de Inuyasha - Profecía (SessxKag)

Profecía (SessxKag)

¿Qué significa destino, algo que decide nuestras vidas?​

Era una noche tormentosa, llena de estruendos por doquier. La lluvia caía fuertemente, acompañada por fuertes relámpagos.
Aparentemente todo el reino se encontraba en sus casas, sin embargo no era así. A lo lejos se podía denotar una pequeña sombra, era una hermosa joven de apariencia angelical. Era bastante extraño ver a una joven en una noche como esta. Había demasiados peligros para salir solo, y no solo contando que todo Japón se encontraba en guerra, sino también tenía que tomarse en cuenta a los demonios, extraños seres que los humanos no entendían y más aun no soportaban.

La relación entre estos nunca fue buena, por su parte los demonios consideraban a los humanos como seres inferiores; y los humanos los consideraban fenómenos.

Pero esa chica era humana, su olor la delataba, sin embargo, había algo diferente en ella. Su aura era demasiado fuerte para ser humana, pero tan pura para ser de un demonio. Definitivamente no era normal.

Era una joven de tal vez 20 años, tenía el cabello negro y largo hasta la cintura, con unos traviesos rizos en las puntas. Su cabello danzaba suavemente por el aire. Sus ojos eran de color café y con una profundidad impresionante, esta miraba al cielo como esperando algo. De pronto este empezó a llenarse de extraños seres, aquellos demonios se acercaban peligrosamente a la chica.

Lentamente saco algunas flechas y con ayuda de un arco empezó a lanzarlas en dirección de aquellos seres, estas empezaron a purificar en cuanto demonio se les pusiera enfrente, en verdad era una escena impresionante. Finalmente acabo con todos los demonios, no había ni rastro de ellos.

La joven cerró los ojos, como analizando el ambiente y después de unos segundos camino lentamente hasta que entro a una pequeña cabaña.
-El mundo ya no es como antes ¿Verdad Kagome?- Pregunto una extraña voz en las sombras.

-Desgraciadamente no abuela Chiyo, pero después de todo creo que es algo normal para las decisiones que se tomaron- Dijo en un tono de molestia.

-Sabes que no nos dejaron otra opción, ellos empezaron a atacarnos y teníamos que defender a los nuestros- Hizo una pausa- Si decisiones como el que fueras la protectora la Perla de Shikon no se hubieran tomado ahora estaría en manos de ellos, y definitivamente estaríamos en grandes problemas- Suspiro- Eres la más fuerte en todo Japón, tal vez en todo el mundo. Ningún demonio se te impone, eres nuestra esperanza y la única que puede salvarnos, después de todo ese es tu destino-

Kagome se levanto sin siquiera mirar a la anciana frente a ella, solo salió lentamente con la mirada en el vacío. –Regreso pronto, tengo que lavarme- Dijo esto y se alejo de la cabaña, adentrándose en el bosque, en su santuario propio al que nadie tenía permiso de entrar, nadie más que ella.
¿Destino?-Pensó- Es realmente eso por lo que se encontraba en esa situación. Por ello era que tenía que enfrentarse a lo que ningún humano tendría ni en sus peores pesadillas. Según todos eso era un don, pero ¿poder darle muerte a lo que se le pudiera enfrente era un don? Ciertamente esto no le preocupaba tanto, ya que con el tiempo empezó a hacerse de una personalidad fría y sin sentimientos.
Era bondadosa con todos, pero a cuestión de sentimientos de amor más profundos no tenía idea. Nunca se le había permitido tener una vida común como cualquier humano, ella era la “elegida” debía ser perfecta.

Pero ¿Cómo ser perfecta después de tanto dolor? Nunca había conocido a sus padres, estos fueron asesinados por demonios cuando ella era apenas una recién nacida. Estos habían encontrado aquella profecía que decía:

“Nacerán dos poderes infinitos, uno de parte de cada bando, estos se encontraran en una batalla final y la lucha se resolverá a favor del…” El resto de la profecía se perdió y ni humanos ni demonios la conocían.

