Long-fic de Inuyasha - Quiero estar a tu lado (SesshomaruXRin)

Quiero estar a tu lado (SesshomaruXRin)

Hola a todas, bueno esta vez acepté un desafío que fue pedido por Jade, como ya vieron en el titulo la pareja es SesshomaruXRin, no me pidan que cambie de parecer ya que la usuaria desea un final alternativo para estos dos individuos, bien sabemos cómo terminó el manga, Rin quedó a cargo de la anciana Kaede, Pero ¿Qué pasaría luego de que Rin fuese mayor de edad?, bueno de esto trata el fic, tengo algunas reglas que debo cumplir al pie de la letra en la trama, el resto queda a mi decisión, espero que les guste ;)

Aclaratoria: En el manga, Kagome regresó dos años después al Sengoku, luego de eso cuento las edades, a continuación:
-Rin: 12 años
-Shippo: 9 años
-Kagome: 18 años.
Los demás no importan, solo quiero aclarar que luego pasan 6 años, en los cuales Rin ya tiene 18, las edades de los demás calcúlenlas ustedes.

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Capítulo I: Un hermoso sentimiento.​

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Comparado con años anteriores esta es la época más pacífica del Sengoku, seis años han pasado desde la muerte de Naraku y la desaparición de la perla de Shikon, Miroku y Sango, por muy extraño que parezca, decidieron no tener más hijos, Inuyasha y Kagome cuidaban de su pequeño hijo quien también era un Hanyou, Shippo se había convertido en un joven Kitsune bastante habilidoso, jugándole algunas bromas pesadas de vez en cuando a Inuyasha y al pervertido de Miroku. Pero nuestra historia no se centra esta vez en ellos…

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-Sesshomaru-sama, ¡Yo no quiero irme de su lado!

-Entiende pequeña, si continúas viajando con ese Youkai tu vida correrá peligro-Intentaba explicarle en vano aquella señora de edad avanzada, quien en varias ocasiones fue de gran ayuda para Inuyasha y su grupo.

-Sesshomaru-sama me protegerá, no quiero regresar a una aldea.

El poderoso Youkai no decía una palabra, miraba a la anciana con desdén, pero ella tenía razón en algo: Si la pequeña permanecía más tiempo a su lado podrían asesinarla fácilmente, y ya la había revivido 2 veces, por unos segundos se preguntaba por qué separarse de esa débil humana le resultaba tan extraño.

-Sesshomaru-sama-Intervino nuevamente la anciana-Al menos permítame enseñarle a la pequeña las habilidades de las sacerdotisas, ella tiene un aura poderosa, usted puede visitarla cuando quiera, yo me encargaré de entrenarla hasta que sea lo suficientemente madura para tomar sus propias decisiones.

Giró la vista hacia la pequeña, probablemente sería la última vez en mucho tiempo, ella le suplicaba con ojos sollozantes que no la abandonara, por otro lado el no estaba acostumbrado a aceptar que una anciana le diera consejos de vida, dejarla a cargo de la pequeña Rin era lo único seguro en este momento, simplemente asintió con seriedad, la anciana suspiró aliviada y el corazón de la pequeña se partía en mil pedazos.

-Sesshomaru-sama…

-Rin-Su voz autoritaria detuvo el llanto de la pequeña, ella se sobresaltó y lo escuchó atentamente-Te irás con esa mujer para que te vuelvas más fuerte.

Rin aún no estaba satisfecha con la decisión, las lágrimas amenazaban con asomarse por sus ojos, luego sucedió lo mismo que en aquella ocasión en que fue revivida por una mujer Youkai en el infierno…El le dedicaba una pequeña y cálida sonrisa.

-Después de eso…podrás ser libre y hacer lo que quieras-Dijo mientras se daba la vuelta y emprendía su camino.

-¿Vendrá a visitarme?-El corazón de la niña se había detenido, la sangre regresaría a su cuerpo solo si escuchaba las palabras mágicas de su protector, aquel que siempre ha velado por ella.

-Si…-Un leve susurro, solo eso bastó para que ella volviera a sonreír con entusiasmo, luego de eso prometió aprender todo en el menor tiempo posible, deseando que los años pasaran con rapidez.

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Cada cierto tiempo ella soñaba el mismo capítulo congelado en su memoria, quizá uno de los recuerdos más preciados de su salvador, de vez en cuando él le llevaba kimonos y hacía una corta visita que solo consistía en saber si aquella anciana estaba cumpliendo su promesa de cuidarla bien. De no ser así el la mataría sin piedad.

