Ciudad reconocida como punto de descanso para los comerciantes que se dirigían a las ciudades principales. Protegida por casta de guerreros bajo el control Imperial. Locales= Santuario: Shinto Clínica Cuartel General: Lugar de residencia de una casta de guerreros del Imperio Oyaji Herbolaria Shukusha Casa de armamento Comercio: Alimentos variados
El rol proviene de herborista viajero Capítulo III 猫の瞬きのように Neko no mabataki no yō ni - Como el parpadeo de un gato [Afueras de Ritto] Llegaron a la ciudad; todos se mantenían atentos después de su compra con el herborista viajero —Seikanji; levantaste la voz con el herborista, quiero que seas consciente de que te descontaré otras diez monedas —mencionó Hoshi con seriedad. Contenido oculto Ayeah rapuma Nekita
Aoi Nobunaga Antes de que pudiera siquiera reaccionar tenía la receta en sus manos, la memorizó y sonrió a Ryoshi como si de una niña con zapatos nuevos se tratase. — Gracias.— Susurró, abrazándolo con algo más de efusividad de lo habitual mientras su propia carreta retomaba la marcha. Era la primera vez que recibía un regalo y no entendía muy bien por qué él pagaba sin haber contratado ningún servicio por su parte, pero se aseguraría de devolver hasta la última moneda. Mientras meditaba al respecto la carreta se detuvo al llegar a Ritto. Aoi se puso en pie con seriedad y volvió su vista hacia Hoshi a la espera de nuevas órdenes. Su misión estaba a punto de comenzar, debía hacerlo bien si quería monedas para Ryoshi.
Seikanji Yamagawa Antes de llegar a Ritto, Seikanji saltó de la carreta y realizó el resto del viaje a pie, sus piernas entumecidas pronto recuperaron calor y el resto del trayecto habló con Dozan sobre música. Reiko apareció entre los árboles y evitando la carreta, se quedó a espera de su amo al cual le acababan de descontar más dinero. Seikanji hizo un puchero por el nuevo descuento de su recaudación del día y abrió la boca para replicar pero volvió a cerrarla nuevamente. Quizá hasta le podría descontar diez monedas de nuevo sólo por responder. —¿Qué hacemos ahora, señor Hoshi? —preguntó emocionado, viendo a Ritto en toda su longitud desde la perspectiva en la que estaban. Podría ser un bonito dibujo.
Akihito Shishio Agradeció al herborista y guardó sus ingredientes dentro de su kimono antes de volver a la carreta y cuando por fin se pusieron en marcha, decidió prestar un poco más de atención a lo que Seikanji y Rengo tenían para entretenerse durante el viaje y sonrió al ver que aparentemente ahora ambos estaban compartiendo un mismo interés. Y ya que Seikanji se ocupaba de preguntar lo importante del encargo, podía darse el lujo de preguntar otra cosa a su acompañante. —¿Te sientes un poco mejor fuera de Koga? —Preguntó con curiosidad hacia Rengo, apoyando su mentón sobre su mano, usando el borde de la carreta como apoyo para su brazo —, el joven Ikeda ha sido bastante agresivo así que tan siquiera confío, que podrías estar algo más tranquilo.