Desde su nacimiento fue cazada para ser eliminada, pero después de que los demonios asesinaron a sus padres algo extraño sucedió, por alguna razón ella sobrevivió, era tan solo una recién nacida pero una inconcebible fuerza la acompañaba, la fuerza de la “elegida”

Los demonios no pudieron ni tocarla, cuando llegaron los humanos a su rescate la niña parecía estar como si nada, como si esa masacre no hubiera sucedido, solo se le vio a la pequeña de profundos ojos jugando con una extraña joya.

Desde que era una niña fue entrenada fuertemente, rodeada de monjes y sacerdotisas que desarrollaron todo su poder, otorgándole una gran fuerza, tanto física como espiritual.

Ahora que era mayor y todos sus maestros habían sido asesinados su labor era proteger el reino. El reino de los humanos, que mediante conjuros que ella misma hacia era imposible ser penetrado por demonios.

Según todos su “destino” era proteger la perla y cuando fuera el momento exacto, enfrentarse a ese otro “elegido” y destruirlo.
Ya bastante alejada del bosque paro de caminar, se sentó en una gran roca y comenzó a mirar al cielo.
Que destino tan difícil le había tocado. Hacerse cargo de todos los problemas, acabar con una guerra que ni siquiera sabía cómo había empezado.
Era una hermosa joven, pero a pesar de ello no se le tenía permitido enamorarse, a ningún hombre que no fuese un monje o su maestro se le tenía permitido acercarse. La profecía no mencionaba nada sobre esto, pero todos aquellos que la rodeaban tenían miedo, que al enamorarse dejara a un lado su “misión”

Bajo la mirada y frente a ella había unas pequeñas aguas termales, tenía que lavarse- La batalla con aquellos miserables demonios me dejo apestando a ellos- pensó- Detestaba a los demonios, después de todo, si no fuera por ellos sus padres aun vivirían y no tendrían que haber muerto por la guerra.

Antes de intentar tan solo desvestirse inspecciono un poco la zona, no es que tuviera miedo de que alguien la viera desnuda, de hecho las posibilidades de que alguien entrara eran mínimas, pero era tan pura que nadie era digno de ver su cuerpo desnudo y desde luego no lo permitiría.

Lentamente se deshizo de sus ropas de sacerdotisa, no como cualquier traje claro, uno especial, hecho de color negro con bordados en oro. Suavemente entro al agua y empezó a florar en ella, deslizando su cabello entre sus finos dedos.

Danzaba lentamente por el agua, dejando que era rozara suavemente por su cuerpo desnudo, estaba completamente relajada. Se encontraba en completa paz, esa que lograba tener extrañas veces y por poco tiempo.

De un momento a otro escucho un fuerte ruido. Sin duda alguien había penetrado los conjuros, esto solo podía significar una cosa, era alguien con una fuerza impresionante.

No le temía a nadie, sin embargo se encontraba en el agua y el luchar desnuda no era una idea que le agradara demasiado. Intento salir, pero sintió como aquella presencia se acercaba rápidamente, así que decidió hundirse en el agua y empezar a decir un conjuro que sin duda la protegería.

Entro en un extraño estado de concentración, era como si estuviera desconectada del mundo, sin embargo ella era capaz de ver todo a su alrededor. Su cabello comenzó a elevarse lentamente y su cuerpo se lleno de un brillo espectral.

Se disponía a atacar en cuanto aquel “sujeto” se acercara. Sintió como lentamente se acercaba a ella pero en cuanto se encontraba enfrente de ella y estaba dispuesta a atacar se detuvo. Era un simple humano y más aun era un monje, tal vez algún mensajero del sur.

Se hundió lentamente en el agua- ¿Qué rayos haces aquí?- grito fuertemente-¿Cómo te atreves a entrar en este lugar?-

El hombre se giro inmediatamente, sabía que ella era la mujer que estaba buscando, ya que aunque apenas los había visto por algunos segundos, se dio cuenta de que sus poderes eran inigualables – ¡Rayos!- Pensó- Era hermosa, el simple hecho de ver su rostro unos segundos lo había dejado anonadado, era como si algo en su ser lo embriagara lentamente. Solo tenía una preocupación, tal vez donde se encontraba eran sus aposentos y conocía las leyes, esto le valdría caro, seguramente sería castigado fuertemente.

