HunterXHunter "Propiedad Privada" (Song-fic) [HxH]

Es un Killua x OC. Universo Alterno. (Edad aproximada en éste relato, 17 años en general)

A la hora de almuerzo, en un instituto cualquiera, Killua está siendo acosado por una persistente admiradora, teniendo ya una novia.

Narrado desde el punto de vista del OC. Killua Zaoldyeck es propiedad de Yoshihiro Togashi.

El OC tiene el nombre "Sakuma Uchiha", pero aclaro que ésto no significa que el personaje sea "yo" en la historia. Más bien, yo he tomado el nombre que le di como seudónimo para el foro y otros lugares.

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Propiedad Privada (Song-fic)​

Sonó el timbre…

Caminó a la cafetería, escogió que comer y fue a sentarse con sus compañeras más cercanas. Platicaron unos cuantos minutos, estaba a gusto hasta que una de ellas le indicó un poco más allá de tres mesas… ¿Otra vez?

Mi peor enemiga acosando a mi novio.

Tsuki Minamoto, una rubia teñida ojiazul que le era completamente opuesta. Lo único posiblemente en común, era el interés por aquel popular peliblanco, pero la pelinegra se le había adelantado consiguiendo la atención del chico…

Lo malo es que aún no se da cuenta y sigue persiguiéndolo, siendo que todo el instituto sabe de la, exageradamente proporcionada, relación… patético.

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Para que sepan todos a quién tu perteneces​

Con sangre de mis venas te marcaré la frente​

Para que te respeten aún con la mirada​

Y sepan que tú eres, mi propiedad privada​

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- ¿Lo dejarás así? – Preguntó la castaña al lado izquierdo de la pelinegra.
- ¿Debería hacer algo? – Le contestó sin pensarlo dos veces, aún sabiendo perfectamente que los celos le invadían en cada rincón al verla tan coqueta… Pero algo pasó. Se levantó instantáneamente y se puso en camino hacia donde se encontraba la razón de su disgusto.

¡¿Quién rayos se creía ella para venir a coquetear al novio de la chica más temida y respetada de todo el instituto?! Y aún más… ¡¿Pedirle un beso?!

Se acercó con paso silencioso, pero sin dejar de ser imponente, haciendo que todo aquel que se cruzara se alejara inmediatamente. Aumentando su velocidad llegó en un abrir y cerrar de ojos al lugar de “los hechos”.
Cada segundo que, quien sabe porqué pero, esperaba para intervenir, la venita en su sien palpitaba con más fuerza y su tic en el ojo comenzaba a dar miedo.

Sería una suerte si no se golpean a morir.

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Que no se atreva nadie a mirarte con ansias​

Y que conserven todos, respetable distancia​

Porque mi pobre alma, se retuerce de celos​

Y no quiero que nadie respire de tu aliento​

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- Zaoldyeck – Llamo serenamente la ojinegra. El nombrado le dirigió una mirada de ayuda.

Lo mismo de siempre.

La rubia le coqueteaba, y como el popular peliblanco intentaba que se fuera por las buenas la chica terminaba siendo más insistente. ¿Es que la pobre no se cansaba de ser rechazada?
- Minamoto, ya te dije que me dejaras en paz, no te voy a besar – Volvió a repetir el acosado.
- ¡Oh, vamos! ¿Es que acaso no te gusto? Yo digo que si ¡Pero eres muy tímido! –Se rió infantilmente- Dime la verdad, yo… ¿Te gusto Killua-kun? – Continuó la ojiazul acercándose de forma seductora.

- Por milésima vez… no me interesas – Contestó siendo lo más cortante posible.

- Vamos, yo sé que en el fondo te atraigo ¿verdad? – Acercándose al cuello del chico.
- ¡Ya te dijo que no, maldita sea! – Contestó la pelinegra llamando la atención de toda la cafetería.
- Me puedes decir… ¿Quién te preguntó a ti? – Preguntó con disgusto la rubia aferrada del brazo del chico.
- Yo respondo lo que quiero, y aún más si es de esa clase de preguntas dirigidas hacia mi novio, Minamoto – Contestó cortante molestando a la rubia.

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Porque siendo tu dueña, no me importa más nada​

Que verte sólo mío, mi propiedad privada​

Que verte sólo mío, mi propiedad privada​

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- Pues… él nunca me ha dicho que lo defendías porque fueses su novia, Uchiha – Respondió en forma pensativa – Pensé que lo defendías por otra razón pero como tú tampoco me lo habías comentado… - Soltando el brazo del ojiverde.
- Pues entérate – Aquí empezaban los insultos – Serás inútil.
- ¡No es mi culpa que él no reconozca a su “novia” frente a otra mujer! – Haciendo calcar con duda la palabra “novia”.
- ¿Intentas decir algo o ya te enredaste con tus propias ideas? – Preguntó con tono superior – ¡Cierto! No puedes enredarte con más de una porque es mucha suerte si hay una flotando en tu cabeza hueca – Le respondió con rabia.
- Descuida, solo tengo una idea clara en mente – Respondió sonriendo- La cual es que… ¡Ni tu supuesto “novio” te quiere! Que lástima ¿no? – Riendo a carcajadas.
- Dices tantas tonterías porque estás celosa de que él se haya fijado en mí – Contestó en un tono de voz completamente audible y atemorizante- ¡Y no me interesa lo que digas porque eso no va a cambiar nada ¿Entendiste?! – Agregó salvajemente al ver que la rubia intentaba contra atacarle.