Ritto [Hoshi; Rengo; Dozan; Ryoshi; Seikanji; Akihito; Aoi] Dozan había conversado con Seikanji plácidamente mientras Ryoshi se enfocaba en ver a Aoi feliz con su receta; ignorante al saber que era el primer regalo que ella recibía, Ryoshi tampoco dejaba de sonreír al verla tan feliz con algo que para él era tan simple; pero sabía que para ella aquello era muy útil. Rengo miró a Akihito; por un momento se mantuvo en silencio, primero afirmó —Me gusta estar en un sitio en el que pueda ver el horizonte. Las murallas son tan aterradoras como el señor Ikeda —bajó la mirada. Al parecer, Rengo no era alguien fácil para mantener una conversación. Cualquier otro dispuesto a abrir el tema, hubiese preguntado algo en retribución a la pregunta impuesta. Hoshi escuchó la pregunta de Seikanji; pero se mantuvo estoico. Su silencio fue tan abrumador que los presentes comenzaron a incomodarse; pero la mirada de Hoshi no era estoica como su semblante, sus ojos se movían de un lado al otro, revisando la ciudad a distancia; y así se mantuvo hasta entrar a aquella ciudad. la calle central era tan amplia que la carreta pasaba sin problemas y aun así daba espacio para que otras dos recorrieran el camino a su lado. Lentamente sacó la carreta fuera del camino, y detuvo a su montura casi junto a la orilla del río. —Ritto; ruta de comercio. Seis negocios; un cuartel, un santuario. Ciudad pequeña; pero con gran afluencia de comerciantes. En el transcurso de tiempo que llevamos en esta ciudad han pasado seis carretas grandes, dos pequeñas, un par de comerciantes a pie y un niño vendiendo dulces. Cuatro de las seis carretas grandes se dirigían oeste; dos al este. Las dos pequeñas se dirigían al este; el par de comerciantes al oeste. El niño es un local; seguramente hijo o pariente de alguno de los comerciantes de Ritto— Hoshi seguía sin observar a nadie, sólo veía a sus alrededores. Eran datos que todos habían notado también; tal vez no a detalle, pero eran conscientes del movimiento en la ciudad —¿Qué es lo que somos nosotros? —preguntó —Si alguien nos observa precisamente ahora, ¿Qué creería que somos? ¿Qué creerían que vendemos? — siguió preguntando. Dozan al instante comenzó a tocar la flauta. Dándose cuenta que podían parecer muy sospechosos, y más aun que se habían detenido por culpa de Hoshi; haciendo más evidente su presencia. —Bien— mencionó Hoshi al notar a Dozan desempeñando su papel de músico. Observó el río—La gran mayoría de ustedes son shinobis. Y nadie ha considerado crear una fachada para los observadores en Ritto; están demasiado cómodos en la carreta, bajaron su guardia porque creyeron que yo cubriría sus errores; venir conmigo les dio una falsa seguridad —volvió a levantar la vista —Más que a un shinobi, deben temer de los comerciantes. Un shinobi se ocultará en las sombras, y tomará la información que necesite para después irse con quién le pagó por esos datos. Pero un comerciante es su propio dueño; un comerciante no controlará su lengua, esparcirá rumores, dará toda esa información que un shinobi puede obtener pero de manera gratuita. Y uno nunca sabrá en que oídos puede acabar esa información, y si llegará intacta sin ser modificada en nuestra contra; de esa manera una persona puede ganarse enemigos nuevos tan sólo por parecer extraño en una normalidad estandarizada — suspiró —Todo Ritto ahora sabe de nuestra presencia, y no hemos pasado ni un sol bajo su escrutinio. Por fin los miró —¿Cuál creen que es su misión? Contenido oculto Ayeah rapuma Nekita
Seikanji Yamagawa El joven Seikanji no era alguien que pudiera sentirse incómodo ante una mirada, incluso a una amenaza verbal; pero el silencio le hizo sentir un pequeño cosquilleo que no pudo esconder, ya que jugaba con sus dedos para mantenerse activo ante el silencio tan espeso que envolvía al grupo cuando Hoshi les ignoraba y observaba a detalle la ciudad. Entraron a la misma, notando la gran actividad mercantil que fluía como el propio río que partía la ciudad en dos. Seikanji lo observaba todo, como si fuera un niño y no el adulto de dieciocho años embarcado en una misión como lo estaba en esos momentos. Por esa misma razón cuando Hoshi les llamó la atención, entendió que tenía que dejar fluir su madurez real; la que escondía muy dentro de su caparazón. Observó sus alrededores, prestando especial interés en los rumores que los locales hablaban entre ellos. —En el cuartel general hay algunos integrantes del clan Hyogo... —se rascó la mejilla. —Pero no sé quienes son si soy sincero. —se miró los pies, intentando acomodar sus pensamientos antes de hablar. Volvió a mirar a Hoshi. —Los comerciantes suelen visitar al monje del santuario, quizá allí pueda haber buena información. Mucha más de lo que podríamos ver en las calles. —de pronto el rostro se le iluminó al oír la flauta de Dozan. Rebuscó dentro de la carreta hasta dar con su koto, el cual cargó en su espalda con una sonrisa. —Seré músico junto el señor Dozan, claro, si le parece bien señor Hoshi. —afirmó hacia Dozan y luego volvió a mirar a Hoshi. —Creo que nuestra verdadera misión aquí... no tiene que ver con carretas. Tiene que ver con información; saber acertar en los reales y descartar lo falso. ¿Qué buscamos exactamente? ¿Saber de qué habla el país en estos momentos? ¿O quizá empezar a propagar lo que queremos que sepa? Sabía que en lugar como Ritto, donde los comerciantes se cruzaban de todas las direcciones de Japón, podría ser la fuente principal de información.