-Lo siento señorita-Dijo dándole la espalda- Mi nombre es Miroku y soy el protector de la primera aldea del sur, vine a dar un mensaje importante y como sabe en estos momentos soy el único capaz de atravesar el bosque, sin embargo jamás había venido aquí, en verdad le pido una disculpa, no era mi intención invadir su espacio-

-Un mensaje- Dijo lentamente- De seguro es importante para que hayas dejado tu aldea sin protección- Dijo saliendo lentamente del agua y empezando a vestirse-

El monje era un experimentado seductor y la mujer que ahora tenía a sus espaldas, era la más hermosa que había visto en su vida, en verdad le costaba mucho el no girarse a verla, pero sabía que si se atrevía a cometer ese pecado. Era el sentimiento de impotencia más grande que había sentido, estaba temblado y algunas pequeñas gotas de sudor recorrían su frente.

-Listo, acompáñame por favor-

Volteo rápidamente al escuchar esas palabras en esa dulce voz y siguió a aquella mujer como hipnotizado.


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Ok, tenía bastante que no escribía, pero de momento me entro la locura y empecé a hacerlo. Espero no tardar mucho en poner las continuaciones, aunque tal vez tengas unos pocos problemas por la Preparatoria, pero bueno, hare lo posible. :o
Espero que le haya gustado el inicio…
Cuídense!!! ;)

 

Re: Profecía (SessxKag)

“Un mensaje que acaba con la tranquilidad, la hora a llegado”​

Caminaba lentamente detrás de aquella mujer, sabía que ella era la elegida y aun le preocupaba un poco el haber aparecido y verla cuando le tenían prohibido hacerlo.

Siguieron caminando lentamente sin cruzar palabra hasta llegar a la aldea. Cuando se acercaron a la cabaña donde momentos antes se encontraba Kagome, la anciana vio como se acercaban con mucha preocupación.

La anciana se movió rápidamente hasta quedar frente al monje y darle un fuerte golpe que lo tomo por sorpresa cayendo al suelo precipitadamente.

-¿Qué rayos haces con ella?-grito- ¿Cómo te atreves a siquiera verle?-

Cuando estaba a punto de propinarle otro fuerte golpe, Kagome lo detuvo sin mayor problema entre sus manos- Detente, es el protector de la primera aldea del sur- Dijo soltando su agarre y girándose para darle la mano a Miroku y ayudarle a levantarse.

-Pero ¿Cómo?- Dijo la anciana confundida- ¿Cómo es que lo encontraste? Aun te encuentras mojada, te estabas bañando ¿no? Acaso… ¿Se atrevió a entrar a tus aposentos?- Grito enfurecida.

Un fuerte escalofrió recorrió el cuerpo del monje y su cuerpo comenzó a temblar lentamente, ¡Estaba acabado! Cuando ella digiera que él había entrado a sus aposentos sería castigado.

-¡Por supuesto que no!- Grito Kagome- ¿Crees que si se hubiera atrevido seguiría con vida? No vulvas a decir semejante blasfemia- dijo en tono molesto.

El cuerpo del monje se destenso y sus músculos se relajaron. Ahora solo tenía una pregunta en mente ¿Porque lo había protegido?-
-Lo siento Kagome- Dijo agachando la cabeza- Pero sabes que tu protección es primordial- Hizo una pausa y miro al monje- Y bien ¿Cuál es el mensaje?

