Restos de Vos

Restos de Vos

Ojala dios destruyera a buenosaires cual sodoma y gomorra. ¿Vos que sabés como es? ¿Sabés? Así, como en buenosaires y el olor a mierda, que es peor que un compendio de lobos marinos y caca de gallina. Me sangra la nariz y tengo sueño. La mierda de remera está llena de sangre y sigo teniendo sueño, pero no está tan mal. El ninja -¿ya te conté del ninja?- me hizo acostar, con las piernas arriba de la mesa y me dio un trapo. El trapo, una mierda también, tenía yerba y azúcar y se me enchastró todo. Y es un asco, pero sabés que, a mi nadie me había dado antes un trapo ni sucio ni blanco ala, y eso... eso está bien.

El ninja era un novio de K (K, no en el sentido kafkiano sino como la inicial para mantener discreción, pero cualquiera que me conozca sabe que en realidad hablo de Kitty. Y si no me conocés, ¿que verga lees? ¿eh?). El ninja era un novio de Kitty, yo no, pero la quería tanto. Odio estar cansado, porque cuando estoy cansado no puedo pensar, me duermo acostado, y no quiero dormirme en medio de lo que quiero pensar. Odio la gente que no se angustia sino tiene tiempo para pensar, porque no necesitan tiempo para pensar, porque no piensan y se angustian lo mismo, porque no lo saben. Y odiar me cansa y me angustia y me hace pensar, pero en lo que no vale la pena perder tiempo.

Cuando me vaya me voy a llevar el trapo, me lo voy a atar al cuello como un pañuelo hardcore, y voy a oler a porquería y a yerba.
Yo venía buscandolá a Kitty, básicamente, sabía que andaba por ahí. ¿Sabés? No es que miramar sea la gran cosa, te plantás en una esquina a gritar un nombre y alguien va a venir y decirte 'soy yo' o 'yo lo conozco' o 'yo la conozco' y ahí ya está todo bien. A menos que el que te venga a decir sea un ninja, no, lo choto no es que sea ninja, sino que venga y te diga 'ya no está más acá', y vos con cara de boludo preguntas que donde está y esas cosas que preguntan los boludos con cara de boludo. Y el ninja también tiene cara de boludo, asi que tampoco sabía donde estaba.

Me trajo a su casa porque estaba aburrido, y me contó toda la bola, y yo le tiré un chorizo de bolaceadas que no sabés. Entonces te digo, como es que esto, y es porque yo le dije que hacía películas -ojalá chabón, ojalá- y que la quería por eso. No dije que la quería, pero eso. Y entonces me esperé unos días a ver si volvía, pero no.

Y el ninja me quería enseñar sus técnicas ninja, y todos los días estuvimos yendo a la playa y ninjeando en la arena. Y eso me hizo mierda, porque yo menos físico que un pan, y eso me cansa y ya sabés la cadena eh. Entonces, entonces le dije al ninja que ni daba esperar porque seguro no volvía. Él dijo que 'si que vuelve', pero es porque él también la extraña, y entonces me pegó mal, porque es un amor este ninja, y la muy puta anda por ahí con algún otro salame y, que querés que te diga, me jode. Yo, ya fue, yo soy una mierda, pero el ninja, no, vos no conocés al ninja. Y el ninja me dice, me dice 'no llorés, papá, de algún culo va a salir sangre' y él decía de la película.
Así es que empezó el coso, es como un bardo, porque no se si sabés como es que conozco a Kitty, y no voy a contar ahora porque ni da.

La cosa es que cuando me desperté a la mañana el ninja se había choripaneado una cámara de las buenas de algún lugar y estaba dispuesto a ponerse la ropa de ella y actuar para mi. Y yo le tenía que hacer creer que si se podía, porque era como probar que si se podía. Me puse una campera de cuero entachada de Kitty, que me quedaba grande. Bah, no era de Kitty, era de algún otro macho, ni yo ni el ninja, que también se moría de angustia por abrazarle la cintura. Y el ninja se puso un vestidito rojo que nunca había visto, y se cortó el pelo con una tijerita.

Entonces fuimos a la playa a filmar porque en miramar no hay ni mierda, y tomamos una birra, y el vestidito se llenó de arena. Y pensé que lindo sería estar asi tirado con Kitty y tocarla así y escucharla decir boludeces y contagiarme con todo. El ninja seguro pensaba lo mismo porque cuando me le subí ensima me miraba como si quisiera ver a Kitty y cuando se sentó a pegar un trago el corazón le iba a mil, se veía, viste, cuando se ve, así. Ah, y estaba chivando todo el vestido. Eso es lo que importa, porque así entonces pensé en ese poema de Bukowski, el de Flema y se lo conté. El de Flema, porque el de Bukowski no me lo acuerdo, pero es lo mismo.

Volvimos acá entonces. Yo iba a ser Bukowski y el ninja iba a ser ella. Y entonces hicimos así, yo con el vino, me levanto, agarro un cuchillo y voy hasta ella y ella grita y yo me acuchillo las tripas y, ¿ya sabés cual es no? Y pensé que la posta estaría en cambiar escenas, donde yo soy ella y el ninja es yo, osea, Bukowski, pero antes de que me llegara a poner el vestido llegó ella. No el ninja, sino Kitty. Demasiado bella, eh. Se rió de mi, y yo con ella, y el ninja no dijo nada de nada porque seguro que ya sabía que la película nada.

La verdad que me daban ganas de escupirla ahí, porque cuando la ves, ves que no es tan así como vos la tenés pensada, que es una mierda como yo, y ella dijo que estaba de pasada solo. Le dije de la película, para hacer como si fuera algo para quedarse y ella dijo que si pero de mentira. Y me agarró la loca, y agarré el cuchillo y quería que gritara y mostrarle lo mucho que me angustia todo, pero no, viste.

Me rompió la nariz y dijo que soy un enfermo de mierda. Ah, y que se va a la fuckin buenosaires.