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Para que sepan todos a quién tu perteneces​

Con sangre de mis venas, te marcaré la frente​

Para que te respeten aún con la mirada​

Y sepan que tú eres, mi propiedad privada​

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- Maldita… ¡Tsk! – La rubia chasqueó la lengua antes de salir de la cafetería haciendo una pataleta.
Cuando vio que el público se fijaba en cómo maestros intentaban calmar a la acosadora rubia fuera de la cafetería, la pelinegra aprovechó para salir del lugar de la pugna antes de que el grupo del periódico estudiantil comenzara a entrevistarla sin descanso.

Suspiró con desgana. ¿Qué pensaría ahora de ella?

- Debe pensar que soy una posesiva compulsiva o algo así… – Se dijo molesta por su forma de actuar mientras se apoyaba en la pared del edificio de la biblioteca.

- Sobre protectora sería algo más adecuado – Contestó una voz familiar.

La pelinegra intentó no mostrar el sonrojo que había aparecido en sus blancas mejillas. ¡Demonios! Con que así se sentía la gente cuando tiene vergüenza como para siquiera atreverse a dar la cara.
- Oye ¿qué te pasa? Que yo sepa tú no eres así de vergonzosa – Comentó fingiendo extrañeza.
- Nada que importe – Dijo comenzando a caminar.

El chico la observó alejarse unos pasos hasta que decidió seguirla. Se sonrojó. Había algo que tenía en mente decirle, pero… Era demasiado cursi para que saliera de él.

- ¡Oye, espera! – Exigió al ver que la joven se alejaba rápidamente.

- No hay nada que esperar – Dijo nerviosa.

- ¿Qué? ¿Te molestaste conmigo también? – Refunfuñó logrando detener la caminata de ambos.

- Contigo no… Solo me molesta que se haya atrevido a decir que tú no me… quieres –No podía haberse colocado un color carmín más fuerte que ése en sus aún acaloradas mejillas.

- Así que era eso… - En diferentes tonos se distinguía que aquel odioso color se había apoderado de la cara de ambos.

- ¡N-no me malinterpretes! – Tartamudeaba para sorpresa del joven. – Es que ya sabes… todos están informados de que somos pareja y…. por lo que he escuchando de las opiniones externas… n-no lo parecemos porque nunca te he demostrado afecto… y b-bueno… - Esto había que verlo, oírlo, grabarlo y subirlo a la red.

- ¡S-si te entiendo! – Respondió nervioso e incómodo acercándose. – P-pero quizás, no es un mal momento para… empezar de una vez ¿no? –Quedándose de frente a la chica.

- ¿Empezar de una vez? ¿A qué te…? – Cortando la frase por la repentina cercanía del rostro del peliblanco, sintiendo el roce de sus manos.

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Que no se atreva nadie a mirarte con ansias​

Y que conserven todos, respetable distancia​

Porque mi pobre alma se retuerce de celos​

Y no quiero que nadie respire de tu aliento​

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Dejando su vergüenza de lado, junto lentamente sus temblorosos labios con los de la chica.

- ¡¿K-Killua?! – Abrió los ojos desmesuradamente al sentir el repentino contacto, incluso intentó forcejear pero, se sentía de alguna forma, extrañamente bien.

Lo disfrutaba.

Al separarse, se miraron y con ruborosas sonrisas tomaron avergonzadamente la mano del otro para salir de allí. El grupo del periódico estudiantil ya se había deleitado con el espectáculo detrás de un arbusto cercano.

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Porque siendo tu dueña no me importa más nada​

Que verte sólo mío, mi propiedad privadaQue verte sólo mío…​

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Y sacando uno de los periódicos al otro día de escuela, en la primera plana, se vio la pelinegra ocupando toda la hoja, la “supuesta” gran noticia.

“Por fin como una pareja de verdad”

Arrugó el papel y lo lanzó por su hombro hacia un tarro de basura para alcanzar al peliblanco a unos cuantos metros más allá. Y tarareando las últimas palabras de una canción, ingresó acompañada al escandaloso, farandulero y molesto instituto.

Mi propiedad privada…


( / Canción )

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Reuní valor para publicarlo, espero que les parezca bien ><U Gracias de antemano a cualquiera que se haya dado la molestia de leerlo ^/^