-¡Ah!- Dijo saliendo de sus pensamientos- Pero, es algo importante y confidencial, no creo que sea correcto el hablarlo aquí, me gustaría que fuera en privado-

-Correcto- Asintió la anciana- Entremos a la cabaña principal, no hay lugar más seguro en el reino-

Caminaron lentamente hacia la cabaña y al entrar Kagome se adentro más hasta llegar a un lugar con una cama, llena de cómodas almohadas y cubierto con velos. La anciana encendió un suave fuego y en cuanto el monje entro a la cabaña las puertas se cerraron y la cabaña se sello.
-Y bien, ¿Cuál es el mensaje?-

-Desgraciadamente no puedo decir que es algo bueno, hace poco ocurrió y era necesario comunicárselo, por fin llego la señal-
-¿Señal?- Pregunto confundida- ¿De qué habla Chiyo?-

La anciana se encontraba sorprendida, no podía creerlo. Era demasiado rápido, no era posible que ocurriera tan rápido.
-¡Chiyo! Pregunte algo-

-Kagome- Dijo suavemente- Lo siento, pero no creí que este momento llegara tan rápido, por ello no te lo había mencionado. –
-¿De qué hablas? –Pregunto confundida-

Según la profecía decía que cuando estuviera cerca aquella batalla que decidiría el final de la guerra, llegaría una señal-
-¿Qué clase de señal?-

-En la principal aldea del sur se encuentran una valiosa joya, similar a la Perla de Shikon, sin embargo esta no tienen ningún poder, solo brillaría en el momento en que los elegidos deberían de encontrarse, tal vez no en el instante preciso, más bien seria como un aviso. -
-Eso lo puedo entender, pero ¿Porqué nosotros no tenemos esa joya? -

-En el momento en que la profecía se destruyo las joyas aparecieron, en total eran tres y aunque los demonios las habían tomado pudimos llevarnos una de ellas, y ellos se quedaron las otras dos, sin embargo en una batalla para conseguir las otras, una de ellas quedo bastante dañada y se destruyo, por eso es que nosotros teníamos una y los demonios otra. La que estaba en nuestras manos quedo a cargo del monje Sagara, el padre del Monge Miroku si no me equivoco, ya que sería una herencia familiar.-

-Ya empezó. Entonces ¿qué haremos? Creo que lo correcto en este momento seria planear algo.-

-Cierto Kagome, eres muy lista. Lo correcto es que llamemos a los líderes de las seis aldeas, tanto a las tres del sur, como a las tres del norte.-
-No, no me parece correcto. No dejare las aldeas sin seguridad, además no creo que sea necesario, después de todo el líder de la primera aldea del Sur esta aquí, creo que solo es necesario traer a la líder de la aldea del norte, para que arriesgar todas las aldeas cuando en el momento final solo yo podre luchar-

- Es una buena idea- Interrumpió Miroku- Creo que la señorita Kagome tiene razón, ya es suficientemente arriesgado dejar sin protección las primeras aldeas -

-Creo que es buena idea, pero ya es tarde Kagome, creo que deberías descansar, hoy tuviste una fuerte batalla contra esos demonios y debes reponer tus energías, mañana hablaremos de eso.-

-Cierto, cuando venia hacia acá pude percibir que se acercaban una gran cantidad de demonios, ¿usted sola acabo con todos ellos?-
-Claro que lo hice sola, para mí eso no es nada y lo sabes Chiyo, pero creo que el monje debe estar cansado por el largo viaje, es mejor descansar ahora. –

-Está bien Kagome, Monje le enseñare la cabaña en donde dormirá esta noche- Dijo Chiyo

-No te preocupes- Dijo mientras se levantaba- Yo lo llevare.

Esto impresiono a Chiyo- Kagome, sabes que no tienes que molestarte, yo lo llevare- Dijo levantándose lentamente.

-No te preocupes Chiyo, yo lo llevare, necesito hablar a solas con él, tu descansa- Salió lentamente de la lujosa cabaña- No tardo- Suspiro- Monje Miroku, por favor acompáñeme-

El monje se levanto rápidamente y siguió a Kagome, se alejaron lentamente de la cabaña hacia otra no muy lejos, mientras Chiyo los veía con desconfianza.

Pronto llegaron a la cabaña, era lujosa y acogedora, aunque no tanto como la de Kagome.