Aoi Nobunaga Observó a Hoshi con curiosidad, meditando unos instantes mientras Dozan y Seikanji sacaban sus instrumentos musicales. Se aclaró la garganta e, imitando lo mejor que pudo la voz de Murai repitió punto por punto sus palabras exactas. — Irán a la ciudad de Ritto en Shiga; y harán conteo de carretas comerciales. Deberán inspeccionar a cada comerciante que avance con una carreta; sea de arroz; especies; sake; materia prima; flores... Todas esas carretas se dirigen o vienen de Kioto; y nosotros necesitamos saber de dónde provienen. Sonrió satisfecha en dirección al hombre, tenía muy clara su misión, jamás olvidaba una orden directa. — Podemos ser artistas itinerantes.— Añadió.— Ya que todos saben de nuestra presencia escondamonos llamando aun más su atención.— La gente bebe y suelta su lengua con los artistas. Aoi era experta en pasar desapercibida y sabía que, en ocasiones, la mejor forma de ocultar tu presencia es no hacerlo en absoluto. Por desgracia, ella no sabía tocar instrumento musical alguno y su forma de bailar era bastante torpe. Tendría que cantar. Sintió un cosquilleo en sus mejillas ante la idea precedido de un intenso sonrojo. No le encantaba la idea de cantar frente a completos desconocidos.
Akihito Shishio Asintió ante las palabras de Rengo con tranquilidad antes de volver a prestar atención a su camino, era un detalle del cual no había pensado mucho que pudiera afectarlo, quizás porque el se conformaba en cierta forma con la forma en la que se sentía un poco más tranquilo y libre en Koga como para tomar en cuenta ese detalle, pero alguien que entendía que estaba mayormente moviéndose, si podía ser un gran cambio. Fuera de eso, no escuchar una respuesta hacia la pregunta de Seikanji por un tiempo, lo incomodó. ¿Había sido muy obvio para el señor Hoshi que simplemente lo ignoró o era otra cosa? Para su buena o mala suerte, la respuesta que terminó dando no fue lo que esperó y por el contrario, lo puso a pensar un poco, era algo que tampoco había considerado, que se fuera a necesitar de una fachada para una misión aparentemente de pseudo vigilancia, lo había visto de la misma forma literal que Murai lo había explicado solamente. Rebuscó entonces dentro de su kimono su abanico para juguetear un poco con este, moviéndolo de manera rítmica con la música expuesta. —Puedo entretener como bailarín de las cosas que lleguen a tocar —Le recordaba un poco a las historias de su madre cuando era joven, y si todo salía bien podía ser incluso un poco entretenido —, sobre la misión... fuera de la inspección de carretas, coincido con Yamagawa, podemos aprovechar para obtener información de lo que se está hablando en estos momentos, no solo de nosotros pero también de nuestros enemigos. Contenido oculto Sorry, anduve fuera xc
Ritto [Hoshi; Rengo; Dozan; Ryoshi; Seikanji; Akihito; Aoi] Hoshi afirmó satisfecho de las tres respuestas y de la manera en la que todos parecían comenzar a coordinarse. Dozan codeó también a Ryoshi esperando que hiciera algo al respecto. —El anciano nos quitó nuestras armas; no puedo usarla — dijo sin ganas de buscar Hoshi sacó otro instrumento construido con tallos huecos de bambú; cómo si fueran varias flautas unidas a distintas alturas; este se lo entregó a Ryoshi, era un instrumento llamado shō; a Rengo le entregó un pequeño tambor conocido como kotsuzumi. Por último él llevaba