En primer lugar, vayamos por partes; hace tiempo que no entro y estoy más perdida que el barco del arroz. Algunos me conocen, otros no, pero lo importante puede que sea que haya vuelto, no de forma definitiva, sino de manera temporal; y con un antojo de publicar algunas historias que he escrito durante mi etapa de desaparición, en orden de publicación más o menos. La verdad, mi escritura ha cambiado notablemente desde entonces, casi no me reconozco, y rezo por no violar ninguna regla del foro, a pesar de haberme leído antes las reglas por si acaso. En fin, voy a invadir un poco el lugar. N/A: No sé si todavía está, pero este nanorelato lo escribí para Escuela de Fantasía. Tampoco espero que la gente se sorprenda y se crea que he hecho nada del otro mundo :) Quien aprieta el gatillo —¿Y eso? —¿Esto? Es una pistola, evidentemente. —No me refiero a eso. ¿Qué haces con ella? —Amigo, estamos en una guerra. No hay que decir por qué la estoy sujetando. —¿La vida de quiénes se ha llevado? —Todas las de los cuerpos que estás contemplando aquí mismo. —Ya veo. Entonces puedo hacer mi trabajo. —Y se llevó todos los cuerpos del campo. Los que había en el suelo... y el de aquel hombre que, sin saberlo, murió en el momento en que la bala apagó un corazón.
Encantador. :3 Es la ley de la vida, el que la hace la paga. Peeeero, no es un nanorelato. Es un drabble. O en tal caso en micro si quitamos toda la intro que diste.