-Rin…ven un segundo por favor.

-En seguida voy, Kaede-sama

Hoy era un día muy especial para ella, pues ya tenía 18 años, había cumplido su parte del trato, justo ahora podría decidir lo que ella deseara. Al entrar a la casa, fue recibida por Kagome, Sango y Shippo.

-¡Feliz cumpleaños!-Exclamaron los tres al unísono mientras mostraban sus regalos, Kagome incluso se tomó el tiempo de armar unas serpentinas como las de su época pero su pequeño hijo ya las había destrozado casi todas.

-Muchas gracias a todos-Dijo con una gran sonrisa.

-Te traje esto-Dijo Sango, entregándole un hermoso brazalete de piedras rojizas, ella de inmediato se lo colocó, era uno de sus colores favoritos.

-Gracias Sango, que lindo detalle-Shippo estaba a punto de entregarle su regalo pero alguien estaba jalando el kimono de Rin, se trataba del pequeño hijo de Kagome, quien le dio una roca con la mayor inocencia del mundo.

-Muchas gracias, Koga-chan-Dijo con una gran sonrisa-Veo que dibujaste un adorable Hanyou en la piedra.

-Te equivocas, nee-san, esa eres tu-Todos estallaron en risas al ver que aquel garabato era un retrato de Rin.

-No le hace justicia a la linda Rin-Dijo Shippo con timidez, mientras le entregaba su obsequio, una especie de huevo gigante y con rayas azules y horizontales-Vamos ábrelo.

Al destaparlo salieron varias mariposas cristalinas que brillaban con los reflejos de la luz, una de ellas se solidificó y cayó en manos de Rin, estaba maravillada, desde siempre le ha gustado ver los trucos del pequeño Shippo, quien ya tenía 15 años.

-Muchas gracias Shippo-Dijo mientras miraba tiernamente la pequeña mariposa cristalizada.

-Si no les molesta, me gustaría ser la siguiente-Dijo la anciana Kaede con una cálida sonrisa.

Rin no se imaginaba un regalo tan grande como ese, se trataba de un kimono típico de sacerdotisa, un arco recién tallado y varias flechas, apenas y podía creerlo, por lo que no dijo ni una palabra cuando recibió ambas cosas en sus manos.

-Has madurado bastante Rin, tus poderes son grandes, espero que los uses con sabiduría.

-Gracias Kaede-sama.

Su vida había dado un giro inesperado, bien sabía el significado de volverse sacerdotisa, claro que podía dejarlo cuando ella quisiera, después de todo ella no estaba comprometida con nadie. Se alejó un poco de la aldea, entre tanto caminar se encontró con aquel pozo que solía transportar a su amiga Kagome hacia otra época muy distinta, suspiró profundamente y se sentó en el pasto mientras la brisa desordenaba graciosamente su cabello.

-¿Te molesta si te acompaño?-Dijo Kagome apareciendo detrás de ella, Rin asintió mientras Kagome se sentaba a su lado.

-¿Puedo preguntarte algo?-Kagome sonrió, al estar frente al pozo podía imaginarse lo que Rin estaba a punto de decir.

-Claro…-Dijo con tranquilidad.

-Ahora que estás en este mundo, y que la perla ha desaparecido, no puedes regresar a tu hogar, ya no puedes ver a tu familia… ¿Cómo supiste cual era la decisión correcta?

-Es complicado…-Dijo con una cálida sonrisa-Rin, extiende tu mano…

Kagome depositó un hermoso collar de piedras grisáceas, ella lo recibió algo confundida, no parecía un adorno demasiado femenino.

-Este collar tiene un significado muy importante, dependiendo de tus emociones cambia de color, ahora piensa en aquello que te hace más feliz que cualquier otra cosa.

-¿Lo que me hace más feliz?-Se concentró para hallar la respuesta, pero lo único que venía a su mente era el rostro de su querido Youkai Sesshomaru, un leve sonrojo se le escapó de las mejillas, inmediatamente el collar cambió a un color blanco brillante.

-Ese color significa que estás enamorada.

-¡Te equivocas!, ¡No estaba pensando en nadie!

Kagome era la que más comprendía aquel sentimiento que Rin estaba desarrollando aún sin darse cuenta, después de todo ella siempre ha amado a Inuyasha. Rin por su parte no sabía qué decisión tomar, Sesshomaru siempre la visitaba, pero no parecía interesado en que ella regresara, nunca le preguntaba nada al respecto, tal vez le estaría causando molestias si decidía volver como en los viejos tiempos.

