Quítame el dolor [ShinoxHina]

Quítame el dolor [ShinoxHina]

Hola, yo de nuevo... Esa vez con un long-fic xD espero que les guste ._.

"1º Capítulo: Luna Llena, Luna triste"
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Bajo la luna llena y triste, se escuchaban débiles y delicados sollozos, qué se unían con la lluvia, creando una armoniosa y triste melodía. Una noche de estrellas ocultas bajo las espesas nubes grises, daban paso a un escenario perfecto para el sufrimiento que se desbordaba en un bella muchacha.

En sus 20 años, Hinata Hyuga ha sufrido como ninguna otra persona, lloró las lágrimas qué alguna persona nunca pudo derramar. Siempre fue despreciada por su padre, el hacedor de su dolor.

Pero no lloraba por su padre, sino por el hombre al que ama, Naruto Uzumaki. Le había entregado una tarjeta de invitación a su boda, con su mejor amiga Sakura Haruno. Le partió el alma, y ella lo único que pudo hacer, fue fingir una sonrisa. Para salir corriendo después. Pero eso no fue todo, también tuvo el descaro de pedirle que fuese su dama de honor.

Su llanto se hizo más fuerte, al mismo tiempo que se mezclaba con el agua dulce qué caía del cielo. Estornudó varias veces, era normal, pués llevaba varias horas bajo la lluvia.

No oyó los pasos que la acechaban ¡Cómo si le importasen! Ahora nada, ni nadie le importaba.

Una misteriosa silueta se acercó a ella, tocando levemente y con sutileza su hombro. Hinata se sobresaltó ante el contacto, pero luego, al descubrir la identidad del hombre, respiro de alivio. Continuando con su llanto.

-Hinata, te vas a resfriar...- Habló en un susurro, con voz aterciopelada. Más Hinata hizo caso omiso a su comentario- Vamos, te acompaño a tu casa- Trató de convencerla en vano.

Hinata negó suavemente con su cabeza, hundiéndola más entre sus rodillas. Tratando de reprimir las lágrimas insistentes que brotaban de sus blanquecinos ojos. Se estremeció al sentir una caricia en su cabello mojado. Levantó su rostro confundida, ruborizandose al notar como se quitaba su chaqueta y se la daba a ella.

- A-arigato... S-Shino-K-kun- Sus dientes castañeaban debido al intenso frío.

Shino Aburame la tomó delicadamente en sus brazos, para que no se resistiera. Hinata confundida, lo único que pudo hacer fue dejarse llevar, pués los brazos de su compañero eran muy fuertes, y aunque ella también lo era, su fuerza no se comparaba con la de él.

-¿A-a d-donde-e v-vamos, S-Shino-kun?- Inquirió con dificultad- N-no me ll-lleves a m-mi c-casa... O-onegai- Pidió juntando sus manos en un gesto de súplica.

-Está bien... Irémos a la mía- Aceptó Shino, con su vista clavada en el camino.

Al llegar a la casa del Aburame, Hinata se vio en el espejo. Se dio cuenta de su imagen deplorable. Su cabello alborotado; sus ojos rojizos e hinchados, a causa de tanto llorar; y sus labios morados por el frío.

Shino volvió con Hinata, trayendo consigo unas toallas. Las colocó en las manos de la Hyuga,

-Date una ducha de agua caliente...-Ordenó dándole la espalda- Para que se te pase el frío.

Hinata asintió débilmente, y se dirigió al baño.

Al entrar a la ducha, sintió como sus músculos tensos, se relajaban al contacto del agua. Cerró los ojos disfrutando de cada minuto. Lavó su cabello con delicadeza. Al salir secó su cabello y sus piernas, luego secándo sus pechos y su torso. Dejando de último su cuello.

Salió a la sala de estar con una toalla muy pequeña, qué apenas la tapaba.

-Shino-kun...- Antes de que pudiera concluir su frase, el aludido se le adelantó.

- Toma...-Le dijo entregándole un camisón- Puedes cambiarte en mi habitación.

-Hai- Aceptó sin protestar.

Hinata se colocó el camisón color blanco, muy corto para su estilo, pero no quería ser maleducada, no quería molestar más de lo que estaba molestando.

Volvió a la sala y se sentó junto a Shino, este le entregó una taza de té caliente. Y se sentó en una mesita de madera, para quedar frente a Hinata.

-¿Y bien?- Hinata frunció el ceño ante Shino- ¿Qué te pasó? ¿Por qué llorabas?

-No es importante, Shino-kun- Hinata bajó su cabeza, tratando de reprimir las lágrimas qué amenzaban con salir.

Shino tomó con un dedo el mentón de su compañera, obligándole a verlo a los ojos. El Aburame no contaba con sus lentes, por lo que penetraba con la mirada a Hinata más fácilmente.

-No mientas...- Le habló, Hinata se mordió el labio inferior- Lo haces muy mal.

-Shino-kun...No importa, de verdad- Trató de convencerlo, pero Shino no pararía hasta hacerla hablar.

-¿Fue tu padre? ¿Kiba?- Hinata negó con la cabeza- ¿Entonces quién?

-Naruto-kun se va a casar- Dijo rompiendo en llanto.

A Shino lo único que se le ocurrió fue abrazarla, y eso hizo. Acarició su cabello, aún húmedo, apoyando su mejilla en el. Mientras que Hinata se aferraba a la espalda de su amigo, sollozando con fuerza.

-Vamos a dormir- Más que una sugerencia, pareció una orden.

Shino llevó a Hinata a su habitación, y el durmió en la de sus padres .