One-shot Romeo And Cinderella.

La chica del cabello turquesa, la chica de la voz aguda, la chica de la vida alegre, se volvió en la chica de la depresión.

Era una preciosa chica de ojos azul puro, cabello azul puro y de un tamaño pequeño era "Hatsune Miku", una simple chica, que vivía en un simple mundo con el sueño de llegar a ser como "Cenicienta" o incluso "Julieta", es decir, quería encontrar a un "Romeo".

La chica estaba en un momento de sueño, era obviamente una noche común a la hora de dormir.

La chica soñó que estaba en un lugar blanco y puro, tenía unas grandes y brillantes alas de ángel y una voz le decía: La chica del cabello turquesa, la chica de la voz aguda, la chica de la vida alegre, se volvió en la chica de la depresión.

Ella siguió durmiendo sin preocupaciones, según ella era "un dulce sueño", con una referencia inútil que no le serviría, simplemente un sueño bizarro.

En la mañana al despertar había una grande brisa que soplaba todo su cabello, estaba apunto de llegar tarde a clases así que tomó su maleta preparó algo rápido y corrió a el instituto.

Logró llegar temprano, todos sus amigos estaban fuera del salón esperando a que la campana tocara, ella se sentó junto a un chico peliazul y de ojos azules solo que de un azul más diferente al de ella.

Los dos se sentaban juntos en todas las clases, pero en todo el año nunca se habían hablado.

La campana después de cuantos minutos sonó, una muy molesta melodía era la de la campana, incluso a cuantos estudiantes casi los deja sordos.

Era justamente el penúltimo día de clases, así que todos querían pasarla bien, todos traían lo que sea para entretenerse y pasarla bien.

Cuando finalmente era la hora de salida el chico arregló sus maletas el mandó un pequeño papel. una muy linda escritura tenía que solamente decía "holi", Miku escribió con su horrenda letra en el papel "Hola, nunca te he hablado, ni siquiera se tu nombre"

El chico terminó de arreglar y justo cuando iban a salir le dijo "Me llamo Kaito", estaba hablando con puros tartamudeos. Miku simplemente sonrió y le dijo...

—Yo me llamo Miku, Miku Hatsune.

El chico se sonrojó un poco al escuchar su voz y le respondió...

—Ja, bonito nombre, ¿quieres ser mi amiga?

Miku sonrió otra vez y le contestó "Claro que sí" en el papel. Entonces todos salieron. Miku y Kaito iban de últimos en la fila charlando sobre cosas como: De donde vino tu nombre, donde vives, eres nueva(o) y más cosas así.

Miku de atrevida le preguntó si ya tubo su "primera vez". Kaito sorprendido y sudando le dijo...

—Oh no, claro que no, eso sería una locura!

Miku suspiró y siguieron hablando de lo que hablaban antes.

Cuando salieron Kaito le invitó a Miku si quería ir con él. Miku no sabía donde pero sabía que iba a ser un lugar seguro así que le respondió que sí.

Al llegar a aquel lugar el cual era la casa de Kaito, una casa muy lujosa, vivía con su padre, su madre y su hermana la cual aún estaba en la escuela.

Subieron las largas escaleras que estaban en forma de espiral hasta que llegaron al cuarto de Kaito. Un cuarto lleno de posters de autos y cosas así, también una grande cama, una televisión, pero más importante, una curiosa manzana de oro en su escritorio que se veía delicada y muy costosa.

Así que Miku tenía que preguntar...

—Y esa manzana?—preguntaba Miku tocándola y viéndola de una manera muy delicada.

—Ah, eso, es una antigüedad de mis ancestros. Es muy cara.—respondió Kaito con una sonrisa apartando lentamente a Miku.

Miku y Kaito empezaron a hablar por horas hasta que Miku le dio un abrazo y se largó a su casa sin decir nada.

Al llegar a casa a Miku la cuestionaron sobre que hacía y todo. Miku les respondió...

—Estaba con un amigo...

Sus padres la castigaron tan fuerte que Miku no dormía sino que lloraba, y así siguió por toda un semana, y sin ir a la escuela.

Cuando su castigo acabó todo volvió a la normalidad, si la cuestionaron toda cuando llegó a clases pero todo estaba como siempre.

Al llegar, Kaito también le dio un grande abrazo y empezó a saludarla y cuestionarla como los demás.

La campana tocó, Miku le entregó una larga nota que estaba en su cuaderno de correspondencia, osea el cuaderno donde iban todas las notas y cosas así. Pero Miku ni siquiera la leyó y decía que el director y todos los profesores no podían dejar que Miku hablara con su tal "amigo", osea, Kaito, pero su madre no sabía quién era.

A la hora de la salida, justo cuando todos habían salido, Kaito tomó a Miku tan fuerte del brazo y se la llevó corriendo hasta una esquina. En aquella esquina hablaron todo lo que podían hablar sin que un maestro los viera.

¿Qué es lo que pasa? ¿Porque no me hablas? y cosas así eran lo que Kaito le preguntaba a Miku.

—Dime de una forma sincera, ¿qué es lo que pasa?—dijo Kaito tomándola suavemente por la barbilla.

Miku se sonrojó tan fuerte. Y le contestó con nervios...

—El profesor dijo que no te podía hablar, sino, me expulsaban.

—Tranquila, todo está bien, háblame.—le contestó Kaito dándole un suave abrazo después.

Miku no pudo resistirse y se soltó, se quedaron mirando fijo por un minuto, hasta que Miku le dio un abrazo y un largo beso.

Kaito se sonrojó tan fuerte. Y se quedaron así por horas...

Los dos se fueron y Miku dejó ahí tirado su zapato y se fueron los dos juntos...

Y así fue como se conocieron... Los originales: "Romeo and Cinderella".