un viejo shamisen. Hoshi no dijo más, se limitó a tocar el shamisen, siguiendo el ritmo que Dozan y Seikanji habían marcado. Ryoshi miró su nuevo instrumento y bufó; pero lo comenzó a hacer sonar. Rengo hacía un sonido esporádico, sin participar demasiado. Contenido oculto Ayeah rapuma Nekita Actividad= Son ahora un grupo de artistas itinerantes. Seikanji en el koto Dozan en la flauta Aoi con el canto Ryoshi con el shō Hoshi con el shamisen Rengo con el kotsuzumi Akihito en el baile Cada uno tirará un dado de 20 para atraer la atención de algún vendedor en específico: [En el dado debe indicar a qué vendedor están interesados por atraer; uno por cada jugador y por post] Comerciante de materia prima: atraen su atención con un dado de 15 o superior Vendedor de flores: atraen su atención con un dado de 5 o superior Vendedora de licor: atraen su atención con un dado de 1o o superior Comerciante de arroz: atraen su atención con un dado de 15 o superior Vendedor de dulces: atraen su atención con un dado de 5 o superior Comerciante de armamento: atraen su atención con un dado de 15 o superior Comerciante de ropa: atraen su atención con un dado de 10 o superior Vendedora de sandalias: atraen su atención con un dado de 10 o superior Comerciante de medicamentos: atraen su atención con un dado de 15 o superior Guerrero: atraen su atención con un dado de 18 o superior Monje viajero: atraen su atención con un dado de 18 o superior
Akihito Shishio Rio con suavidad ante la decepción del cambio de instrumento de Ryoshi, una parte de él había creído que como mínimo su caso podría ser una excepción extraña, pero estaba seguro que iba a adaptarse perfectamente a su instrumento temporal. Bajó de la carreta y ajustó el obi de su kimono a su cintura para que la parte baja de este tuviera un poco más de vuelo como su cabello que tuvo que volver a reacomodar en una media cola para que llamara un poco más la atención por seguir el movimiento del baile. No necesitó esforzarse para tener una sonrisa en su rostro y comenzar a moverse de acuerdo al ritmo que el nuevo grupo de músicos marcaba con sus pasos y su abanico buscando desenvolverse poco a poco y ver quién podría parecer interesante en el proceso.
Seikanji Yamagawa Sonrío con felicidad cuando vio que incluso el propio Hoshi sabía tocar un instrumento musical. Si alguien se lo hubiera dicho nunca lo hubiera creído. Akihito comenzó a marcar el ritmo del baile y Seikanji pensó que era momento de hacer gala de su destreza, sus dedos, que eran largos y finos, tocaban el koto con suavidad, siguiendo el sonido de la flauta de Dozan y al que se les unían el resto de instrumentos, logrando una armonía musical que seguro llamaría la atención.
Aoi Nobunaga Le dedicó una suave caricia a Ryoshi antes de ponerse en pie en mitad de la carreta y ajustar sus ropas para mostrar algo más de piel. Retiró el parche de su ojo y lo introdujo en uno de los pliegues de su hakama y compuso una sonrisa segura y seductora. Su voz no tembló cuando, mirando fijamente al público comenzó a entonar hasta que sus ojos se posaron en el vendedor de medicamentos, ensanchó su sonrisa con el toque de descaro propio de los artistas ambulantes. Aunque por dentro los nervios amenazaban con desbordarla, Aoi era una shinobi profesional y no dejaría que su nerviosismo se reflejase en un su perfectamente construida fachada.
