The Walking Dead S de Santuario [Días de Abecedario]

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Este es otro aporte para la actividad de @Shani "Días de Abecedario". Es un relato basado en TWD y los personajes Mary y Gareth de la quinta temporada.

Cada vez que Mary recordaba las lágrimas de su hijo cayendo por su rostro cuando les habían encerrado y temían por su vida, se le quebraba el corazón y recordaba por qué debía luchar y dejar sus ideales pacifistas a un lado. Quizás en otras condiciones, si el ser humano no fuese tan egoísta el mundo no se hubiese ido al traste tan fácilmente, pero ahora no había salida alguna y por eso estaban así.

Hacía semanas que no salía de La Terminal, esta era segura y no tenía la menor intención de apartarse de su hijo y de sus amigos, simplemente esperaban y la presa caería en su trampa fácilmente. Salir a cazar era peligroso y aquella era su fortaleza, allí estaban seguros. Adaptarse a aquella nueva vida fue doloroso al principio, pero ahora sabía por qué lo hacía. La vida era lo más importante que tenía, después de la de su propio hijo, la de su pequeño Gareth.

—Madre, se acerca un grupo, tienes que salir a recibirlos, llegarán en cosa de media hora —dijo su hijo apareciendo por detrás de ella y sobresaltándola.

—¡Qué mayor y responsable te has hecho de repente! —dijo ella esbozando una amarga sonrisa—. Ahora mismo voy para allá, solamente estaba terminando de preparar estos carteles, mañana tendréis que reponer algunos cercanos, que se han deteriorado.

—Vale, se lo comentaré a los chicos —dijo su hijo echándole un vistazo a los carteles—, tendrás que preparar carne, eso les dará seguridad, pensarán inmediatamente que aquí están a salvo y que les daremos cobijo y comida, deben confiarse.

—Lo sé, hijo, lo sé, conozco el procedimiento pero aún así tú siempre me lo recuerdas.

—Lo aprendí de la mejor —dijo sonriendo Gareth a su madre.

El chico le echó el brazo por detrás y la acompañó para ir a hacer sus quehaceres, dejando atrás aquellos carteles, que aunque aparentemente eran inofensivos, marcarían el destino de mucha gente.

“Santuario para todos. Comunidad para todos. Aquellos que llegan, sobreviven.”, rezaban aquellos carteles.