Rosas Blancas

Título: Rosas Blancas.
Tipo: Drabble.
Personaje: Rosalinda del Carmen
Advertencia: Lenguaje Obsceno.
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Rosas Blancas​

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Eran las cuatro de la tarde, pero a causa de la oscura lluvia que estaba haciendo más oscura la tarde, pareciera más bien que fueran las siete de la noche. Mis lágrimas se deslizaban lentamente por mis mejillas, entristecidas por mi terrible acontecimiento, todavía no logró superar lo que ha pasado. ¿Cómo fue que pasaron estas cosas? ¿Cómo fue que te dejé ir de esa manera? Siento que ya nada tiene sentido si no te encuentro a mi lado, y ahora que te veo partir hacia otro mundo me dio cuenta, que ese acontecimiento no debió pasar de esa manera.

Fuiste un idiota por protegerme, fuiste un cobarde por dar tu vida a cambio de la mía, ¿en qué estabas pensando cuando hacías eso? En vez de la tristeza está el odio, en vez del lamento está el rencor. ¿Ahora cómo voy a seguir con mi vida después de esto? ¿Cómo carajo quieres que continue con mi vida? Luego de verte morir al frente de mis ojos negros como la misma noche, nunca había visto tanta sangre derramarse en ese sucio y mojado piso. Fue… Lo peor que pude presenciar en todo este mundo, de ti podía esperar cualquier cosa, cualquiera, pero no que precisamente tuvieras que tomar una desesperada decisión que implicará la perdida de tu vida. ¿Tan miserable te sentía cuando sentías la bala incrustarse en tu pecho? ¿Tan doloroso eran las consecutivas convulsiones que a cada segundo mataba a tu propio corazón?; sinceramente pensé que podría ayudarte, pero sabía que era un intento fallido lo que estaba haciendo, ya que al pasar los veinticinco minutos, habías partido a un lugar mejor que en el que estabas en ese entonces.

No recuerdo muy bien cuales fueron tus últimas palabras, y si lo hiciera, de seguro una sonrisa me sacaría. Luego de ese día, recuerdo que lloraba por cualquier cosa que me recordará a tu persona, cualquier valioso recuerdo que me hacía comprender la razón de vivir en un mundo donde yace la maldad en cualquier parte del mundo. Si tenía que ser fuerte debía saber tomar las cosas con calma y con una mirada firme, no debía llorar por nada, en vez de eso tengo que pelear, luchar por todo lo que es bueno o lo que fue para ti, sólo así podré continuar con mi vida sin ningún problema.

Prometí que iría a verte, y es lo que precisamente estoy haciendo al momento en que llevó conmigo un ligero ramo de rosas blancas, ésas que consideraste lo más puro en todo esta existencia, y lo que significaba mi nombre… Rosalinda de los campos, mi hermosa rosa blanca. Al principio pensaba que era por mi madre el nombre, ya que el de ella era Violeta, pero luego de que me explicaste lo que significaba para ti las rosas blancas, comprendí que no podía haber otra cosa tan hermosa como la rosa pura, y sí que tenías la razón.

Al llegar a tu tumba, depositó lentamente el ramo en esa baldosa de piedra que lleva un escrito que yo misma mandé a colocarte, y que dice:

“Para un hombre que dio todo por el amor de su hija.”

Esas palabras resuenan de manera constante en mi corazón, un significado que me hacen entender lo mucho que te he amado hasta ahora, y lo mucho que me cuidarás en donde quieras que te encuentres, papá… A pesar de que estoy encerrada en un mundo de oscuridad, lucharé hasta poder llenar con luz ese vacío que dejaste cuando el destino decidió apartarte de mi lado, y así dejaré de sufrir.