Ritto [Hoshi; Rengo; Dozan; Ryoshi; Seikanji; Akihito; Aoi] Akihito bailaba con gran naturalidad; pero al parecer el comerciante de ropa llevaba prisa y no prestó atención; Rengo intentó obligarlo a mirar hacia la dirección de Akihito con un fuerte golpe al pequeño tambor; pero Rengo desconocía el dulce golpe que detonaba aquel instrumento, por lo que el comerciante pasó de largo. Seikanji también mostraba su grande habilidad con el koto; pero tuvo la misma suerte que Akihito; pues a pesar que ambos tenían grata maestría en sus artes, a aquellos a los que trataban de engatusar no parecían estar meramente interesados. El guerrero no tenía prisa alguna como el comerciante de ropa; pero estaba concentrado en mantener el orden, y sus sentidos estaban enfocados en su defensa constante. Dozan bufó al notar esto y desafinó horriblemente para ver si el guerrero se distraía; pero aquel hombre estaba bien entrenado, no se distraía tan fácilmente. Ryoshi le devolvió la sonrisa, la cual se ensanchó cuando Aoi se preparaba para su canto; por un momento pensó en ignorar el instrumento y escucharla cantar; pero se sintió ofendido cuando el grosero comerciante de medicamentos ni levantó la vista cuando pasó junto a Aoi; se levantó y se puso al lado de este comerciante y lo atacó con fuertes sonidos del sho en sus manos; este sólo lo miró con desdén para después irse a paso forzado. Hoshi cerró los ojos. Y fue de esa manera que llamó la atención de un monje viajero Contenido oculto El monje le dejó un pequeño saco con monedas a Hoshi con una reverencia. Hoshi detuvo su interpretación para regresar la reverencia. Este hombre se fue de aquel sitio, y a sorpresa de los presentes, no hizo ni preguntó nada. Lo dejó ir. Contenido oculto Ayeah rapuma Nekita pueden volver a intentarlo si lo desean o primero preguntarle a Hoshi cuantas moneditas se ganó xD Actividad= Son ahora un grupo de artistas itinerantes. Seikanji en el koto Dozan en la flauta Aoi con el canto Ryoshi con el shō Hoshi con el shamisen Rengo con el kotsuzumi Akihito en el baile Cada uno tirará un dado de 20 para atraer la atención de algún vendedor en específico: [En el dado debe indicar a qué vendedor están interesados por atraer; uno por cada jugador y por post] Comerciante de materia prima: atraen su atención con un dado de 15 o superior Vendedor de flores: atraen su atención con un dado de 5 o superior Vendedora de licor: atraen su atención con un dado de 1o o superior Comerciante de arroz: atraen su atención con un dado de 15 o superior Vendedor de dulces: atraen su atención con un dado de 5 o superior Comerciante de armamento: atraen su atención con un dado de 15 o superior Comerciante de ropa: atraen su atención con un dado de 10 o superior Vendedora de sandalias: atraen su atención con un dado de 10 o superior Comerciante de medicamentos: atraen su atención con un dado de 15 o superior Guerrero: atraen su atención con un dado de 18 o superior Monje viajero: atraen su atención con un dado de 18 o superior
Akihito Shishio El primer intento no salió tan bien como pudo haber pensado, de igual forma no dejó que se notara mucho en sus expresiones alguna clase de decepción, tan solo se giró a Rengo alzándose de hombros con una pequeña risa, había notado su pequeño intento de ayudarlo pero ahora que ya ambos como el resto del grupo había visto en que falló, se podían intentar otras cosas. Y si había algo de prisa en quienes los observaban, tenían que obligar a mirar llamando un poco más la atención, ¿no? Decidió cambiar entonces un poco su baile, utilizando más todo el camino que tenían en frente, usando más su abanico al arrojarlo por el aire y atraparlo hasta extender más sus movimientos para que la tela de su kimono volara más.
Seikanji Yamagawa Se quedó sorprendido cuando nadie giró el rostro tras su actuación, una que había quedado impecable junto al resto de elementos del grupo en sí. El baile de Akihito era tan fluido que a Seikanji le hacía recordar al baile de una llama de una vela; la voz de Aoi era aterciopelada, contrastaba con la máscara de indiferencia que siempre tenía en ella. Intentó nuevamente engatusar a algún comerciante, no podía fallar tras el increíble baile del señor Shishio.
Aoi Nobunaga Casi se sintió aliviada al ver que no había llamado la atención del comerciante, pero se recordó a sí misma que se trataba precisamente de eso, de resultar llamativa. Aclaró su garganta y ensanchó su sonrisa, balanceando su cuerpo con suavidad mientras se esforzaba por seguir el ritmo de los músicos más expertos que la acompañaban.
