Explícito Querido yo

Contenido oculto: Importante~

➤Este escrito está participando en la actividad "Un Valentín Diario".
➤En el texto se tocan temas de drogas, pero nada muy explícito, por eso no puse la etiqueta (si hay problema se puede editar).
➤Esta historia es un UA para los personajes de un colectivo propio. Ambos personajes son míos.
➤Este tipo de escritos carecen de una trama concreta. Son solo situaciones sueltas.

Pd. Puede dar diabetes tipo 3.

Matt miró la hoja de papel frente a él, invitándolo a empezar a escribir y llenar todo el espacio con lo que sea que le saliese.

El chico suspiró, mirando a Adrien al otro lado de la barra pasar sus manos por un libro gordo y raro.


—¿Me recuerdas por qué tengo que hacer esto? —se tiró derrotado encima de las hojas, fingiendo hacer una pequeña rabieta.


—Porque tu terapeuta lo pidió, ayuda en el proceso —le recordó Adrien, siendo directo, sin siquiera detener su lectura.


Matt se quejó por lo bajo… lo sabía, entendía que esto ayudaba a su proceso terapéutico, pero nunca se había escrito una carta a sí mismo, tener que hacerlo le hacía sentir un poco ridículo.


Tomó un poco de aire por fin, mirando la hoja blanca mientras tomaba en bolígrafo en su mano izquierda y empezaba a escribir; una vez que empezó las palabras simplemente fluyeron, eran pocas, cortas y todo lo que sentía por sí mismo justo en ese momento.

Querido yo.


Lo has estado intentando, ¿verdad? Estabas tan asustado… aún lo estás para ser sinceros con nosotros mismos, porque de eso se trata esto: tú y yo, frente a frente, sin mentirnos.


No estamos orgullosos de nosotros, de lo que hemos hecho, de lo que hemos pasado, no estamos orgullosos de nuestras decisiones y los caminos que tomamos; pero gracias a ellos estamos aquí. ¿Podríamos haberlo hecho mejor? Sí. Pero llorar por lo que no hicimos no nos llevará a ninguna parte, solo nos hará sentir más miserables y justo en eso estamos trabajando. Estamos aquí para dejar ir lo que nos ata, todas esas sustancias reales y mentales que nos condenan.


Estamos aquí porque necesitamos querernos, aceptarnos y entender lo que somos, y lamento decirte que aún no sé la respuesta a eso, pero creo que vamos por un muy buen camino, lento y doloroso, pero lo estamos recorriendo de la mano de gente que nos ama y cree en nosotros; lastimosamente esto es algo que tenemos que hacer solos, nuestro gran enemigo la soledad, es hora de afrontarlo y dominar. La soledad no es mala cuando la dominas; no es lo mismo estar solo a sentirse solo.


Así que querido yo, no te diré que se pondrá más fácil, pero con un poco de tiempo, amor y suerte: podremos lograrlo.


Saldremos de esto y podremos sonreír sin nubes en la mirada.


Matt dejó caer el lápiz, con lágrimas en la mirada cuando sintió unos cálidos brazos que lo sostenían desde su espalda.


—Estoy muy orgulloso de ti —le susurró Adrien al oído, mientras dejaba pequeños besos en su mejilla —, te escuché sollozar —le confesó ante el silencio de Matt, sumergido en un llanto callado.


—Te amo —hipó el más grande, dándose la vuelta, todavía sentado para abrazarlo, su cabeza quedando entre su pecho; Adrien lo envolvió en sus brazos, acariciando lentamente sus cabellos.


—Lo sé, yo también te amo —susurró suavemente, sin dejar de sostenerlo; sabía que Matt tenía que atravesar por eso solo, pero nunca estaba de más una mano que te ayudara a sostener cuando ya no tenías fuerzas para seguir.