-Aquí es donde puede dormir, descanse…- Kagome dio la vuelta y se acerco lentamente a la puerta.
-¡Señorita!- La detuvo- Solo quería preguntarle… ¿Por qué no dijo la verdad y encubrió que yo haya entrado a sus aposentos?-

-Cierto, ya lo había olvidado- Hizo una pausa- No quiero que piense que lo hice por un motivo personal, solo quería saber que decía el mensaje y usted es una persona fuerte, no quiero perder un aliado así, no perdería a un líder de aldea. - Lo miro fijamente- Además, conozco profundamente a los humanos y habría sabido si usted me mintiera- Se giro lentamente- Buenas noches, que descanse.- Salió lentamente de la cabaña dejando detrás al monje confundido.

La noche caía lentamente y después de todo lo mejor era descansar, mañana seria un nuevo día.

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Ok chicas, aquí la continuación. No es tan larga como esperaba pero pues ya saben la escuela; hablando de eso, tal vez tarde un poco en la continuación ya que me encuentro en exámenes en la preparatoria y por el momento estos son mi prioridad.
Bueno pues gracias a todas por sus comentarios y ojala les guste la continuación.

 

Re: Profecía (SessxKag)

“Un extraño sueño y el principio del plan”​

Todo era oscuridad y apenas iluminada por una tenue luz, en el centro se encontraba Kagome, todo era confusión.
-Te han engañado y tu caíste como tonta, por eso es que debías ser dura de corazón, para no cometer este tipo de errores- Decía una voz en las sombras.

Por su rostro empezaron a caer finas lagrimas, no eran muchas pero no dejaba de ser extraño, ella jamás había llorado. Jamás había tenido la necesidad de hacerlo, ni siquiera cuando era niña y la muerte de sus padres, pero ¿Por qué su corazón se sentía tan destrozado?
De un momento a otro algo la ataco por la espalda y sintió un gran dolor. Sus ropas se llenaban de sangre y caía al suelo, mientras sentía un gran sentimiento de impotencia y debilidad.

¿Por qué me hiciste esto, yo confié en ti- Dijo antes de caer desmayada.

Se levanto rápidamente, alterada y jadeando. Todo había sido un sueño.

-Pero que sueño más extraño- Pensó- Jamás en la vida se le hubiera ocurrido verse a sí misma derramando lagrimas y lo peor es que aun sentía aquel extraño sentimiento de impotencia y debilidad, incluso uno de ¿engaño? Recostó lentamente su cabeza en la almohada- ¿Qué rayos había significado ese sueño? Se encontraba confundida pero después de todo ¿Por qué ponerle atención a un sueño, solo había sido eso, un sueño .
Finalmente la noche había quedado atrás, y como siempre había comenzado un nuevo día. Los habitantes del reino se encontraban reconstruyendo todo aquello que había sido dañado la noche anterior por la batalla. Se sentía como una tonta, ya era medio día o tal vez más ¿Por qué nadie la había despertado?

Se levanto lentamente y comenzó a vestirse. Salió lentamente de la cabaña y empezó a caminar por el reino. Todos los habitantes que se encontraban con ella la saludaban con una respetuosa reverencia.

-Hola señorita- Se acerco una pequeña niña- ¿Tuvo una buena noche?-

-Si pequeña- Respondió amablemente- De casualidad ¿no has visto a Chiyo? Quisiera saber donde esta?

-Si- Respondió la niña alegremente- Se encuentra en el bosque con el monje que viene de visita, al parecer no querían despertarla y se fueron muy temprano-

-Gracias, ahora los buscare- Dijo mientras se alejaba

Camino hasta llegar al bosque, ahí vio como la anciana recogía algunas plantas medicinales mientras el monje leía un libro bastante interesado.
El monje alzo la mirada lentamente- Señorita Kagome, por fin se ha levantado- dijo dirigiéndole una sonrisa- Espero que haya tenido una buena noche.-

-Si muchas gracias, Chiyo ¿Por qué no me despertaron? –

-Creímos que era mejor dejarte descansar, después de todo ayer fue un día bastante pesado- se levanto- Pero ahora que ya estás aquí, creo que debemos hablar de cosas muy importantes, es necesario idear un plan lo antes posible-