Ritto [Hoshi; Rengo; Dozan; Ryoshi; Seikanji; Akihito; Aoi] Los movimientos de Akihito llamaron la atención de un vendedor de medicamentos —No cualquiera puede ser tan grácil con el baile —mencionó aquel hombre —Tome; es un remedio contra la fatiga; para que su baile siga alegrando un paso tan aburrido como es este, pocas cosas interesantes pasan; han hecho de este recorrido algo más ameno. Vengo viajando a la par de muchos comerciantes que no son para nada entretenidos. Rengo también llamó la atención de el pequeño niño que vendía dulces; quién le obsequió un dulce de té verde. Seikanji y Dozan seguían fallando en captar la atención del vendedor de armas quién avanzaba con molestia entre las calles, esquivando al niño que vendía dulces. —No saben de buena música —mencionó con molestia Dozan. Aoi siguió su canto pero la vendedora de licor no desvió la mirada de su ruta; hasta que Ryoshi se colocó a su lado tocando lo suficientemente bien para quela vendedora de licor los mirara y sonriera —Puedo ver en ustedes el dulce fruto del amor —dijo entregándoles una pequeña botella que Ryoshi tomó en sus manos al instante, destapando la botella para olfatear el interior. —Amasake —dijo Ryoshi con una sonrisa. —Así es; el mejor que puedas probar. Puedo asegurarles. Hoshi siguió mirando al monje que comenzaba a alejarse; este no volteó nuevamente. Contenido oculto Última oportunidad si quieren volver a tirar dado Ayeah rapuma Nekita obtuviste remedio contra la fatiga. Puedes seguir platicando con el vendedor o tirar otro dado Actividad= Son ahora un grupo de artistas itinerantes. Seikanji en el koto Dozan en la flauta Aoi con el canto Ryoshi con el shō Hoshi con el shamisen Rengo con el kotsuzumi Akihito en el baile Cada uno tirará un dado de 20 para atraer la atención de algún vendedor en específico: [En el dado debe indicar a qué vendedor están interesados por atraer; uno por cada jugador y por post] Comerciante de materia prima: atraen su atención con un dado de 15 o superior Vendedor de flores: atraen su atención con un dado de 5 o superior Vendedora de licor: atraen su atención con un dado de 1o o superior Comerciante de arroz: atraen su atención con un dado de 15 o superior Vendedor de dulces: atraen su atención con un dado de 5 o superior Comerciante de armamento: atraen su atención con un dado de 15 o superior Comerciante de ropa: atraen su atención con un dado de 10 o superior Vendedora de sandalias: atraen su atención con un dado de 10 o superior Comerciante de medicamentos: atraen su atención con un dado de 15 o superior Guerrero: atraen su atención con un dado de 18 o superior Monje viajero: atraen su atención con un dado de 18 o superior
Seikanji Yamagawa —Señor Dozan, quizá ése es el problema; estamos tocando para llamar la atención y no disfrutando... creo que podemos hacer música más bella si es para nosotros. Es así que cerrando los ojos y concentrándose en su koto y mundo interno, empezó a tocar sin esperar a que nadie se volteara a verle; simplemente tocaba disfrutando la música.
Aoi Nobunaga Frunció el ceño por la frustración, pero sonrió al ver cómo Ryoshi lograba captar la atención de la comerciante. Le dedicó una inclinación de cabeza en reconocimiento a sus palabras y continuó con su canto. No pudo evitar enarcar una escéptica ceja cuando Seikanji habló, pues ella no disfrutaba especialmente de la música y su único propósito en aquel momento era precisamente cumplir con su misión. Sacudió ligeramente la cabeza para apartar aquel pensamiento y redobló sus esfuerzos por que la voz fluyera dulce y rítmica, acorde con el resto de la melodía. Apartó un mechón de pelo de su frente para dedicar un guiño al vendedor de ropa con un último esfuerzo. Desde luego, la profesión de cantante no estaba hecha para Aoi.