Pero más allá de sus preocupaciones, de sus miedos y sus tristezas, el siempre se encargaba de llenar ese vacío espiritual que había dejado la muerte de todos sus familiares, él la regresó a la vida dos veces, sin pedir nada a cambio, por eso y solo por eso ella le debía gratitud eterna.

-Rin…Sesshomaru ha venido a verte.

Apenas y pudo escuchar a palabra Sesshomaru de los labios de la anciana Kaede, salió corriendo a toda velocidad para verlo, tan fuerte e imponente, tan frío y reservado, tan hermoso y misterioso como la primera vez que le dedicó unas simples palabras para preguntarle su nombre, allí estaba su salvador, su protector, no había cambiado nada en tantos años, perfecto e impecable como siempre.

-Sesshomaru-sama, gracias por venir a verme hoy.

-Rin, te traje esto…

Hasta aquí se los dejo, espero dudas, sugerencias, opiniones, críticas constructivas, lo que se les ocurra(menos tomatazos XD), hace tiempo que no me dedicaba a esta pareja así que no me maten. Creo que fue una introducción que abarcó de todo un poco, las 3 preguntas que pueden generarse ahora:

-¿Kagome nunca pudo volver a su época?: No estoy segura respecto al manga, al parecer no, pero en mi fic ella nunca regresó de nuevo a la época actual.

-¿Dónde estaban Miroku e Inuyasha?: En el próximo capítulo lo sabrán.

-¿Por qué el hijo de Kagome e Inuyasha se llama “Koga”?: Algo raro no? Ya que es el nombre del antiguo rival de Inuyasha, pero eso tiene un buen motivo que explicaré más adelante (Y no, no es que Kagome le haya sido infiel a Inuyasha XD por si acaso lo aclaro) Ahora esto si será todo por ahora, pongo conti la otra semana porque este fin estaré de viaje. Ciao!

 

Re: Quiero estar a tu lado (SesshomaruXRin)

Bueno, pero recuerden que como en este fic la pareja es Sesshomaru y Rin, no me sirve de nada ponerla de 13 años:P, no sabía eso pero si se ponen a ver es mejor que Rin tenga 18, es más adulta, más entrenada y de esa forma mis planes futuros en este fic no se verán truncados :silbar:

Todas se sorprendieron por el nombre del hijo de Kagome XD, prometo explicar todo sobre el pequeño Koga-chan. Por ahora gracias a todas las que han comentado ;)

 

Re: Quiero estar a tu lado (SesshomaruXRin)

Hola a todas, aquí les dejo el segundo capítulo de mi nuevo fic, espero que les guste.

Capítulo II: Responsabilidades​

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Lejos de la aldea, un Hanyou de cabellos plateados y un Monje de vestimenta morada libraban una batalla contra algunos Youkais que intentaban destruir los campos de cultivo. Pero no era nada demasiado difícil, la mayoría de las veces los enemigos suplicaban misericordia y escapaban para no regresar jamás.

-Esto es muy aburrido, raras veces aparecen oponentes dignos-Exclamó el Hanyou mientras guardaba su espada.

-Debemos agradecer que finalmente la paz ha llegado a este mundo, de esa forma podemos ver crecer a nuestros hijos, ¿No lo crees Inuyasha?

-Feh…Supongo que tienes razón, ya vámonos, no me agrada dejar a Kagome sola con Koga. Ese chiquillo solo sabe meterse en problemas.

-Koga-chan tiene mucha energía, igual que su padre-Dijo riendo en voz baja, cosa que enfureció al Hanyou.

-¡Ya deja de reírte!, no puedo creer que accedí a ponerle ese nombre.

-Vamos Inuyasha, tu antiguo rival lo salvó de un incendio, la Srta. Kagome se sintió muy agradecida y por eso lo bautizó con el mismo nombre, además el pequeño odiaba todos los nombres que tu escogías, pero cuando lo llamaron Koga…

-Si ya entendí, cierra la boca Miroku.

