Salí sin apagar la estufa Salí de mi casa sin apagar la estufa. O tal vez no, no estoy seguro. Trato de recordarlo y lo que recuerdo sólo me parecen fantasías mías. Imagino la estufa entre prendida y apagada mientras camino hacia mi trabajo. Veo a las personas con las que me cruzo y pienso en sus cocinas y en sus estufas y pienso si alguno de ellos la dejo prendida, como yo. O sí sólo tienen la sensación de haberla dejado prendida y ahora mismo están pensando si yo también la deje prendida, como lo hago ahora. O quizá, al igual que yo, realmente la dejaron prendida y al llegar a casa verán la estufa entre un montón de escombros y cenizas, con los vecinos y bomberos mirando, con ojos llenos de algo así como simpatía. Aunque ahora que lo pienso, no estoy seguro sí eso realmente pasaría. Eso sólo lo he visto en las películas y lo he leído en los libros. Tal vez, cuando llegue a casa todo estaría como lo deje y al ir a revisar la estufa, la encontraría apagada; y tal vez pensaré que realmente no la deje prendida, pero al día siguiente me levantaría para bañarme y descubriría que el gas se acabó. Por la estufa, diría en voz alta y me lamentaría por el agua fría y el posible resfriado que mi descuido, sin duda, produciría. Pero probablemente eso sólo podría suceder si no hubiera nada encima de la estufa, si hubiera quitado cualquier cosa que estuviera calentando y no hubiera vuelto la mirada y la llama hubiera quedado olvidada, pero esa llama podría estar sólo en mi imaginación y la estufa ahora está ahora apagada sólo sufriendo mis alucinaciones. Atl
Me llamó la atención el título de la historia, y la verdad es que el relato es muy bueno. Me gustó más que nada porque me a pasado esa terrible sensación que que olvidé algo. Y debido a ello no logramos disfrutar del día por estar pensando en sí eso o aquello. En mi caso, a veces es la cochera, ¿la cerramos? ¿Apreté el botón para cerrar la puerta, pero cerró bien? ¿Y si no fue así y al llegar me encuentro a alguien en casa? Y tal está la preocupación que me regreso para cerciorarme o si alguien está en casa, llamarlo. La puerta, ¿cerré la puerta con llave? ¿Y si no? Esas preguntas a veces son muy tortuosas. Lo de dejar la estufa encendida, donde yo vivo si es preocupante, y hasta de vida o muerte, unos de mis compañeros se le quemó su apartamento y perdió todo solo porque su vecina de abajo (quien ea mayor de edad) salió a la tienda e irónicamente olvidó apagar la estufa y se quemó ambos apartamentos. Es trágico, por ello se debe ser precavido. Extraño pero buen relato.