One-shot de Naruto - Sábados [Kakashi~Sakura] [One-shot]

¡Hola! :D Ahm... bueno, acá traigo tu desafío, Fey L. Clavel, de por sí, me fue muy raro escribir en 3º persona, ya que suelo escribir en 2º o en 1º, xD Pero, bueno. Espero que les guste, (porque yo no quedé conforme xD!) Acepto críticas, sugerencias, y dsadas :D

Sábados. ​

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La observó pero no supo que hacer, posiblemente, se veía demasiado bien, mucho más de lo que él habría imaginado. Cenar juntos todos los sábados en la noche era algo habitual, como una tradición. Es más, posiblemente si ellos estuvieran en el sofá mirando televisión, y no cenando juntos, se sentirían raros, como si les faltara algo.

—Eh, te dije que te arreglaras, pero... ¿para tanto? —sonrió levemente.

—¡Obviamente! Siempre me gusta estar bien —chilló mientras cerraba la puerta con la cartera en la mano. Llevaba un vestido negro con brillos, y una cinta color roja de seda que colgaba de su cintura.

—Ay, Sakura —suspiró él, poniéndose las manos en los bolsillos y comenzando a caminar.

Caminaron unas cuatro manzanas, Kakashi había ofrecido usar el auto, pero Sakura, lo rechazó directamente diciendo que era un vago, y que la noche estaba hermosa para caminar. A pesar de que todos los sábados, era una costumbre ir a comer, ninguno de los dos se aburría. Además, a ella no le molestaba para nada hablar. ¡Siempre pasaba algo como para hablar toda la noche! Entraron, y ya el mayordomo les sonrió. Los conocía desde hacía ya bastante, y muy amablemente siempre les reservaba la misma mesa. Se sentaron muy tranquilamente como siempre solían hacer. Para él cerveza, y para ella una Fanta. Los espaguetis y comenzaron a hablar.

—Y bueno, él le dijo que en verdad, no sabía que hacer. Pero fue estúpido, porque ¿por qué le preguntó a ella lo que pensaba? Él tendría que saberlo —ella siguió contando mientras tomaba otro sorbo de Fanta. Él simplemente escuchaba, en silencio, misterioso. Pensando un buen comentario.

—Yo diría que lo dijo para ver si ella aceptaba ser su amante —comentó él audazmente. A pesar que tampoco le interesaba el tema.

—¿Tú crees? Quizás si... ahora que lo dices... —y se quedó pensando. Él la observó, sonrió de lado y siguió comiendo.

—Sakura, creo que te preocupas demasiado —comentó él, mirándola fijamente.

—¡No! Es que ella es mi amiga, y está sufriendo por ese idiota —inquirió mirando por la ventana que estaba a su izquierda.

—Pero es su vida. Hay personas que nos hacen sufrir, sabemos que tenemos que olvidarla; pero a la vez, no queremos. Es normal.

Ella calló, prefirió hacerlo por el simple hecho de no llegar al roce. La noche volvió a la normalidad, entre risas, consejos, monólogos. La pasaron bien, como siempre, y cada uno después, volvió a su casa. El domingo, pasó como de costumbre, y el lunes, de vuelta a la jornada laboral. Kakashi, trabajaba siendo profesor de matemáticas. Mientras que Sakura, enseñaba ballet.

Kakashi caminó por las calles, luego de salir del trabajo. Llegó a su parque favorito. Hubiera dicho que aquel se parecía al bosque del Edén, tan lleno de árboles, de verde, todo parecía tan natural y perfecto. Generalmente se sentaba en un banco frente a un pequeño lago, donde leía, o simplemente observaba a las personas pasar. De por sí, su rutina no era para nada divertida, simplemente tranquila, monótona, pero no se quejaba. Prefería aquello que a una vida demasiado acelerada. No era vago, pero tampoco hiperactivo. Esas personas que se desvivían por mantenerse activos, que se mataban en el trabajo y por ganar más dinero. Él simplemente pasaba de la exageración.

Sakura, por otro lado, tenía una vida un poco más agitada, no a tal extremo de no tener tiempo para nada, pero, posiblemente los fines de semana era sus días para trabajar y tener su mente en sí misma, en ninguna otra preocupación. Ambos no se hablaban mucho en el transcurso de la semana, quizás un mensaje de texto, y una llamada cada dos días, pero no más de eso.