Inuyasha recordaba muy bien aquel día en que estuvo a punto de perder a los dos seres que más ama, sucedió cuando su hijo tenía apenas un mes de nacido, un grupo de Youkais aprovecharon la debilidad de Kagome para atacar la aldea. No se perdonó haber salido ese día a buscar hiervas medicinales para calmar los dolores de su mujer, si se hubiese quedado las cosas no se habrían salido de control. Kagome a duras penas pudo defender a su pequeño pero no por mucho, de pronto un incendio se desató y tanto ella como el niño quedaron atrapados. Miroku sacó a Kagome pero no encontraba al bebé por ningún lado, y aunque lo encontrara no podría cargarlos a los dos al mismo tiempo…

-¿Estás recordando lo que pasó?-Preguntó Miroku, sacando a Inuyasha de sus pensamientos.

-Cuando llegué a la aldea, la pequeña casa estaba hecha pedazos, Kagome estaba bien pero…Por un momento creía que Koga había muerto.

-Afortunadamente el joven Koga había ido a visitar a la Srta. Kagome y logró salvar al pequeño a tiempo.

-Si…le debo una a ese lobo sarnoso…

-Por cierto, hace mucho que no lo vemos.

-Tal vez por fin se decidió a aceptar su compromiso con aquella chica loca, creo que su nombre era Ayame.

-Tal vez…

Los malos recuerdos se esfumaban con tan solo ver a Kagome y a su pequeño hijo, ambos esperándolos con una cálida sonrisa; sus preocupaciones se mezclaban con el viento, arrastrándolas lejos. El pequeño Koga corrió hacia su padre, éste lo cargó y lo sentó sobre su hombro, le gustaba jugar en el pasto, correr con él, pasar el mayor tiempo posible con sus seres queridos.

-¿Cómo les fue?-Preguntó Kagome con tranquilidad.

-Solo eran unos debiluchos, no hay de qué preocuparse-Dijo Inuyasha lleno de confianza.

-Aunque digas eso, me parece extraño que estén apareciendo tantos demonios últimamente.

-Tiene razón, sin embargo no he sentido una presencia fuera de lo común, así que no tiene de qué preocuparse.

-Cárgame y corre papá, cárgame y corre-Exclamaba el pequeño Koga mientras jugaba con las orejas de su padre.

-Está bien, sujétate fuerte, no te vayas a caer-Y como alma que lleva el diablo comenzó a correr de un lado a otro, Koga levantaba ambos brazos emocionado mientras Kagome vigilaba que nada malo le ocurriera, aunque en el fondo confiaba en Inuyasha su instinto maternal la hacía sobreprotegerlos.

-Por cierto, si mal no recuerdo la pequeña Rin cumple años el día de hoy, ¿Dónde se encuentra?-Preguntó Miroku sentándose junto a Kagome.

-No importa donde esté, siempre y cuando él esté con ella-Ella sonrió con su chiste privado mientras el monje seguía sin comprender nada.

Mientras tanto, en las afueras de la aldea, Rin caminaba junto a Sesshomaru, el sendero era bastante solitario, nadie los molestaría, estar así le recordaba los momentos cuando lo seguía en sus viajes llenos de aventuras, ahora era diferente, ella estaba caminando a su lado y no detrás de él como solía hacer antes.

-Muchas gracias por el Kimono, Sesshomaru-sama, es el más hermoso que me ha dado hasta ahora. ¿Dónde lo consiguió?

-No es necesario que lo sepas-Tales respuestas no le extrañaban a Rin, raras veces Sesshomaru le contestaba sus preguntas.

-Ehh… ¿Y cómo sigue el señor Yaken?

-Supongo que bien…-Tan serio como siempre, pero no era algo que a Rin le preocupara, aprovechó la ocasión para hablar de un tema importante.

-Sesshomaru-sama, esto… ¿Recuerda el trato que hicimos hace 6 años cuando me marché a la aldea con la anciana Kaede?-Sesshomaru no contestó pero detuvo el paso, Rin sabía que era su única oportunidad para decirle que deseaba regresar a su lado.

-Rin, no hagas ruido…-Ella no comprendió al actitud de Sesshomaru, sino hasta que se escuchó un fuerte estruendo entre los árboles.

Se trataba de un demonio que usaba sus garras para destrozar todo a su paso, era de color rojizo y tenía dos alas más grandes que el resto de su cuerpo, su boca expedía un putrefacto olor a veneno, por lo que Rin retrocedió al verlo. Sesshomaru cargó a Rin y la alejó del lugar, el demonio estaba fuera de control, aunque cabe decir que no era adversario para Sesshomaru, quien fácilmente cortó sus alas con ayuda de su látigo; el monstruo rugió desesperado, al final Sesshomaru salió fácilmente victorioso, descuartizándolo en segundos.

