Harry Potter Quiero a mi hermano de regreso

Titulo: Quiero a mi hermano de regreso
Personajes: Fred/George
Genero: Tragedia/Familia
Sinopsis: Es el día después de la última batalla, pero para George la batalla sigue en su mente y corazón.
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George se levantó con pesadumbre y con los huesos adoloridos. Sus ojos, ahora rojos e hinchados por el llanto de la noche anterior, dejaban ver una gran tristeza y depresión. Observó a su alrededor y se encontró rodeado de docenas de hechiceros heridos y dormidos profundamente. El castillo apestaba a muerte y el ambiente era demasiado pesado para su gusto.

—Fred esto se parece a la clase de Snape. ¿No lo crees?— dijo George mientras trataba de buscar a su hermano a su lado. Fred no estaba al lado de su hermano gemelo. En ese momento la realidad golpeó al pelirrojo tan fuerte que creyó que de un momento a otro se desmayaría. ¡Fred no estaba!

George se levantó del suelo y comenzó a caminar entre las personas inconscientes. Algunas se encontraban heridas y golpeadas. Varios chicos tenían vendajes cubriéndoles alguna herida aún sangrante mientras que otros se encontraban acurrucados entre ellos en busca de calor y consuelo. George sabía que no había sido el único que había perdido un amigo y familiar esa noche. Pero no estaba de humor para sentir empatía por esas personas. Ellos tal vez había perdido a alguien importante pero él había perdido a su gemelo, su otra mitad.

—Fred. — Lo llamó sabiendo que sería en vano. —Fred. —

¿Dónde estaba su madre y padre? ¿Sus hermanos y hermana? George se abrazó con sus brazos y siguió caminando hacia donde su hermano había muerto horas antes. De un momento las lágrimas volvieron a aparecer en sus ojos y sus piernas le fallaron. Se recargó sobre una de las paredes y comenzó a sollozar. Se sentía tan solo e incompleto. ¿Dios; por qué se lo había llevado? ¿Por qué a él y no a Fred? George siguió llorando hasta quedarse sin lágrimas, y cuando estas se agotaron siguió sollozando. ¿Por qué le habían robado su otra mitad? ¿Por qué a la única persona que lo conocía tan bien? ¿Por qué no se lo habían llevado con él?

—Fred. — era los único que podía decir. Deseaba tener a su hermano por otros 5 minutos más poder abrazarlo por última vez. Quería decirle cuanto lo amaba y que Fred secara sus lágrimas. No había pasado ni dos horas sin él y ya lo comenzaba a extrañar; como se suponía que sobreviviría toda una vida sin él.

—Él está bien George. — dijo una voz dulce detrás de él. George se volteó y se encontró con la hermosa y pálida cara de Luna. La chica tenía varios golpes en la cara y sangre en la ropa, pero aparte de eso se veía bien. —Pero quiere que pares de llorar como nena y vayas a buscar a tu familia. —

— ¿Cómo te atreves siquiera a decir eso? ¿Qué no entiendes que perdí a mi hermano? — casi gritó George mientras se levantaba furioso. — Mi gemelo murió y eso es algo que jamás podrás entender. Ni tú, ni mi mamá, ni nadie. —

—Fred te entiende. — Luna ya no observaba a George, en vez de eso mantenía su vista fija en lo que antes había sido in vitral y ahora era solo un hueco en una pared. — Y el fue quién te dijo nena. No yo. —

George le dedicó una mirada curiosa a Luna; él y Fred siempre le había dado curiosidad qué onda con la mente de la joven bruja.

— Él quiere que dejes de llorar de una vez y vayas a apoyar a tu mamá que por cierto te está buscando como loca. — Luna siguió recitando sin apartar la vista del agujero.

— ¿Y cómo es que tu sabes eso? — preguntó George, Luna respondió solo apuntando hacia el hueco con el dedo. George en eso vio algo que no había notado antes. En medio del agujero, escondido entre las sombras, una luz brillante parpadeaba de manera constante. Y comprendió.

—Fred. — en cuanto dijo su nombre la luz voló hasta él y se detuvo unos centímetros lejos de él. George sonrió ampliamente y la luz de pronto se expandió hasta formar una figura humana. George de pronto sintió como los brazos de la luz lo rodeaban y lo apretaban ligeramente. George trató de devolverle el abrazo pero en cuanto tocó los bordes estos desaparecieron.

—Te voy a extrañar Fred. — dijo George al oído de la figura.

—Pero si me voy a quedar junto a ti. — la voz de Fred se escucho dentro de la cabeza de George.

— ¿Para siempre? — George sintió como el calor de la figura se adentraba a su cuerpo. — ¿Lo prometes? —

—Lo prometo por la cola del sapo…—

—Y la verruga de un pato. —