Sintió como el celular le vibró en el bolsillo delantero. Justamente mientras leía una parte crucial de la novela, con tanto suspenso que hasta sentía lo mismo que aquel personaje. Con fastidio, quitó la vista de allí y estiró su brazo hasta donde se encontraba el celular. Lo abrió. Era un mensaje de texto de la muchacha de cabellos rosas, él sonrió “¿Te parece si el sábado que viene vamos a otro lugar? Te daré una sorpresa, ¡es perfecto!” ¿Su mejor amiga le daría una sorpresa? Bastante interesante. No era ni su cumpleaños, ni ninguna fecha especial para que lo hiciera, pero no se quejó. Es más, estaría muy ansioso esperando la llegada del próximo sábado, como siempre.

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Tomó otro vaso de coca-cola, como si nada fuese. Hacía calor, y de eso no cabía duda. Por suerte, ya había terminado la clase, era viernes, último día de la semana y podría DESCANSAR. No levantarse temprano, no trabajar, y no salir corriendo con una tostada en la boca porque llegaba tarde. Estaban a veinte minutos de cerrar, ya casi todos se habían ido, sólo quedaban algunos que seguían practicando un poco. La puerta de entrada, se abrió, y de allí pasó un hombre alto, con cabellos azulados y ojos tan oscuros e hipnotizantes. Y Sakura, sabía a la perfección quien era. Quiso correr la mirada, pero no pudo hacerlo.

He ahí, el único hombre que podía matarla con una sola mirada, he ahí, el hombre que siempre había anhelado. Era extraño, como la vida misma. Él sonrió con arrogancia, al saber que ella era tan débil como siempre. Él jugaba con ella, y Sakura lo sabía, pero no podía alejarse. Él tenía algo que aún, no había descubierto.

—Sakura... aún estás aquí —dijo él, caminando hacia la fémina—, Pasé a preguntar si ya te habías ido, pero veo que no —se colocó enfrente de ella, pero aún a una distancia dentro de los parámetros 'prudentes'

—Eh... si, pero... yo igualmente, ya me iba —su voz sonaba sin rumbo fijo, temblorosa, como si no estaría segura de lo que estaba diciendo. Cómo si no supiera que inventar.

—Oh, sigues tan mala para mentir como siempre —sonrió de lado, y dio un paso hacia adelante. Ella se quedó ahí, quieta, como una estatua. Quería moverse, pero a la vez, no—, Sakura, me gustaría ir a cenar contigo...

—Yo...—ella seguía igual, sin poder contra él.

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Él estaba acostado, sin hacer nada, y con una ansiedad bastante obvia. No era que estaba así todos los sábados (obviamente mentira) Pero, ésta vez era más especial, ya que ella, le había dicho que era una sorpresa. << ¿Qué será? >> Se interrogaba a él mismo a pesar que sabía que no obtendría una respuesta concreta, y que lo único que hacía, era ganarse más curiosidad y ansiedad. Ésta vez, en vez de vibrar, el celular sonó, con un ruidito bastante molesto. Y si, Kakashi hubiera preferido el primero. Abrió el celular, y atendió.

—Hola, Sakura.

—H-hola Kakashi... ¿cómo estás? —su voz sonaba dispersa, y avergonzada.

—Bien, ¿y tú?

—Bien...

—¿Pasó algo?

—Justamente de eso quería hablarte... yo... resulta que... ¿recuerdas que te dije que hoy te tenía una sorpresa?

—Ajá.

—Bueno... es que... ¿podemos pasarla a otro día? Porque yo... —y desde atrás se escuchó como alguien decía "Vamos, Sakurita, llegaremos tarde" —, Luego hablamos, ¿si? Lo prometo. ¡Adiós!

Y ella cortó. Posiblemente si no se hubiera contenido el celular habría volado por la ventana que se encontraba más cerca. Nunca le había hecho algo parecido. Lo peor de todo, es que por lo que había escuchado, esa voz era de Sasuke Uchiha. El hombre que siempre había jugado, e ignorado a Sakura. Y ahora ella, lo dejaba por él. El que la había abrazado cuando ella estaba desconsolada por las idioteces que él hacía, y por su amor no correspondido. << ¿Celos? >>

—¡¿Qué estás pensando, Kakashi?! —se colocó sus manos a ambos lados de la cabeza, intentando quitar aquellos pensamientos. Aunque no logró demasiado. Tomó sus llaves y salió a caminar. Extrañamente ya se habían hecho las siete y cuatro. La gente, estaba como siempre, tan apurada por caminar. A pesar de ser sábado, y la mayoría estaba en su casa planificando una salida, las calles estaban bastante repletas. Los restaurantes comenzaban a llenarse cada vez más, y las multitudes en la puerta de éstos aumentaba. No era que no le gustaba ver gente, simplemente que no en demasía. Miró a un costado, en el restaurante que siempre comía con la muchacha de ojos verdes. Entró, ya que tenía algo de hambre. Lo atendió el mayordomo de siempre, con una mirada distinta, de pena.

