Reflexiones filosóficas de la bruja Violeta (1)

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Una bruja estaba sentada en su trono, aburrida y contemplativa. Observaba la tierra y veía todo lo que allí estaba ocurriendo, se sorprendía de todo lo que podía encontrar: Redes y redes de enlaces psíquicos y culturales entre los seres que en ese lugar habitaban. Palabras, odio, amor, belleza, y otros conceptos menos abarcativos, más no abstractos, que también se dejaban vislumbrar cada vez que la bruja, sentada en su trono, se dejaba llevar por la imagen de ese retrato magico que tenia en su mano, cuyo autor desconocido habia llamado "Tierra".
Violeta era su nombre. En realidad, ya que no tenia padres, ella misma se habia bautizado de esa forma debido a que se divertia mucho observando a una humana cuyo nombre también era ese.
Pero, ¿por que una bruja, sabia y objetiva, sin complejos ni prejuicios o sentimientos del todo terricolas podria haberse interesado en una terricola?
A Violeta le interesaba mucho la tierra. Creía que era un lugar donde el desequilibrio era constante y estaba en absolutamente todas partes. Violeta, con sus pocos conocimientos de bruja y sirviéndose de lo que su anterior maestra le habia enseñado, habia aprendido que, en la tierra, las personas estan de cierta forma destinadas a sufrir y al mismo tiempo a sentir placer. Esto la desconcertaba totalmente, no veía el objeto de que aquella realidad fuese de esa forma, pero tampoco podía cuestionarla: Élla no conocia a Dios, ninguna bruja jamas habia podido conocer a Dios. Pero sabían, llamesele por instinto o lo que fuese, que habia uno y que albergaba toda la información configuracional de los distintos planos de la realidad.
"Ciertamente, si sigo la logica temporal humana, hace ya muchisimos años que esa base de datos suprema existe. Sino, yo no estaría aquí"- Pensaba Violeta.
Obviamente, el proposito de la bruja no era encontrarse con esta parte de la realidad, si es que Dios está albergado en alguna parte de todo el universo, o si éste es el universo en sí: Cada molecula, atomo, dato, texto, palabras, sentimientos y patrones de conducta biologico-natural, por dar algunos ejemplos. Lo que Violeta pretendía era otra cosa: Élla era una fanatica de la filosofía existencial-humanitaria, por lo que su objetivo era intentar cambiar esta realidad. He aquí un detalle: La bruja habia considerado desde un principio y a base de propios juicios morales que habia algo que cambiar, algo que no estaba funcionando correctamente, ciertos engranajes que, o bien no estaban encajando de forma correcta, o bien ya estaban oxidados y habia que reemplazarlos nuevamente.
Violeta se sintió frustrada al descubrir que no podia hacer gran cosa: Realmente no podía eliminar el odio de una persona, e intentase lo que intentase, ella simplemente podia alterar algun estado de la realidad terrestre para que esos humanos reaccionasen de la forma que ella lo deseara. Pero, en verdad, estas intervenciones no producian grandes modificaciones.
Habia algo que estaba ahí que la bruja no podia alterar. Élla lo investigó y descubrió que era.
"Ciertamente, no puedo jugar con nada que haya sido derivado de Dios", pensaba.
Violeta descubrió que podia determinar el sentido y la velocidad del viento terrestre, o hacer que una persona se enfade, pero no podia modificar las propiedades de ninguna de las dos cosas. Si bien ella era capaz de, en cierta forma, "experimentar" con las personas y los objetos, no estaba haciendo mas que jugar con algo que ya habia sido creado por alguien más, aun siendo arriesgado el uso de la palabra "alguien".
La bruja sentía que tenia algo en su poder y que podia divertirse con ello, pero no podia alterarlo en su totalidad.
Tras un examen mas arduo que el anterior sobre la tierra; Ella descubrió lo que es la "cultura".
Pero seguía frustrada, no estaba solucionando nada y aun seguia preguntandose porque todo estaba tan desequilibrado en ese mundo que ella contemplaba todos los días.
¿Que estaba pasando ahí? Ella no decía que los humanos estuviesen locos, pero en su interior poco a poco comenzaba a considerarlo, porque no lo entendía.
Violeta consideraba que un milagro era posible, y que élla misma podía ser la que descubriese toda la verdad. Incluso aunque las probabilidades sean mínimas, si éstas son de 1 o más, el milagro puede existir. Así, continuó investigando.
La bruja se aferraba de todo lo que conocía del mundo humano para poder entenderlo, pero luego analizaba que tan verídica podía ser toda esta información que a cada minuto recopilaba y transcribia en su propio idioma.
"Los humanos se equivocan, ellos siempre se equivocan. No son como las brujas, los humanos se dejan llevar por el error. Están hechos a base de eso. No conocen, no saben. Experimentan, aprenden y eligen a través de lo que sus propias y limitadas experiencias les permiten elegir. Pero rara vez imaginan estar equivocados en algo, éllos caen en el 'falló informativo' porque no se permiten considerar el hecho de que realmente puedan estar en un estado inconsciente que los induzca al error.
He visto humanos que creían que la lluvia se producía por una suerte de ritos o sacrificios con animales que éllos mismos realizaban en determinados periodos de tiempo, pero jamas he visto humanos dentro de esos marcos culturales que, realizando un analisis de estas proposiciones, hayan considerado la posibilidad de estár a punto de caer en las aguas de la incoherencia" - Reflexionaba la bruja.
Nuevamente, Violeta no habia llegado a nada: Haber seguido completamente la logica humana no le habia servido de mucho y esto continuaba desconcertandola.
"Estos seres están utilizando un sistema de razonamiento que para nada refleja la realidad tal cual es, ¿por que habrán inventado una cosa asi?" - pensaba - "Esto tiene cada vez menos sentido".
Así, cansada, la bruja se levanto de su trono, cerro varios libros y los dejo sobre su escritorio para luego marcharse a por un té y tomar un descanso de la cuestión.

Pronto: Parte 2.​