-Si de hecho lo pensé y no creo haya problema hablarlo aquí, después de todo nadie tiene permitido entrar aquí. Como lo dije anoche creo que es necesario llamar a la líder de la primera aldea del norte, ya que si no te molesta, quisiera emprender un viaje-

-¿Un viaje? ¿En estos momentos?- dijo la anciana confundida- No creo que sea correcto que salgas del reino-

-Créeme no me gustaría dejar el reino desprotegido, sin embargo se que si nosotros pudimos ver cuando la perla brillo, la que está en manos de los demonios seguramente hizo lo mismo, eso quiere decir que también saben que es el momento- Hizo una pausa- Lo menos que quiero es que tengamos que luchar en el reino o en alguna de las aldeas, no quiero que salgan dañadas y serian muy peligroso para los habitantes, no quiero más muertes. Quiero ir a la primera aldea del Norte para hablar con la líder para que nos acompañe porque tengo un plan bastante arriesgado, pero en el cual tengo bastante confianza. Quiero un ataque directo.-

-¿Ataque directo? ¿A que se rehiere señorita?-

-Quisiera adentrarme en el castillo principal de los demonios, si nuestros reportes no fallan se encuentra pasando todas las aldeas, después del legendario Monte de las Animas. –

-Pero notaran de inmediato tu olor Kagome, sabrán que eres humana.-

-También lo pensé Chiyo, pero con unas capas de protección y unos cuantos conjuros puedo ocultar el olor, con el aura no creo tener problema. Como pude ver el aura del Monje Miroku es muy poderosa, como la de cualquier demonio de alto rango y suponiendo que la de la líder de la aldea del norte sea igual, pasaremos inadvertidos. El único problema podría ser que las auras son demasiado puras para ser las de demonios, sin embargo, según tengo entendido existe una clase muy especial de demonios cuyas auras son así, incluso se que tienen apariencia humana, los Nymphes, pasaríamos como unos de ellos.-

-Tal vez sea una buena idea, pero ¿Qué haría un Nymphe viajando el castillo? Ellos solo viajan para entregar importantes mensajes.-
-Eso es lo de menos, solo diremos que llevamos un importante mensaje para el “elegido” y si alguien duda los mataremos, no será algo difícil.-
-Sinceramente pienso que es una buena idea, lo que menos se esperarían seria un ataque interno, haciéndonos pasar Nymphes entraríamos fácilmente y atacaríamos de inmediato, sería algo completamente sorpresa.-

-Kagome, no estoy segura- Dijo la anciana desconfiada.

-Nada puede salir mal, creo que es una buena idea-

-Bien lo acepto, pero debes dejar que te acompañe Kagome, yo soy tu protectora y te protegeré ante todo.-

-Lo siento abuela, pero eso es imposible, los Nymphes no envejeces, siempre mantienen sus apariencias jóvenes y alguien de avanzada edad como tu levantaría sospechas. En verdad lo siento. –Hizo una pausa- Además, algo que nunca me perdonaría es si sales herida, eso me destrozaría, prefiero que te quedes en la aldea y que de igual forma cuides de ella.-

-Tienes razón Kagome-Dijo tristemente- Solo soy una anciana y solo los retrasaría- Dijo agachando la cabeza-
-No lo tomes así abuela-

-No te preocupes, creo que el plan es muy bueno, pero debemos ponerlo en marcha cuanto antes, desde mañana creo que es necesario.-
Ya había atardecido, al parecer tan solo habían pasado unos momentos, pero ya había atardecido. – Muy bien, desde mañana saldremos de la aldea. Abuela por favor arregla todos los detalles, necesito ir a meditar- Dijo mientras se dirigía a la salida del bosque- Monje, por favor prepárese para el viaje, será largo. –

Se alejo lentamente de aquellas personas con las que antes había mantenido una intensa charla, ahora tenía que meditar y arreglar en su mente todo lo que era necesario.

“Llegaba el principio del fin”

Ok, aquí la continuación...