-Sesshomaru-sama-Rin estaba impresionada, hacía mucho que no veía a su señor en batalla, sus habilidades eran más grandes a pesar de que ya no tenía que luchar como antes.

-¿Te encuentras bien?-Preguntó el frío Youkai mientras se alejaba del cadáver del monstruo.

-Sí, no me pasó nada-Sonrió levemente-Déjeme hacer una última cosa

Rin cargaba consigo las flechas que la anciana Kaede le había regalado, utilizó una de ellas para enterrarla en el pecho de aquel demonio, lentamente se fue purificando hasta desaparecer entre la brisa. Sesshomaru no dijo nada aunque si se sorprendió, después de todo ella si había cambiado.

-Yo también me he hecho fuerte Sesshomaru-sama-Dijo sonriendo, Sesshomaru le correspondió con un gesto que podría calificarse como lo más cercano a una sonrisa.

Nuevamente todo estaba en calma, ya era hora de regresar a la aldea, Rin planeó nuevamente su estrategia, hasta ahora no había podido decirle de sus planes a Sesshomaru, aún le quedaba tiempo y tenía que aprovecharlo.

-Sesshomaru-sama, hay algo importante que quiero decirle-Siguió caminando, esperando respuesta de su acompañante pero no pasó nada, estaba comenzando a desesperarse-¿Sesshomaru-sama?

-Dime que ocurre…-El Youkai parecía distraído, no era común en él, no es que sus conversaciones fuesen muy fluidas pero definitivamente el día de hoy se encontraba bastante absorto en sus pensamientos…incluso podría decirse que estaba preocupado.

-Bueno…Yo quería decirle que, quiero volver…

-¡Amo Sesshomaru!, he estado buscándolo por todas partes, por fin lo encuentro-Gritaba un pequeño Youkai verde de ojos saltones y un bastón con dos cabezas.

-Señor Yaken, me alegra verlo de nuevo-Dijo Rin con una gran sonrisa, Yaken la observó detenidamente y retrocedió sorprendido.

-¡Vaya pero si eres tú!, has crecido bastante Rin. Odio admitirlo pero te ves muy bien, claro que nunca te podrías comparar con la majestuosidad de mi amo bonito.

-Yaken-El frío tono de Sesshomaru hizo que se le erizara la piel- ¿Por qué estabas buscándome?

-Ahh, esto, lamento molestarlo pero nuevamente hay problemas en la frontera de sus dominios, los rebeldes intentan penetrar y están acabando con todo, debe detenerlos de inmediato.

-Son seres insignificantes, me desharé de ellos sin problema-Dijo mientras se marchaba.

-¡Por supuesto que si amo bonito!-Yaken se disponía seguir a Sesshomaru pero éste se detuvo, haciendo que su sirviente chocara con su pierna y cayera al suelo-¿Sucede algo amo Sesshomaru?

-Lleva a Rin de regreso a la aldea-Dijo mientras continuaba caminando.

-Pe…pe…pero amo Sesshomaru

-¿Piensas desobedecerme?-Una mirada aterradora fue razón suficiente para que el pequeño Youkai temblara como nunca en su vida, con los ojos llenos de lágrimas tomó a Rin de la mano y se dispuso a marcharse aún asustado.

-Espere Sesshomaru-sama-Dijo ella algo decepcionada por no haber logrado su objetivo, Sesshomaru no volteó a verla pero se detuvo, eso le dio una última esperanza-La próxima vez que venga a visitarme, me gustaría hablar de algo importante…

Bajó la mirada con tristeza, probablemente tendría que esperar mucho para una próxima visita, dio media vuelta para marcharse junto a Yaken mientras su amo emprendía su camino.

-Volveré pronto-Luego de esto desapareció a toda velocidad, Rin se emocionó tanto que salió corriendo con Yaken a rastras, después de todo si le importaba un poco a su señor.

-Rin, ¿Por qué estás tan feliz?, ¿Y de qué quieres hablar con el amo Sesshomaru?

-Es un secreto-Dijo sonriendo traviesamente.

-Quien entiende a los humanos…

Mientras tanto, en las tierras del Oeste un grupo de Youkais intentaban apoderarse de todo a su paso, asesinando a cualquier criatura que se les atravesara, lamentablemente para ellos ese sería su último día con vida. Ni siquiera pudieron detectar la espada que cortaba sus cuerpos en pedazos, lentamente un portal hacia otra dimensión se abría y los absorbía sin oportunidad de escapar.

Hasta aquí el capítulo ;) espero que les guste.