—Oh, lamento decirte que... —el antes dicho miró a la mesa de siempre, y allí estaba ella, con Sasuke. Mirándolo fijamente, como una chica enamorada de su primer novio.

Él corrió la mirada hacia Kakashi. Siempre tan arrogante, le sonrió con sorna y volvió a mirarla a ella. El hombre de cabellos albinos no pudo soportarlo y simplemente se fue. Así pasaron dos semanas, Sakura, completamente pendiente del Uchiha, y Kakashi, demasiado molesto con la muchacha. Y aún más, dado que ni si quiera se había molestado en llamarlo.

—¡Argh! —se levantó de golpe de la silla. Si, lo admitía, quería verla. Pero... ella también había decidido quedarse con aquel idiota. El timbre sonó, el fastidio lo invadió. ¿Tenía que abrir? Ni si quiera ganas de eso tenía. Caminó hacia la puerta, que quedaba a unos cuatro o cinco pasos. Abrió y se encontró con la persona que menos esperaba, Sakura.

—Hola —ella le sonrió, el hombre por un segundo olvidó de todo, simplemente se fijó en su sonrisa... pero luego recordó.

—Sakura, ¿necesitas algo? —respondió cortante, sin ganas.

—Yo sólo... quería hablar contigo...

—Tú y yo, no tenemos nada que hablar.

—Lo siento, en serio, pero es que...

—Ya no importa —él retrocedió, pero no cerró la puerta.

—¿Me perdonas? —pasó sin si quiera pedir permiso, ya que tenían mucha confianza. Y cerró la puerta.

—No.

—¡Es una idiotez que te pongas celoso! —chilló con el ceño fruncido. Él elevó la ceja—, ¿Ves? Simplemente estás celoso —dio un paso hacia ella, y ésta a su vez, retrocedió. Chocándose con la puerta que recientemente había cerrado. Estaban frente a frente, o bueno, Kakashi un poco más arriba dado que le llevaba por lo menos, una cabeza.

—¿Sabes por qué me pongo celoso, Sakura? —le preguntó mientras se agachaba un poco. No le sorprendía que Sakura no lo supiera, pues él, se había dado cuenta en todo ese lapso de tiempo que no estuvo con ella—, Te quiero, Sakura. Y no como amigo. Lo lamento, pero no puedo seguir así —le susurró al oído y a la vez se alejaba de ella.

La muchacha se quedó petrificada, ahí parada, sin saber qué hacer. Aunque bueno, si sabía. Caminó hacia él y estiró el brazo hacia su rostro. Le sonrió, y él se perdió en su sonrisa, nuevamente. Se colgó de su cuello dando a entender que se agachara, y así lo hizo. Lo besó, pero él de repente se alejó.

—¿Y qué pasará con Sasuke?

—Bueno... te iba a venir a decir que decidí alejarme de él, y que me di cuenta que era un capricho. Además, con él me aburro —él sonrió y volvió a besarla. Y ahora que lo pensaba, lo admitía, era celoso con lo que él más quería.

 

Tal vez lo sientas raro porque está narrado en tercera persona, yo lo siento raro por ser AU. Pero eso no es importante realmente, me ha gustado, más por el hecho de que Sakura dijera que Sasuke es un capricho, cosa que estoy considerando como verdad. No tengo intenciones de hacerla de critica, así que dejaré ese trabajo a alguien más. La caracterización me pareció adecuada, el desarrollo un poquito apresurado, pero es invetable ya que es un oneshot.
Muchas gracias, <3 creo que yo también tengo que escribir un fanfic de esta pareja, sin embargo no logro pensar en alguna idea.

 

Uhm.
No soy un fiel seguidor de esta pareja, pero debo admitir que el título y la trama me atrapó. Debo felicitarte por captar la personalidad característica de cada personaje y lograr transmitirla exitosamente. Buen trabajo.
Sin embargo para ser sincero, el final me pareció un poco apresurado (dejando también pendiente la sorpresa). Te aconsejaría que para la próxima intentaras ir con más calma, paulatinamente... la idea se entendió, sí, pero hay detalles que pudiste resaltar o completar el final.

Noté que tienes un buen dominio de la ortografía y se agradece demasiado eso.

¡Gracias por publicar!
Saludos.