del azabache a sus familiares. El resultado alegró mucho a la pelirosa pues la culpa se esfumó siendo reemplazada por un sentimiento de agradecimiento. Ya que el joven se encontraba descansando decidió llamar a sus padres para pedirles que la recogieran del hospital y finalmente marcaría a la preparatoria para averiguar el número de Sasuke y llamar a sus padres informándoles sobre el accidente de su hijo. La primera parte del plan funcionó a la perfección sus padres en media hora estarían ahí y la preparatoria le proporcionó el número, pero cuando estaba a punto de marcar pasó por su mente ¿cómo le diría a sus padres que por su culpa su hijo casi muere y que ahora está en una camilla con un brazo fracturado y una pierna en el mismo estado?, la cobardía empezaba a apoderarse de ella pero una voz la arrastró a la realidad inmediatamente, era la voz de su madre que corrió a abrazarla y preguntarle más de mil veces si se encontraba bien, su padre por otro lado estaba acompañado por un hombre azabache de tez clara y de semblante serio junto a una mujer peliazul de ojos negros como la noche que mostraban gran preocupación, posiblemente era la esposa del hombre que acompañaba a su padre, el cual al igual que su acompañante tenía un semblante serio. ― ¿qué ocurrió? ―pregunto su padre fríamente ―yo….yo…cruzaba la calle y un auto venía hacia mí y un joven me salvó, aunque él se lastimó por hacerlo―dije controlando el impulso de llorar pues mi padre no era el mismo que se encontraba frente a mí ―Sakura, el joven que se lastimó por salvarte, es hijo de Fugaku-san, Sasuke Uchiha―ahora si entendía porque mi padre estaba serio, por culpa mía atropellaron al hijo de su socio, aunque se me hacia injusto que mezclaran problemas personales con el trabajo ―Lo lamento tanto―me dirigí hacia el acompañante de mi padre, mientras bajaba la cabeza ― ¿Cómo está? ―preguntó el hombre fríamente, por su expresión parecía que más le molestaba el tiempo que invertía estando en el hospital que el mismo hecho de que su hijo estuviera en un hospital y que casi hubiera muerto ―Se pondrá bien, eso dijeron los doctores, aunque tiene fracturas―respondí tímidamente ―Eso le pasa por hacerse el héroe―dirigiéndose a su esposa―Mikoto quédate aquí hasta que despierte, yo iré a la oficina con Haru-san―dio la espalda a las tres mujeres para luego salir por la puerta del hospital seguido del padre de Sakura ―Sakura-san ¿verdad? ―preguntó la madre de Sasuke ― no te preocupes por Fugaku, él sabe distinguir entre su vida personal y laboral―sonreía mientras pronunciaba estas palabras ―Yo…quisiera agradecer personalmente a Sasuke –san por haberme salvado y por los cursos no se preocupe vendré diario a traerle los deberes para que no se atrase mientras permanece en el hospital La mujer suspiró y sonrió, para invitarlas a la cafetería a comer algo mientras esperaban a que Sasuke despierte.